Chávez, tu victoria es nuestra victoria

08/10/2012
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Los ojos del mundo estaban puestos en el proceso electoral venezolano el pasado 7 de octubre, un día histórico para la revolución bolivariana que ha trastocado a los grupos de poder hegemónico y una demostración a la comunidad internacional el carácter democrático  mediante la cantidad de veces que el presidente se ha sometido al escrutinio popular.
 
El gobierno bolivariano durante todos estos años ha significado el ejemplo más claro de ser un país que defiende su soberanía,  que rompió los cimientos de la opulencia de la clase dominante, que mediante la aplicación del modelo neoliberal habían conducido a Venezuela a niveles apremiantes de pobreza a través de procesos de privatización y de entrega de la riqueza de sus recursos naturales a las transnacionales que extraían y explotaba de manera despiadada su mano de obra.
 
Chávez por ahora no solo representa los intereses de los y las venezolanas sino también de los pobres de Latinoamérica y el Caribe que gozan de los beneficios de las relaciones de cooperación. Simboliza la construcción de un tejido integracionista que se contrapone al impulsado por Estados Unidos en la región fundamentado en su política de agresión y desestabilización de los procesos democráticos y el derrocamiento de gobiernos elegidos por la voluntad del pueblo patrocinando golpes de estado como en Honduras y Paraguay, instaurando dictadores que abanderen su plan de seguridad enmarcado en la lucha contra el terrorismo, el narcotráfico y una clara intención de apropiación de los recursos naturales y la explotación de la mano de obra por las transnacionales.
 
Un gane de Capriles hubiera propiciado un giro en las relaciones de Venezuela con  Europa, Asia, América latina y el Caribe y puesto en peligro  los lazos  de cooperación a través de los programas sociales y de asistencia  que gozan países como El Salvador y los mismos integrantes de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA). Se corría el peligro que como en el pasado las empresas petroleras norteamericanas se volvieran a adueñar del petróleo y le propiciaran migajas a los bolivarianos y destruir la revolución  que por ahora representa un peligro a través del ALBA para Washington.
Al recuperar   la riqueza petrolera nacional y consolidar la soberanía energética del país, Chávez confirmó a Venezuela como una potencia petrolera y energética mundial con reservas probadas que la ubican entre las principales del mundo y que en este caso representa un interés sin precedentes para el imperio que afecta su hegemonía y que mediante acciones hostiles con sus aliados incondicionales de la oligarquía impulsan sus planes de desestabilización a cada medida revolucionaria de beneficio popular o de solidaridad latinoamericana.
 
La derrota de Capriles no solo refleja el fracaso de la derecha criolla venezolana en las aspiraciones de retornar al poder político, también es el fracaso de la derecha latinoamericana que alientan sus esperanzas en seguir profundizando el modelo neoliberal y una bofetada a los gringos que a pesar de su nuevo plan de guerra de baja intensidad en la región no logran doblegar la voluntad popular y la vocación democrática con que la izquierda asume y consolida su tejido social con una fuerte inversión social que profundiza la distribución de la riqueza de manera más equitativa y la forma de cómo se superan problemas endémicos del capitalismo como la pobreza, el analfabetismo, la desnutrición infantil.
 
Mientras los países europeos se debaten en una terrible crisis económica provocada por la profundización del neoliberalismo, intentan reparar los daños ocasionados por este con la ejecución de una serie de medidas de reajuste económico que golpean las condiciones de vida de grandes sectores desposeídos, cada día hay menos inversión en el área social, menos empleo, profundización de la pobreza e impactados por la crisis mundial del capitalismo. Venezuela se encamina a la consolidación de la revolución que por ahora ha resuelto los problemas de analfabetismo, elevando los niveles educativos, mejorando la asistencia médica , contribuyendo en la consolidación del poder popular y impulsando misiones en países que sufren los embates del mercado en la lógica de las recetas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional. 
 
A pesar que El Salvador no es miembro del ALBA y que el gobierno salvadoreño es continuador de la política neoliberal, un aliado de la política exterior del imperio que continúa con una política de sometimiento y esclavitud, los salvadoreños pobres esperaban los resultados electorales, por la importancia de las relaciones que tiene Chávez con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que dan como resultado programas como la Misión Milagro que ha contribuido a que más de seis mil salvadoreños fueran operados de problemas de la vista de manera gratuita en la Republica Bolivariana, el recibimiento de ayuda en caso de desastres naturales y el convenio de exportación de crudo a través de ALBAPETROLEOS con precios preferenciales. Alba Petróleos de El Salvador S.E.M. de C.V. Es la síntesis del nuevo concepto de cooperación entre los pueblos, enmarcada en El ALBA y PETROCARIBE. En él concurren la visión de futuro del Estado venezolano en Concreción de los sueños de Bolívar y Martí por la integración y la Unidad de América Latina.
A partir de febrero de 2012 se impulsa Alba Alimentos de El Salvador que es un proyecto  con el objetivo de beneficiar a los agricultores, a través de financiamiento, insumos y comercialización. La empresa tiene el objetivo de reactivar 100 mil manzanas de tierra a escala nacional.
 
Alba Alimentos ha venido para ayudar a los campesinos salvadoreños, ha venido al mismo tiempo a reactivar la agricultura, la cual fue lacerada y esterilizada por el partido ARENA. El programa de Alba Alimentos consiste en la entrega de semilla, agroquímicos, entre los que podemos mencionar como el sulfato, un agroquímico tan vital para el cultivo del maíz y del frijol. Este programa es canalizado a través del FMLN con la ayuda del Gobierno Bolivariano de Venezuela presidido por el presidente Hugo Chávez Frías. Con este proyecto se está logrando que el campesino pueda sembrar la tierra.
 
 La cooperación de países como Venezuela permite el desarrollo e intercambio entre los pueblos de nuestra América, con el proceso electoral no solo estaba en juego la presidencia de Chávez sino la esperanza de nuestros pueblos en seguir luchando por su autodeterminación y en la creación de un mundo más justo.
 
A diferencia de otros procesos electorales como el desarrollado en México donde se expresa lo antidemocrático, el irrespeto a la voluntad popular y la falta de democracia, se puso en evidencia que la democracia no es compatible con el capitalismo. El sometimiento de la población a la continuidad del modelo neoliberal y los fraudes electorales también generan nuevas formas de lucha como el recién surgido movimientos “yo soy 132”, promovido por jóvenes cansados de los atropellos y del deterioro acelerado de sus condiciones de vida. Venezuela da una lección de participación ciudadana con más del 80% de asistencia a los centros de votación, inclusive a los norteamericanos donde sus últimos procesos electorales presidenciales fueron cuestionados por sus campañas de miedo y de intimidación para ganar el voto popular.
 
Rudis Yilmar Flores Hernández
Sociólogo, Profesor de la Universidad de
El Salvador, San Miguel, C.A
 
https://www.alainet.org/fr/node/161698
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