Caribe, Integración y Golpe de Estado en Venezuela
01/03/2015
- Opinión
Los Estados miembros de la Comunidad y Mercado Común del Caribe, mejor conocida como CARICOM, son una parte fundamental de las relaciones internacionales de la República Bolivariana de Venezuela porque, además de ser geográficamente integrante de éste subregión del continente americano y tener vocación caribeña a lo largo de toda su historia, constituye hoy un soporte fundamental para la estabilidad, desarrollo y progresos social de esas antiguas posesiones coloniales - algunas totalmente independientes y otras con vínculos cuasi-coloniales con el Reino Unido - por las políticas de solidaridad, colaboración y cooperación desarrolladas por los gobiernos del Comandante Hugo Chávez Frías y el continuador de su legado, el Presidente Obrero Nicolás Maduro Moros, especialmente a través del Pacto de Petrocaribe de suministro de combustibles a precios internacionales pero en condiciones inmejorables de pago de una parte esa factura petrolera.
A pesar de continuar sus históricos nexos con la vieja metrópoli colonialista a través de la Comunidad Británica de Naciones, los pequeños Estados Insulares del Caribe – excepto Guyana que se asienta en el este de América del Sur – han mantenido una política internacional abierta hacia otros Estados del mundo, con dimensiones geográficas, económicas y poblacionales distintos e, incluso, con sistemas políticos diferentes al pactado con la Corona Británica a la hora de acordar los términos de sus respectivas independencia, a tal punto que han mantenido una provechosa relación de intercambio político, educativo, sanitario, cultural y económico con la República de Cuba durante muchos años y mantener y profundizar sus relaciones con la República Bolivariana de Venezuela durante los gobiernos bolivarianos y, en este caso, se confirma con la reciente firma de acuerdos estratégicos en materia de explotación conjunta de los yacimientos gasíferos de la Zona de Manatí, ubicada en el área marítima contigua entre las aguas territoriales de ambos países.
Esta nueva situación que se puede calificar de histórica, se está siendo afectada por las estrategias de Desestabilización Programada que desarrolla el gobierno de los Estados Unidos de América ( el apoyo del Reino Unido y Canadá) contra países y gobiernos que representan procesos Soberanistas, Independentista y de desarrollo nacional con Justicia Social, al provocar directamente o en apoyos a sus aliados políticos internos, tensiones y conflictos políticos, acompañado de maniobras internacionales dirigidas a presionar o neutralizar a Estados del Caribe para involucionar en su proceso de integración y distanciarse de las iniciativas altamente favorables que se vienen construyendo entre América Latina el Caribe; la última de las cuales fue la felizmente fracasada Iniciativa para la Energía Alternativa en el Caribe, que no tuvo otro propósito de distanciar a los gobiernos del Caribe del ventajoso programa de cooperación energética y financiera de PETROCARIBE.
Esa reunión realizada el pasado 26 de Enero en la ciudad de Washington y sorprendentemente presidia por Joe Biden, Vicepresidente de los Estados Unidos, formó parte del conjunto de acciones políticas internacionales desarrolladas por el Departamento de Estado y las agencias de inteligencias de los Estados Unidos de América dirigidas, a crear un ambiente internacional favorable a sus preparativos del Golpe de Estado y que estaban asociadas a la Guerra de Precios del Petróleo, la visita provocadora de los expresidentes Sebastián Piñera, (Chile), Vicente Calderón (México) y Andrés Pastrana (Colombia) y a la Campaña Mediática de Saturación desarrollada por las corporaciones colonialistas de la desinformación CNN, FOX, EFE, REUTER, BBC, importantes periódicos como el New York Time, el Washington Post, The Journal, El País, ABC y la cadena de serviles repetidoras del continente, incluyendo las de Venezuela.
Los importantes cambios en la dirección de los gobiernos del Caribe, la evolución de su visión y comprensión política sobre el desarrollo de América Latina y, en particular, la República Bolivariana de Venezuela y, las ventajas mutuas del proceso de integración, han generado un proceso de fortalecimiento de la Soberanización del Caribe frente a las presiones de sus viejos aliados anglosajones, que les permite hoy apoyar a Venezuela, en momento en que ha sido objeto de un nuevo Golpe de Estado, ejecutado por la ultraderecha fascista con el evidente apoyo del gobierno de los Estados Unidos, lo cual se ha expresado en la suscripción de acuerdos y resoluciones en el seno de ALBA y CELAC de defensa del sistema democrático y de rechazo a las medidas unilaterales e injerencistas aplicadas por los Estados Unidos contra Venezuela; todo lo cual hace presumir que, en su reunión Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la CARICOM que se realizaran los días 26 y 27 en las Bahamas, nuevamente habrá de manifestarse la solidaridad del Caribe con Venezuela y América Latina, lo cual fortalecerá el proceso de integración de los pueblos de Nuestra América y la erosión del hegemonismo neocolonial de los imperialistas estadounidense en Nuestra América.
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