Ulises y Fox: unidos para reprimir

01/11/2006
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
-A +A
Después de las brutales agresiones realizadas por sicarios priistas plenamente identificados, que le costaron la vida a 4 personas, entre ellas a un documentalista norteamericano el pasado 27 de Octubre, el gobierno de Fox consideró que ya era hora de intervenir de manera directa para sostener en el cargo a Ulises Ruiz, el gobernador desconocido de Oaxaca.

Los operativos del 27 de octubre, desplegados por miembros del PRI, policías de civil y funcionarios de Gobierno, muchos de ellos vistiendo camisas rojas, fue un plan orquestado, para justificar el “cierre de pinzas” que haría dos días después la Policía Federal Preventiva y los militares.

Los brutales hechos de sangre ocurridos el 27 de octubre, merecieron del Secretario de Gobernación, un mero llamado a la prudencia al Gobernador Ruiz. Mientras las bandas de paramilitares asolaban a ciudadanos que protestaban de manera pacífica; mientras los sicarios de manera impune propinaban golpizas, asesinaban y secuestraban; en nombre de Dios, el Secretario Abascal sólo afinaba la militarización de Oaxaca y diseñaba un plan represivo que hasta la fecha no ha incluido extraña coincidencia, ninguna detención de pistoleros priistas plenamente identificados.

La coordinación mostrada el pasado 29 de octubre entre los esbirros de Ulises Ruiz y los policías militares nos enseña el grado de acuerdo que existe entre el Gobierno Federal y el desconocido gobierno estatal. Un hecho claro fue la llamada recuperación de la Casa de Gobierno localizada en Coyotepec a unos 15 kms. del centro de la ciudad de Oaxaca. En la madrugada de ese día, policías ministeriales y preventivos, protegidos por policías federales ocuparon el recinto desde donde despacho hace meses Ulises Ruiz. La barricada que ahí existió fue barrida el 27 de octubre por pistoleros y policías de civil, dejando un saldo de por lo menos 6 heridos, 11 detenidos y 19 desaparecidos.

El Gobierno federal ha tratado de minimizar el costo político de la invasión militar a Oaxaca, acción claramente concertada con el PRI; ya que por un lado de manera cínica los senadores y diputados panistas exhortan a Ulises Ruiz para que renuncie a su cargo y por otro lado tratan a toda costa de dar una imagen de saldo blanco al operativo militar.

De manera insistente Vicente Fox, su vocero Aguilar y en particular el Ministro del Interior Carlos María Abascal han tratado de ocultar la violencia extrema del asalto a Oaxaca. Estos funcionarios se han expresado a través en los medios, destacando lo aterciopelado de la ocupación militar realizada a partir del 29 de Octubre en la ciudad de Oaxaca.

A contrapelo a lo declarado por el equipo foxista, el Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y los grupos no gubernamentales de Derechos Humanos señalan enfáticos que: “cabe señalar que este avance se dio de manera violenta, en virtud de que para remover a la gente que se apostaba frente a ellos para evitar el avance, estos lanzaban chorros de agua y al mismo tiempo gas pimienta y en algunos casos gas lacrimógeno; incluyendo la utilización de maquinaria pesada que atentaba contra la integridad física de los manifestantes”.

Los grupos de Derechos Humanos han podido corroborar que uno de los incidentes más graves que se registraron y donde hubo uso excesivo de la fuerza, fue el enfrentamiento que se dio a la altura del puente del Tecnológico, donde la población de San Jacinto Amilpas, se opuso con palos y piedras a la ocupación de la Policía Federal Preventiva, mientras los militares hicieron disparos con armas de fuego de alto poder.

El saldo blanco de Fox se contradice con versiones oficiales que reconocen la muerte de por lo menos dos personas: Fidel Sánchez y Jorge Alberto Bernal, en este último caso, el conocido médico legista Luis Canseco reconoce que Jorge, vecino del pueblo de Etla, murió a causa del impacto de un proyectil de bomba de gas lacrimógeno. El vocero presidencial ante las evidencias terminó por aceptar su muerte, pero miente, cuando dice que falleció a causa de un petardo que le estalló cuando lo manipulaba.

El Gobierno de Fox, sí no respeta a los vivos tampoco respeta a los muertos.

Por los hechos del 29 de octubre, los grupos de Derechos Humanos han levantado una relación 24 personas detenidas y por cierto al mejor estilo diazordacista conducidas de inmediato a la Zona Militar 28; se reporta de manera oficial que 33 manifestantes fueron heridos y cientos más intoxicados y quemados en la piel, por agua mezclada con ácido que les fue arrojada desde tanquetas. El saldo de muertos y heridos no fue mayor, gracias a que la mayoría de los miles de manifestantes lo hicieron de manera pacífica y no a la delicadeza en la actuación de los militares disfrazados de policías.

Las violaciones a los derechos humanos realizadas de manera conjunta por la policía estatal y federal fueron numerosas. Ese mismo día, más de 50 casas ubicadas en la Colonia Alemán, en Santa Rosa y en Candiani fueron allanadas sin orden judicial por personal de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) acompañados por policías ministeriales de Ulises Ruiz, algunos de ellos tal vez relacionados con el asesinato del maestro Pánfilo, o del rotulista Alejandro.

Pero el operativo conjunto no cesó el 29 de Octubre, ya que el día siguiente, en el retén instalado por policías federales y estatales en la desviación a Yucudaá, fueron detenidas sin orden judicial 17 personas, que se dirigían desde Tlaxiaco a la ciudad de Oaxaca a participar en una manifestación pacífica. En ese mismo lugar, tres personas fueron golpeadas brutalmente.

En palabras de Fox, a Oaxaca la fue restituida la paz, cierto la paz de los sepulcros y del cuartel, la paz que le ha permitido a asesinos como Elpidio Concha Arellano el salir este 31 de octubre a las calles de Oaxaca a manifestarse junto a los “ verdaderos oaxaqueños”, a la gentes decentes “ que si se bañan”, a los ricos, a los vallistocrátas, a los golpeadores de la CROC, a los policías de civil, es decir las fuerzas vivas, a los beneficiarios de 77 años de gobiernos priistas que tienen sumida a Oaxaca en la miseria, la violencia, la corrupción y la injusticia.

Los rebeldes han regresado a sus colonias y pueblos, a Xoxo, Atzompa, Santa Rosa, Pueblo Nuevo, Volcanes, Jardines, Santa Lucía, Zaachila y Alemán. Los indios esperan en la Sierra Norte, en el Bajo Mixe, en la Mixteca y en la Sierra Sur. Lo que Fox no sabe es que estos pueblos saben resistir y que tienen una gran paciencia. Lo que Fox desconoce es que estos pueblos y colonias ya perdieron el miedo y que pronto volverán a bajar, porque ahora saben que Oaxaca es suya y ya no más de la banda de asesinos y corruptos que se sostienen en el poder gracias a la complicidad del Gobierno federal, de los partidos políticos y de casi 5000 militares.

No se ha perdido ninguna batalla y menos la guerra. Oaxaca sabe resistir y lo seguirá haciendo, ténganlo por seguro que así será.
https://www.alainet.org/fr/node/117946
S'abonner à America Latina en Movimiento - RSS