La democracia paraguaya ve la rémora del Stronato con el Nuevo Rumbo

16/10/2014
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El rumbo en Paraguay apunta a reeditar la nefasta experiencia del estronismo. A un año de la elección pos golpe parlamentario a Fernando Lugo, el gobierno capitaneado por el empresario Horacio Cartes al frente del ejecutivo, da señales claras de prácticas asemejadas a la era de la tiranía del nefasto Alfredo Stroessner.

 
El Paraguay técnicamente está en una dictadura, el ejecutivo ha concentrado todo el poder en sus manos. La aprobación de la “Ley de Militarización” ha conferido al ejecutivo atribuciones de disponer de las fuerzas armadas para la seguridad interna; cuya responsabilidad constitucionalmente recae en la Policía Nacional, y el congreso con la mencionada ley, faculta al ejecutivo a disponer de las fuerzas armadas para intervenir en asuntos internos e informar hasta después de cuarenta y ocho horas al legislativo. Además, la ley Alianza Pública Privada, ha despojado al poder legislativo de atribuciones inherentes al equilibrio de poderes, reuniendo aún más poderes en el ejecutivo.
 
La concentración de poderes en la figura presidencial y las represiones perpetradas en contra de los campesinos, docentes y trabajadores en este un año de gobierno, daba indicios que el nuevo rumbo pone en escena el estado gendarme al puro estilo fascista.
 
El panorama en materia de respeto a los derechos humanos está en jaque, sin lugar a dudas el golpe parlamentario revivió y puso en escena a viejos actores de la política paraguaya con sus prácticas golpeando duramente a la incipiente democracia.
 
El hecho de hacer caso omiso al pedido unánime, el esclarecimiento del caso de la Masacre Curuguaty, a la huelga de hambre de Rubén Villalba y de González Chirico; señala que este gobierno no tiene como prioridad dar respuesta al sector popular. La connotación de esta actitud y las represiones en nombre de la paz pública, es una muestra clara de la simpatía con la mano dura.
 
Hay que recordar que Cartes tiene como asesores a la Mossad – en seguridad - y a Francisco Cuadra (exvocero de Pinochet), estos datos no resultan menores teniendo en cuenta el origen de ambos es sus ámbitos de intervención son notoriamente vinculados al verticalismo y al autoritarismo.
 
La desaparición de dirigentes y el asesinato de periodistas, el último Pablo Medina, confirma el gran retroceso en la democracia que experimenta el Paraguay. La región debe mirar de cerca lo ocurrido en este país, pues podría ser un laboratorio para su posterior implementación en los demás países de la región. Cabe traer en el análisis que la visión de sociedad que propugna el poder global es la que busca mantener el establishment, por lo tanto ante cualquier avance que pueda darse hacia la distribución de la riqueza y el crecimiento de la conciencia, el sistema buscará frenar ese avance queriendo instalar gobiernos fascistas para seguir manteniendo el sistema de privilegio para unos pocos.
 
Adilio Lezcano
Licenciado en Matemática por la Universidad Nacional de Pilar
https://www.alainet.org/pt/node/164807
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