"Ocupemos Wall Street": Un año después, el 99% narcotizado por el sistema

19/09/2012
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Hace un año, cuando unos dos centenares de manifestantes intentaron tomar las calles aledañas a la Bolsa de Valores de Nueva York, para protestar contra el poder corrupto de Wall Street, nació el movimiento "Ocupemos Wall Street", el 17 de septiembre del 2011. Hoy, doce meses después, lo que en un momento se pensó que podía ser el inicio de una masiva Rebelión Yanqui, es apenas una sombra de las expectativas que alcanzó en sus primeros meses de vida. ¿Qué ha sucedido? ¿Por qué la apatía de un vasto sector del 99% de la población estadounidense? ¿El sistema ha sido muy hábil para sobrepasar este intento de rebelión? o ¿Todo fue una ilusión de un orden al parecer inescapable donde los siervos adoran su dorada prisión?
 
A fines del año pasado  ya habíamos escrito que "un vasto sector del 99% —que a toda costa, por razones personales o familiares, quiere mantener la ilusión en que vive— está aún al margen de una participación más activa en la Rebelión Yanqui. Pero todo es cuestión de tiempo, porque las causas de la rebelión seguirán empeorándose en los años por venir". Pero nada ha cambiado, a pesar de que, sólo por citar uno de los mayores factores, el ingreso promedio real de las familias norteamericanas sigue en caída libre —"declinó por cuarto año consecutivo, hundiéndose a su nivel más bajo desde 1995. Y ajustado por el CPI-U, la lectura de (los ingresos reales en el) 2011 ya estaba realmente por debajo de los niveles considerados a finales de los 1960s y a principios de los 1970s" (1)—, las grandes masas siguen obedientes a lo que el sistema les impone, por injusto que sea. ¿Por qué esta actitud en la "Tierra de la libertad y el hogar de los bravos"?
 
Proletariado inexistente
 
Responder a la pregunta puede requerir miles y miles de palabras encajonadas en teorías e hipótesis. Sin embargo, podemos hallar la clave del por qué el 1% aún sigue triunfante, si recurrir a un análisis del ya desaparecido pero célebre filósofo francés Jean Baudrillard, en su ensayo "Después de la Orgía", escrito en 1990:
 
"El proletariado no ha tenido éxito en negarse asimismo como tal  —en el siglo y medio desde que Marx hizo claro esto. El proletariado ha fallado en negarse asimismo como clase y, por consiguiente, abolir la sociedad de clases per se. Quizá por esto el proletariado nunca fue una clase, como se había supuesto —a causa de que únicamente la burguesía fue una verdadera clase y, en consecuencia, la única capaz de negarse asimismo como tal. Al negarse asimismo, junto con el capital, la burguesía generó una sociedad sin clases, aunque esto nada tiene que ver con la sociedad sin clases que estaba supuesta a emerger de una revolución y desde una negación del proletariado como tal. Como para el proletariado, este simplemente ha desaparecido —desaparecido junto con la lucha de clases en sí misma.
 
"No hay duda de que si el capitalismo se hubiera desarrollado acorde con su propia contradicción lógica, hubiera sido derrotado por el proletariado. En un sentido ideal, el análisis de Marx es aún irreprochable. Pero lo que Marx simplemente no previó es que, enfrentando la inminente amenaza de sus existencia, el capital se transpolitizo asimismo, es decir: se lanzó asimismo hacia una órbita más allá de las relaciones de producción y de las contradicciones políticas, para hacerse asimismo autónomo,  flotando libremente y libre de riesgos, y así totalizar el mundo a su propia imagen. El capital (si aún puede ser llamado así) ha dejado atrás a la economía política y a la ley del valor; es en este sentido que ha escapado exitosamente de su propio fin. En consecuencia, puede funcionar independientemente de sus antiguos objetivos, y sin referencia absoluta a cualquier objetivo que sea. El suceso inaugural de esta mutación fue indudablemente el Gran Crash de 1929, el de 1987 fue simplemente un remezón".(2) Y el del 2008, podemos añadir, fue otro remezón pero únicamente para que los de arriba expoliaran aún más la riqueza del resto.
 
¿Qué podemos deducir de esta interpretación de Baudrillard? Desde nuestro punto de vista —desde las entrañas de la "superpotencia"— podemos decir que el 99%, como tal, es un cúmulo de estratos económicos que, ni por asomo, tiene una consciencia de clase y, por ende, es incapaz de trascender. Y es que, como lo detallaremos más adelante, aunque el 99% puede estar furioso con el 1%, en lo más profundo de sus deseos una vasta mayoría del 99% de los norteamericanos se desvive por, algún día, ser parte de ese 1% o al menos del 10% más rico.
 
Educación y/o lavado de cerebro
 
En este contexto, ese es el gran triunfo del capital —o la Plutocracia Global— el poder controlar a las masas desde la estratósfera, tras haberlas sometido a décadas de "educación" —o mejor dicho, lavados de cerebros— para que funcionen al compás de lo que el sistema les indica —por ejemplo: "Sin crédito (deudas) no eres nadie"—, en un esfuerzo que comenzó hace más de un siglo.
 
Lord Alfred Milner, expuso esta visión durante un encuentro celebrado en 1903, haciendo hincapié en lo siguiente:
 
"Debe haber una aristocracia, no privilegiada sino comprensiva y con determinación, o de lo contrario la humanidad fracasará (....). Y aquí es donde surge mi peculiar conflicto con la democracia. Si la humanidad en general es capaz de alcanzar un elevado nivel de educación y la libertad para crear que se requiere, mucho más capaces serán los mejores y más enérgicos miembros de ella (....) La solución no reside en la confrontación directa. Podemos derrotar a la democracia porque comprendemos cómo funciona la mente humana, el espíritu de la persona". (3)
 
Y esta es la otra clave para comprender el porqué la esperada Rebelión Yanqui, surgida en Zuccotti Park, puede ser una ilusión. Desde que los amos del capital vieron el peligro de las fuerzas laborales organizadas a raíz de la Gran Depresión de los 1930's y las concesiones otorgadas por el gobierno de F.D. Roosevelt, en el nuevo contrato social llamado el "New Deal", la Plutocracia, a través de la Propaganda en sus más diversos modos y estilos, se dio a la tarea de re-educar a las masas laborales y sus posteriores generaciones. Ver el resultado hoy en día, sólo es posible apreciarlo in situ, es decir conviviendo con los norteamericanos de los distintos estratos económicos —e incluso incluyendo a los inmigrantes, documentados o indocumentados— para apreciar el efecto del lavado de cerebro.
 
Las masas son inundadas ininterrumpidamente, virtualmente a cada segundo, de la idea de que sea cual fuera tu procedencia o tu origen, "con educación, trabajo arduo y si eres emprendedor" puedes ascender a través de la "escalera social" y llegar, incluso, a ser rico, o súper-rico. Esa, en gran medida, es el Matriz idealizado para alcanzar el "Sueño Americano".
 
No hace mucho, en el noticiero de un canal de la televisión hispana emitieron un reportaje sobre un taller ofrecido por una universidad para que los niños aprendieran a hacer programas para computadoras. Y saben cuál era el anuncio del curso: "Tú hijo puede ser el próximo Bill Gates o Steve Jobs". Y este es solo un ejemplo de los miles que uno puede hallar en el diario vivir de la sociedad norteamericana —como la promoción del glamur sobre la vida de los famosos y artistas millonarios, o promocionar las historias de personajes que desde el llano ascendieron a la cima del poder y la riqueza—, para incrustar en lo más profundo de sus mentes la idea de que cualquiera del 99% puede llegar, algún día, a ser parte del 1%.
 
El caso de los "Dreamers" o jóvenes "Soñadores" inmigrantes es otro ejemplo muy claro de la idealización: No hay que conformarse con ser parte del 99%, sino que siempre hay que aspirar a ser parte del 1%. Ellos mismos comenzarán a desclasarse de sus padres —que los alientan a hacerlo— y de otros que aún quedan en las sombras.
 
Entonces, es muy claro ver como los Amos del Universo, desde la estratósfera, han logrado que el 99% sea inconsciente de su realidad y "así totalizar el mundo a su propia imagen". Una de las metáforas de este Matrix es el personaje central de la película Forrest Gump: En la "superpotencia global" no importa si naces defectuoso o eres estúpido, sí sigues las reglas que te ordena el sistema puedes llegar a ser un héroe de guerra, un empresario de éxito y hasta un inversionista millonario, muy por encima de aquellos liberales e izquierdistas estigmatizados en dicha película.
 
Amputados y narcotizados dentro el sistema
 
Y en todo esto,  los norteamericano creen que opinando o votando a través de Facebook o Twitter, o si van a votar en las urnas, viven en Democracia, sin entender que la política y la economía está controlada desde la estratósfera, y que los votantes solo refrendan a los candidatos puestos por el Gran Dinero.
 
Al parecer, como Marshall McLuhan lo advirtió hace décadas, los norteamericanos están narcotizados por la tecnología de los medios y con su consciencia de clase amputada.
 
McLuhan decía que el medio otorga poder a través de la extensión (de los sentidos) pero, a la misma vez paraliza e inmoviliza, lo que extiende. En este sentido, la amplificación se convierte en una amputación. El sistema nervioso central reacciona a esta presión y desorientación de la amputación por bloquear la percepción (3), lo cual causa una narcosis —una condición de profundo estupor o inconsciencia.
Así, la Rebelión Yanqui parece improbable porque las masas del 99% están narcotizadas con el eterno sueño de ser parte del 1% —sino ellos, sueñan que sus hijos lo pueden ser. Por eso,  como Morpheus explica a Neo en la película:
“Matrix es un sistema, Neo. Ese sistema es nuestro enemigo. Pero cuando estás adentro, mira a tu alrededor, ¿qué ves? Hombres de negocios, profesores, abogados, carpinteros. Las mismas mentes de la gente que estamos intentando salvar. Pero hasta que no lo hagamos, esta gente sigue siendo una parte de ese sistema, y eso los hace nuestros enemigos. Tú tienes que entender, la mayor parte de esta gente no está lista para ser desconectada del sistema. Y muchos de ellos están tan habituados, tan desesperadamente dependientes del sistema, que lucharán para protegerlo”.
 
Notas
 
(2) The Transparency of Evil, Essays on Extreme Phenomena; Jean Baudrillard. Editorial Verso, 2009; páginas 11 y 12.
 
(3) El Instituto Tavistock, Daniel Estulín; Ediciones B, 2011; página 264.
 
(4) Understanding Media, The Extension of Man; Marshal McLuhan. Gingko Press, 2011. Página xviii.
https://www.alainet.org/pt/node/161107
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