VII Foro Social Mundial
19/01/2007
- Opinión
Pronto la capital de Kenia, Nairobi, se verá agitada por la presencia de más de 150.000 activistas, representantes de movimientos sociales, organizaciones no gubernamentales (ONG), redes y coaliciones de todo el mundo, que convergirán en el VII Foro Social Mundial (FSM), del 20 al 25 de enero.
El FSM fue organizado por primera vez en la ciudad brasileña de Porto Alegre en 2001. Su consigna de "Otro mundo es posible" y su mensaje contra la guerra, la injusticia y la desigualdad social ya no son regionales. En 2004, el Foro viajó a Mumbai, India; y en 2006 a Bamako, Malí, a Caracas, Venezuela, y a Karachi, Pakistán.
La asistencia a cada Foro ha crecido mucho desde sus comienzos en Porto Alegre (el año pasado, en Caracas, hubo 150.000 participantes). A la vez, han aumentado las críticas de diversas fuentes.
Una de las principales críticas ha sido que, aunque el FSM se presenta como un desafío al capitalismo, en oposición directa a las políticas neoliberales promovidas por el Foro Económico Mundial, se ha transformado en parte del propio sistema que rechaza, con el apoyo de grandes ONG y fundaciones.
Otros cuestionan la capacidad del FSM de integrar a todos los sectores de la sociedad civil, como también diferentes enfoques sobre cuestiones de poder, resistencia y organización del proceso del FSM. Por ejemplo, ¿está bien que COSATU, la mayor federación sindical de Sudáfrica y miembro del Consejo Internacional del FSM, esté abierta al Foro contra la Privatización, un grupo crítico del gobierno del Congreso Nacional Africano en el ámbito del Foro?
Otros críticos han dicho que el Foro no es más que un evento turístico anual, una oportunidad de recorrer el mundo para las ONG profesionales, desprovisto de fuerza real y de planes de acción para lograr un mundo mejor para todos.
El séptimo FSM será el primero que tendrá como única sede a un país africano. No sorprende entonces que la edición africana, con su lema "Luchas populares, alternativas populares" esté bajo la lupa para ver si este Foro demuestra ser algo más que una fiesta ruidosa, como los conciertos Live Aid para África. Este será el mayor desafío del FSM 2007.
¿Estará el FSM a la altura de su anfitrión, África, y de sus movimientos sociales, sus grupos populares y sus ciudadanos? ¿Se ocupará de los innumerables problemas sociales, económicos y políticos que abruman al continente y que en general son provocados por la geopolítica internacional? ¿Significará una mejoría para los pobres de África, que pese a años de ayuda humanitaria, conciertos, buena voluntad de estrellas de Hollywood y de rock, siguen padeciendo el hambre endémica y la pobreza?
Según el Índice de Desarrollo Humano 2005, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), 12 de los 18 países más pobres que hoy tienen peores indicadores de desarrollo humano que en 1990 son africanos. Sudáfrica cayó 35 lugares, al 120, y Botswana, del 21 al 131. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que en África subsahariana hay más de 206 millones de hambrientos, lo que marca un incremento de 50 por ciento entre 1980 y 2001.
Además, África subsahariana es la región más afectada por el VIH/sida. Se calcula que 24,5 millones de personas vivían con VIH a fines de 2005, y que ese año ocurrieron cerca de 2,7 millones de nuevas infecciones. Más de 12 millones de niños han quedado huérfanos por causa del sida.
Estas inquietantes cifras se derivan en parte de que muy poco se ha hecho por solucionar los terribles problemas del continente, pese a promesas realizadas a nivel internacional como los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio (el primero de los cuales es reducir a la mitad la proporción de personas que viven con menos de un dólar al día para el año 2015) y el paquete de reducción de la deuda anunciado en la última cumbre del Grupo de los Ocho, realizada en Gleneagles en julio de 2005 (en la que los países más ricos del mundo acordaron cancelar cerca de 40.000 millones de dólares de la deuda de 18 países, casi todos africanos, y aumentar la ayuda para el desarrollo en 48.000 dólares para 2010).
Por ejemplo, se han incumplido promesas internacionales. Pese a los compromisos de duplicación de la ayuda para África, la ayuda para la producción agrícola en África subsahariana cayó 43 por ciento entre 1992 y 2002. Alemania e Italia alegaron que sus problemas presupuestarios podrían impedirles alcanzar sus objetivos de ayuda, mientras que otros países amalgamaron sus incrementos de ayuda y cancelaciones de deuda en un único monto.
Conscientes de tales críticas, los organizadores del FSM decidieron dedicar el cuarto día del evento a la consolidación de acciones conjuntas y campañas. Como explicó Onyango Ollo, Coordinador Nacional del Foro Social de Kenia, esto se ha hecho "en parte para enfrentar las persistentes críticas y la percepción a través de los años de que el FSM es poco más que un encuentro de charlatanes".
Desde Porto Alegre hasta Nairobi, el FSM ha llegado a representar la movilización masiva y creciente de la sociedad civil. Sin embargo, el resultado de estos seis días de talleres, simposios, debates, procesiones, celebraciones y solidaridad será crucial para determinar su futuro.
El FSM fue organizado por primera vez en la ciudad brasileña de Porto Alegre en 2001. Su consigna de "Otro mundo es posible" y su mensaje contra la guerra, la injusticia y la desigualdad social ya no son regionales. En 2004, el Foro viajó a Mumbai, India; y en 2006 a Bamako, Malí, a Caracas, Venezuela, y a Karachi, Pakistán.
La asistencia a cada Foro ha crecido mucho desde sus comienzos en Porto Alegre (el año pasado, en Caracas, hubo 150.000 participantes). A la vez, han aumentado las críticas de diversas fuentes.
Una de las principales críticas ha sido que, aunque el FSM se presenta como un desafío al capitalismo, en oposición directa a las políticas neoliberales promovidas por el Foro Económico Mundial, se ha transformado en parte del propio sistema que rechaza, con el apoyo de grandes ONG y fundaciones.
Otros cuestionan la capacidad del FSM de integrar a todos los sectores de la sociedad civil, como también diferentes enfoques sobre cuestiones de poder, resistencia y organización del proceso del FSM. Por ejemplo, ¿está bien que COSATU, la mayor federación sindical de Sudáfrica y miembro del Consejo Internacional del FSM, esté abierta al Foro contra la Privatización, un grupo crítico del gobierno del Congreso Nacional Africano en el ámbito del Foro?
Otros críticos han dicho que el Foro no es más que un evento turístico anual, una oportunidad de recorrer el mundo para las ONG profesionales, desprovisto de fuerza real y de planes de acción para lograr un mundo mejor para todos.
El séptimo FSM será el primero que tendrá como única sede a un país africano. No sorprende entonces que la edición africana, con su lema "Luchas populares, alternativas populares" esté bajo la lupa para ver si este Foro demuestra ser algo más que una fiesta ruidosa, como los conciertos Live Aid para África. Este será el mayor desafío del FSM 2007.
¿Estará el FSM a la altura de su anfitrión, África, y de sus movimientos sociales, sus grupos populares y sus ciudadanos? ¿Se ocupará de los innumerables problemas sociales, económicos y políticos que abruman al continente y que en general son provocados por la geopolítica internacional? ¿Significará una mejoría para los pobres de África, que pese a años de ayuda humanitaria, conciertos, buena voluntad de estrellas de Hollywood y de rock, siguen padeciendo el hambre endémica y la pobreza?
Según el Índice de Desarrollo Humano 2005, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), 12 de los 18 países más pobres que hoy tienen peores indicadores de desarrollo humano que en 1990 son africanos. Sudáfrica cayó 35 lugares, al 120, y Botswana, del 21 al 131. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que en África subsahariana hay más de 206 millones de hambrientos, lo que marca un incremento de 50 por ciento entre 1980 y 2001.
Además, África subsahariana es la región más afectada por el VIH/sida. Se calcula que 24,5 millones de personas vivían con VIH a fines de 2005, y que ese año ocurrieron cerca de 2,7 millones de nuevas infecciones. Más de 12 millones de niños han quedado huérfanos por causa del sida.
Estas inquietantes cifras se derivan en parte de que muy poco se ha hecho por solucionar los terribles problemas del continente, pese a promesas realizadas a nivel internacional como los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio (el primero de los cuales es reducir a la mitad la proporción de personas que viven con menos de un dólar al día para el año 2015) y el paquete de reducción de la deuda anunciado en la última cumbre del Grupo de los Ocho, realizada en Gleneagles en julio de 2005 (en la que los países más ricos del mundo acordaron cancelar cerca de 40.000 millones de dólares de la deuda de 18 países, casi todos africanos, y aumentar la ayuda para el desarrollo en 48.000 dólares para 2010).
Por ejemplo, se han incumplido promesas internacionales. Pese a los compromisos de duplicación de la ayuda para África, la ayuda para la producción agrícola en África subsahariana cayó 43 por ciento entre 1992 y 2002. Alemania e Italia alegaron que sus problemas presupuestarios podrían impedirles alcanzar sus objetivos de ayuda, mientras que otros países amalgamaron sus incrementos de ayuda y cancelaciones de deuda en un único monto.
Conscientes de tales críticas, los organizadores del FSM decidieron dedicar el cuarto día del evento a la consolidación de acciones conjuntas y campañas. Como explicó Onyango Ollo, Coordinador Nacional del Foro Social de Kenia, esto se ha hecho "en parte para enfrentar las persistentes críticas y la percepción a través de los años de que el FSM es poco más que un encuentro de charlatanes".
Desde Porto Alegre hasta Nairobi, el FSM ha llegado a representar la movilización masiva y creciente de la sociedad civil. Sin embargo, el resultado de estos seis días de talleres, simposios, debates, procesiones, celebraciones y solidaridad será crucial para determinar su futuro.
- Anuradha Mittal es directora ejecutiva del Oakland Institute.
https://www.alainet.org/pt/node/118830?language=en
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