Desastre, Pobreza y Deuda

26/01/2005
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26 de Enero de 2005
Foro Social Mundial, Porto Alegre, Brasil Hace exactamente un mes desde que el terrible tsunami azotó diversos países Asiáticos y Africanos. No hemos podido ver aún una respuesta adecuada de los países más ricos del mundo ni de las instituciones financieras internacionales que éstos controlan. En lugar de esa respuesta lo que hemos visto han sido muchos pronunciamientos y posicionamientos, e intentos vagamente encubierta de utilizar la situación en su favor. Hasta la fecha, tan sólo la cantidad estimada de 6 mil millones de US$ en ayuda financiera han sido prometidos por los países del G7. Esta cantidad es ofensiva comparada a los 400 mil millones de US$ de presupuesto militar en Estados Unidos, o los casi 200 mil millones de US$ que Estados Unidos, el Reino Unido y otros miembros de la "Coalición de los Aliados" han gastado en la guerra de Irak hasta ahora. Obviamente estos poderosos países están dispuestos a gastar más en guerra y destrucción, que en alivio y reconstrucción. El paquete de alivio resulta una ridículo comparado con los beneficios que el FMI, el Banco Mundial, el Banco Asiático de Desarrollo y los gobiernos del Norte estan haciendo de los préstamos atorgados al Sur. En el año 2003, un total de 23.630 millones de US$ fueron pagados por los países en desarrollo en intereses de la deuda multilateral y bilateral. Aún peor, no está claro aún qué parte de los llamados compromisos de alivio sea en forma de donaciones, y qué parte se va a atorgar en forma de préstamos que deben ser devueltos con intereses. Mientras la ayuda financiera y material para el alivio inmediato es urgente, los costes para la reconstrucción a largo plazo serán enormes. Dados los niveles de deuda y de servicio de la deuda de estos países, la carga financiera adicional que como consecuencia de este desastre deberán afrontar los países afectados, probablemente llevará a un desastre económico inimaginable. Algunos países del G7 han ofrecido una moratoria de corto plazo sobre los pagos de deuda. Antes de regocijarnos sobre estos aparentemente grandes pronunciamientos y gesto, permítanos señalar que los costos de la moratoria son muy pequeños para los acreedores -- máxime tan sólo los intereses de la duración de la moratoria si la acumulación de intereses también es suspendida -- y tendrán un impacto mínimo en los países afectados. Con la excepción de Canadá, otros países no están dispuestos a garantizar una moratoria unilateral, prefiriendo discutirla previamente en el Club de París. Claramente, los gobiernos de los países ricos no quieren dar más de lo que los demás están dispuestos a dar. Debemos señalar también que la moratoria de deuda ha sido ofrecida tan sólo sobre las deudas bilaterales. El FMI, el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo -- cuyos papeles hegemónicos en las finanzas internacionales y en los asuntos económicos domésticos de los países del Sur han sido reforzados después del tsunami -- no tienen nada que decir sobre una moratoria de la deuda multilateral. Además, estamos profundamente preocupados por la escasa atención que se ha dado al impacto del tsunami en los países Africanos. En lugar de hacer gestos de ayuda débiles y simbólicos, los países del G7 y las instituciones financieras internacionales que controlan podrían mitigar el enorme sufrimiento de una vasta humanidad -- 226.566 muertos y el número sigue creciendo, 500.000 heridos, y 5 millones de desplazados en los países Asiáticos y 5 millones en los países Africanos - y el venidero desastre económico de los países afectados por el tsunami y altamente endeudados, cancelando sus deudas inmediatamente! El Secretario General de Naciones Unidas, Kofi Anan ha manifestado que el desastre del tsunami es el peor desastre natural en la historia reciente. Además de la pérdida de vidas, la destrucción del medioambiente y los daños en infraestructuras causados por el tsunami han sido enormes. Pero no debemos olvidar que la pobreza, la privación y la enfermedad es un continuo desastre particularmente en el Sur. Millones mueren por falta de alimentos, acceso al agua potable y al más básico cuidado sanitario. El empobrecimiento magnifica el impacto de estos desastres. La carga de la deuda es uno de los factores centrales que llevan a esta miseria. La pobreza en el Sur y la riqueza de los poderosos países en el Norte y sus instituciones financieras se basan en el expolio histórico, social y ecológico durante siglos de colonialismo y continuada explotación económica bajo la globalización financiera. No es una cuestión de caridad, sino de justicia, el cancelar las "deudas" económicas del Sur, las cuales son tan solo una fracción de la deuda que el Norte debe al Sur. Llamamos a las organizaciones y movimientos sociales participantes en este Foro Social Mundial, y a aquellos que no pudieron acudir a Porto Alegre, a unirse a una campaña por la INMEDIATA e INCONDICIONAL CANCELACIÓN DE LA DEUDA para todos los países del Sur, empezando por los países afectados por el tsunami y otros que también sufrieron terribles desastres y crisis durante los meses recientes.
https://www.alainet.org/fr/node/111315
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