Algo sobre el Sínodo
16/10/2014
- Opinión
Recientemente el teólogo Víctor Codina publicaba un artículo titulado “los NO del papa Francisco” y afirmaba que “el Papa Francisco denuncia proféticamente los aspectos: No a una economía de la exclusión y la inequidad, no a una economía que mata, una economía sin rostro humano, no a un sistema social y económico injusto que cristaliza en estructuras sociales injustas, no a una globalización de la indiferencia, no a la idolatría del dinero, no a un dinero que gobierna en lugar de servir, no a una inequidad que engendra violencia, que nadie se escude en Dios para justificar la violencia, no a la insensibilidad social que nos anestesia ante el sufrimiento ajeno, no al armamentismo, no a la industria de la guerra, no a la trata de personas, no a cualquier forma de muerte provocada…”.
En cambio en el Sínodo lo que se ha hecho presente son los NO de algunos padres sinodales al proyecto del Papa Francisco sobre la familia. En un nivel más elevado, y de manera más orgánica, se estructura una oposición dogmática contra el magisterio del papa Francisco. Silenciosamente va tomando fuerza una corriente teológica que, sin pudor, va enmendando la plana a los anhelos reformistas del papa. La oposición al papa se articula bajo la misma estructura piramidal de la Iglesia y opera en forma directamente proporcional al poder eclesial. Donde hay más poder, hay mayor oposición.
El periodista Antonio Socci, en su libro “No es Francisco” lanza una dura crítica al gobierno de la Iglesia católica conducido por el Papa Francisco, a sus discursos y a sus supuestos silencios; es un libro que salió a la venta en Italia antes del Sínodo y cuestiona su legitimidad como pontífice. Para él Bergoglio sería un revolucionario que pretende subvertir la Iglesia católica, eliminando los dogmas de la fe y tirando a las ortigas siglos de magisterio.
Han sido ampliamente difundidas las estrategias del prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, cardenal Gerhard Müller, quien – junto a otros cardenales y teólogos – ha intentado derribar cualquier intento de apertura. La publicación de artículos y libros han marcado una penosa antesala del Sínodo de la Familia. El último hecho, menos conocido, ha sido difundido por Sandro Magister –reputado vaticanólogo– quien da cuenta de una suerte de sínodo paralelo realizado en Roma entre el 2 y 4 de octubre, concluyendo justo al inicio del Sínodo Extraordinario de la Familia convocado por el papa Francisco.
La "oposición silenciosa" a las reformas de Francisco se ha tornado muy sonora. Primero fueron los cinco cardenales que escribieron un libro criticando con dureza las propuestas del cardenal Kasper (tras las que se encuentra el propio Papa). Ahora, tras la aprobación de la “Relatio post disceptationem”, en la que el sector más conservador ha resultado estrepitosamente derrotado frente a los moderados, algunos más se han tirado al monte.
El cardenal Franc Rodé, crítico con el Papa, es uno de los cinco que se opone a las propuestas del Sínodo de Obispos. Afirmó que: “Esta gente habla mucho pero resuelven pocos problemas”. "Francisco es excesivamente de izquierdas".
A pesar de todo ello, ha sido el cardenal Walter Kasper quien, resumiendo, dice que una "mayoría creciente" del Sínodo está a favor de su propuesta de permitir que algunos católicos divorciados y vueltos a casar civilmente puedan recibir la comunión. "Tenía la esperanza de que habría alguna apertura y creo que la mayoría está a favor. Esa es la impresión que tengo, pero no hay votos."
Sin embargo, como el Sínodo aún no ha concluido tenemos que esperar al documento que saldrá como resultado de los debates, intervenciones, propuestas y planteamientos acerca de este tema tan crucial como es el de la familia. Lo que sí es cierto es, tal como lo formulara el Papa Francisco, que tenemos que ir más por la misericordia que por lo doctrinal.
https://www.alainet.org/fr/node/164865
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