La información que recibimos los ciudadanos es sesgada, parcial y manipulada

17/03/2014
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La situación política, social, y económica de la sociedad española es gravísima, generada por la subordinación de la política a los grandes poderes financieros y empresariales, Esto trae consigo que nuestro sistema político no es una democracia. Jacques Rancière habla ya de posdemocracia, aludiendo a  que mientras la apariencia formal de las instituciones democráticas sigue más o menos vigente, la política y el gobierno están bajo el control de los grupos privilegiados, de manera similar a lo que ocurría en la época predemocrática. El desarrollo de la posdemocracia va acompañado de una identificación directa de la democracia en cuanto forma con las necesidades del capital globalizado. Marx ya señaló que los gobiernos son meros representantes comerciales del capital internacional. Este hecho es una obviedad hoy, con el que están de acuerdo tanto los liberales como los socialistas. Como todo lo controla el capital, incluidos los grandes medios de información tanto públicos como privados, la información que recibimos los ciudadanos es sesgada, parcial y manipulada. Por ello no hay transparencia informativa y sin ella hablar de democracia es un sarcasmo. Es necesaria la respuesta de la sociedad civil para corregir tanta mentira y tanta manipulación. No obstante, merece la pena destacar alguna iniciativa ciudadana a la que me voy a referir ahora, para salir de esta modorra en la que nos hallamos sumidos.
 
El pasado día 14 de marzo se celebró la Junta de Accionistas del BBVA. Este fin de semana, al estar en Cataluña, quise leer dos periódicos destacados de allí: El Periódico de Catalunya y La Vanguardia. Los 2 recogían la noticia y coincidieron en lo fundamental. El presidente del BBVA, Francisco González, reclamó al Gobierno que plante cara a la corrupción, que tiene un enorme coste a la economía; y que se cumplan las leyes. Apoyó las políticas económicas del Gobierno, sobre todo, la reforma laboral. Advirtió que se ha salido de la recesión, aunque no de la crisis, por lo que el Gobierno tiene que seguir con las reformas. Recomendó racionalizar impuestos, profundizar la reforma laboral, privatizar los bancos nacionalizados cuanto antes y ayudar a internacionalizar las empresas. Aprovechó para criticar a José Luis Rodríguez Zapatero, al que culpó de una crisis sin precedente. Por último, según lo exige Europa, los accionistas del BBVA ratificaron que 163 directivos pueden cobrar hasta unos 70 millones de retribución variable el próximo año, si cumplen determinados objetivos. La medida afecta a consejeros ejecutivos y altos directivos que podrán cobrar bonos hasta el 200% de su sueldo fijo. En este paquete se incluye al propio presidente, Francisco González, que podría recibir de variable hasta 3,94 millones de euros los próximos años. Solo hubo ligeras críticas a estas subidas. Realmente que este caballero hable de moderación salarial, cuando se lleva el y sus altos cargos estas cantidades, es todo un insulto a la racionalidad, a la inteligencia y a la ética. Esta cuestión podría servir para un artículo, mas hoy quiero fijarme en el aspecto que he señalado al principio: la información que recibimos los ciudadanos es sesgada, parcial y manipulada. Vamos a verlo, ningún gran medio de comunicación reflejó la noticia que describo a continuación. Para enmarcarla es conveniente conocer a El Centre D'Estudis Per a la Pau JM. Delàs que impulsa el estudio, la investigación y la divulgación de todos los aspectos que rodean el desarme, la vertiente militar de la seguridad, los conflictos armados, la cultura de paz, y la economía de defensa. Una de sus actividades es la llamada Banca Armada, a través de la cual pretenden crear una opinión pública, que favorezca un cambio de actitud de las entidades financieras y del Grupo BBVA y Banco Santander (BS) en particular, para que cancelen sus inversiones en empresas de armamento y contaminantes.  Con la cesión de la representación de accionistas, miembros del JM. Delàs intervienen hace varios años en las Juntas de Accionistas (JA) del Grupo BBVA y del Banco de Santander (BS). En la del pasado 14 de marzo del BBVA  primero intervino Gemma Amorós y señaló que venía a hablarles en representación de 280.921 acciones, cedidas a la campaña por decenas de accionistas que de este modo muestran su desacuerdo con las inversiones controvertidas del BBVA. Desde el 2008, cuando comenzamos a denunciar sus inversiones en armas y en otros negocios controvertidos, el Grupo BBVA afirma haber realizado algunos cambios en la norma que regula la financiación a la industria de defensa. Sin embargo, cada año, el panorama surgido de las diversas investigaciones sobre la financiación de armamento por parte de la banca muestra, en al caso del BBVA, todo lo contrario. ¿Está haciendo todo lo posible para limitar las operaciones con la industria armamentística? ¿Por qué oculta la lista de exclusión? ¿Por qué tanto énfasis en las bombas de racimo? ¿Por qué tanta opacidad alrededor de las armas nucleares y de uranio empobrecido? Y, sobre todo, ¿por qué escapan a la normativa una buena parte de sus inversiones en armas? Sr. Presidente, usted sabe que el Grupo BBVA es tristemente conocido por haber financiado a empresas como la norteamericana Textron —cuyas municiones han sido utilizadas en la Guerra de Irak— o la italiana Finmeccanica —que abasteció de armas al gobierno de Gadafi, con las que reprimió brutalmente a la población civil— y que, a pesar de las campañas de la sociedad exigiéndole la desvinculación del BBVA del sector armamentístico, su grupo bancario sigue siendo el mayor inversor en empresas de armamento de España. Sólo en 2013 ha financiado a dos de las mayores compañías estadounidenses fabricantes de armas, AECOM y General Dynamics, concediéndoles préstamos por valor de 124,5 millones de euros.
 
Sr. Francisco González, señoras y señores accionistas, por el momento la única conclusión que desde la campaña BBVA sin armas podemos extraer es que, el BBVA no tiene reparos en ser el mayor financiador en España del perverso negocio de las armas.
 
Luego en la misma Junta de Accionista intervinó Maria de Lluc Bagur para denunciar cómo el BBVA puede ser responsable de la violencia en Colombia: un país que lleva ya cincuenta años en conflicto armado. Colombia es el mayor productor de carbón de toda Latinoamérica -principalmente de las regiones norteñas de La Guajira y César, donde han desposeído de sus tierras a las poblaciones indígenas-, lo que lo convierte en un territorio propenso al expolio de las empresas multinacionales occidentales. Cada año el Grupo BBVA emplea mayores cantidades de dinero para expandirse en esta región -prevé invertir 100 millones de dólares en 2014-. De hecho, hoy día está entre las diez entidades financieras que más capital ha destinado a la minería colombiana: entre 2011 y 2013, más de 150 millones de euros. Pero lo más grave es que el BBVA financia a la empresa estadounidense Drummond, el cuarto exportador mundial de carbón y segundo productor de Colombia, que ha sido acusada de reprimir fuertemente la actividad sindical de sus trabajadores.
 
Merece la pena detenerse en las intervenciones de miembros de El Centre D'Estudis Per a la Pau JM. Delàs en el 2013. En la Junta de Accionistas del Banco de Santander del 22 de marzo del 2013 denunciaron que el BS financia con 1.141 millones de euros a empresas que fabrican armas nucleares: Boeing, EADS, Finmeccanica, General Dynamics, Honeywell International, Rolls-Royce, Safran o Thales; y que además ayuda a desarrollar, fabricar y vender armas a la industria militar española, una de las industrias menos éticas del mundo, ya que exporta sus armas a más de 30 países en conflicto armado, donde se vulneran los derechos humanos. Preguntaron: ¿Sr. Botín, se siente usted orgulloso de que parte de su fortuna provenga de tan repudiable negocio? ¿Sres. accionistas, no les remuerde la conciencia que parte del dividendo esté manchado de sangre? Los mismos juicios fueron emitidos en la JA del BBVA del 15 de marzo de 2013, el cual dedicó 3.000 millones al sector armamentístico. También recriminaron el funcionamiento de la deuda pública. Estos bancos tienen su parte de responsabilidad en el endeudamiento del sector público español y, en consecuencia, en los recortes de servicios tan esenciales para la cohesión social, como la educación, la sanidad o los servicios sociales. El BCE otorga crédito al BS al 1%, con el objetivo declarado de "garantizar el flujo de crédito a la economía real, es decir, a empresas y familias". El BS ha recibido hasta finales de 2012, 62.608 millones de euros y ha dedicado durante 2011, 41.807 a la compra de títulos de deuda pública, por la que el Estado español paga el 6% o 7%. El BBVA ha recibido a finales del 2012 la cifra de 60.535 millones de euros destinando 53.452 a la compra deuda pública. Los intervinientes preguntaron por los beneficios obtenidos de esta actividad especulativa y cómo revierten en la sociedad española.
 
Las intervenciones de los representantes de El Centre D'Estudis Per a la Pau JM. Delàs han sido cuestiones no noticiables para los grandes medios de comunicación. Tendrán poderosas razones. Ustedes mismos pueden sacar sus propias conclusiones.
 
- Cándido Marquesas Millán| Profesor de Secundaria. Zaragoza
 
 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/84007
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