A poco del cambio de mandato presidencial
Qué pasa después de la renuncia de Duarte Frutos?
29/06/2008
- Opinión
La situación del actual presidente de Paraguay es complicada ¿Afecta en algo este escenario en la futura gestión de Fernando Lugo?
Dos meses antes de finalizar su mandato el Presidente de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos, presentó su renuncia ante el Presidente del Congreso Nacional, el senador liberal Miguel Abdón Saguier, con el propósito de asumir como senador activo el 30 de junio. Esta situación desató una especulación –creada por los medios- en torno al cambio de mandato presidencial que Paraguay se apresta a vivir.
Una vez presentada la renuncia, Saguier convocó a una sesión extraordinaria para tratar el tema. Sin embargo, desde un comienzo algunos senadores oficialistas y opositores a Duarte Frutos mantuvieron su postura de no acudir al Congreso para no dar quórum necesario.
“Estamos firmes en no dar quórum en el Senado. Con eso no va a tener quórum el Congreso, para no aceptar la renuncia de Nicanor. El violó la Constitución, se presentó como candidato a senador electo teniendo que ser vitalicio”, dijo el senador Carlos Filizzola.
Con respecto a la Constitución paraguaya, cabe aclarar que ésta contempla el reemplazo en caso de renuncia, inhabilidad o muerte solamente. “No está previsto que el presidente renuncie y que su dimisión no sea aceptada”, afirmó Saguier.
Entre los seguidores de Duarte Frutos, se destaca la figura de Roberto Gonzalez, quien renunció al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones para -al igual que Duarte- asumir su banca como senador el 30 de junio. Gonzalez definió como “boicot” la decisión de los senadores opositores a no asistir al Congreso, y agregó que “el no tratar la renuncia de Duarte Frutos, traería consecuencias impredecibles”.
A su vez, Duarte Frutos, previendo esta situación de falta de quórum, intentó por todos los medios una alianza con el futuro presidente de Paraguay, Fernando Lugo. Buscaba que Lugo fuera mediador ante los parlamentarios de la Alianza Patriótica para el Cambio. Pero este intento no tuvo el resultado esperado, ya que el próximo Presidente no lo pudo atender porque –después de una mini gira regional- dio parte de enfermo y se quedó haciendo reposo en su domicilio.
Pero esta situación parece haber empezado antes. El problema surgió cuando Duarte Frutos no pudo conseguir la reelección para Presidente. Esto significó, no solo un duro golpe para el Partido Colorado que llevaba 61 años al mando del país, sino también que hoy, sus compañeros de partido le saquen el apoyo en el Congreso.
Al no ganar las elecciones, quiso ocupar un lugar como senador -no como vitalicio- sino como senador en activo, una figura que no existe en la Constitución para los ex presidentes de la República. Sin embargo, consiguió autorización del Tribunal Superior de Justicia Electoral y de la Corte Suprema de Justicia, que le permitió presentarse en las elecciones legislativas del 20 de Abril, y ganarlas con más 500 mil votos.
La Carta Magna de Paraguay establece en su artículo 189 que “los ex presidentes de la República, electos democráticamente, serán senadores vitalicios de la nación, salvo que hubiesen sido sometidos a juicio político y hallados culpables. No integrarán quórum. Tendrán voz, pero no voto”. Además expresa que los cargos de Presidente y Vice duran, improrrogablemente, 5 años.
Entonces, como sostiene varios analistas, no sólo es inconstitucional renunciar a un cargo presidencial dos meses antes, sino que también una elección como senador activo.
En ese marco, el diputado liberal Blas Llano aseveró que los argumentos para impedir el juramento del presidente de la República, Nicanor Duarte Frutos, son la violación de la Constitución Nacional y las leyes electorales.
En tanto el Senador por el Partido Liberal, Ramírez Montalbetti dijo que tanto los liberales como la oposición actual en general intentan con este “boicot sancionar conductas antidemocráticas y anticonstitucionales” del presidente.
En tanto, Duarte Frutos se defendió diciendo que integrará el Congreso: “con una altísima votación que garantiza mi legitimidad. Pero mi decisión de ser senador, con voz y voto, no responde a una búsqueda de blindaje o de ampararme en los privilegios de los fueros. Si esa fuese mi pretensión, con la senaduría vitalicia me era suficiente”, sentenció.
Justamente, el no buscar un “blindaje o amparo en los fueros” fue en respuesta a sus opositores, que consideran que “busca escudarse en los fueros para no ser llevado a tribunales ante eventuales denuncias de corrupción”. Las agencias de noticias remarcaron que Duarte, ya enfrenta una investigación fiscal por el origen de los fondos de su campaña para la presidencia que podría concluir en un proceso judicial.
Con respecto a estas denuncias, el obispo diocesano Monseñor Mario Melanio Medina pidió “investigar los hechos de corrupción, castigar a los delincuentes, quienes además de recibir la sanción penal deben devolver los bienes dilapidados en forma arbitraria”.
Ya que su candidatura como senador activo es inconstitucional, la Cámara de Senadores podría anular su asunción a la banca el 30 de junio como está estipulado. De esta manera, Duarte quedaría sin el respaldo de los fueros para encarar un posible juicio político por hechos de corrupción.
En caso de que se le realizase un juicio político y fuera encontrado culpable, la Constitución lo deja sin la posibilidad de ser senador, ni vitalicio –como todos los ex presidentes-, ni activo, como Duarte quiere ahora, ya que no tendrá voto, ni contara para el quórum en el Congreso.
En ese sentido, el por ahora presidente de Paraguay dijo: "nadie me puede privar del derecho a ejercer la representación en el Senado. Lo he ganado en elecciones limpias. El problema es el momento en que debo ejercer la banca".
Sin embargo, el Reglamento interno de la cámara de Senadores, señala que no puede haber superposición de funciones al momento asumir su nuevo cargo, pero además, el Congreso tiene que comenzar a sesionar el 1 de Julio con los 45 senadores votados democráticamente.
“El señor Duarte Frutos fue electo como presidente de la República para cumplir su mandato hasta el 15 de agosto. A partir de esa fecha podemos discutir la posibilidad de que jure en otro cargo, en razón de la validez o no de la forma en la que accedió a ese cargo”, reflexionó el legislador del Partido Patria Querida, Marcelo Duarte.
Bajo este escenario: ¿de algún modo se afecta la asunción presidencial de Fernando Lugo?
Por el momento parece ser que no. Si bien, se está hablando de un problema judicial y constitucional en el cual un presidente en ejercicio está implicado. Las perspectivas de Lugo –una vez que jure como Primer Mandatario- estarán orientadas hacia otros pilares.
Lugo llega a la presidencia con el apoyo de los principales partidos políticos, como así también de los movimientos campesinos. El ex presidente Lino Oviedo, ahora dirigente del Partido Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace) aseguró que “está más cerca del presidente electo”. Además resaltó que lo ayudará para que haya gobernabilidad en el país.
En tanto, el trabajo que tendrá el ex obispo y ahora futuro presidente de Paraguay -cuando asuma su cargo el 15 de Agosto- no será nada fácil. Debe encarar dos grandes conflictos: la revisión del Tratado de Itaipú y la distribución de la tierra, que hoy se encuentra fuertemente concentrada en manos de pocas transnacionales sojeras.
Con respecto al primer punto, el nuevo gobierno busca una revisión del Tratado de Itaipú, la reserva hidroeléctrica que administra junto con Brasil. Dicho tratado impide al Paraguay la utilización de los excedentes de la energía que genera esa represa en beneficio de Brasil.
En una entrevista exclusiva al programa “Milenio” de la red Globo de Brasil, Fernando Lugo sostuvo: “nosotros tenemos una deuda con Itaipú, con Brasil, lo reconocemos. Cuando paguemos nuestra deuda, podremos disponer de nuestra energía y vender al precio a los que desean comprar nuestra energía. Paraguay puede pagar a la deuda”.
Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil comunicó que Brasilia está dispuesta a discutir con Lugo el precio de la energía de Itaipú, pero el director de esa represa dijo que Brasil paga un "precio justo" por la electricidad. A su vez, un vocero de la Cancillería declaró que el Planalto acepta negociar el valor de la tarifa pagada a Paraguay -cercana a 28 dólares por KW- pero aclaró que está "fuera de discusión" revisar el Tratado de Itaipú.
El otro punto fuerte de su gestión será enfrentar a las grandes empresas multinacionales productoras de soja, que en estos momentos ocupan el 90 por ciento de la tierra cultivable de Paraguay.
Este avance sojero está provocando un levantamiento de los campesinos que reclaman la redistribución de esas tierras entre campesinos pobres, rompiendo con el modelo de monocultivo.
Para el periodista paraguayo Augusto Dos Santos, las ocupaciones que los campesinos -probablemente la mayor organización social del Paraguay- llevan a cabo en estos latifundios son de “incorporan un elemento tensionante en las relaciones con Brasil”, ya que la mayor parte de las inversiones en el ámbito agrícola -y en particular en la soja- provienen de ese país.
El secretario general de la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (MCNOC) -que aglutina a 2000 campesinos sin tierra- recordó a una radio de Asunción que en lo que va del año hubo 24 invasiones de propiedades privadas. Pero, por un consenso interno habían resuelto establecer una tregua hasta la asunción de Fernando Lugo el 15 de Agosto.
Por otro lado, todos los esfuerzos de Lugo estarán guiados a vencer las asimetrías que existen entre los países del Mercosur, principalmente frente a Brasil y Argentina. Por eso, dos futuros ministros del gabinete de Lugo tuvieron una prolongada estadía en Uruguay, donde se reunieron con su presidente y ministros para conformar una especie de alianza.
A esto Dos Santos señaló que: “junto con el presidente Vázquez de Uruguay, Lugo iniciará una lucha de ´las sardinas contra los tiburones´ en el Mercosur”.
Sin dudas el gran tema que podría definir el destino de Paraguay, es el Tratado de Itaipú, ya que es un punto estratégico para su economía y por ende, para disminuir las asimetrías que lo separan de los países fuertes del Mercosur. Por otro lado, el tema de la redistribución de la tierra y una reforma agraria integral, son fundamentales para reducir la pobreza y continuar con el apoyo de las fracciones más encarecidas de la sociedad paraguaya, que fueron desde un comienzo la base fuerte de votantes de Lugo.
Por ahora el panorama para el actual presidente de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos parece ser complicado. Sin embargo, el futuro presidente, Fernando Lugo –desde otra perspectiva- tiene un escenario complicado. El camino correcto sería que ningunos de estos caminos se crucen.
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Facultad de Periodismo y Comunicación Social, Universidad Nacional de la Plata, Argentina.
http://www.prensamercosur.com.ar
Dos meses antes de finalizar su mandato el Presidente de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos, presentó su renuncia ante el Presidente del Congreso Nacional, el senador liberal Miguel Abdón Saguier, con el propósito de asumir como senador activo el 30 de junio. Esta situación desató una especulación –creada por los medios- en torno al cambio de mandato presidencial que Paraguay se apresta a vivir.
Una vez presentada la renuncia, Saguier convocó a una sesión extraordinaria para tratar el tema. Sin embargo, desde un comienzo algunos senadores oficialistas y opositores a Duarte Frutos mantuvieron su postura de no acudir al Congreso para no dar quórum necesario.
“Estamos firmes en no dar quórum en el Senado. Con eso no va a tener quórum el Congreso, para no aceptar la renuncia de Nicanor. El violó la Constitución, se presentó como candidato a senador electo teniendo que ser vitalicio”, dijo el senador Carlos Filizzola.
Con respecto a la Constitución paraguaya, cabe aclarar que ésta contempla el reemplazo en caso de renuncia, inhabilidad o muerte solamente. “No está previsto que el presidente renuncie y que su dimisión no sea aceptada”, afirmó Saguier.
Entre los seguidores de Duarte Frutos, se destaca la figura de Roberto Gonzalez, quien renunció al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones para -al igual que Duarte- asumir su banca como senador el 30 de junio. Gonzalez definió como “boicot” la decisión de los senadores opositores a no asistir al Congreso, y agregó que “el no tratar la renuncia de Duarte Frutos, traería consecuencias impredecibles”.
A su vez, Duarte Frutos, previendo esta situación de falta de quórum, intentó por todos los medios una alianza con el futuro presidente de Paraguay, Fernando Lugo. Buscaba que Lugo fuera mediador ante los parlamentarios de la Alianza Patriótica para el Cambio. Pero este intento no tuvo el resultado esperado, ya que el próximo Presidente no lo pudo atender porque –después de una mini gira regional- dio parte de enfermo y se quedó haciendo reposo en su domicilio.
Pero esta situación parece haber empezado antes. El problema surgió cuando Duarte Frutos no pudo conseguir la reelección para Presidente. Esto significó, no solo un duro golpe para el Partido Colorado que llevaba 61 años al mando del país, sino también que hoy, sus compañeros de partido le saquen el apoyo en el Congreso.
Al no ganar las elecciones, quiso ocupar un lugar como senador -no como vitalicio- sino como senador en activo, una figura que no existe en la Constitución para los ex presidentes de la República. Sin embargo, consiguió autorización del Tribunal Superior de Justicia Electoral y de la Corte Suprema de Justicia, que le permitió presentarse en las elecciones legislativas del 20 de Abril, y ganarlas con más 500 mil votos.
La Carta Magna de Paraguay establece en su artículo 189 que “los ex presidentes de la República, electos democráticamente, serán senadores vitalicios de la nación, salvo que hubiesen sido sometidos a juicio político y hallados culpables. No integrarán quórum. Tendrán voz, pero no voto”. Además expresa que los cargos de Presidente y Vice duran, improrrogablemente, 5 años.
Entonces, como sostiene varios analistas, no sólo es inconstitucional renunciar a un cargo presidencial dos meses antes, sino que también una elección como senador activo.
En ese marco, el diputado liberal Blas Llano aseveró que los argumentos para impedir el juramento del presidente de la República, Nicanor Duarte Frutos, son la violación de la Constitución Nacional y las leyes electorales.
En tanto el Senador por el Partido Liberal, Ramírez Montalbetti dijo que tanto los liberales como la oposición actual en general intentan con este “boicot sancionar conductas antidemocráticas y anticonstitucionales” del presidente.
En tanto, Duarte Frutos se defendió diciendo que integrará el Congreso: “con una altísima votación que garantiza mi legitimidad. Pero mi decisión de ser senador, con voz y voto, no responde a una búsqueda de blindaje o de ampararme en los privilegios de los fueros. Si esa fuese mi pretensión, con la senaduría vitalicia me era suficiente”, sentenció.
Justamente, el no buscar un “blindaje o amparo en los fueros” fue en respuesta a sus opositores, que consideran que “busca escudarse en los fueros para no ser llevado a tribunales ante eventuales denuncias de corrupción”. Las agencias de noticias remarcaron que Duarte, ya enfrenta una investigación fiscal por el origen de los fondos de su campaña para la presidencia que podría concluir en un proceso judicial.
Con respecto a estas denuncias, el obispo diocesano Monseñor Mario Melanio Medina pidió “investigar los hechos de corrupción, castigar a los delincuentes, quienes además de recibir la sanción penal deben devolver los bienes dilapidados en forma arbitraria”.
Ya que su candidatura como senador activo es inconstitucional, la Cámara de Senadores podría anular su asunción a la banca el 30 de junio como está estipulado. De esta manera, Duarte quedaría sin el respaldo de los fueros para encarar un posible juicio político por hechos de corrupción.
En caso de que se le realizase un juicio político y fuera encontrado culpable, la Constitución lo deja sin la posibilidad de ser senador, ni vitalicio –como todos los ex presidentes-, ni activo, como Duarte quiere ahora, ya que no tendrá voto, ni contara para el quórum en el Congreso.
En ese sentido, el por ahora presidente de Paraguay dijo: "nadie me puede privar del derecho a ejercer la representación en el Senado. Lo he ganado en elecciones limpias. El problema es el momento en que debo ejercer la banca".
Sin embargo, el Reglamento interno de la cámara de Senadores, señala que no puede haber superposición de funciones al momento asumir su nuevo cargo, pero además, el Congreso tiene que comenzar a sesionar el 1 de Julio con los 45 senadores votados democráticamente.
“El señor Duarte Frutos fue electo como presidente de la República para cumplir su mandato hasta el 15 de agosto. A partir de esa fecha podemos discutir la posibilidad de que jure en otro cargo, en razón de la validez o no de la forma en la que accedió a ese cargo”, reflexionó el legislador del Partido Patria Querida, Marcelo Duarte.
Bajo este escenario: ¿de algún modo se afecta la asunción presidencial de Fernando Lugo?
Por el momento parece ser que no. Si bien, se está hablando de un problema judicial y constitucional en el cual un presidente en ejercicio está implicado. Las perspectivas de Lugo –una vez que jure como Primer Mandatario- estarán orientadas hacia otros pilares.
Lugo llega a la presidencia con el apoyo de los principales partidos políticos, como así también de los movimientos campesinos. El ex presidente Lino Oviedo, ahora dirigente del Partido Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace) aseguró que “está más cerca del presidente electo”. Además resaltó que lo ayudará para que haya gobernabilidad en el país.
En tanto, el trabajo que tendrá el ex obispo y ahora futuro presidente de Paraguay -cuando asuma su cargo el 15 de Agosto- no será nada fácil. Debe encarar dos grandes conflictos: la revisión del Tratado de Itaipú y la distribución de la tierra, que hoy se encuentra fuertemente concentrada en manos de pocas transnacionales sojeras.
Con respecto al primer punto, el nuevo gobierno busca una revisión del Tratado de Itaipú, la reserva hidroeléctrica que administra junto con Brasil. Dicho tratado impide al Paraguay la utilización de los excedentes de la energía que genera esa represa en beneficio de Brasil.
En una entrevista exclusiva al programa “Milenio” de la red Globo de Brasil, Fernando Lugo sostuvo: “nosotros tenemos una deuda con Itaipú, con Brasil, lo reconocemos. Cuando paguemos nuestra deuda, podremos disponer de nuestra energía y vender al precio a los que desean comprar nuestra energía. Paraguay puede pagar a la deuda”.
Sin embargo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil comunicó que Brasilia está dispuesta a discutir con Lugo el precio de la energía de Itaipú, pero el director de esa represa dijo que Brasil paga un "precio justo" por la electricidad. A su vez, un vocero de la Cancillería declaró que el Planalto acepta negociar el valor de la tarifa pagada a Paraguay -cercana a 28 dólares por KW- pero aclaró que está "fuera de discusión" revisar el Tratado de Itaipú.
El otro punto fuerte de su gestión será enfrentar a las grandes empresas multinacionales productoras de soja, que en estos momentos ocupan el 90 por ciento de la tierra cultivable de Paraguay.
Este avance sojero está provocando un levantamiento de los campesinos que reclaman la redistribución de esas tierras entre campesinos pobres, rompiendo con el modelo de monocultivo.
Para el periodista paraguayo Augusto Dos Santos, las ocupaciones que los campesinos -probablemente la mayor organización social del Paraguay- llevan a cabo en estos latifundios son de “incorporan un elemento tensionante en las relaciones con Brasil”, ya que la mayor parte de las inversiones en el ámbito agrícola -y en particular en la soja- provienen de ese país.
El secretario general de la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (MCNOC) -que aglutina a 2000 campesinos sin tierra- recordó a una radio de Asunción que en lo que va del año hubo 24 invasiones de propiedades privadas. Pero, por un consenso interno habían resuelto establecer una tregua hasta la asunción de Fernando Lugo el 15 de Agosto.
Por otro lado, todos los esfuerzos de Lugo estarán guiados a vencer las asimetrías que existen entre los países del Mercosur, principalmente frente a Brasil y Argentina. Por eso, dos futuros ministros del gabinete de Lugo tuvieron una prolongada estadía en Uruguay, donde se reunieron con su presidente y ministros para conformar una especie de alianza.
A esto Dos Santos señaló que: “junto con el presidente Vázquez de Uruguay, Lugo iniciará una lucha de ´las sardinas contra los tiburones´ en el Mercosur”.
Sin dudas el gran tema que podría definir el destino de Paraguay, es el Tratado de Itaipú, ya que es un punto estratégico para su economía y por ende, para disminuir las asimetrías que lo separan de los países fuertes del Mercosur. Por otro lado, el tema de la redistribución de la tierra y una reforma agraria integral, son fundamentales para reducir la pobreza y continuar con el apoyo de las fracciones más encarecidas de la sociedad paraguaya, que fueron desde un comienzo la base fuerte de votantes de Lugo.
Por ahora el panorama para el actual presidente de Paraguay, Nicanor Duarte Frutos parece ser complicado. Sin embargo, el futuro presidente, Fernando Lugo –desde otra perspectiva- tiene un escenario complicado. El camino correcto sería que ningunos de estos caminos se crucen.
Fuente: Agencia Periodística del MERCOSUR (APM), Facultad de Periodismo y Comunicación Social, Universidad Nacional de la Plata, Argentina.
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https://www.alainet.org/fr/node/128450
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