Los expertos militares y en política exterior de todo el mundo, incluyendo los de Estados Unidos y Europa coinciden, según los últimos informes de inteligencia y simulaciones de guerra, en que, desde ahora, y más aún según pase el tiempo, resulta imposible para los EEUU contener por sí solos el crecimiento y poder de China, razón por la cual la potencia hegemónica en declive requiere establecer alianzas con socios de la región, o con presencia en la región asiática, que puedan sumar sus fuerzas y recursos con los de USA para ejercer una efectiva contención de la imparable importancia geopolítica, económica y militar del gigante asiático. De momento cobran fuerza dos manifestaciones de esta política, por un lado la alianza de espionaje e inteligencia de los 5 ojos, y por otra parte la liga “defensiva” conocida como QUAD (4) contra la amenaza de las excesivas ambiciones chinas en el Indo-Pacifico, según lo describen en el Pentágono.

La red de los 5 ojos, está íntegramente conformada por la anglósfera, el grupo de naciones de la que forman parte el Reino Unido y sus herederos imperiales de las antiguas colonias de poblamiento, es decir: Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, los cuales comparten una visión de mundo imperialista, y por lo tanto representan los socios más confiables que puede tener EEUU, y la confianza es el factor fundamental cuando se trata de inteligencia y espionaje; los 5 ojos se proponen vigilar los movimientos de China, descubrir sus secretos de estado, encontrar sus debilidades defensivas y explotar al máximo esta información para debilitar, o al menos retrasar lo más posible el crecimiento chino; esta red aplicará todos los métodos legales e ilegales, oficiales y confidenciales para injerir, sabotear, provocar crisis internas, promover insurgencias, secesionismos y la exacerbación de los conflictos fronterizos.

El QUAD por su parte se describe como una liga, evitan llamarse alianza para no asimilarse a una OTAN Asiática, de naciones preocupadas por la amenaza que representa China para su seguridad nacional y la estabilidad de la región y el orden mundial unipolar, occidental y norte céntrico, que ellos disfrazan con los eufemísticos nombres del mundo libre, o las democracias civilizadas del mundo; en esta liga están los EEUU, Australia, Japón y la India, que representan 4 brazos armados y peligrosos para apuntar al dragón chino, y no es poca cosa si se toma en cuenta que los estadounidenses son la primera potencia militar, y los indios la cuarta según el Global Fire Power, y que los japoneses han abandonado de facto su doctrina militar de autodefensa y están incrementando seriamente su poder en mar y aire, que son los dos escenarios más importantes en la confrontación con los chinos.

El propósito de esta liga es el de disuadir y contener el creciente e indetenible avance del poder militar de China, que actualmente posee un impresionante complejo industrial militar, no solo en términos de cantidad, sino también de calidad con las ventajas tecnológicas alcanzadas en las últimas décadas de desarrollo chino; la armada china ya es la más grande del mundo por número de barcos y la más moderna por tiempo de servicio de sus unidades, perdiendo solo por tonelaje total frente a la flota de USA; sume a ello que la construcción naval militar de los chinos produce a ritmos inigualables naves de todos los rangos, incluyendo las de primer rango como los destructores, de los cuales solo el año pasado se culminaron 10 de los más modernos y poderosos del mundo; lo que realmente le preocupa a EEUU es que de continuar esta tendencia, la flota china muy pronto será la más grande y poderosa de todo el mundo, con el agravante, que implica que todo ese poder está concentrado cerca de la nación asiática en defensa de sus intereses, mientras que la flota estadounidense se encuentra dispersa por todo el mundo empeñada en su papel intervencionista de gendarme mundial.

China, caracterizada por su paciencia estratégica en política exterior ya se siente acosada con descaro por los Estados Unidos y sus aliados, y ante la escalada indetenible de presión en su contra, ya está cambiando el tono de sus discursos oficiales y marcando líneas rojas contra la intromisión en sus asuntos internos como los de Hong Kong y Taiwán, poniendo en preparación máxima sus fuerzas armadas y advirtiendo que puede arrancar los ojos a quien interfiera en su soberanía, en cuyo caso no les importará si son 5 o más ojos o en que cabeza estén; aun no amenazan los chinos con cortar los brazos que se levanten en su contra, pero si han dicho con claridad y firmeza que no buscan una confrontación pero que se defenderán con toda la contundencia del caso.

Por otro lado, aparte de su poder duro para disuadir a sus acosadores, los chinos se mueven con su poder suave, y a través de relaciones comerciales bilaterales y alianzas de negocios están conquistando y penetrando con profundidad en la región, incluyendo a algunos miembros de los ojos y los brazos, como Australia y Japón en el RECEP recientemente conformado; finalmente si la presión llega a niveles intolerables, a los chinos no les quedará otra que considerar estrechar aún más sus relaciones con Rusia hasta el punto de crear una alianza de defensa en toda regla o acuerdos de cooperación tecnológica o construcción conjunta para fortalecer mutuamente sus debilidades particulares apoyados en sus fortalezas reciprocas; todo ello hace pensar que los movimientos estadounidenses podrán retrasar el avance pero no contener el ascenso del dragón.

Pltgo. MSc. Oswaldo Espinoza

Docente/investigador UBV-CEPEC. Investigador asociado del CIM.

Especialización en Epistemologías del Sur de Universidad Sur-Sur (CLACSO/CES/FLACSO).

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