La dictadura del algoritmo

Un documental sumamente cuidado en su estética, fotografía, selección de entrevistados y línea narrativa. Temas que muchos hemos abordado, desde un análisis profundo, político y psicológico se ha estrenado en Cuba. Sin dudas un aporte necesario para entender las redes sociales digitales.

08/06/2021
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Sobre “La dictadura del algoritmo”, documental cubano de Javier Gómez Sánchez, estrenado en el programa “La Mesa Redonda” en la noche del 5 de junio de 2021, puedo decir que fueron poco más de 52 minutos que pasaron rápido, de forma ágil, amena, que deseo volver a ver para lograr desgranar cada uno de los análisis y propuestas que hacen más de una decena de analistas con distinta formación, edad y sexo. Un espectro de entrevistados sumamente amplio. Sin ninguna duda creo que es un material que debe ser visto y difundido por todos.

 

Entre ellos encontraremos a enormes y conocidos periodistas y escritores como Iroel Sanchez o Rosa Myriam Elizalde, psicólogos, jóvenes estudiantes de periodismo, jóvenes artistas cubanos, en fin: diferentes puntos de vista desde la Cuba de hoy día sobre Internet y redes sociales digitales.

 

Tal vez algún analista distraído, de aquellos que ya ha leído, escrito o teorizado sobre el efecto del trabajo de Cambridge Analytica con metadatos tomados de Facebook y su efecto en el BREXIT o la llegada de Trump a la Casa Blanca, pueda decir –a poco de comenzar con el documental– que posiblemente no verá o escuchará nada nuevo, en tanto se habla del comienzo de la informatización en Cuba y del efecto de las burbujas de los grupos y seguidores en Facebook, la forma en que es utilizada la inteligencia artificial para mostrarnos lo que determinado grupo de interés político y económico desea que veamos.

 

Otro grupo de personas que potencialmente puede decidir dejar de ver el documental en los primeros minutos, pueden encontrarse entre aquellos que vieron la producción de Netflix “The great hack” o “Nada es privado” en que se analiza la forma en que se utilizan los datos de Facebook así como las emociones de cada uno de los usuarios para mostrarles lo que desean que consuma.

 

Estoy seguro que en “La dictadura del algoritmo” encontrarán un análisis profundo de como impacta en el pueblo cubano la introducción de Internet y las redes sociales digitales. “Los celulares son la vía más masiva de comunicación de la gente” comienza diciendo Jorge Luis Perdomo hoy Viceprimer Ministro de la República de Cuba. Pero: ¿y en el resto del mundo? ¿cómo influyen o han influido los hoy llamados influencers en los cambios culturales y políticos latinoamericanos de los últimos 10 años? ¿Cuántos usuarios aún están convencidos de que escriben y leen lo que quieren y por eso son más libres, desde la masificación de la Internet? ¿Cuántos son quienes logran analizar y comprobar que en las redes sociales digitales se “generan burbujas de confort” y que “los algoritmos generan un cámara de eco y unas solas ideas rebotan y generan escenarios para la desinformación”, citando a Rosa Míriam Elizalde en una de sus intervenciones en el documental?

 

“No te están leyendo la mente. Tú estás alimentando con tu comportamiento a los algoritmos” dice alguien más y me recuerda la cantidad de veces que he escuchado (incluso en algún momento hasta pensado) esa frase en momentos en que Facebook, Instagram, Google o Twitter nos muestran publicidad de un artículo que “casualmente” estaba buscando o de algún medio periodístico que habla del tema sobre el que estoy debatiendo. ¿Realmente somos plenamente conscientes de que eso sucede y que por lo tanto no seremos bombardeados con ideología que poco a poco nos llevarán a poner el voto a un candidato inventado por algún interés colonizador? En países donde vivimos en capitalismo puro y duro, incluso cuando quienes nos gobiernan tengan una mirada hacia el progresismo o más cercana del socialismo, la estrategia no apunta tan de lleno a la colonización ideológica (esa batalla estoy convencido de que se entiende como total o parcialmente ganada) se apunta más fino hacia refinar estrategias comerciales que permitan, mediante algoritmos de inteligencia artificial y analizando la información que les damos para que conozcan de qué forma logran hacernos consumir productos y servicios que no estaban o no deberían estar en nuestra lista de prioridades.

 

Si, leyó bien: puse LES DAMOS, porque nadie nos obliga a decirle a las corporaciones tras las redes sociales digitales lo que comimos, que ropa nos gusta vestir o cómo nos sentimos: lo publicamos nosotros mismos haciendo uso de la supuesta enorme libertad que tenemos de hacer y decir lo que nos da la gana. “Veo, leo e interactúo solo con quien yo elijo” dicen millones.

 

El control social ejercido por las redes sociales digitales es analizado de forma muy clara y profunda. Sin dudas que cuando el documental finaliza nos quedamos con muchas más preguntas que respuestas. Y creo que sin dudas es lo más importante que se ha propuesto su director y debo decir que lo consigue con rotundo éxito.

 

Si intento traer hacia éstas latitudes parte del análisis que se hace en “La dictadura del algoritmo”, debo decir que así como para Cuba se disponen recursos materiales y humanos para que, apoyados por la inteligencia artificial y los metadatos obtenidos de nuestras cuentas, en la cabeza de los usuarios se vaya formando una opinión “crítica” respecto al gobierno y las libertades individuales, por aquí el trabajo se ha hecho mucho tiempo antes en relación a dejar en la opinión de muchos la sensación de que en Cuba el pueblo no es del todo libre, que el brutal bloqueo económico a la isla no existe y ese comentario, muy del Río de la Plata de que “algo habrán hecho”. Sin dudas aplica a Cuba, pero también a la opinión que se genera en relación a Venezuela, Bolivia o cualquier otro país en que surgen movimientos sociales o gobiernos que pueden ir contra la cultura o ideología hegemónica que el imperialismo desea imponernos.

 

Ya he dicho en otras ocasiones, que estoy convencido de que hoy día no alcanza con ponerle “cara de país” o la imagen del viejo de barba y gorro de tres colores con la consigna “I want you” al imperialismo. Las GAFAM o los cinco grandes tecnológicos Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft son el imperialismo de este siglo. Manejan más dinero que los países más poderosos, políticas monopólicas aún más duras que las de los propios países imperialistas y tienen la capacidad potencial de decidir quién ocupará el sillón presidencial en determinado país. Sin dudas que sería tonto desconocer el poder de los Estados Unidos, la CIA, su injerencia con bases militares o en la agenda de los gobiernos de gran parte del mundo. Las GAFAM a su servicio y viceversa.

 

“Todos son espacios de control, desde donde emplean metadatos para mostrarnos publicidad sensitiva”, nos recuerdan los buscadores, que quien escribe utilizó esa frase un día de junio de 2015 sentado en la misma “Mesa Redonda” donde se presentó el documental “La dictadura del algoritmo”, junto a enormes cubanos como Randy Alonso Falcón e Iroel Sanchez.

 

La batalla contrahegemónica por las ideas nos encuentra en enorme desigualdad, pero no hay otra opción que darla si es que queremos ser reales actores y constructores de nuestro futuro, vivir en una sociedad donde la justicia social no sea una mera teoría política y donde cada uno de los habitantes seamos constructores de nuestros destinos.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/212573?language=en
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