Los siguientes peldaños de la paz

10/11/2013
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Estamos ingresando a una zona de mucha efervescencia política. El Presidente Santos debe anunciar en los próximos días su decisión de aspirar a la reelección por otros cuatro años y explicitar su estrategia electoral para vencer los adversarios que ya han oficializado sus planes de movilización.
 
Son cuatro las jornadas electorales que ocurrirán en los meses siguientes. Las legislativas de marzo, dos presidenciales en mayo y las territoriales del 2015, que serán acompañadas por varios referendos tal como lo autoriza la reforma de la ley estatutaria sobre participación que el Congreso aprobó recientemente (63 de Cámara y 73 de Senado, Gaceta del Congreso 847).
 
El tema central de la campaña política será la paz, pero igualmente la lucha contra la corrupción, el clientelismo y la degradación politiquera que protagoniza la dirigencia parlamentaria tradicional, serán puntos de mucha trascendencia.
 
La superación del conflicto armado interno mediante un acuerdo entre el Estado y las guerrillas parece ser irreversible, es muy probable que en los meses venideros se suscriban más documentos parciales como el que se acaba de formalizar en el tema de la participación política y los derechos de la oposición.
 
Por supuesto, todo dependerá de la voluntad política de las delegaciones y de los pasos que dé el gobierno para hacer efectivos los puntos consensuados y superar el escepticismo de varios sectores que ven con desconfianza las inconsistencias oficiales en el tema de la paz y la eliminación de la violencia.
 
En ese sentido la fórmula establecida en el Acuerdo especial de La Habana en noviembre del 2012 determina que "nada estará acordado hasta que todo este acordado". Principio nodal para todo el sistema general de garantías en el cumplimiento de lo que eventualmente se firme.
 
El modelo de negociación pactado no es tan simple como a primera vista se insinúa. Tiene sus complejidades y es preciso procurar una relación muy equilibrada, simultánea, entre cada plano temático.
 
Los peldaños siguientes en los diálogos están referidos a temas como los cultivos de coca, las victimas, la finalización del conflicto, la implementación de los acuerdos y la refrendación de los mismos.
 
El punto de los cultivos ilícitos no presenta complicaciones para que se suscriba rápidamente una texto sobre el programa de sustitución de cultivos ilícitos; los planes integrales de participación de las comunidades en el diseño, ejecución, y evaluación de los programas de sustitución y recuperación ambiental de las áreas afectadas por los cultivos ilícitos.
 
El tema de las víctimas es mucho más desafiante. Incorpora asuntos como los Derechos Humanos y la verdad sobre las víctimas del conflicto armado en que el Estado tiene una enorme responsabilidad junto con sus Fuerzas Armadas y policiales, que se intenta omitir mediante la manipulación de los hechos y el desconocimiento de las culpas institucionales.
 
El fin del conflicto, punto tercero, tendrá repercusiones en los tiempos de los diálogos, pues la firma del Acuerdo final inicia el proceso de paz (llamado por algunos como post conflicto), el cual debe desarrollarse en un tiempo adecuado acordado por las partes, que en otros casos internacionales ha durado hasta 120 meses como en Irlanda del Norte. Se trata de algo integral y simultaneo que implica: i) cese al fuego y de hostilidades, bilateral y definitivo; ii) dejación de armas. Reincorporación de las FARC-EP a la vida civil –en lo económico, lo social y lo político–, de acuerdo a sus intereses; iii) revisión por parte del Gobierno Nacional de la situación de las personas privadas, procesadas o condenadas por pertenecer o colaborar con las FARC-EP; iv) en forma paralela el Gobierno Nacional intensificará el combate para acabar las organizaciones criminales y sus redes de apoyo, incluyendo la lucha contra la corrupción y la impunidad, en particular contra cualquier organización responsable de homicidios y masacres o que atente contra defensores de DDHH, movimientos sociales o movimientos políticos; v) el gobierno nacional revisará y hará las reformas y los ajustes institucionales (reforma del Estado) necesarios para hacer frente a los retos de la construcción de la paz; vi) garantías de seguridad; vii) En el marco de lo establecido en el punto quinto (Víctimas) de este acuerdo, se esclarecerá, entre otros, el fenómeno del paramilitarismo que sigue vigente con las Bacrim.
 
Un tema más grueso es el de la implementación, verificación y refrendación, con los sentidos que las partes tengan de tales materias.
 
 El Acuerdo especial de La Habana dice que la firma del acuerdo final da inicio a la implementación de todos los puntos acordados, con mecanismos de materialización y verificación; sistemas de implementación, dando especial atención a las regiones; conformación de una Comisión de seguimiento y verificación; adopción de unos Mecanismos de resolución de diferencias, mecanismos que tendrán capacidad y poder de ejecución y estarán conformadas por representantes de las partes y de la sociedad civil, según el caso; acompañamiento internacional; cronograma; presupuesto; herramienta de difusión y comunicación; y el mecanismos de refrendación de los acuerdos.
 
El tema de la dejación de las armas será un elemento muy complicado que requiere de la operación muy precisa de los principios de simultaneidad y gradualidad para garantizar de esa manera que las medidas agrarias, políticas y de seguridad estén en plena marcha evitando un engaño de las facciones dominantes empeñadas en conservar el modelo neoliberal en su actual generación extractivista y el sistema político clientelar de corrupción y despojo del Estado. Es preciso que la paz con justicia social sea una realidad que le permita al pueblo superar las condiciones de explotación y pobreza en que se debate en la actualidad. Que la paz devenga en un marco democrático de autentica participación de los movimientos sociales populares. De lo contrario asistiremos una descomunal frustración colectiva que es preciso prevenir oportunamente.
 
Horacio Duque
Licenciado en Ciencias Sociales e Historia de la Universidad del Quindío (Armenia, Colombia); autor de varios libros y artículos sobre historia y política colombiana.
 
 
 
 
 
https://www.alainet.org/fr/node/80758
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