Coyuntura mundial y latinoamericana: el cristianismo desafiado
09/04/2004
- Opinión
P. José Comblin: Desde luego tengo el privilegio de poder
estar en Chile, en Santiago. Y bueno, puesto que no se cansan de
oírme... Me dieron un asunto muy amplio: "Coyuntura actual y los
desafíos al cristianismo". Claro que son muchos.
Empezaré evocando la SITUACIÓN DE LA COYUNTURA MUNDIAL, que
constituye la provocación para los cristianos. Vamos a partir de
la coyuntura mundial. En este inicio del siglo XXI hay dos hechos
fundamentales que van a orientar por lo menos la primera parte
del siglo y los dos hechos son: el primero, la supremacía de los
EE.UU. y el segundo la ascensión de China.
PRIMER HECHO: Predominio de los Estados Unidos.
Cada día se siente más la presión de todo el sistema
imperial. De tal modo que en el mundo de hoy los EE..UU. se
presentan como la figura histórica del cristianismo. Y se
preguntan en Asia, ¿dónde están los cristianos? Bueno, ahí están.
Los cristianos son representados por los Estados Unidos. Ellos
además no ocultan de ninguna manera que son "los cruzados", que
son "los enviados de Dios" para salvar a toda la humanidad. De
tal modo que allí para todos los cristianos hay un desafío (*1).
Para el resto del mundo, el cristianismo es la política actual de
los Estados Unidos.
Y entonces el cristianismo es guerra, violencia, lo arbitrario,
dominación cultural-económica. Es un retrato que para las
Iglesias cristianas y los fieles de las iglesias es un poco
perturbador. Esa es la lectura, esa es la figura, ese es el
retrato que nosotros damos. Y tampoco se manifiesta
suficientemente una distancia. O sea, cuando el Papa se declaró
contrario a la guerra de Irak, al día siguiente el Secretario de
Estado viene a desmentir lo que el Papa dijo, diciendo que eso no
cambiaba nada "la doctrina tradicional sobre la guerra justa". Es
decir, daba a entender que lo que el Papa había dicho no valía. O
sea continúa la política tradicional. Entonces, si no se
manifiesta claramente la distancia, o sea, el rechazo a esta
política de desarrollo de los EE.UU., eso va a comprometer mucho
la misión en el resto del mundo. Y en Asia de modo particular. Y
eso es un desafío (*2). Podemos tal vez pensar que para nosotros
quedará lejos Asia, a pesar que los de Chile son vecinos. Japón,
China, son los vecinos de Chile. Basta con caminar un poco por
las aguas y ya se llega allá. Pero a largo plazo es un desafío
grande, porque puede llegar el momento en que habrá que tomar
contacto con esas civilizaciones y entonces anunciarles el
evangelio a esas civilizaciones. Con la fama de ser los
participantes o los colaboradores, o los cómplices tácitos por lo
menos de los EE.UU., no es una situación muy favorable.
La misión desde el mundo musulmán ha sido imposible por causa de
la conquista de la tierra santa por los cruzados. Los cruzados
han ocupado Palestina y otras regiones de oriente, del Líbano y
ha sido así durante 250 años. En esos 250 años han hecho todas
las brutalidades posibles, de tal modo que 700 años después
todavía se acuerdan de los cruzados. Y a todos los occidentales
los consideran como los herederos de los cruzados. Los
continuadores de los cruzados. Eso crea una barrera. Y ahora
vienen los otros cruzados. Que vienen de nuevo a ocupar los
países. Bueno ahora las autoridades americanas dicen que van a
quedarse hasta el 2006 en Irak, en el 2006 dirán que se quedarán
hasta el 2010, y posteriormente dirán hasta el 2050, porque no se
ve como salir, no hay más salida. Y entonces eso es un desafío
muy grande. Por otro lado también está toda la cultura americana,
cuya penetración es siempre más ostensible y es muy distinta de
la tradición cristiana que viene de Europa con todas sus
limitaciones. Porque el tipo de capitalismo que creó toda la
sociedad americana es una novedad, o sea, tanto absolutismo,
tanta radicalidad en el individualismo. Eso cambia todo. Sin
embargo, en la tradición latinoamericana no hay tanto
individualismo, hay muchos tipos de relaciones sociales, de
compromisos sociales, no expresados necesariamente en las leyes,
pero en fin un espíritu de familia que atenúa mucho las
distinciones sociales. Ahora bien el individualismo extremo crea
un modo de vivir en el que todos los lazos sociales desaparecen,
incluso la misma familia. El último libro de Fukuyama, es muy
claro a este respecto pues da un retrato de todos los defectos y
todas las deficiencias y toda la destrucción humana producida por
el modelo americano. Era la persona que había anunciado que el
sistema americano era el fin del mundo y el fin de la historia y
el punto final. Y he aquí que ahora le reconoce todos los
defectos. Dice que el capitalismo americano es capaz de superar
eso, pero que mientras tanto está destruyendo la familia. Y
muestra largamente como está destruyendo la familia. En la
familia cada cual tiene su vida desde muy temprano, y cada cual
tiene su plan. Se encuentran muy poco, conversan muy poco, casi
nunca más comen juntos. En el mejor de los casos el domingo al
mediodía, pero se encuentran muy poco. La familia está en
disolución. Están en la casa y cada uno tiene su televisión, cada
cual tiene su carro, cada cual tiene su diversión, su programa de
educación, salud, de bienestar, en fin. LA BUSQUEDA DEL MEJOR
DESARROLLO DE CADA INDIVIDUO ES SIN CONTEMPLAR A LOS DEMÁS. ESO
CREA EN LA PRÁCTICA UNA DISOLUCIÓN DE LA FAMILIA. Hay una
disolución del otro y de las formas de convivencia con el otro.
No hay más compromisos de los unos con los otros. Cada cual tiene
la obligación de subir lo más posible, de ganar lo más posible,
de desarrollarse personalmente lo más posible, y esa es la única
obligación y es la diferencia definitiva. Eso entra ahora
abundantemente. Aun en la comida ya casi las nuevas generaciones
no comen más como las antiguas generaciones. Ahora todos los
métodos y todos los productos americanos, por contrarios a la
salud que sean, están dominando en toda la juventud y ésta se
entusiasma por el modo de comer, los big mack y un montón de
otras cosas, así como las bebidas y todo el tipo de diversiones
para los niños y de eso hay siempre más. Ahí entran las fiestas
americanas y lo tradicional va desapareciendo. La música, el
canto, la producción de espectáculos, el mismo tipo de shows,
todo eso es cultura americana que va penetrando y va conformando
la mentalidad.
Bien, eso es la civilización del individualismo extremo, eso es
un desafío(* 3)para las Iglesias. Claro que con eso triunfan las
iglesias individualistas. Es decir, los grandes predicadores
electrónicos, como se decía hace unos 20 años, esos triunfan. Y
todos los miembros del gobierno americano actual son todos
convertidos, son todos cristianos fanatizados por ese tipo de
pastores. O sea que les enseñaron una religión individual,
individualista y en la que el último criterio es el éxito
personal. Es una teología de la prosperidad, el que vence tiene
la señal de Dios; o sea la señal de la presencia de Dios es el
triunfo, es la victoria. Y esa mentalidad va penetrando. Entonces
el criterio último en toda conducta es el éxito, lo que tiene
éxito es bueno. Lo que fracasa es malo. Y es por eso que los
EE.UU. son buenos, porque justamente han vencido a todos los
adversarios. Incluso ahora ya puede prescindir de la colaboración
de otros países, y EE.UU. solo es capaz de solucionar todos los
problemas de la humanidad. Es un desafío para los cristianos,
¿cómo hacer para modificar y cambiar esa fisonomía? ¿Habrá otras
fuerzas en el cristianismo que tengan capacidad de desafiar ese
modelo de cristianismo que triunfa y como veremos que está
entrando, incluso dentro de las mismas liturgias?
SEGUNDO HECHO, es la ascensión de China.
No estaba prevista en esa forma hace 10 años y ni aún hace 5
años. Pero ahora los observadores están descubriendo que el ritmo
de crecimiento de China es tal que, si sigue así, en el 2030 la
economía China será igual a la norteamericana.
Si se junta en aquel tiempo con el Japón, con los tigres del
extremo oriente, Tailandia, Malasia, Singapur y otros, bueno,
supera de lejos a la economía norteamericana. A partir de ese
momento claro que la situación cambia, porque la superioridad del
mundo americano viene justamente del hecho de que todos compran
dólares, y entonces todos depositan su fortuna en los Estados
Unidos. Y que las elites intelectuales todas van a ponerse al
servicio de la civilización de los Estados Unidos, los mejores
diplomados, los formados en conocimientos científicos, todos van
allá. Y partir de ese momento, cuando deja de ser el número uno,
eso va a cambiar y ahí entonces desaparece la prosperidad. Y eso
es el desafío (* 4). ¿Por qué? ¿Cuál es la presencia del
cristianismo en China actualmente? ¿En qué estamos? En forma
general no preocupa mucho a las iglesias. Claro que hay la
dificultad de penetrar en China. Pero la cosa es poder penetrar
en el territorio y aprender a conocer su civilización, a conocer
sus costumbres, el modo de pensar, asimilar. Aprender a entender
por lo menos en primer lugar el modo de pensar de ese continente.
El está destinado a que es posible que en el 2030, - (yo no voy a
conocer eso pero varias personas aquí si van a conocer todavía
ese mundo el 2030) - puede que en ese momento China sea realmente
la referencia última. Si es potencia económica, será potencia
política y cultural también. Y la cultura china será invadir.
¿Cuál es la relación con el cristianismo? Hoy día muy poco. Hay
poco interés. E incluso por parte de las congregaciones
religiosas que son específicamente misioneras. Pero el Papa un
día dijo que Asia sería el desafío principal para la
evangelización. Pero después no pasó nada. No ha cambiado nada.
Habría que prepararse para poder enfrentar ese desafío y eso es a
largo plazo.
Se dirá, pero Chile es tan poco importante. ¡ No ! ¡Chile es el
vecino! Entonces ahí basta con cruzar el Pacífico y estamos en
China. Ahí el Pacífico ya es un océano de comunicación más
importante que el Atlántico. O sea ya hay más comercio entre la
parte occidental de Estados Unidos y China que entre Estados
Unidos y América Latina y Europa. Es un desafío a largo plazo.
Eso no es para mí. ¡ No ! Para mí no, ya no. Pero para los que
tienen menos de 50 años, bueno, van a vivir en un mundo que será
bien diferente al mundo actual.
COYUNTURA LATINOAMERICANA.-
Hoy día se puede verificar que las elites latinoamericanas
han escogido la integración dentro del sistema americano. O sea,
a pesar de las resistencias de los pueblos se nota que la elites
la quieren. Quieren integración económica, a pesar de todas las
limitaciones y de todo el mal que provoca, a pesar de la
desigualdad extraordinaria entre la economía de los EE.UU. y de
los países latinoamericanos, las elites quieren. Quieren las
dominaciones políticas de EE.UU. No tienen más sentido de
independencia. Para las elites latinoamericanas la independencia
ya no importa. ¡Es una palabra, es algo del pasado! Pero su
ambición es la integración con EE.UU. Están más felices cuando
viajan a Nueva York o cuando viajan a Miami que en su propio
país. Entonces ahí es una opción que no se ha podido impedir.
Aceptan la conducción económica del Fondo Monetario. Van a
aceptar ahora el ALCA. Y los chilenos ya se han adelantado, ya no
han esperado, tan impacientes para integrarse a los Estados
Unidos, tan impacientes que no han podido esperar el tratado del
ALCA y ya entraron.
Bueno, esto supone integración más fuerte todavía de toda la
cultura y civilización americana. Claro que para los más ricos,
bueno... más interesante pasar el fin de semana en Miami que en
Santiago, da más status.
Bien, frente a eso se nota que los pueblos no aceptan. O sea,
prácticamente todas las elecciones que se hicieron durante los
últimos 5 años fueron contrarias al Fondo Monetario
Internacional, al ALCA, es decir a toda la integración a los
EE.UU. Todas las elecciones fueron en contra, en Argentina, en
Bolivia, en Paraguay, en Perú, en el Ecuador, salvo... En Chile
no se como se puede interpretar, pues la resistencia en las
elecciones no se ha manifestado tan claramente. Pero en la
mayoría de los países latinoamericanos se sabe que cada vez que
los pueblos han podido manifestarse se han manifestado en contra.
Es decir NO ACEPTAN, pero tienen poca fuerza, ¿y entonces qué?
Las Iglesias podrían ser una fuerza más nacionalista, más
independentista, pero en los últimos años el sistema eclesiástico
está siempre más en alianza con las clases dirigentes. O sea hubo
un tiempo en que expresaban las aspiraciones populares, pero hoy
en día son muchos más reservadas, siguen un poco la política
vaticana que es ver lo que va a pasar, no comprometerse con nadie
demasiado... entonces siguen así. De todos modos prefieren no
meterse en esos problemas complicados, difíciles e incluso tratan
de ignorar lo que está pasando, ignorar justamente esa
integración. Bueno esa es una fisonomía global.
Ahora eclesialmente en la Iglesia católica... ( no voy a hablar
de las otras aunque muchas cosas que valen para la Iglesia
Católica también valen para las otras Iglesias históricas:
luteranos, metodistas, presbiterianos y anglicanos, pero de todos
modos no estoy tan capacitado para hablar de las otras
iglesias)... Yo creo que si se toma en cuenta la situación de
las Iglesias, hay una conciencia creciente de la distancia que
hay entre el cristianismo y las Iglesias. O sea, durante los
tiempos de cristiandad hasta hace 100 años en América Latina y en
muchas regiones en donde todavía está hasta hace 50 años, no se
daban cuenta del cambio. Pero ahora sí se dan cuenta del cambio.
Que la Iglesia católica ya no es la Nación, que la nación ya no
es católica. Muy bien, en aquel tiempo ahí se identificaba la
Iglesia con el cristianismo, ser cristiano era participar en todo
lo que decía y hacía la Iglesia. Participar de toda la visión del
mundo, toda la dogmática, toda la organización institucional, el
culto, sacramentos, los signos, las fiestas... En fin, el
conjunto de la sociedad era cristiano y no se hacía separación
entre cristianismo e Iglesia. Como no había ninguna posibilidad
de comparación, no había posibilidad de imaginar que podría haber
una distinción, que se podría pensar que la Iglesia católica no
es necesariamente cristiana, que no es necesariamente
representante calificado del cristianismo. Y lo que pasa en los
últimos años es que hay una conciencia creciente y esto se
manifiesta por ejemplo en la disminución de los que se dicen
cristianos. En Europa es mucho más fuerte, pero en América Latina
ya es una constante y disminuye el número de los que se dicen
católicos. ¿Eso significa un rechazo al cristianismo? Pocas veces
significa un rechazo al cristianismo. Es un rechazo al sistema
eclesiástico. Gran parte está en camino hacia la salida de la
Iglesia, porque ya casi no practica nada. Entonces los que
practican habitualmente son cada vez menos. No sé si han hecho
investigaciones en Chile, pero recientemente en Brasil hay muchas
investigaciones que muestran que en las grandes ciudades como Sao
Paulo y Rio hay 5 % de los católicos que participan de la misa, y
participan de los sacramentos. En algunas regiones , como en
Minas Gerais que se destaca como lo más católico, p. ej. Belo
Horizonte, hasta el 13% participan efectivamente. Pero hay otras
regiones como las grandes ciudades del nordeste que no se va más
allá de 2% ó 3%. ¿Y todo lo demás qué? ¿Rechazan el cristianismo?
No creo. No creo que dejan de participar en la Iglesia porque
dejan de aceptar el evangelio. O sea, que no acepten a
Jesucristo. Creo, que en general son pocos los casos así. Si se
apartan de la práctica religiosa es porque no se sienten más
atraídos por el sistema eclesiástico. En efecto, toda la
estructura de la iglesia que existe se presenta como cristiana,
pero en ella siempre más gente no reconoce el cristianismo. Y si
tantos han pasado en los últimos años a las iglesias
pentecostales son fenómenos que algunos presentan como el
fenómeno religioso fundamental del siglo XX. Es decir, cientos de
millones de cristianos católicos, evangélicos, anglicanos, todos
han pasado a las iglesias pentecostales.
Ahora bien, globalmente, ¿qué pasa? ¿Qué es lo que puede ser
motivo de atracción y seducción en estas iglesias? Creo que
fundamentalmente porque es un cristianismo simplificado. Reducido
a lo central. Ya no hay jerarquías, no hay derecho canónico, no
hay sacramento, no hay dogmas, no hay nada. No hay nada más que
el núcleo central y que "es la confianza en Jesús". Que Jesús
está salvando, que Jesús está salvando nuestra vida, que nos da
la energía por su Espíritu, o sea, es un cristianismo que ha
evacuado todo el sistema institucional creado durante 1500 años
desde Constantino. Pero es una señal. Entonces todos estos no han
dejado a la Iglesia católica por rechazar el evangelio, sino más
bien para encontrar al evangelio. No porque rechazaran a Jesús,
sino mas bien porque ahí encontraron a Jesús. Y todo este sistema
eclesiástico institucional era para ellos una barrera, de tal
manera que justamente ocultaba el cristianismo. La Iglesia se
define a sí misma como anunciadora del evangelio, pero en la
práctica puede ser justamente el obstáculo para el evangelio, lo
que impide. Y esa conciencia está cada año aumentando, está
creciendo en el mundo cristiano tradicional global. Cada año hay
más gente que se aparta de las Iglesias institucionales, no
porque rechazan el cristianismo, sino porque no aceptan más el
sistema eclesiástico. Y frente a eso , lo que ha sucedido en los
últimos 25 años es que la institución se ha puesto todavía más
rígida, más dura, más exigente. Más verdades que si no son dogmas
son casi dogmas, como el hecho de que un sacerdote tenga que ser
de sexo masculino. No es verdad definida en forma infalible, pero
el Cardenal Ratzinger dijo que es casi como fuera infalible. O
sea, aumentan los dogmas. Los sacramentos quedan iguales. Y se
han obstaculizado en toda la Iglesia todos los elementos, toda
tentativa de renovar y hacer más comunicativa la liturgia. No, se
vuelve a lo antiguo, a lo tradicional, lo de siempre. O sea una
liturgia que no comunica nada, pero se hace para cumplir. Y
entonces tenemos una adhesión a la Iglesia que es para cumplir.
Bueno, esto ha sido la característica de este pontificado: un
mayor rigor en todo. Más endurecimiento en todos los aspectos. Y
eso en el momento en que globalmente todo el mundo occidental
justamente denuncia eso y se opone y rechaza este sistema, porque
busca un evangelio libre de todo ese sistema. Bueno es un
desafío(* 5). Es un desafío grande. Muchos no quieren abrir los
ojos, no quieren ver, no quieren interpretar el fenómeno
pentecostal por ejemplo. Pero si usted ve una persona que era
católica. Y durante 40 años no hizo nunca nada. Ahora se hace
pentecostal, de la asamblea de Dios o similares, y en una semana
empieza a ser evangelizador, a hablar y a discutir, a
manifestarse. Es evidente que ahí pasó de un estado en que el
cristianismo casi no era consciente a un momento de cristianismo
consciente activo, productivo, fecundo, ¡eso es algo positivo!
Un día en una entrevista le preguntaron a don José Maria Pires,
que fue mi obispo durante tantos años en Joao Pessoa,"¿qué
pensaba él de los movimientos pentecostales?" Y dijo: "ellos
hacen lo que nosotros no hacemos. Gracias a Dios existen, porque
hacen lo que nosotros no hacemos". O sea, ellos han podido
traducir el cristianismo en una forma aceptable para grandes
masas populares y nosotros nos contentamos con reproducir lo de
siempre. Entonces teológicamente ahí hay que enunciar que el
cristianismo es una cosa y de la misma historia del cristianismo
nacen culturas cristianas y así se encarna el cristianismo en
culturas. Y todo lo que nosotros tenemos, todas las formas
dogmáticas, sacramentos, todo eso, es el resultado de una
inculturación del cristianismo. Pero va mucho más allá del
cristianismo. Y en sí mismo se puede practicar todo eso sin ser
cristiano. Y se pueden recibir los sacramentos sin ser cristiano.
Y el general Pinochet, ¿no recibe todos los sacramentos que ahora
sabemos? Y no es preciso su confianza en el juicio de Dios. O sea
se siente un cristiano eminente, perfecto. Así se puede
perfectamente entrar en todo ese sistema sin ser cristiano real.
Sin ser cristiano en su vida, en su opción de vida.
Entonces el cristianismo necesariamente entrará en una cultura
para expresarse en forma cultural en una época y en una historia
determinada. Lo que pasa es que las culturas no son definitivas,
no son eternas. Cuando nosotros éramos jóvenes, no sé si don
Jorge Hourton aquí presente también aprendió lo mismo, pero nos
enseñaban que toda la historia de la Iglesia fue un progreso
continuo. Todo lo que ha sucedido a través de los siglos ha sido
para mejorar, dar a su Iglesia la forma siempre más perfecta,
hasta que hoy es la forma más perfecta posible. Eso se nos
enseñó. Y entonces eso era la identificación del cristianismo con
una cultura, con todos los productos de una cultura, no se ponía
en duda eso. Pero ya es cada vez siempre más insostenible,
imposible mantener eso, porque la conciencia global de los
pueblos ya no lo acepta más. ¿Por qué? Porque esa cultura ya no
pertenece a nuestra cultura y no se relaciona, y no comunica con
nuestra cultura. De tal modo que existe la urgencia de pasar a
otra cultura. Y eso ¿qué es? Es cambiar todo lo que se ha
acumulado durante esos siglos y que no estaba al principio, no
estaba al principio, y que se ha añadido al cristianismo por
razones que los historiadores pueden esclarecer y que hoy día ya
no corresponden.
Unos ejemplos. Un primer ejemplo es el siguiente: cuando los
sacerdotes enseñan el cristianismo enseñan el catecismo. Y
piensan que eso es normal, que es la manera normal de transmitir
el cristianismo. Podemos pensar que el catecismo es el mayor
obstáculo para la transmisión del cristianismo (risas). Eso es lo
que más impide. ¿Por qué? ¿ Qué es lo que hay en ese catecismo?
Primero, una serie de dogmas, cosas que hay que creer. No hay que
entender. ¡No! Hay que aceptarlo sin tratar de entender. ¡No! Eso
es la palabra de Dios y entonces usted tiene que creer todo eso.
Una serie de cosas que hay que creer.
Ahora bien, en el mundo contemporáneo un sistema de creencias, un
sistema de conceptos, ahí no se acepta. Aceptar toda una visión
del mundo conceptual, igual para todos, que no se entiende...
eso es inasimilable, Y entonces se entiende muy bien que los
niños chicos lo aprendan de memoria, porque no le dan ningún
sentido. Pero cuando empiezan a ser adolescentes, ahí su
espíritu, su mentalidad se desarrolla por otros caminos. Y cuando
ven o cuando se acuerdan de ese catecismo, no les dice
absolutamente nada. NO LES SIRVE PARA SU VIDA. Sencillamente.
Entonces, ¿ para qué aprender de memoria toda una serie de dogmas
que no sirven? No sirven para la vida.
Bueno, después hay que recibir todos los sacramentos. Y el
sacramento tiene una forma ritualista, ritual, tan perfectamente
ritualizada que no da para entender nada.
Si una persona sin formación teológica o litúrgica asiste a un
bautismo, no entiende absolutamente nada. Es imposible que pueda
entender nada de eso, porque ahí entonces, ¿qué? Ahí se derrama
agua diciendo que eso lava del pecado. Bueno usted lo dice, está
bien, pero no son señales. Dicen: " los sacramentos son señales
de la vida divina", pero no son señales. El que participa en la
misa tradicional el domingo en la parroquia, ¿ puede entender la
eucaristía? No puede, no puede entenderla. Ahí me acuerdo siempre
de un acontecimiento que abrió los ojos cuando en 1976 en
Riobamba, había ahí en la casa de monseñor Proaño una reunión de
obispos. Eran los obispos amigos. Eran prohibidas las reuniones
de obispos amigos, pues los obispos de Roma no podían hacer
reuniones. Bueno, por eso el Nuncio en el Ecuador pidió al
ejército una intervención para impedirlo. Entonces estaban ahí
reunidos 17 obispos con algunos sacerdotes y algunos laicos, como
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, y algunas
religiosas e incluso algunos protestantes. Y al ejército le
habían dicho que era un grupo de guerrilleros muy peligrosos (
risas público), que venían con sus armas pesadas. Y entonces
empujaron a todos a algunos omnibuses llevando a todo el mundo al
cuartel en Quito. Entonces ahí estaban, estábamos reunidos en el
cuartel e incluso había tres obispos chilenos, don Carlos
González, Fernando Ariztía, y Enrique Alvear, y yo estaba entre
ellos. Ahí dijeron algunos, "si nos tratan así a nosotros los
obispos, ¿que será de los campesinos?". O sea, en ese momento ahí
entienden lo es que es la eucaristía. Pero las misas mundanas
burguesas están totalmente ajenas. No tiene nada que ver con eso,
son cultos ajenos al cristianismo, ajenos a lo que es el sentido
de la eucaristía. Y todos esos ritos multiplicados ahí solo crean
la dispersión de la atención, en lugar de concentrar la atención
en lo que se quiere celebrar. No, no, hay un montón de cosas ahí
y entonces no se ve más. Eso ha podido funcionar durante toda la
Edad Media y todos los siglos modernos, porque prevaleció una
teología en la que la eucaristía es esencialmente la adoración de
la hostia, la adoración de la hostia. De tal modo que en general
no se decía yo voy a misa. ¡No! ¡Yo voy a ver la hostia! ¡Voy a
ver la hostia! (risas). Y el momento solemne era el momento
cuando el sacerdote levantaba la hostia. Además había un
monaguillo que estaba anunciándolo por los que estaban durmiendo
allá detrás y había que despertarlos (risas). Y habrá que mirar.
Y generalmente durante la misa los hombres se quedaban afuera y
en el momento que iba a haber la elevación de la hostia, ahí el
sacristán venía, "¡ahora es el momento!" (risas). Y entraban para
ver la hostia. Y después salían de nuevo. Con esa teología
funciona, pero ¿qué revelación del cristianismo es? Y ahí está.
Si los sacramentos no son señales, bueno entonces se hacen
aburridos. ¿Y por qué muchos no van a misa el domingo? ¡Porque es
aburrido! Entonces para los jóvenes es aburrido, entonces no
significa nada, no dice nada. Entonces es el obstáculo a la
comprensión de lo que es el mensaje cristiano.
Bueno, por otra parte, los preceptos morales... Todo es igual:
la ley, la ley, y la ley implacable. Pero el género humano es
hecho de tal modo que, como ya San Pablo, nadie aplica la ley,
eso es imposible Pero aquí está todo basado en la aplicación
rigurosa de la ley. Así se crea un sistema de dominación y de
opresión. Sin embargo el mensaje cristiano es el perdón. Y lo que
está siempre en primer lugar, tanto en el evangelio de Mateo como
en la ley nueva de Jesús, no es la defensa de la ley sino es el
perdón. No se trata de exigir duramente el cumplimiento de la
ley. Hay que recomenzar constantemente y comenzar a suscitar de
nuevo la fe y suscitar de nuevo la adhesión al evangelio. Ahora
si se presenta un sistema de preceptos así, todo provoca un
rechazo, todo provoca un rechazo. No quieren saber por qué en
Europa las Iglesias están vacías casi en todas partes. ¿ Por qué
están vacías? ¿ De dónde proviene eso? Y no es difícil saber.
Cuando Pablo VI publicó las Encíclicas sobre los contraceptivos,
todas las mujeres entraron en insurrección. Dijeron esa no, esa
no. Y partir de ese momento dejaron de enseñar catecismo a sus
hijos. O sea, sencillamente fue una ruptura. Y si las mujeres
entran en ruptura ¿qué es lo que queda? (risas). Ahí quien
siempre divulgó y difundió la religión han sido y fueron siempre
las mujeres. Esa fue la gran rebelión de las mujeres. Y ahora
están las consecuencias. Son los niños nacidos en aquel tiempo,
ahora ya tienen 30 ó 40 años y son justamente los que ya se han
apartado. Es decir, porque eso apareció como arbitrario, una
decisión, una ley arbitraria. Era tan arbitraria que todos los
que el Papa consultó eran de pensamiento diferente. Pero él ahí,
con esa idea de que el Espíritu Santo le inspira a él solo
(risas)... que naturalmente no tiene significado ninguno... Ahí
se opuso y definió eso. El precio después fue muy grande, pues
era una señal muy clara del antagonismo entre una institución
legalista, formalista e implacable y la conciencia cristiana. Un
día aquí mismo en Chile, en esa época una religiosa – no voy a
decir la congregación (risas) - me dice: "Oiga Padre tengo una
problema, fíjese lo que me pasó que hace pocas horas encontré una
señora pobladora que me dijo ¡madre, como Dios es bueno, ¡ooh!
Pero usted no puede imaginar como estoy, ahora si estoy feliz,
feliz, el gran regalo que Dios nos dio. Fíjese ya tengo 6 hijos,
y... bueno debía tener un hijo cada año! Y ahora me dieron un
remedio que ahora no es más necesario tener un hijo, que hay
manera de evitar, qué bueno, qué bondad de Dios!" Agradeciendo y
feliz. Y la monja me agrega " y no supe que decir" (risas). Esto
fue muy divulgado y muy general.
Ese formalismo legalista entonces entra en conflicto, porque no
se justifica y no se entiende. ¿ Por qué? Porque pertenece a otra
cultura, a otros modos de pensar. Entonces en aquel tiempo tenía
significado, no habían remedios, así tenía su significado en
aquellos tiempos, en otros tiempos, pero en la cultura actual ya
no tiene significado. Ese abismo que hay entre el clero y los
laicos es abismante. Claro que la jerarquía del clero no quiere
reconocer eso, pero es abismante. ¿Por qué? Porque todos los
poderes pertenecen a los sacerdotes. Ellos son los dueños totales
y absolutos. Claro que van a pedir consejos, pero piden consejos
a los que ya saben que van a aprobar lo que dicen ellos. Es
decir, nunca van a pedir consejo y orientaciones a otros que
piensan diferente. Entonces crean un laicado muy fiel muy
obsequioso, entonces eso ya es fácil. Pero no es el pueblo
cristiano, ese no es el pueblo cristiano. Entonces hay un abismo.
Y hay una conciencia de sumisión del laico y de sumisión no tanto
espontánea y feliz, sino que "hay que aceptar". Un día ahí en
donde estoy, en Paraíba, un señor viene a conversar y me dice:
"el párroco me pidió para ser responsable de una organización
pastoral en la parroquia". Y dijo: "a mí me gustaría, pero vea lo
que va a pasar, yo voy a asumir la tarea, yo voy a quedar muy
entusiasmado, después de dos años viene otro párroco, cambia
todo, me quita todo y yo voy a quedar tan triste, tan triste que
mejor no pensemos, no pensemos." O sea, siente que está entregado
a lo arbitrario, a la arbitrariedad. Es decir, que el poder
eclesiástico es arbitrario. Y eso a nivel del episcopado como a
nivel romano es mucho más incómodo que a nivel parroquial. Es
claro que todo el mundo es limitado, pero si no hay limitación
del poder por otro si no hay un intercambio obligatorio, si no
hay un diálogo obligatorio- ahí hay arbitrariedad e
inconsciencia. No se dan cuenta que son arbitrarios. Eso se
soporta siempre menos, y entonces mucha gente se desanima. Un día
hace algunos meses, rectifico hace un año y un poco más, me
invitaron a la ciudad de Fortaleza. Ciudad grande de más de 2
millones de habitantes. Estaba de arzobispo el cardenal Aloisio
Lorscheider durante muchos años y abrió mucho espacio para grupos
de laicos. Bueno lo sacaron de ahí probablemente como castigo,
pero en fin, y lo mandaron a Aparecida, que es el lugar donde
colocan a los obispos castigados (risas). Un lugar de castigo,
porque ahí no hay nada más que un santuario Mariano y que está en
manos de los redentoristas, de tal modo que el arzobispo no tiene
nada que hacer, no puede hacer nada. Muy bien, y ahí lo sacaron y
colocaron a don Claudio Hummes que actualmente es el arzobispo de
San Pablo, cardenal arzobispo de San Pablo. Y cuando don Claudio
llegó suprimió todas las asociaciones, grupos pastorales sociales
que había en la diócesis. Y ahí un día esos laicos me invitaron a
Fortaleza para consolar, para desahogarse. Eran 300 laicos, en
una asamblea grande. Todas personas que habían sido de
responsabilidad e importantes, universitarios la gran mayoría,
profesionales que tenían éxito en su ejercicio y con su familia.
Y todos expresando sus lamentaciones. Ahora expulsados y no
quieren saber nada de cosas sociales. La primera reunión que tuvo
el arzobispo con todo ese mundo de los laicos colaboradores
empezó así: "Señores, no vine a hablar con ustedes, vine a hablar
para ustedes; no vine a hablar con ustedes, sino vine a hablar
para ustedes." Ellos ya no tenían más la palabra, nada. Entonces
estaban ahí los 300 y les dije: " Ustedes son todas personas
adultas, formadas, capacitados, que muestran en su vida civil que
tienen gran capacidad, intelectuales, profesionales y... ¿Por
qué no se juntan, no forman una asociación e inician un trabajo,
trabajando juntos según las necesidades que ven ustedes en la
ciudad? Si ustedes eligieran dos o tres entre los más jóvenes
para trabajar tiempo completo, elaborando una programación y
articulando cosas... Bueno son 300 personas, y si mantienen tres
personas, con el 1% cada uno con su rendimiento, van a tener con
qué pagar y no cuesta nada. Perfectamente pueden hacerlo y
entonces ustedes tienen que tomar sus iniciativas y no esperar
que el arzobispo esté de acuerdo o no esté de acuerdo. Son
personas adultas, libres y llamadas a la libertad por el mismo
Dios que vino en Jesucristo para llamarlos a la libertad. Y si el
arzobispo no está de acuerdo, bueno, ¡qué importa! Ustedes tienen
su conciencia en el Espíritu Santo". Pero no se atrevieron
(risas). O sea, han intrometido, internalizado de tal modo esa
actitud de dependencia que en el mundo católico es muy
generalizada en los laicos. Esa actitud de dependencia es tal que
si no tienen la protección, que si no tienen la aprobación, si no
tienen el estímulo de los obispos, no pueden hacer nada. Bueno,
esa es una situación que se aguanta siempre menos. De esos 300,
algunos van a aguantar un año más, dos años más, pero
progresivamente van a apartarse de la Iglesia. Y en lugar de
tomar iniciativas, bueno van a desanimarse y apartarse, y caer en
la indiferencia sencillamente.
Entonces, el sistema objetivo de ese conjunto de cosas de la
que se habla en el catecismo, eso es inasimilable, siempre cada
vez más incomprensible y no se ve que relación hay entre eso y
Jesucristo. ¿Cuál es la relación que hay entre eso y Jesucristo?
¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Antes se suponía, porque
no se tenía idea de otra cosa, pero hoy día, en el mundo de hoy
día, ya no es evidente y no se acepta sencillamente. En
consecuencia hay una indiferencia, o van a buscar otras cosas u
otras religiones.
Entonces ¿qué es lo que se busca dentro de una nueva cultura?
No se busca un sistema objetivo sino aprender la manera de seguir
a Jesús. ¿Qué es el camino del evangelio?, ¿en qué consiste, qué
hay que hacer, cómo es eso? ¿ Cuáles son las disposiciones
fundamentales que orientan una vida cristiana y que hacen
diferente esa vida de otras referencias u otras opiniones? ¿ Qué
es lo que en el modo de vivir y en el modo de actuar hace la
diferencia entre cristiano y no? ¿Qué es lo que Jesús vino a
enseñar? NO VINO A ENSEÑAR EL CATECISMO, PERO VINO A ENSEÑAR UNA
MANERA DE VIVIR. Entonces, una manera de vivir. ESO ES LO QUE
INTERESA MÁS A LA GENTE. ¿ Y por qué es que van a buscar eso en
tantas otras religiones? En San Pablo algunas veces fui a un
templo budista. En Brasil ya hay medio millón de budistas
brasileños convertidos. Y ahí se vio, vi en ese templo a decenas
de personas que parecían unas 150, recogidos en la meditación,
profesores de universidad, médicos, abogados, estudiantes. Es
decir, han aprendido un método de sabiduría que nunca han
aprendido en la Iglesia cristiana. Como parroquianos nunca han
aprendido eso. No han aprendido ahí cómo integrar el camino del
evangelio en su vida, ¡en su vida real!, en su vida de familia,
en su vida profesional. Eso no han aprendido y no se les enseñó.
¡Y lo que buscan es justamente eso! Se le puede llamar
espiritualidad y no importa el nombre, pero lo que buscan es la
manera subjetiva de ser cristiano.
Yo diría por ejemplo en PRIMER LUGAR LA DISPOSICION CRISTIANA
FUNDAMENTAL ES **LA ESPERANZA**. PORQUE LO QUE JESÚS VINO A DECIR
ES QUE EL REINO DE DIOS ESTÁ LLEGANDO, ¡AQUÍ!, ENTRE NOSOTROS.
HAY QUE RECONOCERLO, DESCUBRIRLO Y SABER COMO CAMINA, PERO ESTÁ
AQUÍ.
Y entonces está aquí en forma de movimiento, de tendencia, de
búsqueda. O sea, no es algo definitivamente constituido, el
cristianismo no es algo constituido. Es algo que se busca
siempre, está al final de la vida. Y entonces la verdad es lo que
se busca al final de la vida. Y no se agota en unas "fórmulas",
en unos "conceptos". Se va buscando, porque la verdad, es la
verdad de la vida, de la existencia, si yo vivo la verdad o no.
Entonces eso es lo que se busca. La esperanza a pesar de todas
las señales contrarias, o sea , todo lleva a la desesperación,
pero esperar y continuar esperando a pesar de todos los
desmentidos, de las desilusiones, entonces ese es el camino de
Jesús. Esperar, a pesar del martirio, a pesar de la muerte. La
esperanza no puede desanimar. Eso es diferente, es diferente.
¡Cuántas personas hemos visto que hace 30 años se han
comprometido con las revoluciones, por la causa del pueblo y hoy
día son los más neoliberales, son los más integrados dentro del
sistema! O sea, cuando han visto que estaban perdiendo, que no
venía el triunfo, que no venía la victoria... Ahí vieron la
victoria... , pero ahí en los neoliberales. En Brasil es algo
tremendo. Hemos tenido el presidente Fernando Henrique Cardoso,
que fue el gran intelectual de la izquierda, animador de los
movimientos intelectuales en los sectores izquierdistas en los
años 60. Y después se hizo el defensor y el actualizador del
sistema neoliberal más completo, porque se dio cuenta en que por
el camino de la izquierda no había solución. Es decir, la
victoria no venía. Quería ser elegido, quería vencer, había que
acercarse a las posiciones de la elites dominantes. No voy hacer
comentarios del presidente actual (risas) porque es temprano,
pero hay muchas señales. El primer año siguió exactamente el
mismo camino, y en el gobierno actual hay gente que ha sido
guerrillero y ahora son los grandes defensores del sistema
neoliberal. O sea, no se ha mantenido "la esperanza". Han tenido
esperanza en cuanto tenían seguridad de la victoria, pero no
esperanza por solidaridad con el pueblo. Esa es la única.
Mantener la esperanza a pesar de todos los desmentidos, de todas
las desilusiones, y seguir trabajando a pesar de todo. Eso es la
ESPERANZA DE JESUCRISTO.
Y después en segundo lugar **LA FE**. Pero, ¿en qué consiste
la fe humanamente? O sea, vista desde el punto de vista del
sujeto humano, ¿qué es la fe? No es aceptar toda la dogmática,
todo el catecismo - eso no cambia nada de la vida – "PERO ES
CREER QUE YO TENGO EL ESPÍRITU SANTO, QUE YO TENGO LA FUERZA DE
DIOS Y QUE PUEDO HACER COSAS QUE PARECEN IMPOSIBLES". Puedo
servir. Puedo dedicarme. Puedo sacrificarme más allá de lo que
uno puede imaginar, porque yo tengo el Espíritu. Porque el
centro, el núcleo central de la fe es eso. Es que ha venido entre
nosotros el reino de Dios, que es el Espíritu presente entre
nosotros, ese es el dogma, ese es el anuncio, ese es el
evangelio. Entonces ESO ES TENER FE. No es pensar que el otro
tiene el Espíritu Santo. Eso no es difícil, pero creer que yo lo
tengo. Y ahí que es muy débil la fe. Hay mucha gente que acepta
todo, dogmas, todo, sin discutir, pero no tiene fe, porque no
cree lo que es capaz de hacer, no se siente capacitado. Y cree
que observando los preceptos, más o menos los mandamientos, si
uno los observa- confianza y se soluciona el problema. Así con
los actos del culto, con eso soluciona. ¡Eso no es cristiano! O
sea, cualquier pagano hacía lo mismo. Pero eso de creer que la
fuerza de Dios está en mí, eso es nuevo. Eso es nuevo, y es
justamente el ESTÍMULO PARA LA ACCION.
Y después viene **LA CARIDAD o EL AMOR**. Amar. Todo el mundo
ama como decía San Agustín, hasta los ladrones y los bandidos
aman a sus colegas. Entonces, amor. Todo el mundo ama. Pero la
cuestión es: ¿amar a quién? Amar a los amigos, eso todo el mundo
lo hace. Pero amar como el samaritano, eso ya es otra cosa. O
sea, amar a la persona que no me dará nada, que no me dará
compensaciones, que no me dará premio, gratuitamente, eso es otra
cosa. Y después hacer del amor el principio global de toda la
vida... ¡no! De un pequeño sector, así un pequeño sector del
amor, aquí en la familia, algunas 3 ó 4 personas, con eso se
soluciona. Eso todo el mundo lo hace, pero hacer del amor el
principio que orienta toda la vida, eso es distinto.
Esos son los dogmas básicos, los fundamentales, y a partir de
esos es que se construye el camino del evangelio. Y si se quiere
justamente evangelizar, bueno ¿evangelizar qué es? ¿No es
anunciar el evangelio? ¿Proclamar el evangelio? Sí. Pero no es
hacer la propaganda por el sistema eclesiástico. Muchas cosas se
hacen generalmente sin ningún provecho, sin ningún cambio, sin
ningún fruto. Así una institución tan tradicional de la Iglesia
católica puede repetir indefinidamente todas las ceremonias,
totalmente ineficaces, indefinidamente, porque ni les importa
saber si es eficaz o ineficaz. Hay que hacerlo, porque es la
costumbre, es la tradición, está en el plan de pastoral, y hay
que hacer el plan de pastoral, bueno... A pesar de saber que es
totalmente ineficiente, que no produjo ningún resultado, nada, se
recomienza haciendo siempre lo mismo. ¿Eso será evangelio y la
vida evangélica? Ahora bien, si se trata de evangelizar otras
culturas ahí hay que prescindir de nuestra cultura tradicional
para llamar la atención sobre lo esencial y ahí buscar la manera
de vivir que es esencial en otra cultura. Pero no querer imponer
toda la cultura que se hace incomprensible, inasimilable. Y en el
mundo contemporáneo, aún en occidente, el sistema ese se hace
incomprensible, inasimilable para la gran mayoría. En Brasil se
hicieron investigaciones en Belo Horizonte, ciudad de 4 millones
de habitantes, la más católica del Brasil, pero sólo el 13 %
practican y los jóvenes menos. Ello para saber cuál es la edad en
que los adolescentes abandonan la Iglesia. Y vieron el resultado:
las niñas a los 14 años y los niños a los 15 años. Es normal. Las
niñas naturalmente son más precoces y más adelantadas que los
niños, en la edad de la adolescencia. Y entonces se dan cuenta en
primer lugar ellas de que es una cosa aburrida, no trae nada, no
trae nada para la vida, no muestra ningún camino, no muestra
nada. Es algo que se presenta como arbitrario, sencillamente, e
incluso impuesto por un clero que no se justifica, porque son
personas tan alejadas, tan distintas.
Otra cosa que cambia, que no está más en nuestra cultura, es la
noción de sagrado y de culto, culto a lo sagrado. Esa distinción
entre sagrado y profano fue de todas las culturas antiguas
tradicionales. Está en el Antiguo Testamento profusamente. ¿Y qué
es lo que Jesús vino a decir? "Es que no hay ninguna realidad
sagrada".
El templo... No habrá más templo, porque va a ser destruido y no
se va a reconstruir. El templo, ¿dónde está el templo? Está en
cada uno. El templo es cada uno de los creyentes. Ese es el
templo.
El sacerdocio... No se necesita. El sacerdote, ¿quienes son los
sacerdotes? Todos, todos los discípulos que ofrecen a Dios. ¿Qué?
Ofrecen su vida. Dios no quiere bueyes, no quiere corderos, no
quiere absolutamente nada y los profetas ya habían dicho eso en
forma abundante. ¿Qué quiere? QUIERE SU VIDA, su vida real, su
vida profesional, su vida de familia, quiere su vida vivida
humanamente, vivida a la perfección. Eso es lo que quiere, sus
obras, lo que hace, ESO ES EL SACERDOCIO.
¿Y los sacrificios... ? Son todo eso, sacrificios de bueyes y
todo eso. No valen nada. Todo eso a Dios le repugna
profundamente. Y como decían los profetas los rechaza cuando
siente el humo de los animales sacrificados. ¡Basta, detesta!
Tiene odio a todas esas cosas. Como tiene odio a todo lo que
nosotros ofrecemos y todas esas cosas... Porque lo que busca es
mucho más, lo que busca son sus obras, son los actos y la vida de
amor. Eso es lo que quiere. Y no se puede reemplazar eso dando
cosas, o dando algunas monedas para no tener que ofrecer
justamente su vida.
Pero después dentro del cristianismo volvió todo el sistema de
sacralización: los templos, los sacerdotes, los sacrificios, todo
el sistema que Jesús había rechazado, todo volvió a entrar por el
influjo cultural. Porque la cultura era tan fuerte tanto en
Europa como en Grecia, como en pueblos orientales, tan fuerte.
Pero hoy día, hoy día es incomprensible. Es decir, no está dentro
de los pensamientos y en la mentalidad "que nosotros tengamos
necesidad de personas intermediarias entre nosotros y Dios",
intermediarios como es el sacerdote. Y todo lo que esté basado en
un sacerdote, es absolutamente incomprensible aún en la
civilización occidental y sobre todo en la civilización
occidental actual. Que haya que dar a Dios cosas cuando el dogma
fundamental de la Biblia es que Dios da gratuitamente. El no da
para responder a lo que se le dio a El. Da gratuitamente. La
gratuidad es justamente la afirmación fundamental. Pero Dios
transforma a las personas y las hace participantes de su vida de
amor.
Ahora bien, se creó todo un sistema cristiano cultural que todo
lo centra en el culto. Los sacerdotes, a partir del siglo XVII,
de la escuela francesa sobre todo, fueron educados y preparados
para ser los ministros del culto. El mismo cardenal que me
ordenó, en aquel tiempo en un retiro para sacerdotes dijo: " Si
un sacerdote celebra la misa piadosamente y reza el breviario
piadosamente, ha cumplido. El resto es un suplemento. Pues su
función es sagrada, hacer los actos sagrados". Y ha sido
preparado para eso, totalmente. Por eso hay que estar aislado del
mundo, no ser contaminado por el mundo, para ser la persona
dedicada al culto completamente. Y todo ha sido transformado en
acto de culto. La misa es un acto de culto, de adoración a Dios.
No es la memoria del martirio de Jesús, no. Que además si la
mayoría dice que ahí solo había martirio ya no le gustaría mucho
la perspectiva. Pero entonces es un acto de adoración, viene a
ser un acto de adoración. Por eso es que durante tantos siglos
aceptaron tan fácilmente que el sacerdote estuviera lejos ahí
mirando hacia Dios y ellos atrás. Porque han venido para adorar,
y el sacerdote está al frente del pueblo que viene a adorar a
Dios. Eso no son los sacramentos cristianos tal como están en el
Nuevo Testamento. Entonces se ha creado un sistema centralizado
en lo sagrado, que justamente es lo contrario del cristianismo, y
que hoy día no se entiende. ¿Por qué hay que ofrecer a Dios un
culto? El culto no es el culto verdadero, no es nuestra vida.
Ahora que haya que expresarlo, decirlo, reunirse, esas son
necesidades culturales. En consecuencia en cada cultura habrá
métodos de expresión, pero los métodos que nosotros tenemos son
cosas muy del pasado.
Bueno podemos ver para terminar que EN LA IGLESIA ACTUAL HAY
MUCHOS DESAFIOS Y MUCHAS COSAS. Si vemos la Iglesia católica
actualmente, uno de los hechos más característicos es que en 25
años los movimientos fundamentalistas fanáticos han crecido mucho
y han recibido siempre más apoyo. El Opus Dei, que es movimiento
fanático, apunta al fundamentalismo profundamente. Siempre les
digo y repito lo que decía von Baltasar. Un día tuvieron la
osadía de preguntarle a von Baltasar qué pensaba del libro
Caminos. Y ahí dijo: "Caminos es un libro cristiano y original.
En lo que tiene de cristiano no es original, en lo que tiene de
original no es cristiano" (risas). Pero sí es una fábrica de
lavado cerebral en donde transforma toda la personalidad para
ponerla al servicio de un movimiento de conquista de poder. Eso
ha recibido un apoyo y sigue recibiendo un apoyo enorme que es un
peligro tremendo. Después llegaron los Legionarios de Cristo.
Todavía son infinitamente peores (risas), porque aún los del Opus
son inteligentes, estudiados y bien informados profesionalmente,
tienen mucha fuerza. Los Legionarios de Cristo son tontos
(risas), ahí es peor todavía. Están recibiendo un apoyo enorme. Y
al lado de esos hay multitud de otros movimientos
fundamentalistas que han recibido apoyo. Todos estos son, para
parte de la jerarquía, un consuelo, porque claro son muy fieles,
muy rigorosos, defensores de todo lo tradicional y promotores de
todo lo tradicional. Pero un movimiento fanático va a suscitar el
rechazo global, la gran mayoría de la población no va aceptar
nunca este método militarista, este método de lavado cerebral.
Hay gente que le gusta y se articula muy bien con eso, pero la
gran mayoría nunca va aceptar eso. Al revés. Se va a crear un
movimiento de rechazo, un movimiento de oposición fuerte.
Segunda orientación que está prevaleciendo en Brasil y siempre
más es el grupo de la religión electrónica como se decía en los
EE.UU. o sea, de la religión comercializada. La religión dirigida
por el marketing. Actualmente existe un Instituto de Marketing
Católico que publica una revista de marketing católico y hay
congresos y el marketing está entrando siempre más. Entonces el
marketing es la publicidad, el arte de hacer publicidad, arte de
vender la mercadería. Un día escuché en una conferencia que hacía
el Padre Eduardo Dougherty, que es fundador y jefe de la
Renovación carismática en Brasil. Y decía en una reunión a
teólogos en Porto Alegre que el gran problema de la Iglesia
católica es que ignora el marketing (risas). Tenemos la mejor
mercadería del mundo que es Dios, no cuesta nada, pero no sabemos
venderla, no sabemos vender a Dios. Entonces hay que estudiar la
manera de vender. O sea la manera de tener éxito. Y esto se puede
hacer manipulando las emociones, para ello está todo el sistema
publicitario, aplicando todas las metodologías. Lo que de hecho
los neopentecostales, o sea, las Iglesias pentecostales nacidas
en los últimos 20 años, practican sistemáticamente. Muchos
fundadores de esas religiones hoy día ya no tienen ninguna fe
cristiana ni nada, pero es una operación comercial rentable.
Entonces se puede ganar mucha plata con la religión. Es lo que
enseña el marketing: que con la religión se puede ganar muchísima
plata. El ejemplo de la Iglesia Universal del Reino de Dios es un
ejemplo extraordinario. ¡Cómo sabe sacar la plata de los más
miserables y los más pobres que dan todo! Basta con saber
manipular las emociones, provocar milagros. Y ahí son miles y
miles de milagros. Y claro que los milagros siempre se lucen. Y
se puede mostrar al paralítico que se levanta, a un ciego que
ahora mira y en fin una persona que tiene cáncer y ahora ya está
ahí, saludable. Pues claro que eso llama la atención, y eso ¿es
real o verdadero? Pero en todo caso así se le muestra. Esa
tendencia es muy fuerte y en el clero más joven atrae porque da
éxito, y da dinero, aplica los criterios comerciales. En el
editorial del primer número de la revista Marketing Católico,
escribía el presidente del Instituto de Marketing, que es el
arzobispo de Florianópolis (*ciudad brasileña). Y él decía: "Si
el Satanás volviera hoy, en la tentación que le hizo a Jesús él
no ofrecería los reinos de este mundo, sino que ofrecería la
televisión a Dios". "Y yo te doy toda la televisión, esa sería la
tentación. Por lo tanto nosotros tenemos que trabajar por la
televisión, sencillamente" (risas). Claro que hay que hacer la
política de Satanás, comercializar. Y eso tiene un gran futuro,
porque da éxito. Pero el camino del evangelio es mucho más
difícil, más difícil, paciente. Y aprender a manipular los
sentimientos religiosos es mucho más fácil.
Después hay el cristianismo burgués. En la medida en que la
jerarquía en los últimos tiempos pasó de la opción de los pobres
a la opción de la burguesía, lo que sucedió prácticamente en
todos los países. Todavía se mantiene por tradición la fórmula de
opción por los pobres. Pero si se ve en la práctica, ¿qué pasa en
la práctica? Que cuando hay que hacer una opción, cuando hay que
buscar entre dos alternativas, se empieza a buscar la alternativa
que favorece a su Iglesia. Eso está inconscientemente, porque
viven siempre más dentro de ese ambiente. ¡Y ahí, ¿qué?! Bueno,
ahí es una religión ajena a la vida temporal, la vida histórica.
Entonces ella da consuelo, felicidad, buena conciencia,
tranquilidad de alma a todos los que están dominando y que tienen
condiciones privilegiadas. Todos los privilegiados de la sociedad
se sienten con conciencia buena, porque practican los
sacramentos, porque aceptan todos los dogmas y así es una
religión que suprime todos los escrúpulos que podrían tener,
todas las restricciones y todas las dudas. En otros tiempos se
fustigaba a todos los ricos y se les decía que la única manera de
compensar todos los pecados cometidos en la vida – los
comerciantes - es dar mucho dinero para ayudar a las catedrales,
a las parroquias e instituciones religiosas (risas). Y por eso en
los testamentos que por ahí que se han conservado, se dice que
fulano, que es comerciante, manda a celebrar mil misas por los
franciscanos, mil misas por las carmelitas, mil misas por los
capuchinos, pensando que puede compensar todos sus pecados. Hoy
día ya no se pide eso. Entonces sería una religión de
tranquilidad en que no hay que hacer nada, sencillamente tener la
conciencia de ser bueno, ser una persona buena, y algunas
limosnas.
Y ahora el camino del evangelio. Eso es difícil, es difícil.
Entonces hay muchos que siguen el camino y que no están en la
Iglesia. O sea, el cristianismo vivido puede encontrarse
fácilmente fuera. Decía Ghandi, que los únicos que no han
entendido el evangelio son los cristianos (risas). Él a partir de
su cultura indiana había comprendido. Creo que por ese lado
realmente evangelizar solo puede ser a partir de grupos pequeños.
O sea, que tratan en la sociedad actual de hacer islas de un modo
de vivir que es una contestación a todo el modo de vivir
dominante. O sea, que es un rechazo al individualismo dominante
actual, al culto al dinero, al culto a los privilegios, ¿ya?
Tiene que ser. ¿Y hay? Hay, hay. Pero creo que actualmente los
que entran al seminario no creo que sean los que más buscan el
evangelio. Y que hay otros que trabajan en las luchas campesinas,
en la luchas obreras, en los movimientos sociales, que tienen
mucho más espíritu evangélico que los que están en el
establecimiento. Bueno es así. Ahora estos últimos no saben, no
reconocen, porque identifican el evangelio con el sistema
eclesiástico que está ahí. Bueno, se pueden combinar los dos.
Muchos dicen, ¿será que uno puede todavía practicar el evangelio
dentro de la Iglesia católica? Se puede, se puede (risas). Sí,
con paciencia se puede. No se debe eliminar toda posibilidad, se
puede. Y hay que buscarlo. E incluso hay un círculo de relaciones
que permite tener contactos con mucha gente, muchísima gente que
piensa lo mismo, que desea lo mismo. Hay muchos núcleos así, en
una dispersión muy grande. Incluso una de las tareas es
justamente juntar, comunicar, mantener en comunicación todos
estos grupos que justamente se apartan del modelo dominante y que
buscan en las mismas fuentes, en el mismo evangelio, su vida, la
orientación de su vida. Porque a veces la encuentran en la
jerarquía. Así hubo una generación a los que llamaron "Los Santos
Padres de América Latina", que fueron obispos siempre al frente.
P. ej.: el padre José María Pires, el obispo negro de Joao
Pessoa. Siempre que había un problema en el campo, en que la
policía interviene con violencia, el primero que llegaba siempre
era él. Y de inmediato avisaba por teléfono que aquí pasan estas
cosas, aquí la policía practica la violencia. Ahí estaba, siempre
el primero en llegar. Y hubo una generación así. Como hubo una
generación de religiosas y de religiosos. Pero hoy día parece que
es más difícil, más difícil encontrar, dentro del
establecimiento, personas así. A lo mejor se podrían convertir.
Pero un cambio en el establecimiento, no se puede en el momento
actual. Y no se puede esperar que venga del clero o que venga del
episcopado. Hay algunos así, pero ya no es como hace 20 ó 30
años. Y entonces el cambio tendrá que venir directamente de parte
de los laicos que, en América Latina, su mayor desafío es que no
creen en sí mismos. O sea, falta de fe. No creen en su capacidad,
no creen en su vocación, no creen en su misión. No creen que han
tenido el Espíritu Santo y que éste mueve para actuar y que da
capacidad y que da fuerzas. Es falta, es falta de fe. Y claro que
se puede mantener la tranquilidad. Y decir: "yo nunca he negado
un dogma, yo nunca he negado ningún sacramento, ni nada" Todo eso
es accidental. Eso no es el problema humano de la fe y no es una
fe como realidad humana. Lo que más se siente falta es la fe. Y
es curioso que los pentecostales ahí, han creado millones,
millones de personas que justamente han desarrollado esa fe en sí
mismas y que se sienten capaces y levantan la cabeza. Se sienten
más ya seguros, más orgullosos de sí mismos. Es decir, tienen una
actitud humana. Bueno, tienen sus defectos y sus problemas, y sus
teologías y sus insuficiencias. Pero hay algo muy fundamental que
tienen y que muestran que muchísima gente podría evangelizar.
Pero falta un llamado, ¿y quién va a llamar? Ah, bueno, son
movimientos de largo alcance, pero...
Interrumpe público:... "pero, Padre, perdóneme, ¿eso existe en
Brasil? ¿Un movimiento de laicos como lo que usted describe?"
Respuesta P. Comblin: O sea, organizados, no. Pero hay una
multitud de grupos, pero no están organizados. Claro que no se
trata de organizar como se organiza una empresa, pero es más bien
organizar la comunicación, el intercambio, el poder enriquecerse
mutuamente los unos y los otros sin ninguna dominación.
Moderador J. Subercaseaux: Cumpliendo con el formato de este
evento y para mayor intercambio y participación entre nosotros
tengo algunas preguntas escritas hechas por asistentes a este
foro para el P. Comblin. Y quiero leerlas para su respuesta, con
una extensión de unos 15 minutos, para pasar posteriormente a un
pequeño tentempié...
Interrumpe público: "un aplauso a P. Comblin" ( aplausos ).
Moderador: La pregunta de don Danilo Salcedo dice: "Estimado don
José. Usted ha expuesto en conferencia las consecuencias que ha
ocasionado el modelo neoliberal en la ética, en la política y en
las relaciones sociales en toda la humanidad. En este dramático
escenario, ¿qué respuesta tiene usted a la siguiente
interrogante?: ¿Qué cambio doctrinario y en su estructura de
poder debería asumir la Iglesia católica para encarar y
cuestionar la nueva realidad ética, política y social generada
por el neoliberalismo?"
Respuesta P. Comblin: Bueno, para atender esa respuesta tendría
que hacer otra charla. Sin embargo, puedo decir algo más básico y
que es iniciar un proceso de diálogo, y es empezar a conversar
entre católicos y también con los otros cristianos. Es decir,
terminar con ese proceso de que toda la verdad viene de uno, de
un sector, del clero que es depositario de toda ella. Y un pueblo
pasivo que acepta o no acepta y que en muchos casos se aparta.
Porque cualquier instancia de diálogo verdadero no debe ser un
diálogo en que no se escucha, sin ninguna consecuencia práctica.
¡No! Se debe escuchar lo que dice el otro. Porque en este momento
está todo cerrado. Se piensa que toda la verdad está en la
persona del Papa. ¿Pero cómo va ha ser posible, que toda la
verdad esté en una sola persona que no deja de ser humana, es
decir, limitada, por su idioma, por su pueblo, por su cultura,
por su tradición, en fin... hay infinidad de cosas? El desafío
es fundamentalmente abrir procesos de diálogo. Muchos actualmente
piensan que el primer paso sería un nuevo Concilio. Porque ya
todos se han acostumbrado al silencio. Ya es inútil hablar,
porque de cualquier manera no se reconoce. Entonces, en una
asamblea más grande, podría haber diálogo. Un obispo solo no se
atreve a decir nada. Pero si son 3 mil... , a lo mejor ahí sí van
a dirimir una conciencia, y después se abre el diálogo en una
forma mucho más amplia. Pero ahora, como tienen miedo de todo lo
pueden decir los laicos, como todos los laicos son tratados como
posibles herejes, y existe el sistema de seguridad... , entonces
nada puede cambiar.
Moderador: "¿Por qué hay que evangelizar a los miembros de otras
culturas, a los chinos, a los musulmanes, a los pueblos
originarios?"
Respuesta P. Comblin: ¡Ah! Sí. Porque los seres humanos son
hechos para vivir juntos y entonces para intercambiar todas sus
riquezas. Entonces un pueblo que se aísla, ahí entra en
decadencia. Entonces necesita renovarse constantemente,
comunicándonos unos con los otros. Y nosotros, ¿qué es lo que
tenemos? Bueno, nosotros lo que tenemos para dar a los otros es
el evangelio de Jesucristo, que es más importante para nosotros
que nuestra cultura occidental, toda una civilización inspirada
por el mundo blanco. Más importante para nosotros y lo que hay
que transmitir más que nuestra literatura, que la forma de arte,
es el evangelio que es la fuente que inspira más profundamente
nuestra acción.
Moderador: Otra pregunta. "Aún el lugar de las mujeres en la
Iglesia es muy restringido. Ella no está presente en sus grandes
decisiones. ¿Qué consecuencias cree usted que tiene y tendrá para
nuestra Iglesia?"
Responde P. Comblin: Claro, su lugar se puede decir que es nulo.
O puramente pasivo. O sea, son las que tienen que trabajar, hacen
todo el trabajo, y asumir todo el trabajo, pero no tienen
importancia en las decisiones. Entonces no pueden interferir en
la decisiones.
Esto, claro, es el resto de la cultura patriarcal. No tiene
ningún fundamento profundo en el evangelio. Cuando se trató en
Europa el problema de la ordenación de las mujeres, ahí el Papa
encomendó a la Comisión Bíblica que hiciera un estudio sobre lo
que dice la Biblia a propósito de una posible ordenación de
mujeres. Entonces la Comisión Bíblica, que son una comisión de
biblistas todos nombrados por el Papa, o sea, hombres totalmente
seguros, máxima seguridad. Entonces 16 de ellos dijeron que no
hay ningún obstáculo en el Nuevo Testamento para la ordenación de
mujeres. Todas las cosas que hay se explican culturalmente. 5
dijeron que no. Entonces 16 contra 5. Conclusión: el Papa
prohibió que se publicara eso (risas), en el libro de actas en la
Comisión Bíblica. Entonces no se publicó. Todo esto se sabe por
testimonios de los mismos biblistas que participaron en la
Comisión.
Es decir, si aún los teólogos más cercanos, los más
seleccionados, con los criterios más rigurosos están de acuerdo,
entonces, ¿por qué no reconocer? ¿y no aceptar? O sea, ¿será que
el Papa tiene ahí iluminación del Espíritu Santo para entender
mejor esos textos que hay en el Nuevo Testamento? Pero no es una
revelación especial, ¿entonces, qué pasa? Reacción cultural
inconsciente. Es una reacción cultural, es una reacción
tradicional en el fondo de sentir, de pensar. No está
acostumbrado a eso, ¡noo!, le molesta. Entonces uno busca en el
decreto que salió. No hay ningún argumento serio. Para prohibir
hay que acompañar toda la documentación y en esos documentos no
hay ningún argumento serio. Bueno, vendrá algún día un Papa menos
machista (risas). Ooh, difícil que les tenga menos miedo a las
mujeres. Puede ser que suceda, es posible que suceda.
Pregunta público: (ex parlamentario Vicente Sota): Padre Comblin,
yo quiero expresar algo y no es una pregunta es más bien una
reflexión en el sentido que somos los laicos los que tenemos una
inmensa responsabilidad para dar vida a esta Iglesia que tanto
amamos. Pero yo quisiera decir aquí en esta reunión que nos sirve
para encontrarnos grupos de cristianos de gran inquietud, que
podríamos juntarnos. Por ejemplo, aquí recibo de la hermana
Carolina Mayer, que está ahí, esta idea de reunirse en una
fundación que se llama Cristo Vive, unos trescientos cristianos.
Después, aquí a la entrada, podemos tomar algunos ejemplares de
estos cuadernos que edita el Movimiento Somos Iglesia. Yo no se
si habrá seguramente aquí algunos representantes, más de alguno
habrá. ¿Juan y Enrique? Ya. Existe aquí también un grupo de gente
que edita una revista que se llama Reflexión y Liberación. Ahí
está el editor, un hombre muy modesto, Jaime Escobar. En esa
revista se recogen sus escritos Padre Comblin. Y usted habrá
leído esa revista que tiene ya 14 años, pero que desgraciadamente
no tiene una difusión muy amplia. Ahí están los estupendos
escritos del P. Aldunate, de Jorge Hourton, y ahí a la salida
está la revista y el último número. Yo les invito a leerla,
discutirla y ojalá suscribirse a esta revista. Y entonces quiere
decir Padre Comblin que con sus enseñanzas, las del P. Aldunate,
de Hourton, de la hermana Carolina Mayer, de la gente de Somos
Iglesia, que cuando usted venga la próxima vez a Chile, ojalá que
podamos mostrar un movimiento de laicos que estén generando
nuevos grupos y que estén preconizando las ideas que usted ha
presentado. Yo quiero agradecer inmensamente esta charla y
aprovechar de recordar al Padre Hurtado, quien fue el formador de
la generación a la que yo pertenezco. Cuando yo lo oigo hablar a
usted pienso en él, en un hombre santo, siento que el Vaticano se
ha demorado mucho en santificarlo. Pienso en el P. Hurtado y
pienso en lo que fue la Acción Católica. Y crean que poseído de
ese Espíritu que usted nos predica y el ejemplo de la hermana
Carolina, de la revista Reflexión y Liberación y la gente de
Somos Iglesia y otros grupos, que cuando usted vuelva a Chile la
próxima vez tal vez pueda encontrar una federación de laicos que
se interesan por esta redención. (aplausos).
Charla-Foro realizada 25 Noviembre de 2003 en (*N.T.)
Nota transcriptor y editor:
Convento de Santo Domingo. Santiago de Chile. Enrique A. Orellana
F.
CONVOCANTES:
Amerindia – Asamblea de Cristianos de Izquierda – Centro
Ecuménico Diego de Medellín –Centro Ignacio Ellacuria – Comunidad
Cristiana El Camino – Confederación Latinoamericana de Iglesias
Evangélicas (CLAI) – Confraternidad Cristiana de Iglesias –
Ediciones Cesoc – Fundación Cristo Vive – Fundación OCAC –
Fundación Rafael Agustín Gumucio – Iglesia Comunión de los
Hermanos – Justicia, Paz y Ecología de Conferre – Fundación
Promoción y Cultura del Trabajo – Revista Reflexión y Liberación
– Servicio Evangélico para el Desarrollo (SEPADE) – Servicio Paz
y Justicia (SERPAJ) – Movimiento Somos Iglesia-Chile.
P. José Comblin. Teólogo, escritor y filósofo belga, nació en
1923. Sacerdote secular. Doctorado en teología en la Universidad
de Lovaina en 1950. Actualmente radicado en el Nordeste de
Brasil, en Joao Pessoa (Estado de Paraíba). Ha vivido más de 15
años en Chile, sin perjuicio de sus constantes viajes a diversas
partes del mundo en donde entrega a través de seminarios, foros,
conferencias y reuniones variadas su visión económica, política y
social desde la perspectiva cristiana. Somos uno de sus grandes
amores. El otro es Brasil. Es considerado uno de los más
relevantes teólogos católicos del mundo. Autor de más de 60
libros y 300 artículos. Sus obras más famosas, son sus
exposiciones críticas de la Doctrina de Seguridad Nacional y del
Neoliberalismo, además de temas antropológicos y eclesiales como
Antropología Cristiana, Cristianos rumbo al siglo XXI, Vocación a
la libertad y "O povo de Deus" (El Pueblo de Dios). Además son
famosas sus Teología de la Paz, Teología de la Ciudad y Teología
de la Revolución, así como sus Comentarios bíblicos a Epístolas
de Pablo y los hermosos ensayos sobre Jesús de Nazareth y la
Oración de Jesús.
En 1972 un decreto del gobierno militar del Brasil impide a
Comblin seguir trabajando en ese país. Viene a Chile en donde
ejerce docencia en teología, pero en 1981 un decreto del Gobierno
Militar de Chile le impide reingresar al país, después de un
viaje. Regresa a Brasil donde lo recibe el Arzobispo de Recife
don Hélder Camara. Fue uno de los teólogos expertos que participó
en las Conferencias de Obispos Latinoamericanos de Medellín
(1968) y de Puebla (1978), como asesor de don Hélder Camara y del
Cardenal Arns de Sao Paulo.
En el año 2001 publica el libro "El Neoliberalismo. Ideología
dominante en el cambio de siglo". Una de sus citas: "La sociedad
neoliberal desintegra, destruye cualquier comunidad. Ella no
tiene un proyecto para la sociedad. El capitalismo puro es un
mecanismo que funciona por sí y para sí mismo". Sobre este tema
ha escrito diversos artículos entre ellos "Críticas a la
ideología neoliberal y caminos de salida". Por otra parte la
ponencia sobre "Ética, política y derechos humanos hacia el
futuro", analiza la actual problemática política mundial, con
referencias a la guerra preventiva de Bush contra Irak después de
la crisis de las torres gemelas, y en que critica cómo la guerra
preventiva contra el terrorismo lo justifica todo. A tal
problemática también pertenece el artículo "Reflexiones
Cristianas sobre Afganistán, la guerra y Porto Alegre."
En el año 2003 publica el libro "La esperanza de los pobres
vive", una obra en conjunto con 60 colaboradores
latinoamericanos, con artículos, estudios y experiencias
liberadoras de amigos de J. Comblin y de él mismo, en celebración
de sus 80 años.
MOVIMIENTO SOMOS IGLESIA-CHILE
https://www.alainet.org/pt/node/109770
Del mismo autor
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