El despojo neoliberal y la dictadura de Juan Orlando Hernández
25/07/2013
- Opinión
Honduras bajo la égida dictatorial (llamamos dictadura del partido nacional en la cámara legislativa al control incondicional de esta institución representativa de la soberanía nacional que posee la mayoría absoluta de diputados) del presidente del Congreso Nacional Juan Orlando Hernández y con la venia del presidente Porfirio Lobo Sosa, sucedáneos ambos del innombrable y oscuro personaje, dictador RM que asumió por la vía golpista todas las riendas del gobierno nacional, un 28 de junio del año 2009, han convertido al país, antes paradisíaco y seguro, fuerte y lozano, en un campo yermo donde la nación ha sido desmembrada y degollada como una res viva, y sus carnes han sido lanzadas a la jaurías neoliberales transnacionales, aliadas a la burguesía antipatriota, que a campo traviesa van saboreando con cinismo inigualable los restos jugosos de un país noble, generoso y fundamentalmente humilde.
Honduras sigue en el camino del despojo del Estado, de la desmantelación financiera del Estado, cuya base primordial es su territorialidad, sin esta última ninguna norma tiene posibilidad de ocupar un espacio para aplicar a ciudadanos la ley correspondiente.
La teoría moderna del Estado establece sin ninguna duda, que el Estado es una organización política cuya estructura de poder se asienta sobre un determinado territorio y una determinada población, de manera que poder, territorio, población o nación constituyen los elementos primordiales para la estructuración del estado moderno. Sin territorio, un Estado no pude ejercer su poder normativo, porque no existe un espacio en donde ubicar los aparatos jurídicos que impone el gobierno para desarrollar la relación pueblo, soberanía, territorio.
Juan Orlando Hernández, al asumir la presidencia del Congreso Nacional por la vía de una mayoría absoluta, se ha dedicado a emitir todas las leyes que el departamento de Estado y la Embajada Norteamericana como los organismos neoliberales financieros internacionales (BID, FMI, BM,etc.) le han dictado como si fuera un capataz propio de la hacienda denominada Honduras.
Toda la desterritorialización que ha llevado a cabo JHO a través de las leyes antipatriotas, conducen a la tercerización a favor de la empresa privada (ahora denominada alianza público privada), con el objetivo de reforzar la élite oligárquica y abrir un poco ese espectro de diez familias dueñas de la economía nacional.
Nunca antes presidente alguno, o autoridad referente, había puesto en marcha un plan de achicamiento del Estado hondureño hasta casi la más mínima expresión. Planteamiento neoliberal que tiene hundido a toda la economía capitalista del mundo, de acuerdo con las declaraciones de los organismos pertinentes.
La entrega de las cuencas hidrográficas, la cesión de los terrenos para la explotación de las mineas, la tercerización de la Universidad Nacional, con la complicidad de sus propias autoridades, forman parte del gran plan maestro de la des estatización nacional, de manera que las instituciones estatales sólo sirvan de referente arbitral para dilucidar los intereses contrapuestos entre la función pública y la privada.
Pero la tapa que cubre el pomo de la soberanía nacional, es la ley de reconversión de la deuda pública, que consiste en ceder los bienes ociosos de la república a terceras personas, con el fin de pagarles deudas millonarias y para que la tal alianza público privada se haga cargo de la explotación de tales bienes sin generación de riquezas.
Ya no pudieron más con los bonos soberanos del Estado para recomponer las finanzas públicas, si no que ahora hacen acopio de los bienes que son físicos y territoriales, asentados en un punto de la geografía nacional.
De acuerdo con esta ley de despojo de la soberanía “territorial nacional, …“se autoriza la constitución de un programa integral de titularización de flujos financieros potenciales sobre activos ociosos del Estado, con el fin de que los mismos sean utilizados para el pago o readecuación de la deuda pública, a más largo plazo y en mejores condiciones financieras que las actuales, y para el aporte de capital semilla que haga viables financieramente el o los proyectos de explotación racional de los recursos o de infraestructura referidos”.
Y como se trata de beneficiar bancos y las familias que estructuran la oligarquía, los dineros serán administrados mediante un fideicomiso, para que las empresas financieras sigan explotando el rubro del dinero casi confiscado al Estado.
Por eso han asumido la estructura administrativa de último momento consistente en el nombramiento de comisiones interventoras con el fin de desmantelar, en la medida de lo posible, la institucionalización de cada oficina del gobierno central, con el fin de que sus funciones pasen a manos del sector de la empresa privada de Honduras.
JOH al verse derrotado de antemano en las justas electorales del 24 de noviembre, no podrá menos que implementar un proyecto en el cual la presidenta Xiomara Castro tenga atadas las manos, sin poder ejercer la soberanía popular.
El despojo de que es objeto nuestro país, es una traición a la patria, es un delito de lesa patria. La posteridad hará la justicia, pero esa posteridad será prontamente un hecho.
La patria espera su oportunidad.
- Galel Cárdenas es escritor hondureño.
https://www.alainet.org/es/articulo/77980
Del mismo autor
- La dispersión 23/07/2019
- En la densa realidad política debe existir una luz 05/06/2019
- Las almas mil así hendiendo el aire vago 18/10/2018
- Nueve años del asesinato democrático 28/06/2018
- Gualcarque, río Berta Cáceres 02/03/2018
- El diálogo del verdugo 01/02/2018
- ¿La desquiciada dictadura perfecta? 19/01/2018
- El pueblo en insurrección y la oligarquía en represión 16/12/2017
- En la encrucijada de una perversión ilimitada 14/08/2017
- Diario Tiempo, aquel diario crítico 29/10/2015