En la Argentina se está instalando un gobierno capitalista neoliberal
- Análisis
Para comprender en qué consisten los cambios que realiza el actual gobierno resultará imprescindible recordar que sus gestores. Los EEUU y sus aliados son los principales sostenedores del sistema que acaba de adoptar la derecha argentina, diseñado sobre la base de una doctrina capitalista neoliberal impuesta globalmente para mantener y afianzar su predominio mundial.
Es conocida como el Consenso de Washington y determinó las políticas económicas financieras globales que sus operadores principales: el FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros, han impuesto al resto de los países, especialmente a los del Tercer Mundo, determinando las características principales que deben alcanzar sus sistemas productivos como requisitos para lograr su desarrollo económico-social y cuyo cumplimiento es obligatorio para recibir asistencia financiera o merecer una mejor calificación como país deudor.
Para ello es obligatorio implantar: 1) disciplina fiscal. 2) Reorientación del gasto público. 3) Reforma fiscal. 4) Liberación financiera con libre movimiento de capitales. 5) Política cambiaria con tipo de cambio competitivo. 6) Liberación comercial. 7) Inversiones extranjeras directas. 8) Privatizaciones. 9) Desregulaciones y 10) Intangibilidad del derecho de propiedad.
Es para ser parte de este sistema, claro objetivo del actual gobierno, que se está instalando en el país un capitalismo integrista aplicado en provecho de unos pocos conocido como la “globalización”, que produce la privatización hasta de decisiones políticas fundamentales que deberían ser soberanas. Ello está afectando el funcionamiento de la mayoría de las estrategias nacionales empleadas en los años pasados y permite que las redes de poder privadas operen completamente de acuerdo con sus intereses particulares por medio de un duro ajuste, la lucha por los mercados, el control de los alimentos, la energía, el petróleo, los minerales, la biodiversidad, la tierra fértil y el agua potable, riquezas fundamentales del país, sin tener cualquier tipo de consideraciones, operando solamente en función de sus objetivos y dejando como víctimas al sector más desprotegido de la población.
Para ello inmediatamente después de la toma del poder procedieron a una dura devaluación, liberaron de retenciones a las corporaciones internacionales y volvieron a endeudar al país reintegrándose al control por parte del FMI.
A continuación lograron dividir al Poder Legislativo de manera tal que siendo su partido políticamente un sector minoritario del Congreso pasaron a lograr mayorías asombrosas para apoyar sus múltiples cambios y dividir la oposición haciéndola funcional a sus necesidades.
Importantes sectores del Poder Judicial parecen operar como delegados del poder político que además ha podido establecer una mayoría en la Corte Suprema, primero con procedimientos al margen de la Constitución y luego, misteriosamente, logrando mayorías constitucionalmente legales.
Otros miembros del Poder Judicial emprenden tareas que parecen propias de una delegación del Poder Ejecutivo dominando parte de la justicia y atemorizando a la protesta que su accionar origina.
Variados sindicatos han acallado o disminuido hasta hacerlas inoperantes sus justas protestas ante los atropellos a los derechos de los trabajadores recibiendo sugestivamente importantes sumas para sus obras sociales, aunque en los últimos días parecen vislumbrarse algunos promisorios cambios de actitud.
Los gobernadores, en su gran mayoría pertenecientes a partidos políticos opositores, colaboran con las reformas establecidas, aún las más absurdas, recibiendo recursos que amplían sus presupuestos y acallan sus conciencias.
Los medios de difusión, en una mayoría abrumadora, son aplaudidores de cualquier medida gubernamental y denostadores de los escasos sectores de prensa que difunden la verdad. Lo que no han podido hasta ahora dominar es a los cada vez más amplios sectores de la población víctimas de la desocupación por medio de despidos laborales nunca vistos, inauditos ajustes a los que se los somete y como consecuencia a un nivel de pobreza que era desconocido hasta la fecha y provoca que diariamente inunden las calles de todas las ciudades del país protestando por el alarmante desempleo y otras medidas nunca antes soportadas y utilizadas por el gobierno para afianzar su modelo neoliberal globalizado como son los “tarifazos”, la suba catastrófica de la canasta básica, una inflación galopante e inconcebibles faltas de artículos de primera necesidad.
La asistencia social en la salud, educación y en el resto de las prestaciones cada día empeora y tiende a desaparecer suplantada por la actividad privada a un costo solo soportable para los sectores de mayores ingresos.
Las exigencias de este sistema capitalista global no se negocian, quienes se asocian a él no pueden hacerlo parcialmente y todos los razonamientos para lograr su humanización jamás serán tenidos en cuenta ya que estos procedimientos son inherentes a un funcionamiento universal que no solo es ajeno sino que se nutre de las necesidades de las personas que lo deben sufrir.
Como resultado de la puesta en marcha de tantos abusos gubernamentales están ocurriendo una serie de conflictos sociales que el gobierno trata de superar mediante nuevas formas de represión tales como la manipulación sicológica, los operativos de prensa, la desinformación, la aceptación del control operado por organismos internacionales, la disociación del estado-nación y aún mediante la represión policial. Para el futuro planificando el empleo de las fuerzas armadas, luego de volver a transformarlas en fuerzas de seguridad interior, claro objetivo actual del gobierno.
La aplicación de estas estrategias constituye el accionar principal del gobierno capitalista neoliberal argentino y las consecuencias de los conflictos que está produciendo son difíciles de superar ya que la ideología de la tecnocracia, como se expresó en LAUDATO SI: “lleva a despojar de trabajo, origina desocupación y hasta hace necesario emigrar buscando otras oportunidades”.
Sus consecuencias se agravan día a día así como las calamidades que origina y que el mismo Papa acaba de definir en un mensaje a Monseñor Arancedo manifestando: “existen en la Argentina muy altos índices de desocupación, es muy elevado el nivel de desempleo sufrido y no se tiene en cuenta que cuando una persona pide trabajo está solicitando dignidad”, además de otros conceptos similares acerca de la preocupante situación económico-social que hoy está abrumando al pueblo.
Por lo tanto se requiere continuar una resistencia civil generalizada que debe ser inexorablemente pacífica y cuya ejecución asegure la unidad de acción de todos los sectores comprometidos con la soberanía nacional para recuperar la plena vigencia de sus derechos solamente por medio de un futuro proceso electoral.
Un modelo de acción eficaz para reclamar los cambios ha sido la magnífica manifestación organizada en el día de San Cayetano. Prometemos continuar con la participación del CEMIDA que estará siempre informando sobre la situación y permanecerá al servicio de la soberanía nacional y al apoyo de los sectores más desprotegidos del pueblo.
Cnel. (r) José Luis García
Presidente del CEMIDA
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