El conflicto sirio: análisis y reflexiones

30/10/2013
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En septiembre de 2012, una delegación de ciudadanos de diversos países se constituyó para promover la paz con justicia en Siria. La idea básica, concebida por Leo Gabriel, antropólogo social y periodista en Austria, pronto fue adoptada por activistas pacifistas de Grecia, Italia y Alemania. Creían que, como ninguno de los dos lados del conflicto podría ganar esta guerra civil militarmente, tendría que haber un diálogo político, que podría conducir a un reparto del poder, como resultado de las negociaciones.
 
Se establecieron contactos en Siria con el gobierno y con diversos grupos de la oposición, así como con la resistencia en el Líbano, Turquía y otros lugares de Europa. Líderes religiosos, organizaciones relevantes y organismos internacionales fueron encontrados dentro y fuera de Siria. Los 13 miembros de la delegación de 9 países europeos y latinoamericanos, permanecieron en Damasco del 2 al 8 de junio de 2013 donde fueron recibidos por varios funcionarios de todos los niveles del gobierno, incluyendo el presidente y por varios partidos de oposición autorizados por el gobierno, así como por el Gran Mufti, jefe de los Sunitas en Damasco, y por grupos cristianos. Algunas consideraciones acerca de la situación, sus causas y posibles soluciones van descritas a continuación.
 
1. Una situación dramática
 
Según la oficina de las Naciones Unidas en Damasco, de una población de 21.377.000, hay más de 8,8 millones de personas en Siria que están necesitando ayuda y entre ellos, 4,25 millones son desplazados internos. En abril de 2013, los refugiados en el extranjero se estimaban en 1,4 millones de personas. Pero si sigue el mismo ritmo de salida, la cifra podría alcanzar los 3,5 millones a finales de 2013, afectando particularmente a los países vecinos como Líbano (donde más de la mitad de la población ahora está compuesta por los refugiados de Palestina y Siria), Turquía y Jordania. Al mismo tiempo, hay todavía más de medio millón de refugiados palestinos en Siria para los que las Naciones Unidas están pidiendo una ayuda de emergencia de 200 millones de dólares.
 
El número de muertes durante un período de poco más de dos años es de 93.000, de ellos 6.500 niños, según un informe de la ONU fechado el 13 de junio de 2013. Hay 100.000 presos en las cárceles sirias y miles de rehenes detenidos por grupos de la oposición armada. La economía está seriamente afectada: la inflación se ha disparado, el desempleo se ha elevado del 10,6 % al 34,9 % (aunque la vida sigue siendo mucho más barata que en el Líbano). La libra siria se ha desvalorizado en un 67 %. Según la ONU, las sanciones económicas han afectado considerablemente la situación de los sectores más pobres de la población.
 
2. Propuestas de la delegación de paz
 
No se pueden encontrar soluciones políticas amplias, excepto a través de negociaciones entre los diferentes actores del conflicto y por lo tanto la Conferencia Ginebra2[1] debe ser alentada. Debido a los horrores de la actual situación y el sufrimiento de tantos inocentes, deben hacerse todos los esfuerzos posibles. La delegación, convencida de que la continuación de la acción militar no es ninguna solución, hizo algunas sugerencias para ayudar a crear mejores condiciones para las negociaciones políticas más amplias, en particular: la puesta en marcha de zonas locales de no-violencia alrededor de hospitales, escuelas, lugares religiosos o históricos, con la ayuda de la Media Luna roja y las Naciones Unidas; la liberación de ciertas categorías de presos (por el gobierno) y de rehenes (por la oposición), como las personas de la tercera edad, menores, mujeres y finalmente la organización, en Viena, de una Conferencia internacional, dando a la sociedad civil Siria, una oportunidad para articular sus demandas, sobre la base de un estado laico, orientado a los procesos democráticos y sin intervención externa. El contacto directo que hubo la delegación con la terrible destrucción de esa guerra, con las condiciones inhumanas de los campamentos de refugiados y con tantos traumatismos personales causados por el conflicto creó una obligación moral de dar testimonio y actuar.
 
3. Evolución política en Siria
 
El partido Bass, fundado en 1947, ha estado en el poder desde 1963 (en coalición) y, desde entonces, el país ha estado viviendo bajo ley de emergencia. Hafez al-Assad tomó el poder por un golpe de estado en 1971. El partido Bass está constituido principalmente por una clase media urbana y en las primeras etapas hizo una alianza con el partido socialista. Debido a esta composición social, varios cristianos de la misma procedencia de clase, han sido miembros activos e incluso dirigentes del partido. La familia Assad es alauita, un grupo minoritario que constituye el 12 % de la población y está situado a lo largo de la costa mediterránea. Tradicionalmente, habían sido marginados en la sociedad siria y encontraron cierta seguridad en el partido Bass. De hecho, los objetivos del partido fueron la creación de un estado laico (incluso si el Presidente debe ser un musulmán), la defensa de la unidad siria y de la soberanía sobre la base del nacionalismo árabe y el establecimiento de un sistema de protección social, educación y salud generalizada, la realización de una reforma agraria y el desarrollo de una administración moderna. Siria también ha sido miembro activo del movimiento de países no alineados.
 
Se autoproclamó socialista, pero sin lucha de clases y por lo tanto se presento como una alternativa nacionalista árabe al Islam político. Bajo el partido Bass, el país logró no depender solo de las actividades extractivas (petróleo), sino también del desarrollo de un sector industrial. El carácter secular oficial del estado ha facilitado una coexistencia relativamente positiva entre varios grupos religiosos: sunitas (más de de 70 %), chiitas y cristianos, incluso si, de facto, el funcionamiento real de la política y de la sociedad siguió líneas sectarias.
 
Sin embargo, en la aplicación de dichos objetivos, el partido Bass se mostró incapaz de evitar varios obstáculos debidos a la complejidad de la sociedad siria y a los efectos de la concentración del poder político por una sola formación política. Aunque es importante la presencia de alauitas en algunos órganos del poder, sigue siendo una minoría. En el Gobierno de junio 2013, había 19 suníes, 6 alauitas, 2 cristianos y 2 chiitas. El primer ministro era sunita. Desde 2006, el Vicepresidente ha sido una mujer, la hermana del líder de los Hermanos Musulmanes en el exilio. Los suníes son mayoría en las fuerzas de seguridad y en el ejército. Algunos clanes alauitas se oponen a la familia Assad. Bajo los gobiernos del partido Bass, la represión contra la oposición política ha sido severa (por ejemplo, la masacre de varios miles de personas, muchos de ellos miembros de la Hermandad musulmana, en Hamas, una ciudad del Sur del país, en 1982, después de la matanza de 80 cuadros alauitas en esta misma localidad). La corrupción también se convirtió en una verdadera plaga.
 
Durante la Presidencia de Hafez al-Assad, la política interna se orientó cada vez más a la derecha, mientras que la izquierda fue eliminada políticamente. Se forjó una alianza con la burguesía sunita. Después de la muerte de Hafez en 2001, su segundo hijo, Bashar, fue designado y elegido Presidente, al morir su primer hijo en un accidente de automobil.
 
En 2005, el "socialismo de mercado" fue adoptado oficialmente por el X Congreso del partido Bass y los subsidios estatales para combustibles, alimentos y otros productos fueron eliminados. La economía se abrió al capital extranjero. Las medidas neoliberales favorecieron el desarrollo de una clase capitalista local, que acumuló grandes riquezas. También se redujo la protección social, se reconcentro la propiedad de la tierra, y se privatizaron los servicios públicos, especialmente en educación y salud y, en consecuencia, se acentuaron las diferencias sociales. Un tratado de Libre Omercio con Turquía resultó en la eliminación de numerosas pequeñas empresas. El desempleo juvenil alcanzó el 35 % y en general las clases más bajas empobrecieron. Al mismo tiempo, una grave sequía afectó la agricultura durante cuatro años.
 
Esto creó las condiciones para que el islamismo político desarrollara una base social, especialmente en las zonas rurales, que fue alentado y ayudado por los países conservadores sunitas árabes (Arabia Saudita en particular). Los Hermanos Musulmanes prohibidos volvieron lentamente entre el pueblo sirio, participando al principio en acciones no violentas contra el gobierno de Bashar al-Assad, que luchó contra la corrupción, pero que políticamente no se abrió mucho. Bastantes líderes de la oposición fueron encarcelados o mandados al exilio.
 
Siria tiene petróleo, no tanto como en Arabia Saudita, Catar, Bahréin, Iraq, Kuwait e Irán, pero más que en Jordania o Turquía. La compañía nacional sirio explota el 60 % del crudo, pero la producción ha disminuido desde 1990. Las reservas de gas offshore son abundantes y crean interés por parte de corporaciones multinacionales extranjeras. En 2008, el Presidente Sarkozy de Francia obtuvo del Presidente Bashar al-Assad un perímetro de búsqueda de gas natural en el mar Mediterráneo para la empresa petrolera francesa Total. Siria es también un país estratégico para el transporte de petróleo y de gas entre los países productores de la región y el Mediterráneo. Un oleoducto fue construido en 1952, pero en 2003 fue bombardeado por la fuerza aérea de los Estados Unidos y nunca reconstruido.
 
Hay que recordar que el gobierno sirio solo se opuso débilmente a la segunda guerra E.E.U.U. contra Irak (en realidad una guerra contra Saddam Hussein y la minoría sunita en el poder) y recibió un gran número de refugiados iraquíes. También aceptó presos secretos de la CIA en su territorio. Cuando, en 2011, la así llamada primavera árabe estalló en Túnez, Egipto, Libia, Yemen y Bahréin, hubo también reacciones similares en Siria, empezando en las ciudades, con exigencias de democracia política y de justicia social.
 
4. El ascenso de la oposición
 
Hoy en día algunos miembros del Partido Bass reconocen que varias de las reivindicaciones del 2011 eran legítimas, especialmente en el campo social. Sin embargo, las autoridades gubernamentales también afirman que, desde el primer día de las protestas, existián otros propósitos vinculados con las fuerzas políticas islámicas (Hermanos Musulmanes y los yihadistas[2]) y con intereses exteriores (Catar, Arabia Saudita y países occidentales). Para ellas, la exigencia, por la oposición, de la salida política de Bashar al-Assad, quien fue reelegido en 2007, como una precondición para las negociaciones, es inaceptable. Comprensiblemente, no quieren someterse a experiencias semejantes a la de Irak o Libia.
 
El conflicto se extendió con la intervención de cada vez más actores nuevos hasta tal punto que se desarrolló una polifacética guerra civil, en la que fuerzas interiores se mezclan con poderes externos. Se nota un número creciente de combatientes islámicos extranjeros por una parte y, en la otra, de algunas fuerzas del Hezbollah de Líbano y chiitas de Irak del lado del gobierno.
 
- Oposición exterior
 
Los grupos de oposición son numerosos, con diferentes características socio-culturales, objetivos y conexiones internacionales. Dos corrientes principales prevalecen. Una puede ser considerada como la heredera de las primeras reacciones del 2011, semejantes a las de otros países árabes. La otra es de inspiración wahabí (los yihadistas).
 
1. La primera corriente está constituida por dos movimientos armados. El Ejército sirio libre, con reivindicaciones principalmente laicas y democráticas, empezó como una lucha armada de tipo guerrilla, especialmente en Homs y Alepo y también operó bajo cuerda con pequeños grupos de yihadistas. Fue fundado el 27 de julio de 2011 por desertores del ejército sirio. Al principio estaba poco armado (con solo pequeñas armas compradas principalmente en el mercado negro). El número de combatientes es estimado en unos 20.000, aunque el movimiento declare muchos más. Ha recibido ayuda de los países del Golfo, y también de EE.UU, Reino Unido y Francia, especialmente con el suministro de equipos de comunicación. Tiene bases y campos de entrenamiento en Turquía y Jordania.
 
El otro grupo es el Batallón de Farouk, principalmente Hermanos Musulmanes y que afirma tener 10.000 combatientes. Es financiado especialmente por Catar y Turquía. Por su parte, las milicias kurdas defendiendo la autonomía regional, hablan también de 10.000 combatientes.
 
2. La segunda corriente bajo influencia salafista radical y partidaria de la guerra sagrada para establecer un islam ortodoxo, no solo está luchando contra el gobierno sirio, sino que reivindica el establecimiento de un estado islámico. Siendo sunitas, piden explícitamente la expulsión de los cristianos y la eliminación de la minoría chiita. Están abiertamente apoyados por Arabia Saudita, que según fuentes estadounidenses, se ha gastado ya varios billones de dólares para este propósito y está contratando miles de voluntarios.
 
El movimiento armado líder de esta segunda rama de la oposición, es el Jabhat al Nusra, considerado como una rama de Al Qaeda y por lo tanto definido como un grupo terrorista por el gobierno estadounidense. Un segundo, Ahrar al Sham, no está vinculado con Al Qaeda, pero opera junto con al-Nusra no oficialmente. También existía un tercero movimiento, el Majis Shura al-Mujahedin que se originó en Afganistán pero fue disuelto después de que su líder fuera asesinado y sus miembros se unieron a los otros dos movimientos. Es fines de 2011 que el Islam State of Iraq y el Levante (ISIS o Al-Dawla, en árabe) intervino para crear Jabhat al-Nusra y desde el principio él ha atraído yihadistas del exterior. En Abril 2013, ISIS ha querido absorber al-Nusra, pero fue un fracaso, este último declarando su fieldad a Al Qaeda. Sin embargo, muchos Sirios del Islam radical eligieron el ISIS.
 
Por supuesto, es difícil estimar el número de reclutas externos de estos movimientos radicales. Un abogado de Túnez, al tratar de establecer contactos entre los jóvenes islamistas tunecinos que habían sido arrestados por el gobierno sirio y sus respectivas familias, considera que únicamente de este país el número ronda los 2.000. Son generalmente hombres jóvenes, a veces muy jóvenes, y sin empleo. Añadiendo los de otros países musulmanes sunitas (incluyendo de Líbano y hasta de Rusia y Europa), las cifras de más de 20.000 combatientes para el ISIS y de 10.000 para al-Nusra son citadas por diferentes fuentes. Algunos otros pequeños grupos también cogieron las armas representando entidades locales o clanes o solamente siendo delincuentes, lo que dificulta el establecimiento de contactos.
 
A partir de la segunda mitad de 2013, las hostilidades entre el Ejército Sirio Libre y el ISIS se multiplicaron, en particular en las ciudades del Norte, Raqqa, Azas, Hama, Alepo. También hubo combates entre yihadistas sirios y extranjeros, en particular entre ISIS y Ahram al-Sham. La situación para el Ejército Sirio Libre es más y más de dos frentes: uno contra el Gobierno y uno contra los yiahadistas del ISIS. Estos últimos, después del acuerdo entre los Estados Unidos y Rusia sobre las armas químicas, afirmaron que eran los únicos defensores del pueblo sirio.
 
En Damasco, desde 2012 hasta mediados de 2013, coches bomba y ataques suicidas han sido llevadas a cabo por grupos jihadistas contra objetivos militares y políticos: el Ministerio de defensa (matando al Ministro), los servicios de seguridad, el palacio presidencial, las oficinas centrales del partido Bass el aeropuerto internacional, pero también contra la Universidad, la oficina de difusión de TV, los barrios cristianos y las plazas públicas. Causaron cientos de víctimas.
 
3. Hay un órgano de coordinación de la oposición exterior. La coalición nacional de Siria revolucionaria de las fuerzas de oposición (NCR) fue fundada en Estambul en diciembre de 2012 tras una resolución de una Conferencia celebrada en Doha, convocada un mes antes por los EE.UU, en un esfuerzo por reunir a las distintas fuerzas de oposición. El NCR es una ampliación del Consejo Nacional Sirio (SNC), fundada en Estambul en septiembre de 2011 y es notoriamente dominada por los Hermanos Musulmanes, aunque las corrientes democráticas y laicas también están presentes.
 
A mediados de 2013, tenía 114 miembros (se sumaron 51 a los 63 existentes antes de esta fecha) con 12 de los grupos con orientación laica, 14 de los activistas revolucionarios (1 por provincia) y 15 de los grupos civiles respaldados por el Ejército sirio libre. Las organizaciones yihadistas, Jablat el Nusra, Ahrar al impostor y la oposición interna no están representadas en la Coalición nacional. Su postura es clara: exigen la caída del gobierno de Assad y están a favor de una intervención internacional, porque temen encontrarse en mala postura para poder aceptar participar en la eventual Conferencia Ginebra2.
 
La Coalición nacional fue inmediatamente reconocida por el Consejo de cooperación del Golfo (Arabia Saudita, Catar, los Emiratos Unidos) y Francia, seguido poco después por los Estados Unidos y el Reino Unido. Creó una organización de ayuda, La unidad de asistencia y coordinación, que tiene grandes dificultades en actuar en el terreno, así como no ha sido capaz de constituir un gobierno en las zonas liberadas. En diciembre de 2012, también como resultado de la Conferencia de Doha, fue fundado el Grupo Amigos de Siria para coordinar la ayuda extranjera. Ya en febrero de 2012, Nicolás Sarkozy había tomado la iniciativa de convocar una reunión en Túnez para coordinar la ayuda exterior a la oposición. La organización tiene ahora su sede en Marrakech (Marruecos).
 
Demasiadas contradicciones internas dentro de la NCR han impedido la definición de un verdadero proyecto político, aparte el de pedir la caída del gobierno de Bachar el- Assad y de estar a favor de una intervención como en Libia. En mayo de 2013, la NCR se reunió dos semanas en Estambul. Una Asamblea ampliada de 114 delegados fue constituida con mejores conexiones con el Ejército Sirio Libre, pero no consiguió muchas propuestas nuevas. Su presidente renunció el mismo mes, al estar a favor de las negociaciones con los sectores moderados del gobierno y al protestar contra la exagerada presión exterior sobre el organismo.
 
Cualquier análisis de estos grupos tiene que tomar en cuenta también la dimensión de clase. La resistencia urbana es más de origen de la clase media (también es verdad de la oposición política interna autorizada). Virtualmente no hay expresión política de las clases trabajadoras, los sindicatos y otras organizaciones trabajadoras habían sido debilitados, cuando no eliminados por la orientación neoliberal de la economía y la hegemonía social y política del partido Bass. Se debe añadir que en las zonas controladas por la oposición hubo un desmantelamiento industrial, varias fabricas trasladadas en Turquía. Como ya mencionado, el pueblo empobrecido, especialmente la clase pobre campesina, constituye la base social para los Hermanos Musulmanes y también para los grupos islamistas radicales, aun cuando el liderazgo está en manos de organizaciones religiosas o jóvenes intelectuales. La clase capitalista local ha favorecido las políticas neoliberales y todavía apoya, en su mayoría, al partido Baas.
 
Varias deserciones tuvieron lugar dentro del grupo gubernamental, hasta los niveles ministeriales y son ahora activas fuera del país, en Líbano, Turquía, Egipto, Jordania y Europa. Miembros del ejército también desertaron, oficiales (dos docenas de generales) y soldados y la mayoría de ellos se unió al Ejército Sirio Libre, donde muchos de ellos ocupan altos mandos militares.
 
A mediados de 2013, el país estaba casi dividido en dos, de manera similar al periodo del mandato francés (varios estados, los principales siendo el estado de Alepo y el estado de Damasco). Del 60 al 70 % del norte está en manos de la oposición, con consejos regionales en varias ciudades. Los rebeldes ocupan los centros de las ciudades cercadas por posiciones del ejército sirio. El sur está en mayor parte bajo control del gobierno. Sin embargo, retazos de ambos existen en todas las regiones y la lucha se está extendiendo por todo el territorio, sin hablar de las rivalidades entre grupos opositores a partir de 2013.
 
- Oposición política interna
 
También hay una oposición política interna. Son organizaciones políticas con varias tendencias: liberales, socialdemócratas, comunistas, que están autorizadas por el gobierno. Un nuevo partido ha sido creado últimamente por un grupo de profesionales y empresarios cristianos, integrando también a musulmanes sunitas, para la promoción de un estado laico con democracia. Siete de estos partidos están representados en el Parlamento desde la reforma constitucional de 2012. Varios de sus líderes habían sido previamente encarcelados y algunos hasta torturados. Sin embargo, tienen esperanza de ser parte del proceso político, especialmente si hubiera elecciones con supervisión internacional, como lo propuso el gobierno para las elecciones presidenciales del 2014.
 
En junio de 2011, algunos de los partidos de la oposición formaron un órgano de coordinación: el Comité de coordinación nacional para el cambio democrático, con sede en Damasco. Su plataforma está en contra de la intervención militar exterior y a favor de un estado laico así como de una desmilitarización de la vida política. Este organismo coordina 13 partidos de la ala izquierda, 3 partidos kurdos y algunas organizaciones de juventud. Lo que les une tiene que ver con una solución política al conflicto a través del diálogo con el gobierno y al temor de la influencia dominante de los Hermanos Musulmanes en la coordinación de la oposición del exterior, la NRC.
 
4. La reacción del gobierno sirio
 
Cuando se enfrentó con la rebelión principalmente urbana del 2011, el gobierno de Bashar al-Assad propuso algunas reformas, en ambos campos económico y político. Las nuevas medidas económicas fueron implementadas a favor de los sectores vulnerables de la población y una acción contra la corrupción fue decidida. Se abolió la ley de emergencia de 1963, se dio más espacio a los medios de comunicación y cientos de presos fueron liberados. Pero probablemente fue demasiado poco y demasiado tarde.
 
Muy rápidamente, por causa de la extensión de la oposición, hubo un cambio de política. La respuesta del gobierno fue de aplastar a los rebeldes, especialmente aquellos apoyados desde fuera. La reacción de las autoridades políticas, relativamente suave al principio, según fuentes gubernamentales, se volvió increíblemente violenta e incluso brutal. No solo la policía estaba involucrada sino también el ejército y la milicia (los Shabihas, grupos de defensa civil, según el gobierno, paramilitares vinculados a los servicios secretos, según la oposición) y, desde finales de 2011, se produjeron bombardeos aéreos en zonas controladas por los rebeldes en varias ciudades.
 
Verdaderas masacres se perpetraron, como en Hama en 2011 y en Houba en 2012, que fueron unánimemente condenadas por el Consejo de seguridad de la ONU (también por Rusia y China). Mes tras mes, miles de personas fueron asesinadas en todo el país y cientos de miles desplazadas. Sería claramente erróneo culpar solo al gobierno, al ser la oposición armada también grandemente responsable, especialmente los grupos yihadistas con sus acciones terroristas y repugnantes maneras de llevar a cabo la guerra, sin mencionar las potencias exteriores que los arman. Entre todos ellos se está desarrollando una verdadera guerra civil.
 
El uso de gas letal a medios de 2013, por el ejército sirio, como afirmaron los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, no ha sido confirmado por las Naciones Unidas, que incluso contempló la posibilidad de su uso por los rebeldes (como indicó Carla del Ponte, jefa de la Comisión de investigación de la ONU en Siria). El Gobierno negó cualquier responsabilidad. El precedente de los EE.UU y del Reino Unido anunciando la posesión por Irak de armas de destrucción masiva, afirmación falsa creada para justificar su intervención planificada, hizo necesario el empleo de una gran prudencia sobre el tema.
 
La masacre de más de 1000 civiles, incluido muchos niños, con armas químicas del 21 de Agosto 2013, en Guta, un suburbio de Damasco, cuando una comisión de las Naciones Unidas estudiando el primer incidente, estaba en el país, fue atribuida al Gobierno sirio por los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. El Gobierno sirio, por su parte, acusó a los rebeldes, lo que fue también la posición de Rusia. Las dos partes dicen que tienen pruebas. Los presidentes de los Estados Unidos, de Francia y el primer ministro de Gran Bretaña afirmaron que un bombardeo de objetivos específicos (sin el envío de tropas en el terreno) era necesario para castigar el Gobierno de Siria. Los países árabes eran divididos, Arabia Saudita, Catar, Jordania a favor, Iraq, Argelia y también Irán en contra. La opinión pública mundial se manifestó mayormente en contra de un bombardeo en Siria, aún en Francia y en los Estados Unidos. Instancias religiosas como la Conferencia episcopal norte americana manifestaron su oposición y el Papa Francisco mismo organizo un día de ayuno y de oraciones para evitar el uso de la violencia.
 
La propuesta de Rusia de una destrucción de las armas químicas de Siria fue aceptada por el Gobierno de este país, que anunció también su decisión de firmar la Convención sobre Armas químicas de las Naciones Unidas. Los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña aceptaron la propuesta rusa, lo que evitó la intervención militar. Se ha dado un plazo para la destrucción de estas armas, hasta la mitad de 2014. El presidente Bashar al-Assad declaro que la destrucción tomaría un año y costara 1000 millones de dólares. Al mismo tiempo, Israel afirmó que no tenía ningún interés en entregar su arsenal químico ni en firmar la Convención. El Gobierno sirio rechazó el informe de la ONU sobre las armas químicas por ser tendencioso y basado únicamente sobre testimonios opuestos al Gobierno. Rusia lo declaró unilateral y anunció la entrega de un informe al Consejo de Seguridad.
 
Por su parte, la coordinación de la oposición externa estima ser traída por un acuerdo que impide la intervención militar externa que estaba reclamando y así debilitada. Por eso no quiere participar a una conferencia Ginebra2, especialmente si el Gobierno sirio está presente. En septiembre 2013, el Gobierno sirio reafirmo su deseo de una solución negociada, con un periodo de transición y elecciones verificadas por la comunidad internacional.
 
El 7 de mayo de 2012, elecciones fueron organizadas en Siria. La participación fue del 51,26 %. Siete partidos de oposición fueron a las urnas. De los 250 escaños, 134 fueron al Partido Baas (Partido socialista árabe del renacimiento), 39 a otros partidos (18 al partido socialista árabe, antiguo movimiento disidente del partido Baas); 11 a los dos partidos comunistas) y 77 a candidatos sin partido. Los seis partidos, que con el partido Baas, forma el Frente nacional progresista, ganaron 160 escaños juntos, un resultado que les dio la mayoría.
 
A partir de 2012, la respuesta del gobierno fue de implementar un conjunto de acciones políticas y militares. Hay claramente dos tendencias entre las autoridades políticas del país, uno que quiere seguir con la solución militar, en base en la superioridad de las fuerzas armadas sirias y que se justifica por el incremento de la intervención exterior, y otra que está abierta a una solución política y una posibilidad de diálogo. En todo caso, el gobierno ha decidido participar a la Conferencia Ginebra2 si es invitado y el Ministro designado para representar a Siria declaró que el gobierno está abierto a la discusión.
 
Nos guste o no, tenemos que reconocer que el bombardeo israelí en Siria, el empeoramiento de las consecuencias sociales del embargo occidental, las atrocidades cometidas por los yihadistas, la intervención de los países del Golfo, el anuncio de un próximo suministro de armas a los grupos rebeldes por los Estados Unidos y algunos países europeos y la amenaza de acción militar directa de parte de los Estados Unidos, de Francia y de Inglaterra: todo esto contribuye a fortalecer la posición política de Bashar al-Assad. Las amenazas imperialistas y la imposición de un poder islámico radical aparecen como tareas prioritarias.
 
3. Dimensiones religiosas y étnicas
 
Es importante tener en cuenta que el conflicto sirio no es en principio religioso, aunque tenga una dimensión religiosa. Los sunitas constituyen la mayoría (80 %). Entre ellos no solo hay árabes, sino también kurdos y turkmenos. Los chiitas están en minoría, algunos libaneses y otros alauitas. Los cristianos, representando entre el 5 y el 10 % de la población, son cristianos sirios (la mayoría), ortodoxos griegos, armenios, asirios, levantinos y latinos.
 
No cabe duda de que, para los salafistas de origen sunita, el aspecto religioso es fundamental, pero están en minoría y muchos de sus combatientes en el conflicto presente vienen de fuera. Los alauitas constituyen casi 3 millones de personas: son un grupo religioso sincrético muy antiguo, influenciado por ambas creencias chiita y cristiana. Su esperanza del retorne de Ali y su oposición a la legitimidad del califato (las monarquías sunitas) derivan de la tradición chiita, aunque sus creencias en la Trinidad provienen del cristianismo. Ellos también rechazan la sharia. Por estas razones han sido por mucho tiempo marginalizados en el mundo musulmán. Durante el siglo XX, fueron primero reconocidos como musulmanes por los sunitas y más adelante por los chiitas como un grupo específico. La mayoría son pobres. Ven la proclamación de un Estado laico como una garantía, porque temen el establecimiento de una República Islámica. El hecho de que el presidente Bashar al-Assad es alauita puede crear varios problemas, pero no es central en la vida política. Los drusos es otro grupo sincrético dentro del Islam.
 
Es evidente que solo un Estado laico puede garantizar la libertad religiosa, así como la coexistencia pacífica entre los diversos grupos religiosos. El Gran Mufti sunita de Damasco afirma que la religión tiene que estar separada del Estado y que la armonía entre los grupos religiosos es una condición para la paz en el país, que tiene que estar garantizada por la neutralidad del Etado.
 
La convivencia entre diversos grupos étnicos y religiosos en el país: kurdos, cerca de la frontera turca, drusos cerca de Jordania, alauitas en la costa mediterránea, debe ser protegida por una autonomía dentro de la unidad del Estado sirio y ya es un hecho, legalmente o en práctica, en algunos casos. Por ejemplo, los kurdos han alcanzado de facto una relativa autonomía dentro del Estado sirio. Tienen también sus propias milicias que garantizan un mínimo de orden en sus territorios. Como en todos esos países, las instituciones oficiales políticas y sociales, que fueron inspiradas por las estructuras del Etado occidental, de hecho funcionan según otros principios no formales que corresponden a usos y costumbres tradicionales. Es el caso de los clanes, pero también del acatamiento religioso. La futura reconstrucción de la sociedad y nación en Siria tendrá también que tomar en cuenta esta realidad. Claro que la integridad completa del país tiene que ser defendida contra las tendencias separatistas en la fase actual del conflicto.
 
5. Intereses e intervenciones exteriores
 
 - El Medio Oriente
 
Dentro de la región, Catar y Arabia Saudita apoyan abiertamente a los grupos yihadistas, como en otras partes del mundo. En el caso sirio, está relacionado también con la oposición a Irán (país chiita). Estos Estados han sido aliados de los países del oeste para la explotación del petróleo. Turquía y Jordania, también aliados de los Estados Unidos, ayudan a todos los sectores de la oposición, ofreciéndoles formación a los combatientes en su territorio.
 
Irán, país chiita no árabe, es un importante productor de petróleo y el quinto productor mundial de gas natural. Ha establecido vínculos en la región, en alianza con Siria y también contactos privilegiados con el Hezbollah en Líbano y Hamas en Gaza, a los que está suministrando armas. Es una forma de compensar su aislamiento en la región, frente a Arabia Saudita, Catar, Kuwait, Bahréin y los Estados del emirato, las bases militares y navales de Estados Unidos en el Golfo e Israel. Desde el comienzo del conflicto, Irán ha intensificado su apoyo al gobierno sirio. Las nuevas autoridades del país, después de las elecciones de 2013, se afirman claramente a favor de una solución negociada y condenaron el uso de armas químicas.
 
En el Líbano, el Hezbollah, la principal fuerza militar en el sur del país y la columna vertebral de la resistencia contra Israel, se ha aliado a Siria. El movimiento es de composición chiita e Irán lo ayudó a través de Siria. El Hezbollah ha justificado su intervención en el territorio sirio desde 2013 por la necesidad de defender la minoría chiita (especialmente la de origen libanés) que ha sido atacada por grupos rebeldes. También quiere apoyar al régimen Baas que le ayudó en su lucha contra las invasiones israelíes.
 
Palestina es un tema ciertamente central en la región. La expansión continua y la política racista de Israel han sido y siguen siendo, una fuente de conflictos regionales. Los refugiados palestinos en Jordania, Líbano y Siria son actores importantes de la económica y a veces ocasión de desestabilización política, como lo fue en el Libano. La solidaridad y el apoyo a la resistencia palestina es un tema permanente. Hamas, un aliado duradero del gobierno sirio, cerró su representación en Damasco y ahora apoya a los rebeldes. Es probablemente el precio a pagar para recibir ayuda de Catar.
 
Israel pretende ser neutral en el conflicto sirio. De hecho actualmente no está disgustado de ver un conflicto interno en el mundo árabe. En 1967, durante la guerra de los Seis Días, ocupó las alturas del Golán, expulsando a 150 000 sirios. En 1973, Siria y Egipto lanzaron una ofensiva para reconquistar el Sinaí y el Golán. Hoy en día, Israel sigue ocupando las alturas del Golán, que son parte del territorio sirio y que ahora proporciona agua a Israel. Se ha tratado de negociar algún acuerdo con Siria sobre el asunto, pero hasta ahora sin éxito. En varias ocasiones Israel bombardeó el territorio sirio y en 2013, hubo dos bombardeos en Damasco, causando víctimas. La intención era destruir armas destinadas a Hezbollah. Esto también es considerado como prueba de que Israel controla el espacio aéreo de la región. Hasta ahora, la reacción de Siria solo ha sido verbal.
 
Egipto, bajo el liderazgo de los Hermanos Musulmanes rompió relaciones diplomáticas con Siria en 2013, probablemente porque el país, enfrentándose a una grave crisis económica, necesitaba inversiones de capital de Catar y Arabia Saudita. Túnez, también con los Hermanos Musulmanes en el poder, ha expresado su desacuerdo con el gobierno sirio. Marruecos, como hemosdicho es ahora la base del grupo de amigos de Siria.
 
Como ya se mencionó, en 1939 Turquía recibió de Francia la provincia de Hatay, que había sido uno de los principales centros de la resistencia anticolonial. Hoy es el sitio de varias bases de los Estados Unidos. El actual gobierno turco y el partido AKP en el poder están ayudando a la oposición exterior siria, y hasta los radicales, usando cada vez más los argumentos del islamismo sunita.
 
La Liga Árabe tomó posición contra el gobierno sirio muy pronto, con la excepción de Libia (bajo el poder de Gadafi en ese momento) e Irak. El Consejo de cooperación del Golfo se ha formado para ayudar a la oposición: Bahréin, Kuwait, Arabia Saudita, Catar, Omán, los Emiratos, más Marruecos y Jordania. Los canales de televisión de Al Jazeera (Catar) y Al Arabiya (Arabia Saudita) adoptaron las posiciones de sus respectivos países. Todo esto refleja el aislamiento del gobierno sirio en el mundo árabe.
 
- Los países occidentales
 
Las potencias occidentales, los EE.UU., la Unión Europea, y, en particular Francia, que bombardearon Damasco en 1945, antes de otorgar la independencia a Siria en 1946 y el Reino Unido, son todos actores en el conflicto. El papel histórico de las potencias coloniales en la región, interpretada por los franceses y los británicos tras el desmantelamiento del Imperio otomano, es bien conocido (el acuerdo Sykes-Picot). Repartieron este enorme territorio entre ellos mismos, que es por lo cual Siria cayó bajo poder francés e Irak fue atribuido a los británicos. Ellos se unieron para luchar contra el nacionalismo árabe. Después de la segunda guerra mundial, en 1956, atacaron juntos Egipto que había nacionalizado el canal de Suez.
 
Los EE.UU. vinieron más tarde con sus intereses económicos. Durante un largo periodo, las corporaciones del petróleo han estado compitiendo por la extracción del petróleo y del gas en la región. Siria ha sido estratégicamente importante para el control del Oriente Medio y para el transporte del petróleo y del gas al oeste. Desde el final de la segunda guerra mundial el nacionalismo árabe (y persa) ha sido considerado por los países occidentales como el principal peligro para su hegemonía en la región, de ahí su apoyo a los grupos islamistas. Esto aumentó durante la guerra fría contra la Unión Soviética, como es evidente en el caso de Afganistán, donde los Estados Unidos se aliaron con Bin Laden, fundador de Al Qaeda. Sin embargo el drástico cambio de situación, tras los ataques terroristas en los Estados Unidos y Europa, dificulta que los países occidentales apoyen abiertamente a las fuerzas rebeldes radicales islamistas en Siria.
 
También es importante tener en mente el papel de varias fundaciones estadounidenses que han actuado, en diferentes etapas de la historia reciente, dentro y fuera de Siria, como la National Endowment for Democracy, fundada por Ronald Reagan; la Freedom House (Zbigniew Brzezinski, Steve Forbes, Samuel Huntington, Paul Wolfowitz);el Council on Foreign Relations (Henry Kissinger, Colin Powell); Albert Einstein Institute (Robert Helvey);el Open Society Institute (George Soros); Otpor, etc... Varias de ellas son directa o indirectamente financiadas por fondos públicos de los Estados Unidos.
 
La Unión Europea ha decidió levantar el embargo sobre armas para los rebeldes desde agosto de 2013. Alemania no estaba conforme, al creer que esto solo prolongaría la guerra y que era difícil distinguir en el terreno la oposición democrática de la radical islamista. Laurent Fabius, Ministro de Asuntos Exteriores francés declaró que si el ejército gubernamental sirio sigue con su ofensiva contra el norte, la Conferencia Ginebra2 no se celebrará. La decisión de los Estados Unidos de enviar armas a los rebeldes, pretende restablecer el equilibrio militar, después de la reconquista de la ciudad estratégica de Qusayr, en el centro del país. En mayo de 2013, las maniobras militares fueron organizadas en Jordania, con 8.000 hombres de los países de Estados Unidos, Europa y árabes "para un posible futuro combate en Siria". La amenaza de bombardeos como reacción a la utilización de armas químicas, según los Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, por las fuerzas gubernamentales, sigue vigente. No se debe olvidar que los Estados Unidos poseen 40 bases militares en la región, entre el Este de la Mediterránea y Pakistán, entre ellas la más grande al exterior de su territorio, en Catar.
 
El grupo Amigos de Siria se reunió nuevamente en junio de 2013 en Doha y decidió abrir una vía de ayuda militar a través del Consejo militar supremo de las fuerzas opositoras. Sin embargo, para la implementación actual, eso ha derivado en una especie de "división del trabajo", Arabia Saudita ayudando a los grupos radicales, Catar y los demás países árabes los Hermanos Musulmanes y el oeste, la oposición democrática.
 
Rusia y China, también actores en la región, están opuestas, como miembros del Consejo de seguridad con poder de veto, a cualquier intervención militar extranjera en Siria. Es cierto que habían aprobado el establecimiento de una zona de no vuelo sobre Libia con fines humanitarios. Pero el uso de esta medida por las fuerzas de la OTAN para destruir el régimen libio les llevó a oponerse al mismo proceso en Siria. La acción de Rusia fue central para impedir los bombardeos en retaliación contra el uso de armas químicas atribuido al Gobierno sirio. Sus intereses, sin embargo, son también importantes. Rusia, heredera de la antigua URSS, tiene un tratado de amistad con Siria, que fue firmado en 1979 e implica cooperación militar. Tiene una base de apoyo naval en Siria, permitiendo su presencia en el mar Mediterráneo, como contrapeso ahí a la presencia estadounidense. Para China, el petróleo de Irán es vital y Siria es la clave de la estabilidad en la región.
 
4. Peligros y esperanzas para el futuro
 
Hay tres procesos lógicos principales a la obra en el conflicto sirio, que son a menudo claramente entrelazados, y son también la fuente de los tres principales peligros. El primero es el internacional, involucrando consideraciones geoestratégicas e intereses económicos. Es la confrontación por el control del Oriente Medio entre el oeste (EEUU y UE, a través de la OTAN e Israel) por una parte y Rusia y China por otra. Aquí Siria es un elemento crucial. La sumisión del país podría significar también la posibilidad de controlar a Irán, con la colaboración de los países del Golfo, permitiendo así la hegemonía completa en la región.
 
El segundo es regional. Los Estados islamistas sunitas y los administrados por los Hermanos Musulmanes temen la Constitución de un eje chiita compuesto por Irán, el sur de Irak y el Hezbollah en Líbano, con la ayuda de Siria, como Estado laico en medio. Una verdadera guerra religiosa puede desarrollarse aunque no haya sido el origen del conflicto.
 
El tercero es el conflicto sirio interno, entre un proyecto laico (gobierno u oposición) y uno islámico. En el último, hay dos corrientes compitiendo, los Hermanos Musulmanes y los islamistas radicales (una minoría pero con fuerte ayuda externa). Esto también esta degenerando en una confrontación armada entre los grupos de oposición en Siria (laicos contra yihadistas y aún entre Hermanos Musulmanes y radicales islamistas), vinculada con la dimensión regional.
 
La única esperanza para el futuro de Siria se encuentra en una solución política. Se han logrado algunos pasos. La Conferencia de las Naciones Unidas de Ginebra1 había elaborado la base para una resolución del conflicto por medios otros que militares, con un período de transición. El ala moderada del gobierno acepta negociaciones, aunque la radical (probablemente dominante a la mitad de 2013) está a favor de una solución militar. En todo caso, el gobierno sirio ha aceptado participar en la Conferencia de Ginebra2, si ella se realiza y ha designado un ministro a este efecto..
 
Parte de la oposición siria está a favor de una solución política, aunque la mayoría exige una intervención militar para suprimir al actual régimen. Divergencias existen también entre los dos organizadores de la Conferencia sobre la participación de Irán. De todas las formas el G8 ha dado su apoyo unánime a Ginebra2.
 
También se propuso organizar una conferencia de la 'sociedad civil' para la reconciliación y la reconstrucción del país. Algunas medidas humanitarias inmediatas están en la agenda. Todo esto puede parecer signos de esperanza muy tenues, pero existen.
 
Todo debe hacerse para detener las matanzas y los sufrimientos del pueblo sirio y esto es realmente urgente. La solución política es la única y esta posición parece progresar en la opinión pública mundial. A pesar de la voluntad bélica del Gobierno del presidente Obama y de los Gobiernos de Francia y Gran Bretaña, se puede esperar que las dos conferencias, de Estados por una parte (Ginebra) y de la “sociedad civil”, por otra (Austria) podrán aportar una solución al conflicto.
 
FUENTES
 
 Entrevistas
 
En el Líbano con el Ministro de asuntos exteriores, representantes del Hezbolá, Caritas Líbano, partido comunista del Líbano, el Presidente del Consejo Árabe, un responsable de la ONU, un ex ministro del gobierno sirio, periodista cristiano libanés. En Siria, con el Presidente y miembros de la Presidencia, el Viceministro de asuntos exteriores, el Viceprimer Ministro de asuntos económicos, el Ministro de información, el Presidente del Parlamento, el Gran Mufti de Siria, representantes de tres partidos políticos de la oposición interna (incluido uno de los partidos comunistas). Algunos miembros de la delegación encontraron delegados de la Coordinación opositora en Turquía, oficiales del Ejército libre sirio en Alepo y representante de los kurdos.
 
Fuentes escritas
 
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Kimyongür, Bahar (2012), Syriana, La Conquête continue, Investig'Action – Couleur Livres, Bruselas.
 
Maguire, Mairead (2013), Report and Appeal to the international Community to support a process of dialogue and reconciliation in Syria,mayo 2013.
 
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Instituto Nacional de Estudios Superiores (IAEN), Quito, 29 de septiembre de 2013
 
(Artículo preparado para la revista Patria. Revista de la Defensa, del Ministerio de Defensa del Ecuador de octubre 2013)
 


[1] Se trata de una conferencia internacional en el cuadro de las Naciones Unidas y patrocinada por los Estados Unidos y Rusia. Esta conferencia (Ginebra2) estaba prevista para julio 2013, pero el desacuerdo entre las dos potencias mundiales impidió su realización. La primera conferencia (Ginebra1) había previsto en 2012 un plan político de resolución del conflicto, que no encontró el acuerdo de las partes implicadas.
[2] Dentro del islam existen varios corrientes. Primero hay los sunitas (rama que acepta la tradición política del califato y las monarquías oficialmente descendentes del profeta) y los chiitas que esperan el retorno de Ali, uno de los descendentes de Mohamed, que desapareció en el siglo VIII. Los salafistas son una corriente del sunismo, que tienen una ala radical de islamismo político. Los wahabistas son un movimiento islamista radical fundado en el siglo 19 en Arabia Saudita. Se llaman yihadistas, todos los que promueven una guerra sagrada para establecer el islam radical. Los Hermanos Musulmanes fueron fundados en 1928 en Egipto. Durante la pre-guerra fueron cercanos de los movimientos fascistas europeos. Sus métodos de funcionamiento son bastante autoritarios. Sus fuerzas dentro de las masas ruralesen particular provienen de la organización de servicios de asistencia social para los más pobres. Con el presidente Mursi en Egipto han ejercido el poder durante un año y después lo perdieron bajo una reacción popular masiva, apoyada por el ejército. Esta corriente está en el poder en Tunisia y Turquía. Forman la mayoría de la oposición exterior no-yisahista de Siria. 
https://www.alainet.org/es/articulo/80535
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