Globalización y consumo: una mirada desde la educación superior.

04/04/2003
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Introducción Ser educador en estos tiempos, se convierte en un desafío cada vez mayor ante la creciente magnitud de los problemas que nos propone el mundo actual. El ser educador, nos enfrenta, nos exige, que nuestras palabras, nuestros gestos, nuestra obra, se consagren como verdadero cumplimiento de nuestra vocación, a expresar la angustia, el peligro, la incertidumbre, pero también la esperanza, el coraje y la abnegación a la humanidad. Nuestro contexto nos invita a abordar diversas problemáticas humanas, en esta ocasión, se abordará el cómo, porqué y para qué abordar el tema del consumismo en la formación del recurso humano en salud, sobre todo en el educador en salud, especialmente en la formación del nutriólogo, lo anterior, bajo la modalidad del eminente proyecto neoliberal, dentro del carácter global, que conlleva a cambios profundos, no solo en la política económica, sino también en la política social y en particular en la sanitaria, en donde figura la alimentación del ser humano, como base de todo este proceso. Es indispensable, en el proceso educativo proporcionar líneas de pensamiento, que en lugar de tratar de negar el riesgo que enfrenta la sociedad, estimule a hombres y mujeres en formación a asumirlo. Por otro lado, debemos considerar que nos guste o no, el neoliberalismo, nos ha puesto a todos en la misma lata. El intercambio comercial entre fuertes y débiles crece a pesar de todo, por lo tanto es necesario reflexionar, sobre todo esto, de manera que los educandos, comiencen a reflexionar sobre su papel en la sociedad. Estructura y fundamento: En las últimas décadas, se han observado importantes cambios de conducta, estilo y hábitos en el consumo de alimentos, lo cual ha modificado el panorama nutricional de la población. Ello ha contribuido a la gran "emergencia", de nuevos problemas de salud relacionados con la nutrición; lo anterior adquiere una gran relevancia en el perfil epidemiológico de enfermedades, crónicas-degenerativas no trasmisibles , entre las que destacan: la obesidad, la hipertensión y la diabetes. Lo anterior, llama la atención, sobre todo en su gran incidencia a nivel mundial, como lo exponen diversos informes de salud pública de diferentes países, lo cual es altamente preocupante en especial, en los países en desarrollo, en donde ya de por si los sistemas de salud, no responden a las grandes demandas, de las poblaciones. Lo anterior adquiere un panorama verdaderamente, "terrorífico", si lo asociamos con el fenómeno globalizante, que lleva a grados de deshumanización, desconcierto e inconsciencia en el impacto que tiene tal despersonalización de la alimentación y por lo tanto de la salud, de los individuos. Por otra parte cuando se habla de globalización, se hace referencia en especial, a aspectos políticos y económicos en la población, pero en realidad, los efectos incluyen, todos los aspectos del ser humano, desde los mencionados hasta cuestiones tan vitales como la salud y la alimentación, pilares básicos en el bienestar humano. El mundo actual, se ve invadido por formas de producción y consumo, así como de amenazas al deterioro incontenible de los recursos naturales y el avance de la pobreza, entre otros, sin embargo se hace referencia al nuevo fenómeno que prácticamente se ha convertido en nuevo paradigma, para los países en desarrollo: la globalización. Por todo esto se intentará, en el transcurso de este trabajo, plasmar reflexiones y planteamientos integrales, dirigidos a esta gran temática y los elementos que la componen, apoyándonos en investigaciones, análisis y conjeturas propias, tratando de mantener una visión de la realidad, como un todo. En otras palabras se busca, sortear el aislamiento de diferentes disciplinas que tratan este mismo tema, para lograr una influencia mutua, y así arribar a una respuesta conjunta. Llegando de esta forma a la verdadera comunicación, entre nuestras diferentes especialidades, tomando como tema principal, al consumo-salud- alimentación. Hablando globalizadamente. Cómo ya se comentó, adentrarnos en el tema del consumismo y la globalización, implica introducirnos en otras disciplinas, que a veces consideramos erróneamente que no tienen nada que ver con la nuestra, y no se diga cuando hablamos de costumbres o de salud, por lo tanto a continuación abordaremos la globalización desde un marco de referencia que nos llevará a concebir el tema en forma integral y de esta manera, tal vez tengamos mas elementos para poder actuar, en determinado momento, desde nuestras trincheras educativas. Vivimos en un mundo marcado por la globalización, entendida como el proceso de acercamiento e integración de culturas, naciones y estados. Partiendo de estos elementos, podríamos decir que este proceso en realidad se ha dado, a lo largo de la historia de la humanidad, por supuesto que con diferencias en intensidad y velocidad. Este proceso tiene hoy dos características básicas: la extensión y la velocidad, con que se desarrolla, como consecuencia, de la revolución científica-técnica y el desarrollo de las comunicaciones y por supuesto la profundización de la relación asimétrica entre dominados y dominadores, que lo caracteriza y que ha contribuido a incrementar las desigualdades de la sociedad contemporánea. El incremento sustancial del grado de mundialización, se manifiesta en un mayor nivel de intercambio comercial, financiero, productivo y tecnológico y en nuevas y más profundas formas de relaciones y comunicación, lo cual se ha caracterizado por las políticas de apertura y liberalización en los países dependientes, para una mayor inserción y expansión del capitalismo central. A nivel económico, el mundo se ha convertido en la principal "unidad operativa", para el capital financiero y las empresas trasnacionales, produciendo cuantiosos beneficios, injustamente distribuidos. La globalización financiera y la falta de regulación, permite grandes movimientos de capital, especulativo en forma instantánea, en desmedro de su orientación hacia la producción y aumentando la vulnerabilidad de nuestras economías nacionales. El desarrollo de las fuerzas productivas ha llevado al sistema capitalista, ha una nueva fase de "capitalismo global" en la que se persigue mediante la recomposición de la tasa de plusvalía, el alza de la tasa de ganancia, mediante la reconvención tecnológica, en especial el los países desarrollados y un deterioro en las condiciones de trabajo a nivel global, de los países dependientes. El pensamiento neoliberal, se ha apropiado de la globalización a nivel ideológico, imponiendo su modelo y pretendiendo consagrarlo, como el único posible. Por otro lado hay suficiente documentación que demuestra, el carácter esencialmente injusto de este fenómeno. Crecientes desigualdades entre países ricos y pobres; concentración del desarrollo económico en escasas áreas del planeta y en pocas manos, mientras al mismo tiempo grandes regiones, padecen hambre y carencias sanitarias y educativas elementales; enormes diferencias sociales, incapacidad de erradicar la pobreza, etc. La sociedad del consumo. En este mundo se "superabundancia", a menudo se produce una doble paradoja, por una parte muchas personas que tienen acceso a cuantiosos bienes, jamás se sienten satisfechos, y por otra parte existen seres humanos, que no pueden satisfacer las necesidades mas elementales. Dentro de este "exceso de bienes", encontramos el consumo, pero definido no solo por el acceso a los alimentos que se ingieren, ni por la ropa, ni por la sustancia oral y visual de la imágenes y de los mensajes, sino por la organización de todo esto; es decir en realidad quien ha sido consumido en este caso es el propio ser humano. El consumo, absorbió al ser humano en la carrera por el nivel de vida, al acosarlo de imágenes e de información "chatarra", en otras palabras lo conduce al vacío, a la nada, basándose por lo general en lo físico de las cosas, en las apariencias, en cosas superfluas. La sociedad del "bienestar", ha generado una especie de desolación. La era del consumo liquidó el valor y la existencia de las costumbres y tradiciones, produciendo una cultura no nacional, sino internacional basada en necesidades ajenas al individuo, en otras palabras arrancó al individuo de su tierra natal y de su estabilidad. Así se manifiesta el fenómeno globalizante, entre otras formas. En realidad, lo que se consume son, signos e imágenes de los objetos, es decir, hablando en el lenguajes de los comunicadores, son significaciones que se introducen desde afuera, en las cosas reales. Hablar de la sociedad del consumo, es sostener que el consumo ha derivado en consumismo, es decir, en exaltación, exageración e hipervaloración mitificante. Es conocer que mas allá de la necesidad de satisfacer la aspiración a una vida mas confortable; se vive socialmente una ansiedad por poseer cada vez mas. Lo contrario de todo esto, es que la compulsión trae una especie de desvalorización, del objeto, que una vez alcanzado ya no interesa tanto, como el que aún no se posee; quizá esta característica de "sed insaciable", que muestra el consumidor, sea lo que lo hace sentir permanentemente insatisfecho y por lo tanto es lo que da vida al consumismo, en otras palabras es la zanahoria del consumo. El consumo y la alimentación En este apartado, nos detendremos brevemente en las consecuencias que puede tener este entorno en la alimentación del individuo y por lo tanto en su salud incluyendo la situación de dichos servicios de salud. Hoy en día se vive una realidad, determinada por la compulsión al consumo; en presencia de la globalización, como un proceso totalizante que pasa por encima de las necesidades básicas del individuo afectando drásticamente su salud. Por un lado, el avance tecnológico en salud deviene como productor y producto de consumo, por lo que hay que considerar que como factor de producción, no siempre generará salud, en ocasiones puede generar enfermedad, por lo cual los profesionales de salud y sus posibilidades terapéuticas pasan a ser objetos de consumo. Por otro lado los medios de comunicación, figuran en esta plataforma globalizante mas como vehículos de marketing que de información, viviéndose encerrados en un mercado y no en una sociedad. De ahí que la sociedad de consumo, consiste en una forma de consumir, impuesta por el sistema capitalista de producción, que se extiende en todo el planeta. El modo de producción capitalista, produce desde cocacola, hasta jets para uso privado, por supuesto que este último producto no se intentaran vender, a indios, tzetzales o tarahumaras, o a los habitantes de zonas marginadas, pero si volcarán sus esfuerzos para que los niños de estos lugares, consuman cocacola en vez de leche; sin profundizar al respecto podemos advertir que la promoción de alimentos hipercalóricos, dirigidos principalmente a escolares y adolescentes, así como los productos dirigidos a personas sometidas a los absolutistas dictados de la dieta hipocalórica, se encuentran relacionadas con los patrones de belleza corporal y por supuesto aunque no se hable de ello, van de la mano con cambios de conducta, estilos de vida y hábitos de consumo poco saludables, modificando con ello, el panorama nutricional de la población y dando como resultado a nuevos problemas de salud, realcionados con la forma de alimentarnos. Son varios, los problemas, de salud, que actualmente se presentan, como la diabetes, la hipertensión, la obesidad, la anorexia, la bulimia, el cáncer, etc. Dentro de la gravedad de esta situación, podemos distinguir un estrago mas: los problemas mencionados los encontramos ya, en niños y jóvenes. En temas d nutrición y salud, bajo la modalidad globalizante, encontramos también que establece la exclusión de la alimentación autóctona, natural, tradicional y popular; determina y promueve, un tipo de alimentación en general industrializada o procesada o una alimentación "occidentalizada" por decirlo así, como la única válida y esto puede constatarse, tanto en los altos índices de consumo de alimentos, con poca calidad nutritiva así como por la sofisticación de los medios y métodos de de promoción de los productos, que por cierto también elevan constantemente los costos. Lo mismo ocurre, con los servicios de salud, la alta tecnología, de los métodos de tratamiento aumentan los precios de la atención, reduciendo por lo tanto el número de pacientes al que se le prestará el servicio, lo cual tampoco garantiza mejor calidad de vida para ellos y además excluye de los servicios básicos de salud, a las grandes mayorías, dando lugar también a una deshumanización de la relación medico-paciente, todo esto también acarrea una modificación del lenguaje llamándose hoy, prestador de servicio, usuario o afiliado. Por otro lado, las políticas de ajuste estructurales, han creado un alto desempleo y han dejado a luna gran parte de la población sin acceso a los servicios de salud. En la situación que se acaba de describir, encontramos la negación de la salud situándonos en un mundo actual, cuyas políticas, promueven una cultura de negación y muerte. El consumismo como sustituto de lo básico. La sociedad moderna actual, se encuentra cimentada en el consumo o mejor dicho en el consumismo ( generador, del beneficio, como principal impulsor de la economía de mercado) que ofrece al ciudadano bienes excesivos y en muchos casos superfluos e innecesarios, a una razonable exigencia; siendo esto aplicable tanto a productos comestibles como de uso cotidiano, en este caso nos referiremos, en especial a los productos "alimenticios"; se crean y se estimulan nuevas necesidades, que distorsionan las legítimas, que no aspiran porque no son blanco de ganancias. Dentro de este panorama, se forma la cultura light, en el mercado, como un sustituto de productos básicos y sobre todo como un auténtico descubrimiento, que permite gozar de los placeres gastronómicos mas pecaminosos y calóricos, sobre todo para aquellas personas sometidas a los absolutistas dictados de la dieta hipocalórica; aquí, no importan, las costumbres, ni los medios económicos, ni el estado nutricional y mucho menos la salud; el propósito de la estrategia light, se encuentra económicamente bien definida sobre todas las cosas, incluso lo más sagrado: la vida. La globalización, como parte del neoliberalismo, nos conduce a una mentalidad superficial, respecto a la alimentación, al consumismo compulsivo, hacia la "necesidad" de utilizar la mayor cantidad de productos hipocaricos e hipercalóricos, según sea la situación, lo que lleva a pensar dentro del voraz consumo, que unas personas son mas que otras; cuando en verdad quienes han sido consumidos, son ellos, es decir los primeros que son atrozmente devorados, son los consumidores, pero no solo a través de conducirlos al consumo de productos de moda, sino que son atrapados, encarcelados, con todo y sus pensamientos; ya no actúan por ellos mismos, sino por las leyes dictadas por el consumo, el "apoderamiento", es tal, que el consumido, solo obedece ordenes de que comer, que vestir, que calzar, incluso sacrificando su propia salud, su propio, cuerpo. En pocas palabras, el neoliberalismo y la globalización, como parte de esta, inducen hacia el consumismo el cual se llena los bolsillos a costa de vaciar cerebros. Planteamientos desde nuestra trinchera educativa Teniendo en cuenta la presencia inminente del proceso globalizante, en nuestro medio, cualquiera que sea; en el estadio real y actual de la historia de la humanidad, tenemos la obligación y el derecho de plantearnos: ¿Cómo canalizar, nuestras acciones hacia la salud y la plenitud de la vida? ¿De que manera transformar, los efectos letales de la globalización en oportunidades positivas para la salud y el bienestar de todos?. Desde el ámbito universitario, en donde , tal vez los cambios tengan posibilidades de prosperaren los futuros profesionales, en este caso en salud y nutrición, no es posible continuar en el estado, de aceptar lo inaceptable, los docentes, deberíamos revelarnos, ante este contexto y educar para la transformación y no para la adaptación. En cambio, si solo aceptamos lo anterior y nos dejamos consumir, es muy probable que crezca, el hambre y la desolación en muchos estómagos y corazones humanos.
https://www.alainet.org/pt/node/107297
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