Secretos de otros Generales
15/11/2012
- Opinión
Mi amigo, el periodista cubano Luis Báez, publicó, hace un tiempo atrás, un libro que tituló "Secretos de Generales" en el que una serie de generales cubanos cuentan parte de sus historias personales. Le he robado en parte el título del mismo para este comentario.
En EE.UU. los escándalos son como una enfermedad contagiosa. Cuando algunos explotan en un sector de la sociedad, como reacción en cadena, empiezan a explotar otros parecidos en ese mismo sector.
Hubo un tiempo en que les tocó a los predicadores fundamentalistas cristianos. Bastó que encontraran a uno de esos tele evangelistas teniendo relaciones sexuales con una prostituta de mala maña, para que, como una epidemia, salieran a la luz pública montones de casos del mismo estilo. Así también ha sucedido con los sacerdotes católicos y los delitos de pedofilia.
Sucede con las balaceras en los colegios, que siempre vienen en pequeños racimos. Basta que algún loco coja una pistola y empiece a matar a diestra y siniestra en un comedor estudiantil, para que empiecen a salir locos imitadores a hacer lo mismo. En una ocasión, hace unos años, explotó una bomba en una clínica que se dedicaba a realizar abortos a las mujeres que así lo deseaban. Bueno, pues no pasó mucho tiempo en que llegaran otras bombas a locales similares y asesinatos a médicos que realizaban los abortos.
Desde hace algún tiempo a la fecha, les ha tocado a los generales norteamericanos ser los protagonistas de estas epidemias escandalosas. Aunque el mundo militar en EE.UU. es casi un mundo alternativo, diferente del resto de la sociedad, no está compuesto por seres de otro mundo, sino de este en el que habitamos todos. Los generales son seres humanos y como tales padecen de los mismos problemas que padece el resto de la población. Pero en el mundo militar tienen diferentes códigos de conducta e incluso, se rigen por leyes diferentes a las del resto de la sociedad.
En las últimas tres semanas, varios generales de la armada norteamericana se han visto envueltos en diferentes problemas que los han llevado a ser amonestados o ser parte de investigaciones por parte de las autoridades civiles. ¿Una plaga? ¿Casualidad? Vaya Ud. a saber, pero antes, veamos lo que ha estado sucediendo últimamente dentro del generalato del mundo militar de Estados Unidos.
El General de cuatro estrellas, William Ward, acaba de ser removido de su cargo por el Secretario de Defensa, por haber sido encontrado culpable de cargos de corrupción. Secreticos que tenía el General. A Ward le quitaron una estrella y lo retiraron. Por cierto que, una estrella menos, le cuesta al General $30,000 menos al año en su plan de retiro. Además, tiene que devolverle al estado la cantidad de $82,000.
El Director de la CIA, el General de cuatro estrellas David Petraeus, se vio obligado a renunciar a su cargo ya que, de carambola, el FBI encontró que el General, además de espía, era Don Juanesco. El hombre había estado envuelto en una relación sexual con la persona que estaba escribiendo su biografía. Nada, un secreto de alcoba.
El Brigadier General Jeffrey Sinclair tenía muy bien oculto su secreto, hasta que fue descubierto y afronta cargos de múltiples casos de conducta sexual impropia en los que se le acusa de sodomía forzada en cinco diferentes casos de mujeres.
El General Stanley McChrystal y sus asesores criticaron abiertamente al Presidente Obama, por lo que fue llamado a Washington y forzado a renunciar a su cargo.
El General David McKiernan fue forzado a renunciar un año antes de su término, después de haberse paseado por Europa hablando mal públicamente de las autoridades de Washington, mientras degustaba el buen vino francés.
El General John Allen, comandante de las tropas de EE.UU. en Afganistán, está en estos momentos siendo investigado por mantener una relación inapropiada con una mujer en Tampa, Florida. El hombre iba a ser nominado para Comandante en Jefe de las tropas de la OTAN en Europa y ahora no se sabe si será nombrado Comandante en Jefe de su familia en EE.UU.
Y así y así, no hay espacio para describir todos estos casos de adulterio, corrupción y abuso de autoridad que han sucedido y que siguen sucediendo dentro del mundo militar norteamericano. Son secretos que se guardan bien, pero que, algunas veces, inevitablemente salen a la luz pública.
Dentro de ese universo alternativo de los militares de este país, el adulterio no es permitido, sin embargo, es un secreto a voces que el General Dwight D. Eisenhower mantenía una relación extramatrimonial, sin que tuviera ningún tipo de consecuencia. Haz lo que yo digo, no lo que yo hago, decía el General de tantas estrellas.
Son secretos de generales norteamericanos, que no cuentan momentos históricos de sus vidas, como lo hacen en el libro de Luis Báez los generales cubanos, sino los agujeros negros de las mismas.
Lázaro Fariñas periodista cubano residente en EE.UU.
Fuente original: Martianos-Hermes-Cubainformación
https://www.alainet.org/fr/node/162652?language=es
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