Roma, octubre 27, 28 y 29, 2014
Encuentro Mundial de Movimientos Populares - Programa
26/10/2014
- Opinión
Ya no podemos confiar en las fuerzas ciegas y en la mano invisible del mercado. El crecimiento en equidad exige algo más que el crecimiento económico, aunque lo supone, requiere decisiones, programas, mecanismos y procesos específicamente orientados a una mejor distribución del ingreso, a una creación de fuentes de trabajo, a una promoción integral de los pobres que supere el mero asistencialismo. Estoy lejos de proponer un populismo irresponsable, pero la economía ya no puede recurrir a remedios que son un nuevo veneno, como cuando se pretende aumentar la rentabilidad reduciendo el mercado laboral y creando así nuevos excluidos.
(Evangelii Gaudium, 204)
Ante el conflicto, algunos simplemente lo miran y siguen adelante como si nada pasara, se lavan las manos para poder continuar con su vida. Otros entran de tal manera en el conflicto que quedan prisioneros, pierden horizontes, proyectan en las instituciones las propias confusiones e insatisfacciones y así la unidad se vuelve imposible. Pero hay una tercera manera, la más adecuada, de situarse ante el conflicto. Es aceptar sufrir el conflicto, resolverlo y transformarlo en el eslabón de un nuevo proceso. “¡Felices los que trabajan por la paz! (Mt 5,9)”.
(Evangelii Gaudium, 227)
Introducción
La cultura del encuentro al servicio de los pobres y los pueblos pobres
“Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema. La inequidad es raíz de los males sociales”1
Inspirados por el pensamiento del Papa Francisco, su acompañamiento permanente a los excluidos, a sus luchas y a sus experiencias organizativas, hemos impulsado la realización de este Encuentro Mundial de Movimientos Populares. Queremos traer frente a Dios, frente a la Iglesia, frente al mundo, la voz de los que no tienen voz no porque no griten sino porque son silenciados por quienes detentan el poder económico. Queremos practicar la cultura del encuentro al servicio de los pobres, los pueblos pobres y de esta Iglesia pobre para los pobres que, junto al Santo Padre, todos anhelamos. Queremos escucharnos, juzgar y actuar a partir de las vivencias de los sectores más golpeados en su dignidad por la injusticia social, por una economía de exclusión, por un sistema idolátrico del dinero. Queremos debatir juntos cuales son las causas estructurales de tanta inequidad que nos roba el trabajo, el techo y la tierra, que genera violencia y destruye la naturaleza. Queremos también enfrentar con coraje e inteligencia el desafío que el propio Francisco nos plantea: buscar propuestas para resolver radicalmente los problemas de los pobres.
Este Encuentro Mundial de Movimientos Populares reúne a dirigentes sociales de los cinco continentes que representan organizaciones de base construidas por quienes ven vulnerado, amenazado o directamente cercenado su inalienable derecho al trabajo decente, al techo digno, a la tierra fértil. Se trata principalmente de movimientos representativos de tres sectores sociales cada vez más excluidos:
(a) los trabajadores precarizados, migrantes, temporales, y los que participan en el sector popular, informal y/o autogestivo, sin protección legal, reconocimiento sindical ni derechos laborales;
(b) los campesinos, los sin tierra, los pueblos originarios y las personas en riesgo de ser expulsadas del campo a causa de la especulación agrícola y la violencia;
(c) las personas, muchas de ellas migrantes y desplazados, que viven en los suburbios y asentamientos informales, marginados, olvidados, sin infraestructura urbana adecuada. También participarán organizaciones sindicales, sociales y de derechos humanos que se han mostrado cercanas a estos movimientos y que han sido sugeridas por ellos mismos para acompañar el Encuentro. Finalmente, contaremos con la participación de agentes pastorales, autoridades del Pontificio Consejo de Justicia y Paz, y científicos de la Pontificia Academia de Ciencias.
Durante tres días de intenso trabajo, debatiremos en base a tres ejes fundamentales: tierra, techo y trabajo. Se trata de derechos que deberían estar al alcance de todas las personas y pueblos pero que, sin embargo, se encuentran cada vez más lejos de las grandes mayorías y, muy especialmente, de las nuevas generaciones. El Papa Francisco ha denunciado en incontables ocasiones esta situación y reivindicado constantemente la centralidad del trabajo decente para la prosperidad de las familias y los pueblos (“en el trabajo libre, creativo, participativo y solidario, el ser humano expresa y acrecienta la dignidad de su vida”2), la inviolabilidad del derecho a una vivienda digna (“Hay tantas familias sin vivienda, o bien porque nunca han tenido o porque la han perdido por diferentes motivos. ¡Familia y vivienda van de la mano! Es muy difícil llevar adelante una familia sin habitar una casa (…)invito a todos, a las personas, a las entidades sociales, a las autoridades, a hacer todo lo posible para que cada familia pueda tener una casa”3) y la importancia del campesinado (“es necesario reconocer cada vez más el papel de la familia rural y desarrollar todas sus potencialidades...La familia, de hecho, favorece el diálogo entre diversas generaciones y pone las bases para una verdadera integración social, además de representar esa deseada sinergia entre trabajo agrícola y sostenibilidad: ¿quién se preocupa más que la familia rural por preservar la naturaleza para las próximas generaciones? ¿y a quién le interesa más que a ella la cohesión entre las personas y los grupos sociales?’’4)
En el marco del Encuentro se abordarán también dos problemas que afectan principalmente a los excluidos: la violencia fratricida y la destrucción del ambiente. El Papa Francisco nos indica la íntima relación entre las guerras y el sis tema económico idolátrico (“un sistema que para sobrevivir debe hacer la guerra (…) se venden armas, y con esto los balances de las economías idolátricas, las grandes economías mundiales que sacrifican al hombre a los pies del ídolo del dinero, obviamente se sanean”5) y entre la violencia y la desigualdad social (“Se acusa de la violencia a los pobres y a los pueblos pobres pero, sin igualdad de oportunidades, las diversas formas de agresión y de guerra encontrarán un caldo de cultivo que tarde o temprano provocará su explosión”6). Asimismo, advierte que la naturaleza queda a merced del poder económico (“En este sistema, que tiende a fagocitarlo todo en orden a acrecentar beneficios, cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta”7) y es constantemente agredida por la cultura del descarte (“Dios, nuestro Padre, no ha dado el cometido de cuidar la tierra al dinero, sino a nosotros: a los hombres y las mujeres. ¡Somos nosotros los que tenemos este encargo! Sin embargo, los hombres y las mujeres son sacrificados a los ídolos de la explotación y del consumo: es la cultura del descarte”8)
Los movimientos populares que desde los sectores más empobrecidos de la sociedad se levantan en todo el mundo para enfrentar la falta de tierra, el techo y el trabajo, para erradicar la violencia y proteger la naturaleza, buscan potenciar su imprescindible aporte en la edificación de una sociedad más justa y fraterna porque “la tierra es nuestra casa común y todos somos hermanos”9. Los pobres queremos ser protagonistas de nuestro propio destino y la Iglesia quiere acompañar este proceso. Entendemos que la diversidad de experiencias, pensamientos y contextos no es un obstáculo sino que enriquecerá nuestro debate y practicar la cultura del Encuentro. Damos gracias a Dios por permitirnos celebrar esta reunión que esperamos sea un aporte para la comprensión de los graves problemas sociales que nos aqueja y para la coordinación de las acciones necesarias para superarlos.
COMITÉ ORGANIZADOR
Notas:
1 Evangelii Gaudium (202)
2 Evangelii Gaudium (192)
3 Angelus, 22 de diciembre de 2013
4 Carta a José Graziano da Silva, Director de la FAO
5 Entrevista de Francisco en ‘La Vanguardia’
6 Evangelii Gaudium (59)
7 Evangelii Gaudium (56)
8 Audiencia General Miércoles 5 de Junio de 2013
9 Evangelii Gaudium (83)
https://www.alainet.org/fr/node/165054