La historia como ficción
28/05/2012
- Opinión
Hay dos miradas distintas para analizar nuestro pasado como historia nacional. La mirada documentada, que exige métodos críticos rigurosos para separar, por ejemplo, el diario que miente, como El Mercurio en Chile y los documentos que un historiador considera confiables. Sabemos también que hay historias oficiales y críticas. Gabriel Salazar en Chile es un historiador serio y documentado. Pero en el caso específico de la dictadura cívico militar en Chile existe el relato vivencial de quienes vivieron ese período previo y aún viven. Mundialmente se da en el contexto de la “guerra fría”, que evidentemente nunca lo fue. El gobierno anterior a Allende de Eduardo Frei Montalva tuvo apoyo financiero desde EE.UU. para la campaña del terror con afiches y relato mediático sobre los horrores del comunismo y la llegada de tanques rusos a Chile. Así se derrotó a Allende en esa oportunidad. Cuando ganó las elecciones en 1973 las acciones para evitar que asumiera como Presiente tuvo su momento más terrible en el vil asesinato del General Schneider, Comandante en jefe del Ejército. La idea de comunismo tuvo incluso esa elegante frase desde el vector ideológico de los dueños de Chile que decía que el mejor comunista era el comunista muerto.
Es evidente que la entrevista al ex Presidente Aylwin no es inocente. Ni casual el momento en que se publica en un diario español que se goza de los golpes de Estado en nuestros países, lo hizo frente al Presidente Chávez, en Honduras y ahora en el intento de defender los intereses españoles y sus transnacionales, allí ni izquierdas ni derechas importan, el dato más claro es que la ministra de economía de Rodríguez Zapatero fue convocada por Telefónica para asumir responsabilidades profesionales en Chile, si, la misma ministra que no quería que quienes perdían su piso por quedar cesantes, lo cancelaran entregándolo sino que tenían que seguir pagando el resto posteriormente. No se podía perjudicar a los bancos. Este es el show bipartidista en España.
Sorpresivamente en Chile aparece el temor en la derecha, sobre todo porque hay demasiada información de calidad sobre la desigualdad en Chile, el control financiero por un pequeño núcleo de familias, la extranjerización de las riquezas estratégicas incluida el agua que el diario La Nación cuenta que el 95% del agua se ocupa en las empresas y solo el 5% para el consumo humano. En 1980 en una entrevista en la televisión francesa a Joan Garcés, jurista, quien asesoró a Allende durante su gobierno y a Jacques Chonchol Ministro de Agricultura se recordaba que unas pocas familias eran dueñas del 80% de las tierras lo que revela que los datos fundamentales para entender Chile se han ido desgranando poco a poco y el despertar estudiantil, profesionales e investigadores en Economía comienzan a dibujar el verdadero perfil del país y que se ha vivido bajo una caricatura simpática de democracia, país solidario, un ejercito jamás vencido, un pueblo sencillo y sano desde la literatura donde se dibuja al trabajador temporario del campo como un afuerino romántico, la china y el huaso, la manta, el roto corajudo con sus folkloristas, sin embargo, un campesinado analfabeto dado que la ley exigía que por lo menos el 50% supiera leer para formar sindicatos. Ahora se quiere hacer una figura aceptable de Pinochet como en el siglo XIX la figura de Diego Portales.
En esa misma entrevista se muestra como Allende quiso para evitar una situación incontrolable el 9 de septiembre del 73 llamar a una consulta popular para que el pueblo decidiera si renunciaba o seguía y esa conversación la tuvo con dos generales, Pinochet y Urbina….se aceleró el golpe de Estado que ya estaba decidido y se dio lo que hoy escribe La Tercera, el camino soñado por el Sr Aylwin aunque quiera endulzarlo como el gobierno institucional de las fuerzas armadas.
Desmantelar este imaginario distorsionado, enfrentar el poder financiero para evitar un Chile S.A. invitando a un cara a cara con el pueblo para resolver en las urnas que no se trata de bonitos, asistencialismo, medidas cosméticas, convertir en lucro la seguridad social que solo da ganancias a sus accionistas, una salud y educación gratuita y de calidad, una constitución verdaderamente democrática y un sistema electoral ético.
Ojo a esta arremetida solapada, bien pensada, respaldada, financiada y solidaria y un pueblo aún bastante disperso, desarticulado, donde las voces nuevas tienen que dar confianza y respaldo a todos los que quieren que Chile en dos años más pueda iniciar verdaderamente una transición a la democracia deliberativa.
Walter Dennis Muñoz es periodista
https://www.alainet.org/fr/node/158278
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