La cabeza política del complot contra Vizcarra
- Opinión
¿Quiénes estarían detrás de la conspiración y qué escenario se abre tras su fracaso?
Tras el cierre del Congreso, con Keiko Fujimori presa, Alan García muerto, Fuerza Popular y el APRA en crisis y sin dirección, todo indicaba que le costaría mucho recomponerse al ala más a la derecha del espectro nacional. Para el 2021, el escenario electoral ofrecía pocas opciones a este sector debido a su gran dispersión, el poco margen para hacer alianzas hacia el centro y la ausencia de una figura presidenciable con posibilidades de atraer al electorado. Además de haber perdido la mayoría parlamentaria, el desprestigio de Fuerza Popular le cortó la conexión con gran parte de “su pueblo”.
La llegada de la pandemia acentuó la tendencia. Vizcarra daba mensajes diarios y parecía controlar la situación. Luego vino el agotamiento por lo largo del virus y sus efectos en la economía. Vizcarra empezó a perder iniciativa en el manejo de la pandemia, y cedió luego el gobierno a la derecha económica, al nombrar a Pedro Cateriano (el breve) como primer ministro. Vizcarra dejó de ser el actor político al que estábamos acostumbrados y comenzó a debilitarse.
Cuando el Congreso negó la confianza a Cateriano, el liberalismo vargallosista, enemigo del fujimorismo político, pero tan fan del fujimorismo económico y su Constitución del 93, sufrió un golpe que ponía en cuestión además la eficacia del modelo económico. Se dibujaba así, un escenario de disputa entre dos orientaciones más ubicadas al centro; una de derecha y otra de izquierda. La primera empeñada en mantener las mismas reglas económicas del piloto automático pasada la pandemia; y la segunda, con miras a abrir una tendencia de reforma especialmente en el rol del Estado y la regulación de las inversiones.
En ese contexto, el Congreso elegido el 26 de enero expresaba - a pesar de errores, intereses y aciertos - un cambio de correlación de fuerzas. Se le percibía alejado del control de los gremios empresariales (lo cual era una novedad). Asimismo, parecía construir una conexión con la población vía leyes “populistas”, y se le notaba un ánimo no explícito de reforma constitucional.
No por gusto negaron la confianza a la propuesta liberal y prominera de Cateriano; ni tampoco que hayan aprobado varias leyes por insistencia (sin el visto bueno del gobierno y su ministerio de Economía), y que el Tribunal Constitucional haya declarado inconstitucional la Ley de los peajes, y se aliste para hacer algo parecido con otras leyes como la que libera recursos de la Oficina de Normalización Previsional (ONP). El Congreso estuvo dando leyes abiertamente contrarias al régimen económico de la Constitución de 1993.
Esta conducta fue un nuevo factor de conflicto con el presidente, que otra vez empezó a hacer política alrededor de sus pleitos con el Legislativo. Sin embargo, el gobierno no parecía en absoluto debilitado al punto de enfrentar el escenario de desestabilización que empezó la semana pasada. Especialmente porque las elecciones del 2021 habían sido tempranamente convocadas por un Vizcarra que anunciaba - cada vez que podía - que en julio del próximo año entregaría el gobierno sí o sí.
Lo que nadie veía, sin embargo, era una conspiración que se cocinaba al interior de la articulación de todos los sectores que perdieron influencia y poder político con el referéndum del 2018, las reformas política y judicial, el cierre del Congreso en 2019, y todo lo que ha significado el desenlace de los casos Lava Jato y Lava Juez. Esta conspiración sobre pasa el escenario parlamentario, que ha sido instrumentalizado a partir del apetito por la ultra derecha peruana de cambiar drásticamente la correlación de fuerzas construida durante los dos últimos años.
¿De quiénes estamos hablando?
Creer que esta operación ha sido gestada solo por el congresista Edgar Alarcón con apoyo de las bancadas parlamentarias que se la tienen jurada a Vizcarra como Podemos y APP (en defensa de las universidades bamba), UPP (azuzada por Antauro Humala desde prisión), algunos sectores de Acción Popular (la fracción controlada por Víctor Andrés García Belaunde predominante en la bancada) y un pedazo de Fuerza Popular, es ver parcialmente lo ocurrido.
Efectivamente, hay varios sectores en el Congreso que desearían ver caer en desgracia a Vizcarra, pero no necesariamente es de ahí desde donde se habría gestado la conspiración que fue develada el sábado 12 de septiembre por IDL Reporteros con la nota Tocando la puerta de los cuarteles, y luego con la denuncia pública hecha, en la tarde ese mismo día, por el premier Martos acompañado a sus lados por los ministros de Defensa y Justicia, y atrás por los Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas y el presidente del Comando Conjunto. Asimismo, por las declaraciones en medios del Ministro de Defensa, general (r) Jorge Chávez Cresta que ha señalado la posibilidad de tomar acciones legales contra el presidente del Congreso, Manuel Merino y contra el congresista Otto Guibovich, ambos de Acción Popular. Sobre esto volveremos más adelante.
El intento de vacar a Vizcarra no ha sido una acción individual de Alarcón. Ha sido una operación mayor con la finalidad de cambiar drásticamente el escenario político de cara a las elecciones del 2021: lo que incluye traerse abajo la reforma política y judicial hasta donde hayan avanzado, postergar las elecciones (como lo ha denunciado Vizcarra al afirmar que así se lo hicieron saber dos congresistas cuyos nombres ha mantenido en reserva) y revertir los procesos fiscales en los casos Lava Jato y Lava Juez que afectaban directamente a lo que en el Perú se ha denominado la mafia. Todo ello capturando el poder político.
La Coordinadora Republicana bajo sospecha
Es en este punto que debemos dar una vista a la organización denominada Coordinadora Republicana, que aglutina a una serie de operadores de ultra derecha ligados al fujimorismo y al cogollo alanista. Todos ellos golpeados por la ofensiva anticorrupción de la Fiscalía que contó con el aval político del gobierno de Vizcarra. Esta coordinadora fue fundada en 2019, cuenta con muchos adherentes y un núcleo de dirección (denominado comité promotor, grupo impulsor, comisión permanente, etc.) que actúa políticamente. La coordinadora de marras cuenta con recursos y acceso a medios de comunicación.
¿Este núcleo ha sido la real cabeza política del complot contra Vizcarra que hemos visto desplegarse desde la presidencia del Congreso Nacional?
Lo cierto es que la Coordinadora en sus redes sociales empezó a mover los hashtags #VacanciaYa y #VacanciaPresidencialYa, y a retuitear mensajes a favor de la vacancia de algunos de sus miembros como Enrique Valderrama, quien modera varios de sus eventos virtuales y que en un tuit del 10 de septiembre clama por la vacancia.
La Coordinadora Republicana concentra lo más rancio de la derecha anticomunista. Su bandera central es que el mayor riesgo que enfrenta el Perú es el comunismo, ubicando a Vizcarra como parte de la captura del Estado por parte de esa ideología. Llaman chavista a Vizcarra. Y dentro del gobierno ubican al ministerio de Cultura como el centro de esta captura comunista. Uno de sus comunicados tiene que ver con la película sobre la vida de Hugo Blanco, el octogenario político de izquierda que participó de las tomas de tierras en Cusco (La Convención) en la década de los sesenta, y que es ahora un referente de las luchas sociales.
Para la Coordinadora esta sería una de las pruebas de la alianza entre el gobierno y el comunismo. Para ellos el documental histórico sobre Hugo Blanco es un premio a un “terrorista”.
Comunicado de la Coordinadora Republicana sobre el documental “Hugo Blanco, Río Profundo”
Asimismo, tienen banderas pro familia, pro vida y se oponen a muerte contra el convenio de Escazú. Para cada una de estas demandas convocan a diferentes personas entre sus miembros, sus contactos o afines. Es el caso del almirante (r) Jorge Montoya, invitado frecuente para oponerse a Escazú. Montoya planteó hace algunos meses la necesidad de que las Fuerzas Armadas dirijan la estrategia contra la pandemia, y que el poder cívico debía hacerse a un lado. Fue jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y es cercano a Fuerza Popular. Asimismo, Montoya dirige en la actualidad el programa televisivo “En tu Defensa”, en el canal UCI, fundado por Miguel Del Castillo, hijo del expremier aprista Jorge Del Castillo.
Video de la Coordinadora Republicana sobre Escazú
Los miembros más visibles de la Coordinadora Republicana son el excanciller de Fujimori, Francisco Tudela; el periodista Víctor Andrés Ponce que dirige el portal de internet www.elmontonero.pe; el actual director del Banco Central cercano a Fuerza Popular y miembro del Opus Dei, Rafael Rey; el empresario minero y ex presidente de la Confiep, Roque Benavides; el analista político Ángel Delgado; el periodista Hugo Guerra; el expremier de Alan García, el abogado Antero Flores Araoz; los fundadores de la campaña cristiana fundamentalista #ConMisHijosNoTeMetas, Christian Rosas, José Linares, etc.; los abogados “constitucionalistas” Aníbal Quiroga, Enrique Ghersi y Domingo García (este último hermano de Víctor Andrés García Belaunde); además de varios abogados docentes de la Universidad San Martín de Porres, donde Alan García dirigía la Escuela de Gobierno; y una serie de adherentes vinculados al fujimorismo y los sectores más a la derecha en las Fuerzas Armadas, en especial oficiales en retiro como Luis Giampetri que a su vez fue vicepresidente de Alan García. Es de destacar que Omar Chehade, congresista de APP y abanderado en la vacancia de Vizcarra, ha adherido algunos pronunciamientos de la Coordinadora, como la declaración ciudadana por el Perú del 27 de septiembre de 2019, tres días antes del cierre del Congreso.
Asimismo, los diarios Expreso y La Razón, especialmente el primero, parecen voceros de la Coordinadora Republicana. Les publican sus pronunciamientos, varios de los miembros de esta organización son sus columnistas e incluso publican notas donde dan cuenta de sus actividades y posturas. Toda una articulación mediática de ultra derecha.
El nexo con el Congreso
En estos últimos días hemos encontrado un nexo muy claro entre la Coordinadora Republicana y el lío de la vacancia. ¿Quiénes creen que asumirán la defensa del Congreso de la República ante la demanda competencial planteada por el Ejecutivo para dirimir el tema de la reciente moción de vacancia?
Nada menos que el núcleo duro “constitucionalista” de los miembros de la Coordinadora Republicana. Es decir, Aníbal Quiroga, Domingo García Belaunde y Enrique Ghersi. En una nota de Expreso, el vocero de la Coordinadora da cuenta de ello.
Manuel Merino, presidente del Congreso, será defendido en el Tribunal Constitucional por el ala legal de la Coordinadora Republicana. Y en este punto debemos tomar en cuenta las palabras del ministro de Defensa, general (r) Jorge Chávez Cresta que en entrevista concedida a la periodista Pamela Vértiz del programa Dia D el domingo 13 de septiembre alude además de a Merino, al congresista Otto Guibovich como presuntas cabezas de la conspiración contra Vizcarra.
Pamela Vértiz: ¿las acciones legales que usted ha anunciado también van a comprender al congresista Guibovich?
Jorge Chávez: claro, de los que estén involucrados en cada una de estas actividades…
Entrevista al ministro de Defensa, general (r) Jorge Chávez
Otto, ¿el conspirador?
Según fuentes de Acción Popular, el general (r) Otto Guibovich, actual congresista por Áncash y vocero de la bancada de Acción Popular, fue invitado al partido por el excongresista Víctor Andrés García Belaunde (Vitocho) en el contexto de las elecciones del 26 de enero último.
Otto Guibovich fue comandante general del Ejército. Para quienes lo conocen se trata de una persona razonable, reflexiva y calmada, que piensa mucho antes de actuar y que tiene dotes de oratoria. Tras pasar al retiro y dejar su vida militar activa, fue asesor de varias grandes empresas en el área de planeamiento estratégico. Por su experiencia y cargos, se vinculó con la alta dirección corporativa. Eso lo acercó a las planas directivas de la Confiep, y a empresarios como Roque Benavides. De allí que ha sido expositor en varias Conferencias Anuales de Ejecutivos (CADE), el evento más importante del empresariado peruano.
En Acción Popular lo consideran cercano a Vitocho y al excandidato presidencial de Acción Popular (2016) y ex militante aprista, Alfredo Barnechea. Según las mismas fuentes, tanto García Belaunde como Barnechea admiran las cualidades de Guibovich y por eso lo invitaron a integrar la lista parlamentaria para las elecciones el 26 de enero del 2020. Una vez en el parlamento, fue elegido vocero de la bancada de Acción Popular, algo que cayó muy mal entre dirigentes acciopopulistas del ala orgánica como Yonhy Lescano y Mesías Guevara.
El sábado 13 de septiembre hubo una pelea de proporciones en la dirección política del partido de la lampa. El ala orgánica apuesta por la expulsión de Manuel Merino y de Otto Guibovich, para deslindar de cualquier intención de conspiración desde el partido que fundó Fernando Belaunde Terry. No es poca cosa que el propio ministro de Defensa insinúe que ambos serían parte de un complot golpista contra el gobierno.
Expulsarlos no es tarea fácil, pues se enfrentarían a una estructura capturada por Vitocho, Barnechea y Raúl Diez Canseco, según el ala orgánica, la que controla a la mayor parte de la actual bancada parlamentaria.
¿En qué medida Otto Guibovich habría operado en la conspiración? ¿Ha sido uno de los principales capitostes de la operación fallida de vacar a Vizcarra que incluía comprometer a las Fuerzas Armadas junto a Manuel Merino? ¿Han participado otros exmilitares en esta organización? ¿Tuvo que ver en la cooptación de Karem Roca? ¿Guibovich está articulado a la Coordinadora Republicana? ¿Ha sido el nexo entre la Coordinadora y Manuel Merino? Lo cierto es que afrontará una investigación fiscal que pondrá luz sobre este caso.
Guibovich siendo vocero de la bancada de Acción Popular (AP), es muy próximo al presidente del parlamento, Manuel Merino, a quien habría estudiado en detalle según algunos miembros de la dirección de AP.
Tiene vínculos con empresarios, políticos y exmilitares del ala más derecha del espectro. Por ejemplo, con el almirante (r) Jorge Montoya. Por su parte, Manuel Merino, según las mismas fuentes partidarias, pertenece a una corriente pro aprista que existe al interior de AP. Y es muy dependiente de Vitocho y de Alfredo Barnechea. De hecho, del interior del partido se afirma que Vitocho hizo que Merino llegue al Congreso por segunda vez como parte de la cuota de Acción Popular en la alianza con Perú Posible de Alejandro Toledo (2011).
Uno de los hermanos de Vitocho es marcadamente cercano a Fuerza Popular. Domingo García Belaunde es asesor legal de Keiko Fujimori, columnista en El Montonero e integrante de la Coordinadora Republicana. Como vimos arriba, será el abogado de Merino en la demanda competencial.
Los vínculos con la Coordinadora Republicana, llena de apristas y fujimoristas, con el actual presidente del Congreso son evidentes.
Si la sospecha del ministro Chávez sobre Merino y Guibovich es certera, entonces es válido también incluir en las investigaciones a otros operadores, entre ellos los vinculados al comité permanente de la Coordinadora Republicana.
La cooptación de Karem
¿Estas sospechas incluyen la operación de cooptación de la asistente del presidente, Karem Roca? Esta podría ser una especulación que puede servir de pista para las investigaciones fiscales. Karem Roca viene del círculo más cercano del mandatario desde su paso por la gobernación de Moquegua. ¿Qué ha tenido que pasar para que una persona tan de confianza termine traicionándolo? ¿Quién grabo al presidente y quien entregó los audios al congresista Edgard Alarcón? ¿Fue Alarcón o solo de trata de una cabeza de turco a lo Moisés Mamani en la línea de usar a personajes con la soga de la Justicia en el cuello para que hagan el trabajo sucio a cambio de impunidad?
Además, Edgard Alarcón ya había grabado al ministro de Economía, Alfredo Thorne, al premier Del Solar y al propio Vizcarra cuando era ministro de Transporte. Desde la Contraloría, Alarcón tuvo que ver el tema del Aeropuerto de Chinchero y allí se dieron los incidentes que terminaron con Thorne en su casa y con Vizcarra en Canadá como embajador. Así, la participación de Alarcón en la actual operación podría pasar como un modus operandi individual. Total, era fácil encontrar un móvil, ya que Alarcón también había sido sacado de su cargo y empapelado a pesar del blindaje que le dio la mayoría Fujiaprista del anterior Congreso. Fue de los primeros en sucumbir a la ola anticorrupción que se generaba en la sociedad. No había mejor candidato para ser kamikaze en el complot contra Vizcarra que él, además porque se había ubicado como titular de la Comisión de Fiscalización del Congreso. Un detalle importante es que la tarea de defensa legal de Edgard Alarcón en su proceso de destitución como Contralor en 2017, fue asumida por Humberto Abanto, abogado aprista del cogollo de Alan García, que también ha defendido a varios implicados en el caso Lava Jato.
Sin embargo, es difícil creer que los chuponeos al presidente hayan sido hechos por Alarcón en esta oportunidad. Hace tiempo que desde la prensa ligada a la ultra derecha peruana se venían buscando datos que comprometan al presidente en algún acto ilícito que derive en vacancia. Basta con revisar los titulares de Expreso o La Razón. Que Vizcarra haya deshecho a la mayoría Fujiaprista del Congreso electo en 2016 lo puso en la mira de estos sectores de modo permanente. Lo que no imaginábamos era hasta dónde llegarían.
El tema del Hospital de Moquegua fue levantado varias veces por estos medios, al igual que el caso de los contratos de su cuñado y otros temas que o eran archivados o no comprometían tanto al presidente. Al final solo quedó como algo con filo, el caso del cantante Richard Cisneros, alias “Richard Swing” favorecido con contratos en el Ministerio de Cultura. Sin embargo, esto ya estaba muriendo, pues Swing no aportó información comprometedora cuando fue llamado a declarar al Congreso. La coartada “narcisista” de Cisneros lo hacía ver como un personaje díscolo, un loquito que en todo momento señalaba que era gracias a su gran inteligencia su vínculo con el Ministerio de Cultura.
Por eso fue necesaria la cooptación de Karem Roca, integrante del círculo de “los moqueguanos”, el primer círculo de confianza del presidente Vizcarra, para revivir el caso Swing. No es descabellado pensar que corrió mucho dinero allí y la promesa para Roca de salir bien librada del asunto, pero eso lo verá la Fiscalía.
Lo cierto es que se le cooptó aprovechando los conflictos internos ya existentes entre ella y otros miembros de aquel círculo. La inflexión se produjo cuando el caso Swing salió a los medios. Una pista es la última declaración de Roca en el Congreso el viernes 10 de septiembre. Luego de que Richard Cisneros la acusara directamente de ser la responsable de las grabaciones y su filtración, ella lo negó ante Alarcón y deslizó que la Marina de Guerra del Perú sería la responsable del chuponeo y de la grabación de sus conversaciones con el presidente Vizcarra. La reacción de la Marina fue inmediata a través de un comunicado público en el que anuncian acciones legales contra Roca.
Comunicado de la Marina de Guerra del Perú
Respecto de esta grave acusación hay dos hipótesis. La primera es que se trata de un ajuste de cuentas de parte de los militares en retiro que participaron en este complot contra Vizcarra. Un mensaje vía Karem Roca al Comandante General de la Marina, Fernando Cerdán, quien habría decidido no apoyar la asonada golpista. De hecho, fue el propio Cerdán el que avisó al ministro de Defensa, general (r) Jorge Chávez, sobre la llamada que le había hecho el presidente del Congreso. Esto se puede ver con detalle en la nota antes citada de IDL Reporteros. De ahí que Roca dejó entre ver algo absurdo como que un centro del chuponeo de la Marina funcionaría en la propia oficina presidencial.
La segunda hipótesis, que es la más alejada de la realidad, pero que se ha querido vender como verdad se centra en que La Marina estuvo comprometida y ayudó con las grabaciones. Pero luego al ver que no había futuro en la ofensiva de Montoya y Guibovich se desembarcó. Es decir, la Marina habría estado en este contubernio, pero se ha habría desmarcado a tiempo. Y por eso lo dejaron solo a Merino. Él tenía la plena confianza en la Marina, pero al fallar la operación se generó el rompan filas.
El presidente Vizcarra ha salido a aclarar sobre este punto que las declaraciones de su ya exasistente son falsas, en especial la alusión hecha contra la Marina. En todo caso, el eslabón más débil de esta cadena, Karem Roca aspiraría a ser colaboradora eficaz. Por eso los conspiradores pueden estar más cerca de la cárcel que de vacar a Vizcarra.
A pesar de la vacancia fallida, la mafia se ha rearticulado
Lo más importante es que a pesar de que se ha develado el complot y la vacancia ha devenido casi en imposible, el mando duro de la llamada mafia se ha rearticulado. Se trata de una nueva dirección de la ultra derecha que se consolida incluso tras la derrota en la vacancia.
La torpeza de Merino fue comunicarse prematuramente con las Fuerzas Armadas, buscando la foto con ellas. El tiro salió por atrás y ha significado una vergüenza absoluta que las Fuerzas Armadas tengan un manejo más apegado a las leyes que el propio presidente del Congreso. Las comandancias generales han reconocido y respetado la jefatura suprema en el Presidente de la República.
La comunicación de Guibovich al ministro de Defensa para negar la posibilidad de una conspiración, algo que el mismo ministro ha dado a conocer, fue un acto tardío. La operación, sea cualquiera que quería desmentir el congresista, devino en errática. El globo se pinchó y la vacancia parece muerta mucho antes de empezar. Lo más probable es que no se produzca la sesión del viernes 18. Es decir, Vizcarra no asistiría al Congreso y eso ha generado la protesta de Aníbal Quiroga, miembro de la Coordinadora Republicana, que en su artículo “Quien a hierro mata, la vacancia” del 12 de septiembre escribió:
…Quizás confiado en eso, el Presidente Vizcarra desista de ir al Congreso a hacer su defensa y, quizás, ni siquiera acredite abogado alguno para que lo haga en su representación. Total, está lleno de frases huecas, falsas muestras de valor y promesas no cumplidas. Así que eso de que “aquí estoy” si vienen por mí, “yo no me corro”, “No me van a doblegar” y “pondré el pecho” para afrontar las responsabilidades políticas del caso, está aún por verse. Dime de qué te jactas, y te diré qué te falta, reza el dicho popular. Suelen ser bravatas para la tribuna. Por su propia personalidad y temores, no parece que tenga mucho interés de enfrentar al pleno del Congreso con su defensa. En todo caso, pago por ver.
Más parece un lamento por el pan que se quema antes de entrar al horno que la opinión de uno de los abogados “constitucionalistas” caserito de los medios de comunicación cada vez que se agudiza la crisis de régimen que vivimos desde hace años. Ni qué decir sobre que Quiroga es uno de los abogados que va a representar al Congreso en la demanda competencial que hoy ha interpuesto el Ejecutivo.
No podemos dejar de mencionar a personajes como Antauro Humala, que según fuentes de UPP, sostuvo reuniones con varios protagonistas de la vacancia como el congresista Jim Mamani quien redactó la moción que fue aprobada el viernes último. Asimismo, con el congresista José Vega Antonio y con el propio Edgar Alarcón, comprometiendo a la bancada de UPP por entero. Esta es la bancada que más dificultades tendrá para desmarcarse de la vacancia como ya lo ha hecho APP con el comunicado de su líder César Acuña, o el intento de Podemos con el comunicado de Daniel Urresti. Los medios de comunicación también empezaron a desembarcarse de una posible vacancia luego de la nota de IDL y de la conferencia de prensa del premier.
La vacancia ya venía herida de muerte con la declaración a la prensa de Richard Cisneros el viernes 11 de septiembre. La moción que la sustentaba no pudo ser votada de inmediato como se había planificado y tuvo que esperar hasta la tarde de ese día alcanzando 65 votos a favor, 37 en contra, 24 abstenciones y 5 no presentes. El problema era que sus promotores esperaban más de 90 votos hasta que Richard Cisneros con sus declaraciones desinfló la ofensiva al declarar que todo lo afirmado en el tercer audio era falso y que los asesores de Alarcón y Merino lo habían visitado en varias ocasiones para generar la ofensiva contra Vizcarra.
El resultado de la votación alejaba a Vizcarra del peligro de ser vacado, pues bastaba sumar solo 7 votos más a los votos en contra de la moción para que fuera imposible completar los 87 requeridos y vacar al presidente. Esos 7 votos podrían haber venido del FREPAP, que se abstuvo en la moción, pero por la declaración de sus voceros, se sabía que votarían en contra después.
Más allá de los números ¿cuál es el sentido político de lo que ha pasado?
En primer lugar, será el congreso el que más costos pagará. Todas sus medidas progresistas se han embarrado, y ha roto la conexión que había construido con algún sector de la población. Las bancadas van a entrar en una crisis profunda, en especial Acción Popular. Las excepciones son el Frepap, el Frente Amplio y el Partido Morado.
Pero no solo eso. Se han abierto mejores condiciones para la lucha democrática. Nuevamente se ha puesto en agenda la amenaza de la mafia y este eje podrá devenir en fundamental nuevamente.
Se ha producido un parteaguas. Un hito de un antes y un después con lo que el 12 de septiembre reveló Gustavo Gorriti en IDL Reporteros: un golpe cívico militar en marcha bajo el manto del tema de Richard Swing, con la cabeza de turco de Alarcón.
Este parteaguas nos lleva a otra situación. Las fuerzas unidas para la vacancia ya no existen. Se está produciendo en este momento una total dispersión. Se van a producir retiros de firmas, más pronunciamiento de partidos desmarcándose del asunto. Mociones como las que planteó el Partido Morado de reconsiderar la moción de vacancia. Es imposible que Merino y Guibovich mantenga el proceso de vacancia.
En lo político, la declaración hecha por la líder de la izquierda, Verónika Mendoza, desmarcándose de la clase política, rechazando la vacancia y poniendo agenda, ha sembrado una semilla que puede ser potente porque lo que viene ahora es el desprestigio de los partidos del Congreso que se entroncaron con el golpe disfrazado de vacancia y van a pagar un alto costo. Se ha regalado un escenario hacia el centro izquierda que podría ser construido por Verónika Mendoza, el Frente Amplio, el Partido Morado y el Frepap. Veremos.
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