Covid-19: Fin del capitalismo o inicio de la nueva era
- Análisis
Actualmente, existe una discusión sobre lo que sucederá después de la pandemia del COVID-19, lo cual resulta complejo, porque es una visión a futuro y no histórica.
La discusión estriba, que al final de esta pandemia nacerá un nuevo orden internacional, sin embargo, para que esa situación ocurra es necesario reestructurar los organismos internacionales, empezando por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), obviamente, incluyendo a los organismos especializados de la misma, y por extensión los organismos políticos continentales y de integración económica. En este contexto, por inercia también los organismos internacionales financieros y económicos mundiales.
Para que esta situación se genere, debería de haber un cambio de correlación de fuerzas a nivel internacional, sobre todo político y económico, y esta modificación significativa consiste en que, las potencias que lideraban en el concierto de naciones antes de que el Coronavirus se convirtiera en pandemia, modifiquen su protagonismo y liderazgo basado en las condiciones que les permiten ostentar el status de potencias.
En esta nueva situación podría ser terreno fértil para llegar a un Nuevo Acuerdo Internacional que democratice los organismos e instrumentos internacionales, pasando por un pacto verde, apostar a las energías limpias, es decir, crear la era pos energías fósiles, y darle protagonismo a los pueblos indígenas del mundo como protectores histórico-naturales del medio ambiente en relación con el universo, que es la base fundamental de la cosmovisión indígena. En este mismo orden condonar la deuda a todos los países del Tercer Mundo.
Si partimos, que la pandemia es una guerra mundial, y si tomamos de referentes la I y II Guerra Mundiales, nos damos cuenta, que quienes imponen las condiciones políticas y económicas son los países que definieron y fueron determinantes para el triunfo militar, es decir, los vencedores.
Observamos, que los países de Europa lograron con grandes bajas o sea miles de muertos hacer frente a la pandemia, que los sistemas de salud en determinado momento colapsaron en especial Italia y España. Esta situación puso al descubierto el error de haber desmantelado el Estado Bienestar Social como punto medular en el modelo económico neoliberal, porque bajo la óptica del neoliberalismo, los servicios sociales como la educación, salud, seguros de desempleo no eran prioridad de la gestión estatal, porque no eran rentables desde la perspectiva del mercado. Es decir, se cambió de Maynard Keynes a Milton Friedman
En esta etapa del capitalismo, en donde, se produce el consumo compulsivo como una necesidad social, asimismo, la necesidad creada socialmente de obtener el hedonismo, mediante el entretenimiento físico o virtual, con lo cual se justifica vender o comprometer a futuro la fuerza del trabajo a través de la utilización de las tarjetas de crédito.
Los países de economía desarrollada, por haber privilegiado la investigación científica y la innovación tecnológica en función prioritaria de la gran industria, para mejorar calidades, aumentar las producciones a bajo costo, etc., especialmente en la inteligencia artificial, en la robótica y mecatrónica, sin dar prioridad a la aplicación en la medicina, pusieron en segundo o tercer plano la química y la biología, porque son investigaciones a largo plazo y varias de las veces se pasan años sin lograr resultados, significa, que bajo la óptica del mercado no son rentables, también, porque va en contra de las políticas de las transnacionales farmacéuticas, porque ellas no están interesadas en curar, porque el negocio está en aliviar.
La pandemia comenzó en noviembre de 2019 y hasta la fecha, no se ha encontrado la vacuna, entonces, se debe de comprender que no todas las guerras son militares, olvidaron que también son biológicas, y que la investigación científica y la innovación tecnológica debe de cubrir, con el propósito de prever para el futuro, porque vendrán otras pandemias de diferente tipo.
Mientras tanto, nos damos cuenta, que, a nivel internacional, las potencias europeas, por ejemplo, Inglaterra y Estados Unidos, en lugar de haber dado cátedra sobre el abordaje de la pandemia, hicieron lo contrario, en especial ante sus propios ciudadanos y en general ante el mundo, perdieron el liderazgo y la credibilidad nacional e internacional. Situación similar se produjo en América Latina con México y Brasil.
Por otro lado, Rusia y China, han fortalecido su liderazgo en el contexto de la pandemia, han enviado ayuda e implementos médicos a Italia, España, a los Estados Unidos y a otros países.
Rusia y China, años antes de que apareciera la pandemia estaban comprando toneladas de oro para prepararse para una próxima crisis económica mundial, también adoptaron realizar sus transacciones económicas en sus monedas nacionales, es decir, en rublo y en yuan en reemplazo del dólar en su comercio bilateral. En esta misma lógica se encuentran negociando Turquía, Rusia, China y Azserbaiyan y la India, lo que significa disminuir el poder del dólar en el sistema económico mundial. Etc.
En esta pandemia hemos observado que la Unión Europea, cuenta con la ayuda o cooperación estadounidense principalmente en el campo militar, cuando los intereses geopolíticos y geoestratégicos de los EE.UU., creen que están en peligro, sin embargo, en esta pandemia, nos dimos cuenta que la administración Trump brilló por su ausencia.
Esta situación vendría a reforzar la independencia política y militar de Europa Occidental en relación con los EE.UU., es fuerte probable que la Unión Europea se alejará de la posición instrumental de los Estados Unidos y beneficiará una posición más europeísta.
Los cambios después de la pandemia, no se pueden obviar, pero pensar que contribuirán en la democratización de los organismos mundiales, sería aventurado, lo que sí se avizora es que los Estados Unidos saldrá debilitado, desde el punto de vista político y en cierta medida económico con pérdida de liderazgo y acompañamiento en las aventuras de guerras militares y económicas contra otros países.
Lo que es obvio también, después de la pandemia habrá una crisis económica mundial, los Estados abandonarán el modelo económico neoliberal mientras dure la recuperación económica, porque el Estado se volverá interventor y protector, con la diferencia de la crisis financiera del 2008, que los estados invirtieron miles de millones de dólares para salvar a los grandes bancos, esta vez, el salvataje será también para la micro-pequeña y mediana empresa.
Los Estados que tengan la suficiente solvencia financiera y económica se volcarán en tratar de superar la crisis económica a través de préstamos blandos con intereses bajos al sector empresarial nacional, acompañada de inmensas inversiones en mega proyectos públicos, para generar fuentes de trabajo.
Los países pobres, no tendrán alternativa que realizar préstamos a organismos internacionales para tratar de reactivar la economía, asimismo, redireccionar la elaboración y ejecución del presupuesto nacional para dar énfasis y preponderancia a la reactivación económica. De igual forma, se realizarán mega proyectos públicos.
¿Por qué razón la prioridad de los Estados será la reactivación económica? Porque es una cuestión de supervivencia, en especial los países, que por lo general están superpoblados y la mayor parte es pobre, y muchos de ellos perderán sus trabajos, por lo cual no tendrán ingresos para adquirir bienes alimenticios, esto conducirá a protestas sociales.
Algunos países del Tercer Mundo, tuvieron comportamientos de consumo del Primer Mundo, incluso desde el siglo XIX, por haber dado más importancia a los monocultivos que a la producción de subsistencia, lo que los condujo a importar el déficit de productos alimenticios, en especial agropecuarios.
Este error histórico algunos gobiernos del Tercer Mundo lo entenderán, y le darán importancia a la producción agropecuaria nacional y a la agroindustria, otros entenderán que es más importante invertir en la educación que en la existencia y mantenimiento de fuerzas armadas. Asimismo, realizar reformas fiscales progresivas, establecer o actualizar los impuestos prediales, a las donaciones, a las ganancias de las empresas nacionales obtenidas en el extranjero y a las herencias, etc.
Igualmente, algunos gobiernos de los países subdesarrollados por fin entenderán, que la investigación científica y la innovación tecnológica debe de tener una base nacional, porque más que importante es fundamental para lograr el crecimiento económico y el desarrollo social del país.
Por otro lado, depende como los Estados abordaron la pandemia, así será el termómetro que definirá, no solo el apoyo y rechazo de la población, sino la supervivencia electoral del partido oficial en las próximas elecciones.
Como observamos, durante la pandemia e inmediatamente después el Estado jugará un rol protagónico que había perdido dentro del neoliberalismo, asimismo, las instituciones más golpeadas por el neoliberalismo como la salud, el agro y educación surgieron del olvido y el menosprecio. Hoy se dan cuenta algunos, que fue un error craso haber disminuido al mínimo su institucionalidad.
Al final de la pandemia, el aislacionismo individual se remontará a las relaciones internacionales, porque lo más importante por el momento será enfocar todas las energías en sobre montar lo más rápido posible la crisis económica nacional.
La pandemia creó un nuevo orden en el comercio, la educación, salud, finanzas, etc., a través de la utilización de los dispositivos electrónicos. Se descubrió que el teletrabajo es en algunos casos más efectivo y rentable que el laboro presencial, de la misma forma, se reveló que algunas dependencias de la empresa privada o departamentos de las instituciones públicas son inoperantes, y que, por lo tanto, se puede prescindir de ellas.
Otro elemento, es el control territorial y la vigilancia ciudadana que los Estados lograron para la ejecución de políticas sanitarias y de salud, también para la distribución de alimentos y de seguridad pública.
Inmediatamente después de la pandemia, el Estado jugará un rol activo en la economía con el propósito de buscar lograr acuerdos entre los empresarios, trabajadores y políticos, con el propósito de sacar al Estado de mejor forma y más rápido de la crisis, significa, que los diferentes sectores depongan sus diferencias en función del país, claro, siempre habrá sectores reaccionarios que estarán en contra de todo. Estamos hablando de un pacto económico-social nacional que puede convertirse en los lineamientos estratégicos para la refundación del Estado.
En este contexto, las fuerzas políticas de oposición que se enfrenten a los planes y programas elaborados y acordados por los sectores laborales y empresariales con el Estado, tendrán consecuencias negativas para ellas a corto plazo, desde el punto de vista electoral.
Es en este tema, donde existen diferencias de concepción política y sociológica, porque algunos consideran que será el fin del neoliberalismo y nacerá el socialismo. Tampoco será el fin del mundo.
Finalizada la crisis económica a causa de la pandemia, que en realidad es a causa del neoliberalismo, se permite avizorar en el horizonte indicadores que nos puedan llevar a realizar el planteamiento, de que el modelo económico podría ser reemplazado o por lo menos modificado.
Este artículo también está en video: https://youtu.be/zILdg1s9ng8
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