Argumentos sobre la coyuntura electoral y las elecciones presidenciales del 15 de junio

05/06/2014
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1.    En esta coyuntura histórica se trata de reconocer el significado profundo y determinante del conflicto armado en la historia del país. Quien desconozca este hecho fundamental, olvida qué es lo prioritario zanjar en una sociedad como la nuestra caracterizada por un largo conflicto armado que lleva más de 50 años desangrando a miles de familias causando miles de muertos, desaparecidos y masacrados, miles de prisioneros políticos, miles de exiliados, millones de desplazados y despojados de sus tierras, millonarios daños en la infraestructura y la economía del país, gastos en defensa por 27.7 billones(http://www.urnadecristal.gov.co/gestion-gobierno/presupuesto-colombia-2014-sena-agro), más que el presupuesto que se destina a la educación (27. 2 billones) y a la salud (18 billones). Por eso hay que parar primero la guerra para entrar en un nuevo ciclo político –apertura democrática– que nos permita dirimir las contradicciones sociales, es decir, el conflicto social que es la razón de ser de la democracia y el escenario la lucha natural de los movimientos sociales, en un ambiente con garantías reales para la participación política, la lucha de ideas y por programas de cambio.
 
2.     La historia registra casos de alianzas tácticas entre naciones, clases y partidos con intereses diferentes (naciones capitalistas como Inglaterra y Estados Unidos y la Unión Soviética socialista) para enfrentar un enemigo común.
 
a)    Durante la II GM (1939 – 1945) se reunieron Winston Churchill (Inglaterra), F.D. Roosevelt (Estados Unidos) y José Stalin (Unión Soviética) en Teherán en noviembre del 1943 y en Yalta en febrero de 1945, donde acordaron aliarse para contener y derrotar el nacionalsocialismo alemán y las aspiraciones de Hitler de imponer y someter a Europa y la Unión Soviética.
b)    Para defender la República española del ataque del nacionalismo, la monarquía, La Falange y la iglesia, el pueblo español se unió en un gran frente amplio (republicanos, liberales, demócratas, socialistas, comunistas, anarquistas) y se enfrentó en una guerra civil cuyo vencedor, con apoyo del fascismo alemán e italiano, fue el nacionalismo encabezado por Francisco Franco quien gobernó desde 1939 hasta 1974, restaurando de nuevo la monarquía.
c)     En el año 1936, ante la amenaza del fascismo, las amenazadas democracias republicanas como España y Francia conformaron Frentes Populares para la defensa de la República. En Francia en el año 2002 para derrotar al ultranacionalista y fascista Jean- Marie Le Pen, la izquierda hizo un frente común con el derechista Jacques Chirac y fue a unas elecciones históricas donde vencieron a Le Pen.
 
3.     Colombia y América Latina no han sido una excepción en cuanto a frentes amplios y alianzas tácticas de diferentes fuerzas y partidos en la lucha contra la amenaza fascista y las dictaduras que nos han impuesto en el continente.
 
4. La guerra o la paz son el drama político y social principal que Colombia enfrenta en las elecciones del 15 de junio.
 
5.  La paz es el fin supremo del Estado y por tanto un derecho histórico inalienable de los pueblos. Y aspiramos a que sea una política de Estado con el respaldo de las mayorías. Así, la paz no es un atributo exclusivo de un presidente sino una aspiración permanente de los pueblos.
 
6.     La guerra de clases que históricamente nos han impuesto desde el poder, hoy es respondida desde el interés mayoritario con un mandato por los diálogos que tiene un gran consenso que hay que ampliar. Desde el constituyente primario que proponga un nuevo pacto social que refrende el fin del enfrentamiento armado y defina las bases de un nuevo Estado social de Derecho. Apostamos por un proceso que desemboque en un nuevo momento constitucional que inaugure una nueva Asamblea Nacional Constituyente.
 
7.     Para hacer la guerra basta que una facción la declare, para alcanzar la paz se requiere del apoyo y compromiso de la mayoría del pueblo. Y en Colombia hoy pesa más el interés común por la paz que el interés por continuar la guerra.
 
8.    La única diferencia táctica entre las dos candidaturas a la presidencia es la forma que proponen para terminar el conflicto armado. Si a través de un acuerdo político (Santos), o continuarlo (Uribe-Zuluaga). No se trata en absoluto de los principios que defienden, ya que no hay contradicciones ideológicas fundamentales entre ambos. Pero afirmar que no hay diferencias entre ellos es no sólo incoherente sino falaz.
 
9.   La tesis del todo o nada de quienes creyeron que si no ganábamos con Clara López, que significaba el todo, no nos queda otra alternativa que votar en blanco o abstenernos, es una falsedad. Esta postura contradice en el fondo la lucha por el fin del conflicto a través de los diálogos, que el uribismo de ganar la presidencia pretende romper.
 
10. En la segunda vuelta “no escogemos sino que eliminamos” y lo que tenemos que eliminar es la posibilidad de que la ultraderecha neofascista (Zuluaga-Uribe) retorne a un modelo de Estado y sociedad paramilitarizada, de falsos positivos, de fosas comunes, de encarcelamientos masivos de la oposición, de continuación de la guerra.
 
11. No está en discusión lo que identifica a Uribe-Zuluaga y Santos como el neoliberalismo, los TLCs, la alianza estratégica con el imperialismo, de cómo han hecho la guerra hasta hoy, los falsos positivos, etc. Sino lo que los diferencia, la posibilidad de poner fin al conflicto para avanzar hacia una paz con justicia social, que tendremos que conquistar a través de la lucha política y movilización popular.
 
12. ¿Quién es la principal víctima del conflicto armado? Las familias de los hijos que van a la guerra, los de abajo, los excluidos; la infraestructura económica del país; la educación y la salud como un derecho, ya que gran parte del presupuesto del Estado la oligarquía y sus aliados lo destina para la guerra. ¿Quiénes los principales beneficiarios? La industria armamentística de las potencias mundiales, los altos mandos militares, generales y oligarcas que viven de la guerra, los terratenientes y mafias asociadas al paramilitarismo que expulsan a los campesinos de sus tierras, los grandes grupos económicos, las trasnacionales extractivistas que viven de la locomotora mineroenergética, etc.
 
13. No se trata de salvar nuestros principios doctrinarios como demócratas, revolucionarios y revolucionarias, como socialistas o comunistas en esta coyuntura política, esa sería una falsa disyuntiva, una impostura posar de defensores de los principios ideológicos.
  
14. Finalmente, hoy como nunca se trata de un voto táctico para que las armas salgan de la política y el conflicto social y político siga su curso dialéctico hacia una nueva síntesis, hacia una etapa democrática en Colombia. Porque, aunque como sostenía Karl von Clausewitz, “La guerra no es simplemente un acto político, sino un verdadero instrumento político, una continuación de las relaciones políticas, una gestión de las mismas con otros medios”, nosotros apostamos por la continuación de la lucha por el poder con instrumentos políticos y sin el recurso de las armas. Esta es nuestra postura táctica. ¿Cuál es la de ustedes? 
 
https://www.alainet.org/es/articulo/86170?language=es
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