Huelgas, protestas y depresiones son el reflejo de algunos de los problemas que sufren a diario miles de médicos españoles. Hace veinte años sobraban médicos y ahora faltan.

En 1984, se implantó en toda España el numerus clausus, sólo podían matricularse 4.000 alumnos cada año en la carrera de Medicina. En los ochenta cada año se matriculaban 15.000. Los datos demográficos han fallado, y el sistema sanitario tiene problemas para cubrir los puestos vacantes. Mientras en España no se cubren las plazas y se contrata a personal de Latinoamérica o de los países de Europa del Este, muchos médicos españoles se marchan a otros países dónde disfrutan de mejores condiciones laborales. Así se potencia un nuevo fenómeno: los médicos extranjeros llegan a España para adquirir la convalidación de sus estudios y luego emigran a otros países dónde se les paga mejor. Entre 2004 y 2006 se han contratado 115 médicos extranjeros, 48 de Polonia y el resto de Latinoamérica.

Por otro lado, la nota de corte de acceso a medicina es superior al 7,5 y en los últimos años muchos estudiantes españoles con calificaciones cercanas a esa nota han decidido marcharse a Europa donde acceden sin problemas a la carrera.

Además, en los próximos diez años se necesitarán 2.500 médicos cada año para sustituir a los que se jubilan pero, en 2016, ya serán 7.000, y todo esto con 4.000 estudiantes al año. El 37% de los médicos tiene más de 50 años, lo que significa que estarán jubilados dentro de quince. Es un error pensar que un médico con 65 años ya no es válido para ejercer la medicina, más cuando se están reclutando médicos extranjeros. El problema es que no se puede comparar la situación de un médico de 65 años con otro de 40, un médico con esa edad no puede hacer guardias de 24 horas o recibir el mismo número de pacientes.

Pero si el futuro es incierto, el presente también lo es. En 1980 se hizo un pacto entre gestores y médicos en el que se acordó que los médicos cobrarían menos que en otros países, pero los gestores serían menos exigentes en cuanto a horarios y dedicaciones. De este sistema han surgido varios problemas, uno de ellos es el de no poder aprovechar el sistema hospitalario en el turno de tarde. Esto conlleva el pluriempleo de los médicos. Antes los médicos estaban mal pagados pero bien considerados, ahora siguen mal pagados y además están peor valorados por los pacientes. El problema de los sueldos afecta sobre todo a los nuevos médicos, que tras sacar un 8 en selectividad, superar diez años de formación y un duro proceso, el MIR (Médico Interno Residente) gana menos de 2.000 euros al mes. Mientras en Inglaterra un médico de asistencia primaria gana entre 80.000 y 100.000 euros al año, en España ronda los 50.000. En Portugal, el sueldo es un 20% mayor pero el coste de vida es un 20% menor que en España.

El aumento de la población en España es otro de los problemas al que se enfrentan los médicos. En los últimos años, hay cada vez más pacientes porque la esperanza de vida y la población inmigrante han aumentado, con lo que el sistema de salud público se ha masificado.

Las nuevas patologías son más complejas y los pacientes ingresan más veces. El médico se siente frustrado porque ni el sistema ni el paciente reconocen su esfuerzo. La medicina no puede garantizar que una operación a una persona con 80 años tenga las mismas consecuencias que en una de 50. Muchos pacientes creen que el médico va a solucionar todos sus problemas y en el menor tiempo posible por el hecho de contribuir con sus impuestos a la Seguridad Social. Lo que ignoran es que en países como Estados Unidos el primer documento de la historia clínica de cualquier paciente es un aval bancario.

Desde hace unos años las sesiones clínicas se han convertido en reuniones para discutir cómo reducir la estancia media del paciente en el centro hospitalario.

A pesar de que el sistema sanitario español no pasa por su mejor momento, no podemos olvidar que tiene una gran virtud: la de que ofrece las mismas posibilidades de ser atendido al hijo del presidente del Gobierno que al hijo del último inmigrante que cruce las costas españolas.

- Raúl Granado es periodista

Fuente: Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS), España.
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