No son calmados los días los que vive la mesa de diálogos y negociaciones entre el gobierno del Presidente Santos y el ELN, muy por el contrario, son turbulentos, le escuche a una persona muy comprometida en que estas negociaciones vayan hacia adelante la expresión “tormenta perfecta” y no le falta razón, se han juntado varios ciclones, para constituir esta “tormenta perfecta”, de la cual debemos salir en los próximos días por que las semanas no son la medida adecuada.

Luego de las aguas calmas del cese bilateral pactado entre las partes y que funcionó con sus más y sus menos entre el 1 de octubre y el 9 de enero, volvieron las borrascas de la violencia y nuevamente el poco clima de distensión y entusiasmo con estas difíciles negociaciones se adentraron en un ambiente de mutuas recriminaciones y sangre, sangre de soldados, policías y guerrilleros, sangre que no debió ser derramada en medio de un esfuerzo de concertaciones, incipiente aún, pero importante para crear un ambiente positivo, ambiente que ya no existe entre las partes y en la sociedad ha vuelto el escepticismo del rumbo que pueden tener estas negociaciones, con muy poco ambiente ciudadano.

Las razones del ELN, para no mantener un ambiente de distensión y reanudar la iniciativa de acción violenta están en los siguientes argumentos: El cese bilateral no sirvió para proteger los líderes sociales, durante el periodo del cese bilateral, aumento la criminalidad contra ellos, si antes asesinaban un líder cada tres días, durante el periodo del cese la cifra pasó a un líder asesinado cada dos días, igualmente argumenta el ELN, que el cese bilateral, fue aprovechado por el gobierno para militarizar territorios de presencia histórica de ellos, para hacer operaciones de inteligencia y referencia el  asalto por parte de fuerzas estatales de dos de sus campamentos, estos son los argumentos del ELN, para reafirmarse en que hay que evaluar el cese bilateral y añade que no incumple ningún compromiso, porque el cese bilateral tenía fecha de caducidad y terminado, las fuerzas del ELN, estaban en total de libertad de operar, de añadidura dice que son también operaciones defensivas ante agresiones estatales, hasta aquí los argumentos del ELN.

Por parte del Gobierno, se le recrimina al ELN, no mantener un ambiente de distensión, el gobierno dice que buscó que el ELN se comprometiera a mantener el cese bilateral luego del 9, evaluarlo y ajustarlo, pero que el ELN se negó a esta posibilidad, igualmente el gobierno del Presidente Santos, rechaza la acción violenta del ELN, no entiende por qué su negativa a la distensión, el Presidente Santos llama al ELN a ser coherente con sus manifestaciones de que desea un acuerdo de paz y lo llama a distensionar el conflicto, todo esto choca, con la dura realidad de la continuidad de las acciones armadas y ahora estamos nuevamente en un toma y dame, donde la mesa, puede zozobrar en la tormenta perfecta que se ha configurado para esta frágil mesa.

Chocan dos lógicas: el ELN se afirma en una lógica formal, donde está el diseño de una  mesa a desarrollarse en medio de la confrontación, en lo cual el ELN tiene razón, así se firmó y el ELN no incumple ningún acuerdo previo, es más, el Presidente Santos siempre fue partidario de su postulado de “negociar como si no hubiera conflicto y adelantar la confrontación como si no hubieran negociaciones”, lo que han dado en llamar la “Doctrina Rabin”, pero en las últimas semanas el Presidente Santos, ha tomado otro camino, el de exigirle al ELN, la distensión del conflicto y su negativa a volver a la mesa, mientras se mantenga la iniciativa militar del ELN, y afincarse ahora en la sensibilidad de la opinión publica mayoritaria que es profundamente escéptica de estas negociaciones, lo cual ha llevado al Presidente Santos a afianzarse en una lógica de sensibilidad política, entendible por supuesto, en una dinámica electoral en curso y donde se juega la gobernabilidad del país para los próximos 4-8 años, posiblemente.

Con una mesa que no funciona y dos lógicas que chocan, estamos en la “tormenta perfecta”: violencia  del ELN, respuesta estatal, continuidad de la criminalidad contra líderes –bandera asumida por el ELN, para algunos de manera oportunista, porque su resistencia armada no los protege y otros argumentan que igualmente el ELN pone su cuota de sangre contra líderes- , crispación de la opinión ciudadana contra estas negociaciones, arremetidas del Uribismo y Vargas Lleras, contra estas negociaciones, llamados a ceses unilaterales hacia el ELN por Gustavo Petro y Carlos Caicedo, criticas al ELN por parte de intelectuales, pronunciamientos de organizaciones sociales, buscando el entendimiento, este es el conjunto de un panorama de crispación y escepticismo.

En medio de la tormenta perfecta en que sigue la mesa, se han levantado voces de organizaciones sociales, lideradas por la Mesa Social para la paz, la campaña por una Paz Completa, la ONIC y la Redprodepaz, junto a un numero de organizaciones de paz y Derechos Humanos, haciendo llamados a Gobierno y ELN, para que busquen un camino de entendimiento que les posibilite volver a una dinámica de trabajo constructiva en la que puedan evaluar y pactar un nuevo cese bilateral, acometer temas humanitarios urgentes y concertar un diseño de participación para buscar una “visión compartida de paz”, tarea monumental y prioritaria, si queremos que esta mesa avance.

Estamos en pleno debate electoral, el cual sube de intensidad día a día, tanto gobierno como ELN tienen el reto de encontrar un camino de entendimiento, donde debe de haber algo de la lógica formal del ELN y algo de la lógica de sensibilidad política del gobierno Santos, tarea nada fácil, pero si ninguno cede un poco, difícil encontrar un camino de entendimiento.

Los que creemos en el camino del diálogo y las negociaciones, perseveramos en medio de esta tormenta perfecta, con la ilusión de salir a aguas más calmas para avanzar.

https://www.sur.org.co/los-dificiles-dias-los-atraviesa-la-mesa-gobierno-del-presidente-juan-manuel-santos-eln/