Wikileaks: destapando el mundo matraca de la diplomacia estadounidense (II y final)

11/01/2011
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“Cada persona tiene cuatro personalidades: la que cree tener, la que el otro cree que ella tiene, la que realmente tiene, y la que quisiera tener” (Unamuno).

A pesar de la existencia de numerosos elementos oscuros (o al menos ambiguos), relacionados con el ahora famoso caso Wikileaks, es oportuno señalar que una de las principales razones por las cuales necesitamos estar pendientes de su desenlace, es que el asunto trasciende los propios detalles del escándalo mismo (las opiniones descarnadamente sinceras de la diplomacia estadounidense, los supuestos “trapos sucios” de múltiples gobiernos y gobernantes, el universo ficcional y esquizoide en el que se maneja la política internacional –donde nada es lo que parece y donde la conspiración pareciera ser la regla de oro).

Más allá de todo ello, el episodio Wikileaks nos concierne directamente a todos, y en especial, nos incumbe a los latinoamericanos que desde las trincheras sociales y políticas, estamos cada día luchando por frenar la actual tendencia global al secretismo y al silenciamiento de las voces disidentes del campo anti-capitalista (1).

Pero no nos equivoquemos. Respaldar a Wikileaks y a su actual director, Julian Assange, significa ante todo y fundamentalmente, un respaldo a la libertad de expresión, pero dejando en claro que tal reivindicación (heredera directa de la Revolución Francesa y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por si alguien lo olvida), es absolutamente independiente de los múltiples puntos oscuros que presenta este caso.

Puntos oscuros que diversos analistas han resaltado. Uno de ellos se refiere a que los directores de Wikileaks no han querido revelar todo lo concerniente a sus fuentes de inversión y donantes, entre los cuales se cuentan algunos millonarios (“Who is behind Wikileaks?; M. Chossudovsky; Global Research, 13 december, 2011).  

En la misma línea, el citado autor resalta que Wikileaks tiene entre sus principales socios y colaboradores, a conocidos medios de comunicación que están claramente alineados a ciertos centros hegemónicos que pertenecen al gran capital transnacional, entre ellos, The New York Times, The Guardian, Der Spiegel, The London Economist, entre otros (Ibid).

Chossudovsky se pregunta así mismo sí acaso se puede luchar en contra de la desinformación (como alega Wikileaks), apoyándose precisamente en los mismos medios que durante mucho tiempo la han promovido y a gran escala (2).

Se ha observado por otra parte, que curiosamente el contenido de muchos cables que han sido destapados por Wikileaks, coincidentemente alimentan las campañas anti-iraníes promovidas por EEUU, particularmente, en cuanto a la supuesta fabricación de armas nucleares (Ibid), por lo que cabe preguntarse; ¿Para quién en realidad trabaja Wikileaks? ¿Es todo esto el inicio de una nueva invasión?

En una tónica similar, Julie Lévesque ha escrito un minucioso y documentado análisis respecto a los múltiples detalles oscuros en la vida de Julian Assange, y a parte de resaltar la falta de transparencia en divulgar sus asuntos personales más importantes (¿dónde ha vivido la mayor parte de su vida?, ¿dónde ha estudiado y laborado?), también lo relaciona directamente con la NASA y la disidencia china, e indirectamente, con gente ligada a la OTAN (“Who´s Who at Wikileaks?; J. Lévesque; Global Research; December 20, 2010).

Hay que decir que son ciertas las denuncias de Julian Assange, respecto a que actualmente EEUU está conduciendo un juicio judicial secreto en su contra (AFP, 09/01/2011), y es cierto que una larga cadena de organizaciones de derecha han pedido su cabeza (incluyendo a personajes fascistas del Partido Republicano), pero también es cierto de que en este rompecabezas todavía faltan muchas piezas por armar.

Notas:

1- Escribir la frase “silenciamiento de voces disidentes” no es ninguna exageración. De hecho, solamente durante el año 2010 fueron asesinados 40 periodistas en América Latina, tal y como lo denuncia el propio presidente de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), Hernán Uribe (“Eliminados 40 periodistas en seis países latinoamericanos”; H. Uribe; Alai, 07 de enero, 2011).

2- Al respecto, el citado autor menciona literalmente lo siguiente: “The CIA´s relationship to the US media is amply documented. The New York Times continues to entertain a close relationship not only with US intelligence, but also with the Pentagon and more recently with the Department of Homeland Security” (“Who is Behind Wikileaks?: M. Chossudovsky, Global Reseach, 13 December, 2010).

- Sergio Barrios Escalante. Científico Social e Investigador. Ensayista y Escritor. Edita la revista Raf-Tulum.

https://www.alainet.org/fr/node/146710
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