El lema de campaña de representar la esperanza de cambio para la sociedad guatemalteca, fue un factor básico en la decisión de ciudadanos y ciudadanas para otorgar la victoria electoral a Álvaro Colom del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).

Concluyó la primera parte del proceso electoral con datos que previamente dieron a conocer -con base a la realización de encuestas- diferentes medios de comunicación. Álvaro Colom obtuvo el 28.04% del total de votos escrutados hasta las tres de la mañana del diez de septiembre. Esta cifra tendrá un breve aumento cuando se conozcan resultados de mesas electorales no escrutadas. En segundo lugar se encuentra el Partido Patriota (PP), quien postuló al general Otto Pérez Molina.

A partir del 10 de septiembre y hasta el próximo cuatro de noviembre, cuando se efectuará la segunda vuelta electoral, ambas organizaciones políticas deberán planificar una nueva táctica para la campaña. Su desarrollo debe excluir a los creadores de falsas opiniones pues sus consejos de efectuar campañas negras en Guatemala sólo crearon confusión en diversos sectores sociales. El criterio nazi de repetir mil veces una mentira para que se convierta en verdad fue rechazado por amplios sectores de la sociedad guatemalteca. El resultado electoral se encuentra lejos de lo que ofrecieron clandestinamente a sus clientes.

Es difícil -aunque no imposible- modificar una tendencia electoral. Además, se prevé un incremento de votos para ambos candidatos. Nadie puede asegurar el voto cautivo de los electores de un partido que perdió su posición de estar en la segunda vuelta. Prevalecerán en el área rural y urbana de Guatemala los criterios de reflexión y presentación de propuestas reales para guatemaltecas y guatemaltecos cansados de violencia e impunidad. Es más importante conocer los planes presentados por la UNE para la construcción de la ciudadanía guatemalteca y los análisis socioeconómicos para enfrentar la pobreza y pobreza extrema, así como destacar el objetivo estratégico para generar empleo, aumentar el salario real y reducir la desigualdad en la distribución de la renta nacional, que oír gritos donde se ubica a un candidato con formas de Satán. Este aspecto sólo significa colocar a guatemaltecos y guatemaltecas en un ámbito irracional e ignorar que en Guatemala han ocurrido cambios institucionales desde 1985.

El plan de gobierno presentado por la UNE y discutido ampliamente por los miembros de esa organización, fue un factor relevante para lograr el triunfo en la primera vuelta electoral. En él se establece, entre otros, la necesidad de promover una política de combate a la corrupción y el planteamiento de desarrollar el cumplimiento de las leyes y la justicia.

La amplia presencia de observadores nacionales e internacionales en Guatemala permitió anular expresiones de fraude electoral. Corresponde entonces a los partidos políticos respetar los resultados del voto de miles de ciudadanos y ciudadanas que optaron por diferentes opciones políticas.

No existen aún datos del Tribunal Supremo Electoral del nivel de abstención, pero debe señalarse como especialmente destacado la presencia masiva de hombres y mujeres en los centros de votación, a donde acudieron a ejercer su derecho a elegir y ser electos sin importar las torrenciales lluvias en toda la república. Por esta razón, personalidades políticas de Guatemala y otros países se refirieron al proceso electoral calificándolo de fiesta cívica.

Es de lamentar lo sucedido con algunas organizaciones políticas de la izquierda guatemalteca. Los resultados indican que existe la posibilidad perder su registro. Puede presentarse el hecho de que no estén presentes en el contexto electoral de Guatemala expresiones ideológicas que desde los acuerdos de paz en 1996 optaron por la vía electoral parta llegar al poder. Será conveniente que evalúen su acción política y los factores que incidieron para no presentarse en las elecciones en forma unida.

El Tribunal Supremo Electoral actuó según lo establecen las leyes. Logró concretar un proceso electoral plagado de problemas.

Se espera que esta institución continúe actuando dentro de la ley, para concluir la segunda vuelta electoral.

Las elecciones son una forma en que se expresa la democracia. La ciudadanía guatemalteca se desempeñó dentro de este criterio el pasado 9 de septiembre. Acudiendo racionalmente a votar. Esta debe ser la forma en que debe continuar expresándose el próximo cuatro de noviembre

Fuente: Incidencia Democrática (Guatemala)
http://www.i-dem.org