Un grupo de líderes latinoamericanos se reunió recientemente en Washington con el objetivo de proponer recomendaciones, a la comunidad internacional, sobre el establecimiento de criterios para una intervención militar multinacional en países latinoamericanos. El encuentro fue organizado por el Fondo para la Paz, organización cuya misión es prevenir guerras y superar las condiciones que las causan. Los líderes latinoamericanos creen que cada crisis es única y que cada caso debe ser considerado individualmente. Para ellos, la intervención militar no puede ser excluida en una posible reacción regional a crisis humanitarias causadas por guerras civiles, gobiernos incapaces de proteger a sus ciudadanos o que activa y masivamente violan los derechos de los pobladores. Hoy en día, algunas de las principales dificultades que enfrenta Latinoamérica son la pobreza, las drogas, el crimen y los asuntos migratorios. En estas dificultades está la base de los conflictos, y para resolverlos deben tomarse medidas a corto y largo plazo. Juanita León, periodista de la revista colombiana Semana, estuvo presente en Washington y nos habla de las recomendaciones que allí se formularon: "La intervención militar debe ser considerada como un recurso extremo, con el objetivo único de ayudar a superar una crisis humanitaria. Es decir, en Washington no se discutieron criterios de seguridad. Para enfrentar una crisis humanitaria, ya sea porque el gobierno de un país está violando los derechos humanos o porque el gobierno es tan débil que no logra proteger a la población de la violencia de otros grupos irregulares, se podría contemplar una intervención militar, muy bien justificada y autorizada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas". Tradicionalmente los países latinoamericanos defienden el principio de no interferencia en los problemas internos de otro país. Sin embargo, en este encuentro de líderes latinoamericanos se observó una apertura hacia el tema de las intervenciones militares regionales. Este cambio podría ser una respuesta a la creciente globalización mundial, y una señal de que los gobiernos democráticos están cada vez mejor establecidos. Juanita León dice que durante el encuentro se discutió también sobre una posible coalición de países para enfrentar este tipo de problemas, pero que no hubo acuerdo sobre si dicha alianza podría intervenir sin previa autorización de las Naciones Unidas. Una mayoría manifestó su temor de que una alianza de este tipo pudiera convertirse en una fachada para intervenciones con objetivos no precisamente humanitarios. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es quien tiene la primera responsabilidad a la hora de autorizar una intervención militar, pero si este organismo falla existen alternativas que incluyen consideraciones de la Asamblea General de la ONU bajo el procedimiento de "unidad para la paz" y de la Organización de Estados Americanos. En el tema de las intervenciones militares y los problemas humanitarios, no se puede ignorar el papel que desempeña Estados Unidos. Raúl Benítez, profesor de Ciencias Políticas y de Relaciones Internacionales de la Universidad de México, participó en este encuentro y nos habla sobre el papel de Estados Unidos en este escenario. "Estados Unidos tiene el ejército más poderoso del mundo, es el único que podría ofrecer éxito si se llegan a enviar tropas extranjeras a un país en crisis. Lo que no comparte la comunidad latinoamericana es que las intervenciones de Estados Unidos sean unilaterales. Si no hay consenso, lo mejor es que no haya ningún tipo de intervención militar". Benítez dice que las intervenciones deben ser manejadas por una fuerza multilateral, con tropas preferiblemente de varios países. Además, dijo que una intervención militar debe ser acompañada por una estrategia de paz, post conflicto, que incluya la prevención de nuevos problemas, así como dar solución de raíz a las dificultades que provocan los mismos.