Xiomara Castro sella triunfo electoral

Uno de los principales compromisos de la alianza entre Xiomara Castro y Salvador Nasralla es el eliminar las Zonas de Empleo y Desarrollo (ZEDEs), que representan la venta del territorio nacional al narcotráfico y los capitales foráneos.

15/10/2021
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Los candidatos presidenciales Xiomara Castro del partido Libertad y Refundación (LIBRE), y Salvador Nasralla del partido “Salvador de Honduras” sellaron una alianza para las elecciones generales de noviembre próximo, donde el segundo desiste de su candidatura y apoya la candidatura de Xiomara Castro, apareciendo en la papeleta electoral como primera designada a la presidencia de la República.

 

Esta alianza, que para algunos dirigentes del partido de gobierno y de otros candidatos a diputados por partidos minoritarios sería una simple repartición del pastel, o sea de los poderes del Estado, se dio ya en las elecciones pasadas, donde Xiomara Castro renunció a su candidatura presidencial al apoyar a Salvador Nasralla, candidato de la Alianza Opositora contra la Dictadura junto al Partido de Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU-SD), que culminó con el triunfo de Juan Orlando Hernández (JOH) como resultado de un fraude electoral.

 

La alianza incluye también la nominación de designada presidencial a Doris Gutiérrez, líder del partido PINU-SD y que se había sumado a la Unión Nacional Opositora de Honduras (UNOH) en conjunto con el Partido “Salvador de Honduras”; o sea que dos miembros de LIBRE nominados a ser designados presidenciales ceden sus candidaturas a miembros de la UNOH. Se habla incluso, según declaraciones de Salvador Nasralla, que, frente a un eventual triunfo de la Alianza con mayoría de diputados en el Congreso de la República, la presidencia de este órgano legislativo debería estar en manos de la UNOH.

 

Algunos dirigentes del partido “Salvador de Honduras” y candidatos a diputados, como Suyapa Figueroa y José Manuel Matheu, sin cuestionar la alianza en sí, señalan que no fue informada ni consultada, aunque desde meses atrás se habían celebrado reuniones entre los candidatos a la presidencia y dirigentes departamentales y de base. Esto se mira como un clamor de la población, que siente que, con la maquinaria logística, recursos del narcotráfico, fondos públicos y el recuro al fraude electoral, resulta poco probable que se derrote al partido de gobierno, aunque la candidata de LIBRE lidere las encuestas de opinión sobre la intención del voto.

 

Se cuestiona además que la Alianza no sea también visible en las alcaldías de las principales ciudades del país, caso de Tegucigalpa y San Pedro Sula. Los dirigentes del partido “Salvador de Honduras” proponen que sus candidatos municipales presidan la Alianza, y los de LIBRE participen como primeros regidores de la Comuna, lo cual se considera difícil ya que las bases de la Alianza son para la presidencia de la República y el Congreso Nacional.

 

“La alianza es con el pueblo” dice Xiomara Castro, “contra la corrupción y la pobreza”, anteponiéndose los intereses de Honduras frente a los intereses de partido y de grupos. “Lastimosamente -dijo- nuestro país es identificado como el país más corrupto de Latinoamérica, como un narcoestado, pero llegó la hora de recuperar el país”. “Vamos a entregar alma, vida y corazón por este país y vamos a construir una democracia participativa y junto a Salvador Nasralla vamos a desarrollar una agenda construida con los distintos sectores de este país, obreros, campesinos, sindicatos y la empresa privada”.

 

Salvador Nasralla destaca que por primera vez tendremos una mujer presidente en Honduras, donde unos de los principales compromisos es eliminar las Zonas de Empleo y Desarrollo (ZEDEs) que representa la venta del territorio nacional a narcotraficantes y corruptos.

 

A cuarenta y tres días de la fecha de las elecciones, hay todavía pendiente puntos de la agenda electoral, que la Alianza debe tomar en cuenta. El primero es que más de 970.000 tarjetas de identidad no han sido entregadas, muchas de las cuales pertenecen a la juventud. Se ha denunciado por alcaldes de la oposición que en sus municipios el proceso de entrega va lento y pareciera que es una estrategia deliberada para que muchas personas se queden sin votar, contrario a lo que ocurre en municipios cuyas alcaldías pertenecen al partido de gobierno.

 

Tal como lo apunta el representante del Instituto Holandés para la Democracia, cerca de 800 mil jóvenes pueden marcar la diferencia en las votaciones de noviembre (La tribuna, 13 de octubre 2021), muchos de los cuales se han integrado al trabajo de LIBRE y del partido “Salvador de Honduras”, por lo que es fundamental una agenda conjunta que visibilice el trabajo y la unidad partidaria. Esto, sumado a la reivindicación de las propuestas de desarrollo que han venido defendiendo como alternativa al modelo neoliberal vigente.

 

En tal sentido y aunque se reconozca de parte de los lideres de ambos partidos que existen pocas diferencias entre las estrategias y medidas de política económica, social, ambiental y cultural propuestas en sus programas de gobierno, lo cierto es que hay cuestiones de fondo. Una de ellas es la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente por el partido LIBRE que no se visualiza en la propuesta del partido “Salvador de Honduras”. Esta es una prioridad irrenunciable y exigida como derecho por las bases del partido entre las decisiones a tomar por el nuevo gobierno liderado por Xiomara Castro.

 

La segunda es la urgencia de generar un proceso ascendente de cambio en la matriz productiva del país, con criterios progresistas y de sustentabilidad ambiental, equidad y enfoque de género, que enfrente el extractivismo que está matando la vida misma. El Partido “Salvador de Honduras” apuesta a seguir con el modelo de inserción en los mercados internacionales con desarrollo de la infraestructura económica, incentivos tributarios, transparencia y un rol menos protagónico del Estado.

 

El tema de la corrupción también plantea un grado de consenso mínimo, sea por el interés en el fortalecimiento de las instituciones o por las reformas en las penas para los corruptos, que deberán empezar por la derogación de todas aquellas leyes y decretos aprobados para blindar a diputados, empresarios y funcionarios corruptos del actual gobierno.

 

A ello se suma el abordaje del endeudamiento público externo y la necesidad de conocer en que se gastaron los recursos de contratos por el Estado hondureño en estos 11 años de gobiernos del partido nacional, así como el impacto de los mismos.

 

Hay un discurso ya gastado por los dirigentes del partido nacional y sus “parchos”, cuando acusan a LIBRE de promover el Comunismo y una dictadura chavista, en alianza con los militantes del partido “Salvador de Honduras”, empresarios y una parte de la Iglesia Católica. Es poco probable que esto tenga mayor incidencia en los electores, así como la denuncia de que se promoverá con la Alianza el aborto, la violación de menores de edad y la perdida de la Isla Conejo reclamada por El Salvador.

 

https://www.alainet.org/es/articulo/214107
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