Conferencia de la ONU sobre la Crisis Financiera y Económica Mundial y su Impacto sobre el Desarrollo

Contribuciones y demandas de los movimientos globales sobre Deuda

23/06/2009
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Numerosas redes, movimientos, campañas y organizaciones que trabajan sobre la cuestión de la deuda de los países del Sur, a nivel nacional, regional y mundial, muchos de los cuales colaboran regularmente en la “Campaña Internacional Sur-Norte sobre Deuda Ilegítima", se han unido para manifestar las siguientes contribuciones y demandas a los gobiernos participantes en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Crisis Económica y Financiera y su Impacto en el Desarrollo (Nueva York, junio de 2009). Se basan en las preocupaciones y reclamos expresados anteriormente, en el contexto de la Conferencia de seguimiento de las Naciones Unidas sobre la Financiación para el Desarrollo, (Doha, noviembre de 2008), así como a la Plataforma Sur-Norte sobre Financiación Soberana, Democrática y Responsable y otras declaraciones conjuntas en respuesta a la actual crisis y la acción del G20.

1.       Las instituciones financieras internacionales y la gobernanza global económica y financiera deben ser democráticas y responsables.

La crisis actual es global y sistémica y requiere respuestas sistémicas globales. Sus orígenes se encuentran en el funcionamiento de un sistema fallida en sus bases, impulsado por la acumulación de capital y basado en la explotación de los pueblos y la naturaleza. Actores globales no democráticos y no transparentes tales como el FMI y el Grupo del Banco Mundial, el Foro de Estabilidad Financiera, la OMC, el G7, el G8, que comparten la responsabilidad primordial de las políticas que han contribuido a la actual crisis, deberían ser responsabilizados por sus acciones en lugar de confiarles la elaboración de soluciones. Las Naciones Unidas debe ser usada como el principal foro para promover el debate mundial y la gobernanza sobre el sistema financiero y monetario internacional; y su fortalecimiento, en particular mediante una mayor participación de la sociedad civil, le permitirá cumplir mejor sus responsabilidades en este sentido.

2.       Las medidas para encarar la presente crisis no deben ser financiadas mediante nuevos préstamos.

La convergencia de crisis financiera, económica, alimentaria, energética, y climática hacen a los gobiernos y a los pueblos del Sur, y en particular a las mujeres que dominan el sector de la alimentación y son en gran medida responsables de la reproducción social, más vulnerables a la acumulación de nuevos préstamos y servicios de la deuda que llegan a costa de la salud, la alimentación, la educación y la vivienda de la población del mundo que más los necesitan, así como con el control sobre sus recursos y políticas fundamentales. Sin embargo, no han sido responsables de las decisiones, políticas y acciones que han provocado estas crisis mundiales. Así pues, endilgarles una nueva deuda en respuesta a estas situaciones de crisis, es inaceptable e ilegítimo. Las respuestas a estas crisis no deben venir en forma de nuevos préstamos, sino más bien, los gobiernos, las instituciones financieras internacionales y los intereses privados responsables de la crisis deberían ofrecer una compensación adecuada por los daños causados, incluyendo también la restitución y la reparación de la acumulación de deudas ecológicas, históricas, sociales y económicas que el Norte le debe al Sur.

3.       Es necesario anular las deudas y repudiar la deuda ilegítima para liberar los recursos para responder a las crisis.

Es claro que se necesitan recursos para la aplicación de políticas centradas en la prevención y la respuesta a los impactos y las consecuencias de las crisis actuales y para garantizar los recursos necesarios para el desarrollo. Los países y los pueblos del Sur deben ser respetados y fortalecidos en su capacidad de mantener y utilizar para la promoción y la protección soberana de sus derechos básicos y los del medio ambiente, los recursos y la riqueza que ahora tienen y producen. La anulación de la deuda, el no-pago, y el repudio son pasos esenciales en este sentido, reconociendo la obligación de los gobiernos de todo el mundo a darle primacía al cumplimiento de sus obligaciones con los derechos humanos sobre cualquier acuerdo comercial. La realización de auditorías integrales y participativas de la deuda sería un paso complementario que permitiría a los gobiernos junto con los movimientos sociales y organizaciones de sus países, establecer claramente quiénes en realidad le deben a quién, y a iniciar las acciones apropiadas para garantizar la justicia y la compensación de la deuda ilegítima y odiosa que ha sido injustamente reembolsada.

4.       Deben establecerse nuevos mecanismos para resolver las disputas sobre deuda.

Es evidente que el problema de la acumulación y la reacumulación de deuda– incluyendo en particular la cuestión de la deuda ilegítima y odiosa - debe abordarse en una forma orientada al futuro que mire de manera comprensiva los préstamos y empréstitos y ubique estos procesos en el contexto más amplio del sistema financiero internacional, teniendo debidamente en cuenta las relaciones históricas de desigualdad y explotación que conforman actualmente los flujos y las concentraciones financieras. La capacidad de los gobiernos prestatarios para emprender acciones unilaterales en defensa de los derechos y las necesidades de sus ciudadanos, incluido el repudio de la deuda ilegítima, debe ser fortalecida, y crearse nuevos mecanismos para la solución de los conflictos de deuda mediante los cuales los derechos soberanos de los países prestatarios se respeten, y las decisiones se basen en la evaluación transparente e imparcial de los casos. Los espacios existentes para abordar las controversias sobre deuda están dominados por los prestamistas, donde sirven como jueces y partes interesadas, y se ha establecido claramente que no son adecuados. Las Naciones Unidas además debe iniciar el trabajo hacia el desarrollo de una plataforma o código común de financiación soberana, democrática y responsable, involucrando no sólo a los Estados miembros, sino también a organizaciones de la sociedad civil.

5.       La ONU debe tratar los vínculos entre deuda, comercio y otros temas y apoyar el desarrollo de alternativas.

Otros problemas causantes del enorme flujo de recursos fuera de los países del Sur también debe abordarse con el fin de fortalecer la capacidad de los países del Sur para responder a las crisis actuales, el cumplimiento de los derechos y las normas humanas y ambientales universalmente aceptadas, y apoyar el desarrollo de sistemas financieros y económicos alternativos. Estos problemas incluyen paraísos fiscales y vacaciones para las empresas multinacionales, remesas no declaradas y los flujos de capital, la mercantilización y la desnacionalización de los derechos humanos básicos y servicios como la tierra, derechos territoriales, el agua, y la electricidad, y los acuerdos de comercio desleal y los tratados de protección de las inversiones que ahora impiden que los países y los pueblos ejerzan su soberanía sobre sus recursos. Debe detenerse la negociación de nuevos acuerdos de libre comercio y revisarse los acuerdos existentes, e instarse a los países a retirarse de foros cuasi-jurisdiccionales como del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) del Grupo Banco Mundial.

 

No es demasiado tarde

Muchas de las políticas que reclamamos como organizaciones y movimientos de la sociedad civil de todas las regiones, interesadas en el bienestar de los pueblos del mundo se reflejan en el Proyecto de Documento Final sobre la Crisis Financiera y Económica Mundial y sus Repercusiones en el Desarrollo presentado inicialmente por el Presidente de la Asamblea General. Sin embargo hemos observado con gran preocupación cómo esta Conferencia ha sido boicoteada y la mayoría de estas propuestas bloqueadas o reemplazadas por otras recomendaciones más "como lo de siempre". No es demasiado tarde para que esta situación sea corregida. Por lo tanto, hacemos un llamamiento a todas las naciones, y en particular a los países ricos y poderosos del Norte y los que han optado por jugar su suerte con el G20 en lugar del G192, a adoptar ahora estas y otras políticas y medidas necesarias, como una contribución a la garantía de un futuro más equitativo, estable y pacífico para la mayoría de los pueblos del mundo y de nuestro hogar común, el planeta tierra.


Endosos iniciales: Campaña Internacional Sur-Norte frente a la Deuda Ilegítima-Equipo Intncl. de Facilitación, Jubileo Sur, Eurodad, Afrodad, Latindadd, SLUG-Noruega, Jubileo Holanda, CAFRA-Sta. Lucia, ANEEJ Nigeria…

https://www.alainet.org/fr/node/134534
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