Carta abierta a la globalización

19/03/2003
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Hace más de dos años, cuando el caso de Vieques, le propuse a los compañeros de la desobediencia civil un boicot sistemático a los productos norteamericanos en Puerto Rico, pero su liderato ignoró lo que me parecía un gesto digno políticamente en ese momento de nuestra historia latinoamericana. Ahora, ante la posible guerra en el Mediano Oriente, he recibido y estoy recibiendo un montón de "emails" de personas que están escandalizadas con la posible intervención norteamericana en los asuntos de Irak, pero en ninguna de esas misivas he encontrado lo que debería ser una política lógica y consecuente contra las estructuras norteamericanas en Puerto Rico, en Latinoamérica y en el mundo. Sólo he recibido los "emails" de los poetas que celebran y desean celebrar la Bienal de Poesía, cuando todos los poetas del mundo deberíamos estar de luto y callar. Por otro lado, también he recibido el anuncio de una supuesta marcha contra la guerra que se ha de celebrar en los alrededores de Caguas, Puerto Rico. Ambas actividades tienen su razón de ser, pero ninguna de ellas ha de sacudir las estructuras coloniales en Puerto Rico. Por experiencia propia sé, sabemos, que nos hemos pasado la vida marchando contra la intervención de Estados Unidos en Puerto Rico y en el resto del mundo y nunca ha sucedido nada que amerite la utilización de las marchas como instrumento político de la subversión. Mientras nosotros marchamos Estados Unidos continúa riéndose cínicamente de nosotros, porque las marchas no afectan el funcionamiento de la democracia neofascista en Puerto Rico, ni fuera de Puerto Rico. Por eso, una vez más los estoy invitando a boicotear los MacDonalds y los Burger King en Puerto Rico. Porque ésto, aunque ustedes lo duden, será efectivo. Cuando los capitalistas del mundo sientan que los Desobedientes de la Libertá les están golpeando donde a ellos les duele, presionarán sobre sus representantes comerciales y éstos, a su vez, lo harán contra el Mussolini de Washington. Lamentablemente, la democracia yanqui (o la democracia de la copia) no se sacude con marchas. Para sacudir a esta democracia de la violencia y del terror hay que asumir una actitud provocativa que enamore el corazón de los jóvenes y que entusiasme el corazón de los más necesitados, de los más politizados y de los más valientes. Hay que saber donde se ha de golpear, porque de otra manera no tiene ningún sentido el golpear arbitrariamente. No se trata de asumir el terror, sino de convertir el terror de ellos, de los invasores yanquis, en el terror de sus propias estructuras. Por eso, cada vez que se va a realizar una actividad política hay que preguntarse ¿qué deseamos conseguir con ello? ¿Para qué marchamos? ¿Para qué se lee poesía cuando hay un pueblo, parecido a nuestro pueblo, amenazado de muerte por los aviones norteamericanos? ¿Cuál ha de ser la aportación puertorriqueña a la protesta mundial contra la guerra? ¿Cuál ha de ser la aportación latinoamericana? Esta pregunta es básica y aunque yo tenga contestaciones para ella no me corresponde a mí contestarla. Te corresponde a ti que lees, a ti que te molestas conmigo, decir lo que tú quieres hacer con tu vida. ¿Qué tú quieres hacer políticamente con tu cuerpo, con tu silencio, con tu olvido? Podemos poseer todo el conocimiento político, filosófico, o poético del mundo y este conocimiento no representará absolutamente nada. ¿De qué te vale "saber", si no sabes cómo actuar? ¿De qué te vale la teoría si no posees la pasión de la praxis? No me digan entonces que en España se marchó. No me digan que también se marchó en Moscú y se marchó en Nueva York y se marchó en el paraíso, porque eso aunque sea estimulante, aunque sea "hermoso", aunque sea vital deja intacta la maldad de la democracia que nos consume. ¿Evitarán estas marchas el asesinato de los niños en Irak? ¿Esas lecturas de poesía, en el mes internacional de la poesía, evitarán la matanza y la violación de las mujeres iraquíes por las tropas aliadas y por las tropas norteamericanas? No; absolutamente negativo. No podemos marchar para lo inútil. No podemos marchar para que lo mismo se convierta en el mito del eterno retorno de la democracia. Si somos gandhistas, socialistas, cristianos tenemos que actuar con la conciencia más radical posible. Tenemos que pretender cambiar el mundo. ¿Las marchas cambiarán el mundo? No, claro que no. Pero si a esas marchas unimos los boicot de los puertorriqueños, de los dominicanos, de los colombianos, de los venezolanos, de los argentinos, entonces Estados Unidos entenderá que están sonando otros tambores que los que ellos pueden manipular fácilmente. Porque cada persona que boicotee los productos de la economía norteamericana se convertirá en un "terrorista" por la paz. Se convertirá en un "terrorista" anónimo que sabotea poco a poco la economía del poder. Bush le ha pedido 90 billones de dólares a su Congreso para el exterminio que pretende realizar contra Irak. Pero si tu dólar y tu peso y tu sol no llegan a Washington, entonces el Congreso de los Piratas no podrá utilizar ese dinero para fabricar bombas, ni para fabricar aviones y tanques. Ha llegado la hora de invertir la globalización. Ha llegado la hora de convertir la globalización en un movimiento político de la liberación contra las estructuras arcaicas de la muerte. Tú podrías, al mismo tiempo que marchas, al mismo tiempo que participas en tus bienales, sabotear económicamente a la nación más poderosa del mundo. Si tienes sed no te tomes una Coca Cola, cómprate un jugo de limón, un tamarindo, una cerveza del país. Si tienes hambre no te compres un "hamburger", o un "hotdog", sino una en salada, o un emparedado de atún, o un pescado, o una sopa. Con esos actos tan sencillos tú estarás realizando la mejor de las acciones. Nadie te ve, nadie te oye, nadie te vigila, y aunque te vean o te oigan o te vigilen, nada podrá evitar que tú hayas quitado tu dólar de los 90 billones de dólares de la muerte. Es inútil enviar "email" tras "email" diciéndole al espejo que estás escandalizado por la guerra. Si quieres golpear al imperio no trabajes el día que Estados Unidos comience los bombardeos sobre Irak. Baja la producción, ponte en huelga, no te enlistes en el ejército, sabotea la economía, no vayas a trabajar, no envíes a tus hijos a la escuela. No saques dinero de los bancos. No deposites. No compres ropa, no compres carros, no compres casas y la economía yanqui comenzará a decaer. Ellos dispararán pero tú, sin utilizar un fusil, estarás disparando también. Ellos dispararán arbitrariamente, a ciegas, pero tú estarás disparando económicamente al corazón de los que disparan. Piensa, medita, ora por los que han de morir pero, sobre todo, ora por los que han de quedar en pie. Marcha, pero marcha políticamente; lee tu poesía, pero léela políticamente; has el amor, pero has que el hacer el amor se convierta en el acto más subversivo jamás imaginado. Ellos no lo sospechan, ellos no lo imaginan. Sus agentes del FBI, su periodistas ideólogos, sus psiquiatras de la docilidad, no podrán controlar lo que nosotros podríamos desatar. Ellos desean utilizar la globalización, pero han olvidado que la globalización es una espada de doble filo. Ellos hablan de la "libertad", pero han olvidado la libertá que nosotros somos...
https://www.alainet.org/fr/node/107128

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