América Latina en la hora de los Eduardos Cunha
- Análisis
Cerremos los ojos. Veamos América Latina como un enorme escenario donde se desarrolla la obra. Los actores son muchos, incluyéndonos a nosotros mismos. Es una obra con muchos actos.
Fijémonos en este: el impeachment de la presidente brasileña, Dilma Rousseff. Solo uno más en la obra mayor, donde se libra una lucha formidable, en el esfuerzo por reconstruir nuestro espacio vital, que ha marcado este inicio de siglo en América Latina.
En esa obra, al compás de una novedosa sinfonía, se han movido multitudes. Han remecido el viejo orden heredado del fin del socialismo europeo, el del triunfo del neoliberalismo y del Consenso de Washington. Se han asomado al poder, han rechazado la visión neoliberal del mundo, se han enfrentado (y rechazado) la amenaza que representaba el ALCA para la región, han nacionalizado sus recursos naturales, se han incorporado como nuevos actores en el escenario.
Como en ningún lado, fue en América Latina donde se multiplicaron los actos de esa nueva obra. Con buenos y malos actores, como es inevitable.
Mientras actuaban estos nuevos actores, tras los bastidores otros ensayaban su obra. Siempre listos para volver a ocupar el escenario.
Poco a poco han ido saliendo a escena.
1er. Acto
Madrugada del 28 de junio del 2009. Domingo. A punta de pistola, militares sacan al presidente de Honduras, Manuel Zelaya, de su casa, en piyamas, y lo envían a Costa Rica.
Sin apoyo en el Congreso, ni en las fuerzas armadas, el golpe contra Zelaya se desarrolla sin sobresaltos.
Tres semanas antes, se llevaba a cabo la 39ª Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), inaugurada el 2 de junio en San Pedro Sula, Honduras. En nota oficial, la OEA resume lo acontecido:
Con respecto a la situación de Cuba dentro de la OEA, tanto el Presidente de la República de Honduras como el Secretario General de la OEA llamaron a los presentes a resolver el tema buscando el consenso. “Queremos progresar y dejar atrás un pasado que para muchos no es positivo; pero no a costa de caer de nuevo en divisiones”, afirmó el Secretario General, resaltando la importancia de los valores de inclusión y democracia. Al día siguiente y luego de una larga jornada de negociaciones, la Asamblea General acordó dejar sin efecto la resolución aprobada el 31 de enero de 1962, que suspendió a Cuba como miembro activo de la organización.
Empezaba un nuevo acto de esta obra. Zelaya parecía no darse cuenta. En San José, decía: "Quiero retornar a mi país (...) soy el legitimo presidente de Honduras". "Si Estados Unidos no está detrás, el golpe no dura ni 48 horas". No se conocían todavía los emails de la entonces Secretaria de Estado, Hillary Clinton, tratando de acomodar el escenario para los golpistas en el poder.
En marzo del 2010 Clinton visitó Honduras, donde se reunió con el Presidente Porfirio Lobo, electo en noviembre anterior en comicios boicoteados por los opositores al golpe de Estado. Clinton exhortó a los países latinoamericanos a normalizar sus relaciones con el gobierno de Lobo y recordó que el gobierno de Obama pidió al Congreso restablecer toda la ayuda a Honduras.
La Corte Suprema hondureña asumió la responsabilidad de lo ocurrido al anunciar que había ordenado al Ejército la expulsión del presidente Manuel Zelaya, como consecuencia de su intento por ser reelegido.
Por la tarde, el Congreso Nacional destituyó del cargo a Zelaya por incurrir en "reiteradas violaciones" de la Constitución, leyes y sentencias judiciales, y nombró como jefe del Estado a su propio Eduardo Cunha: el también presidente de la Cámara, Roberto Micheletti.
El nuevo presidente aseguró que asumía las funciones de la Presidencia "en el estricto respeto y cumplimiento de la Constitución"
Meses después fue denunciado por robar energía eléctrica y no pagar los servicios de agua para sus empresas.
En noviembre del 2009 se celebraron elecciones, que se repitieron el 2014. Con el triunfo de los mismos.
En 2014 un Informe Global ose Homicidios 2013, de la Organización de Naciones Unidas, informaba que Honduras fue el país con la tasa más alta en el mundo: cerca de 90 por cada cien mil habitantes. En África, el de más alta tasa es Sudáfrica: 31 por cada cien mil habitantes.
2do. Acto
Nuevos actores, otro acto: Paraguay. El jueves el presidente Fernando Lugo nombra los nuevos comandantes de las fuerzas armadas. Es el 5 de noviembre del 2009. Hacía poco más de un año había asumido la presidencia, poniendo fin a seis décadas de gobierno del Partido Colorado. La mayor parte de ellos bajo la dictadura del general Alfredo Stroessner (1954-89).
El acto comienza con un retorno al pasado, que se puede ver aquí: http://www.paraguay.com/nacionales/asi-se-torturaba-durante-la-dictadura-139713 y que se repitió, de ahí en adelante, en varios otros escenarios de la obra: en Argentina, en Chile, en Brasil…
Es el dramático escenario de las torturas con que entonces se acompañaban las políticas que luego –destruidas las organizaciones que se oponían y desaparecidos o asesinados quienes las dirigían– se expresaron en el neoliberalismo.
Habían pasado los años. Hablaban de nuevo de la posibilidad de un golpe militar en Paraguay. Existen pequeños bolsones de militares que podrían ser utilizados por la clase política, estimaba el propio presidente Lugo.
Pero, “para muchos, la verdadera amenaza a la que se enfrenta Lugo proviene del Congreso -en manos de la oposición-, que podría buscar destituirlo a través de un juicio político. Según los partidarios del mandatario, eso equivaldría a un golpe de Estado encubierto”, afirmaba la corresponsal de la BBC en el Cono Sur, Verónica Smink.
Y agregaba: “La oposición política a Lugo no sólo proviene de los partidos de derecha sino que también está latente en el mismo seno de la coalición gobernante que lo llevó al poder. Su propio vicepresidente, Federico Franco, encabeza la sección del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) que se opone al mandatario. Así, Lugo perdió parte del apoyo de su principal aliado y sostén político. A pesar de las fracturas en la coalición de poder, el mandatario tampoco logró formar su propia estructura partidaria, quedando totalmente dependiente del apoyo liberal.”.
“En ese clima enrarecido, no fueron pocas las voces en el Parlamento, dominado por la oposición, que clamaron por un juicio político contra el presidente por ‘inoperancia’”…, decía otro comentarista.
¡Ahí estaba! ¡De nuevo! ¡Se asomaba Eduardo Cunha!
Pausa. Entran nuevos actores: enfrentamientos entre policías y campesinos en la zona de Canindeyú. Se oyen tiros. 17 muertos –seis policías y nueve campesinos– en intento de desalojo en el campo Morumbí, de un exsenador del Partido Colorado.
Salen los actores. Entierran a los muertos. Se retoma la función. Ha pasado una semana. Los senadores están reunidos. Es el jueves, 21 de junio del 2012.
Mañana podría ser el último día de Fernando Lugo como presidente de Paraguay, después de que la Cámara de Diputados lo acusara de “ser responsable político por la muerte de 17 personas la semana pasada en un enfrentamiento entre campesinos sin tierra y policías que los intentaban desalojar en una zona del este del país”, informa la BBC.
“Los senadores, quienes serán los jueces del juicio político, asignaron a un grupo de diputados de oposición como parte acusadora y otorgarán a Lugo dos horas para defenderse de las acusaciones en su contra”.
¡Bravo! ¡De nuevo: asoma Eduardo Cunha! ¡Aplausos!
El escenario está listo: “Las informaciones de diarios locales daban cuenta de que desde la mañana de hoy el documento que destituiría a Lugo ya estaba preparado. Y que, en este caso, asumiría el vicepresidente, Federico Franco. Al final de la tarde, el resultado de la votación del juicio político indicó 39 votos por la condena, cuatro votos contrarios a la condena y dos ausencias. Los parlamentarios que apoyaron a Lugo afirmaron categóricamente que se trató de un claro golpe de estado”.
Día siguiente: nuevos actores salen a la escena.
Federico Franco, nuevo presidente de la República:
- Acá no hay golpe, no hay quiebra institucional. Es una situación legal que la Constitución y las leyes de mi país permite para hacer un cambio cuando la situación se torna inviable, asevera. (Tono grave)
Rafael Correa, presidente del Ecuador:
- La eventual salida del poder de su colega paraguayo, Fernando Lugo, por mecanismos ilegítimos puede sentar un precedente nefasto para la región.
Héctor Timerman, canciller argentino:
- En Paraguay se utilizó un mecanismo contemplado en la Constitución, pero fue aplicado de tal forma que viola no sólo el espíritu de esa Constitución sino toda práctica constitucional del mundo democrático.
Fernando Henrique Cardoso, expresidente del Brasil:
- La destitución de Fernando Lugo no fue ilegal.
El artículo 225 de la Carta Magna paraguaya señala un procedimiento para iniciar un juicio político a un funcionario electo si se le considera responsable de algún delito. Si al menos dos tercios de la Cámara de Diputados y del Senado lo avalan, el presidente puede ser destituido. Como sucedió con Lugo, quien fue removido con un voto casi unánime.
Idilio Méndez Grimaldi, periodista, miembro de la Sociedad de Economía Política del Paraguay y autor del libro Los Herederos de Stroessner, escribe: Monsanto golpea en Paraguay: Los muertos de Curuguaty y el juicio político a Lugo. El artículo puede ser visto aquí: http://otramerica.com/radar/monsanto-golpea-en-paraguay-los-muertos-de-c...
La BBC explica (Cunha oye. Atento. Toma notas):
La crisis política paraguaya que ha supuesto este viernes la destitución del presidente Fernando Lugo tiene sus raíces en el débil apoyo con el que éste contó desde que asumió el poder en 2008.
Su principal socio, el Partido Liberal del vicepresidente Federico Franco, con el que existen grandes diferencias ideológicas, se distanció pronto del presidente.
Se oyen voces en off (Pablo Stefanoni):
“Un Parlamento en manos de los viejos partidos oligárquicos, un Poder Judicial funcional al capitalismo mafioso y un Presidente débil pero que acabó con seis décadas de reinado colorado, el plan de un golpe de Estado soft, al estilo del que en Honduras sacó del poder a Manuel Zelaya en 2009, estaba desde hace años a la espera del momento justo”.
Sigue la obra: Elecciones presidenciales de abril del 2013
Los dos principales candidatos, el empresario opositor Horacio Cartes (del viejo Partido Colorado) y el abogado oficialista Efraín Alegre (del Partido Liberal), se disputan los votos a una semana de los comicios.
Alegre acusa a Cartes, de "narco" durante un mitin electoral en el centro del país.
Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas, en Washington, y presidente de la Just Foreign Policy, escribe:
“Acontecimientos recientes indican que la administración Obama intensificó su estrategia de cambio de régimen contra los gobiernos latinoamericanos que están a la izquierda del centro”.
“La administración Obama no acepta que la región cambió y busca eliminar gobiernos de izquierda”. ¡También Brasil debe mantenerse vigilante!, advierte
Cambian los actores. Entra Cartes. Apenas asume su nuevo cargo inicia la aplicación de las recetas neoliberales que se expresan en tres leyes:
a) Modificación de la Ley 1337/99 de Seguridad Interna: habilita al Poder Ejecutivo a disponer en cualquier momento de las Fuerzas Armadas para la seguridad interna;
b) Ley N°5.102/13 De promoción de inversiones en infraestructura pública y ampliación y mejoramiento de los bienes y servicios a cargo del Estado, conocida como la Ley de Alianza Público Privada (APP): genera el marco legal para la privatización de hecho de recursos estratégicos y empresas nacionales;
c) La Ley 5.098/13 de Responsabilidad Fiscal: pone límites fijos al presupuesto público y obliga a establecer políticas de ajuste. Es decir, recortes presupuestarios.
(Cunha toma notas de manera frenética).
Se cierran las cortinas.
3er. Acto (en tono de tragedia)
Se abren las cortinas. Aplausos.
¡Aparece Cunha! Se puede ver aquí: https://www.youtube.com/watch?v=IbTi5DYFr40
En el desarrollo del tercer acto de esta obra, habla el actor Jair Bolsonaro.
“En este día de gloria para el pueblo brasileño… comienza el diputado (y actor).
“Perdieron en 1964 y perderán ahora”, recordó, en alusión al golpe militar. Voto “contra el comunismo, por nuestra libertad, contra el Foro de São Paulo, por la memoria del coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, el pavor de Dilma Rousseff, y por Dios por encima de todo”.
“El coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, a quien Bolsonaro trata como héroe de la patria, fue responsable de por lo menos 45 muertes y desapariciones en el período en que comandó el DOI-CODI, aparato de represión de la dictadura militar, de 1970 a 1974. Los sobrevivientes cargan en la piel y en la memoria las marcas de la violencia y del miedo.
“Ustra torturó embarazadas. Violó decenas de mujeres. Ordenó o ejecutó torturas inimaginables contra varios presos políticos. Llevó los hijos pequeños de Maria Amélia de Almeida Teles, Amelinha, para que la vieran siendo torturada, en la silla del dragón”. Ahí, el torturado, desnudo y con la corriente eléctrica conectada a diversas partes del cuerpo, era sometido a suplicio. El cardenal Paulo Evaristo Arns describió la silla del dragón en su libro “Brasil: nunca más”.
Pero hoy la obra es otra. Se está votando el impeachment contra la presidente Dilma Rousseff en la Cámara de Diputados.
“El juicio político es conducido por el presidente de la Cámara, Eduardo Cunha, el rey del Lava-Jato”, el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil, afirma Paulo Moreira Leite, autor de “La otra historia del Lava-Jato”.
Nuestro actor principal, denunciado por lo menos en seis ocasiones en declaraciones de detenidos en la operación Lava-Jato, tiene cuentas secretas en Suiza. La última denuncia en su contra fue la de haber recibido 52 millones de reales (unos 14,7 millones de dólares) en coimas.
Otros actores entran en escena. El diputado Jovair Arantes, que promueve el pedido de juicio político contra la presidente, es hombre de confianza de Cunha. El ex diputado Augusto Mardes, autor de la investigación que dio origen al proceso ante el organismo de control llamado Tribunal de Cuentas de la Unión, está investigado por recibir coimas millonarias de una empresa acusada de evadir el impuesto a la renta, recuerda Moreira Leite.
En su opinión, lo que está ocurriendo “es un vergonzoso intento de golpe”.
El PMDB, partido de Cunha; de Michel Temer, presidente en ejercicio; y del presidente del senado, Renan Calheiros, “acumula más condenados en el Lava-Jato que el propio PT”. Solo el Partido Progresista lo supera.
En el escenario surge un paisaje suizo. Los Alpes. El jueves pasado –la obra hace un rollback a octubre del 2015–, la Procuraduría General de la República recibió documentos de la justicia suiza confirmado que Cunha tiene cuentas secretas en ese país. Le bloquea cuatro cuentas, suyas y de su mujer. La prensa conservadora brasileña habla de cuatro millones de dólares. Fueron depositados en sus cuentas por empresas con base en paraísos fiscales, se sospecha que como pago de sobornos en el caso de corrupción de Petrobrás y otros.
Nuestro personaje no es el único investigado por la justicia. Ocho de los once integrantes de la mesa de la cámara enfrentan acusaciones o han sido condenados por los tribunales.
Pese a todo, Cunha goza de total apoyo entre sus colegas. Tiene una misión que cumplir y, aun acosado, maniobra en el congreso, mueve todos los hilos y hace posible el proceso de impeachment contra la presidente.
Naturalmente, no actúa solo. Aunque tiene intereses personales en el caso, entre ellos el de paralizar toda investigación que lo pueda llevar a la cárcel, tiene una tarea: la de despedir a la presidente.
–¡Tchau querida!, puso nuestro personaje en su página de twitter, repitiendo, como consigna irónica, la frase cariñosa con la que el expresidente Lula se despidió de la presidente en una llamada telefónica hecha pública de forma abusiva por el juez encargado de las investigaciones.
Culmina la escena: avanza el juicio político contra la presidente Dilma Rousseff. La Cámara de Diputados decidió (367 votos a favor, 137 en contra), enviar el caso al Senado.
“La oposición dio una prueba de fuerza, pues superó con holgura los dos tercios (342) que precisaba, mientras el oficialismo quedaba lejos de los 172 votos que hubieran archivado el caso”, estiman analistas.
Se multiplican los actores. Entra en escena Luis Almagro, el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) (El actor volverá a escena en el acto siguiente).
“En el día de hoy (15 de abril) dialogué en Brasilia con la Presidente Dilma Rousseff sobre la coyuntura actual del país, algunos temas regionales y el papel que viene desempeñando la OEA”.
“Nuestra Organización (OEA) ha hecho un detallado análisis sobre el juicio político iniciado contra Dilma, y ha concluido que no se encuadra dentro de las normas que sustentan dicho procedimiento.
“No existe una acusación de carácter penal contra la Presidente, sino que se la acusa de mala gestión de las cuentas públicas en 2014. Esta es en todo caso una acusación de carácter político, que no amerita un proceso de destitución.
“Por lo tanto –agrega– no existe prueba de la práctica de un delito de responsabilidad, de acuerdo al artículo 85 de la Constitución Federal”.
Se cierra el acto: El Senado brasileño aprueba por 55 votos contra 22 la apertura de un juicio político contra la presidente Dilma Rousseff. La presidente se retira provisionalmente del cargo en espera de una votación definitiva. En un plazo máximo de 180, con el voto de 2/3 de los senadores, se decidirá su destino en el cargo.
“Es un verdadero golpe de Estado sin armas”, afirma, que se da “en el marco de la democracia, utilizando las instituciones en provecho de un proceso de elección indirecta que no está previsto en la Constitución”.
Temer presenta su plan de gobierno: equilibrio fiscal y privatizaciones. Estamos necesitando un shock liberal en Brasil en estos momentos, estima el economista Raul Velloso.
“El Estado brasileño vive una severa crisis fiscal”, dice el programa “Un puente para el futuro”, base del gobierno Temer. “Las modernas economías de mercado necesitan de un Estado activo y también moderno”, un Estado “funcional”.
“Nuestro desajuste fiscal llegó a un punto crítico” y la solución “será muy dura para el conjunto de la población”. Hay que recortar los gastos, eliminar los vínculos constitucionales establecidos para sectores como educación y salud. El objetivo es transformar el equilibro fiscal en norma constitucional.
Nuestro “ambiente de negocios no es favorable”, dice el documento, citando el Foro Económico Mundial. Hay que recrear “un ambiente económico estimulante para el sector privado”, promover su participación más efectiva en la construcción y operación de infraestructura, sin intervenciones que distorsionen los incentivos del mercado.
Sobre las privatizaciones sugiere “ejecutar una política de desarrollo centrada en la iniciativa privada, por medio de las transferencias de activos que sean necesarias…”
¡Cunha aplaude!
Se oscurece el escenario, se cierran las cortinas.
4to. Acto (en tono de comedia)
El escenario se traslada a Washington. Entra en escena el Secretario General de la OEA.
“Tengo el agrado de dirigirme a Usted a los efectos de solicitar la convocatoria a una sesión urgente del Consejo Permanente de los Estados Miembros entre el 10 y el 20 de junio de 2016”, dice, en carta al presidente del Consejo Permanente, el representante argentino Juan José Arcuri.
Es un largo documento, de 132 páginas. El Secretario está preocupado por lo que considera una “alteración grave del orden democrático” en Venezuela.
Al contrario de lo que pudiera pensarse luego de su visita a Brasil y del comunicado que emitió el 15 de abril sobre la situación en ese país, la convocatoria no se refiere al proceso de impeachment de la presidente Dilma Rousseff.
“Los hechos articulados en el procedimiento preliminar de "impeachment" en curso, y cómo fueron tratados en el comité preparatorio para apoyar la decisión plenaria de las señoras y señores diputados, con el debido respeto, están lejos de dar lugar a un juicio por indicios de delito de responsabilidad, y aún menos por certezas”, agrega el Secretario.
Por lo tanto –insiste– “no existe prueba de la práctica de un delito de responsabilidad, de acuerdo al artículo 85 de la Constitución Federal” brasileña.
Pero su estudio de 132 páginas sobre una “alteración grave del orden constitucional” es sobre Venezuela. Lo de Brasil ya está resuelto. Cumplida su tarea, nuestro Cunha brasileño ha sido destituido de su cargo de presidente de la Cámara de Diputados y su caso está bajo estudio de un “Comité de Ética” donde sus partidarios tienen presencia importante. Pero su destino ya está cumplido.
Sigue Venezuela. A solicitud de la oposición venezolana, que controla la Asamblea Nacional, Almagro pide la aplicación de la Carta Democrática Interamericana para enfrentar la crisis política.
Le pide al Poder Ejecutivo “el más pleno respeto y absoluto compromiso de cumplir con la constitución y con sus compromisos internacionales en materia de democracia” y le exige “cambios inmediatos”, a riesgo de caer “en una situación de ilegitimidad”.
Reunión del Consejo Permanente: nuestro Cunha no asiste. Estima que no hay sintonía con su propuesta de convocar una reunión urgente del Consejo Permanente para analizar la aplicación de las disposiciones de la Carta Democrática a Venezuela (no a Brasil).
Los países miembros aprueban, en reunión extraordinaria del Consejo Permanente, apoyar la iniciativa de mediación de los expresidentes del gobierno de España, de Panamá y República Dominicana. José Luis Rodríguez Zapatero se reúne en Caracas con Leopoldo López. La oposición (y nuestro Cunha) lo consideran preso político. El gobierno venezolano lo rechaza y recuerda que está preso por su responsabilidad en las manifestaciones que convocó para derrocar el gobierno, que dejó un saldo de más de 40 muertos.
Nuestro Cunha “se queda solo”. Sale del escenario.
Ausente de la reunión, es el jefe de gabinete del nuevo Cunha el que pide la palabra al cierre de la sesión del Consejo Permanente. Su presidente, el embajador argentino Arcuri, opina que "esta sesión tendría que terminar con el aplauso con que terminó”.
Y agrega: “Le voy a pedir, si es tan amable, que se abstenga de hacer uso de la palabra y, si tiene que compartir algo con nosotros, que por favor nos lo haga llegar por las vías correspondientes".
La representante de Jamaica, Julia Elizabeth Hyatt agrega: “Jamaica considera totalmente inaceptables y desafortunados ciertos comentarios recientes del secretario general [nuestro nuevo Cunha] en respuesta al presidente de Venezuela. Pedimos al secretario general que lleve a cabo las funciones que debidamente se le atribuyen y que en todo momento se atenga a una comunicación respetuosa”.
Cae el telón. Aplausos.
Coda. A modo de cierre – La crisis del neoliberalismo
Entra un nuevo actor: el sociólogo francés Frédéric Lebaron, ayudante de Pierre Bourdieu en el Collège de France.
“El neoliberalismo se enfrenta a una verdadera crisis de creencia. En los años ‘80, las conquistas neoliberales se encadenaban con facilidad y rapidez: victorias electorales (Thatcher, Reagan), el cambio doctrinal de los socialdemócratas europeos, rupturas estructurales con la liberalización financiera global, luego, el Consenso de Washington a principios de los 90 tras la caída del comunismo soviético. Todos parecían éxitos. Las cosas cambiaron en la década del 2000 en América Latina con la llegada de gobiernos de izquierda, y después de 2007-2008 los cambios se extendieron a nivel mundial. La inestabilidad endémica de las finanzas globales es la principal causa de la pérdida de crédito del neoliberalismo. Al mismo tiempo, las élites económicas y políticas neoliberales siguen estando en posiciones de poder y continúan intentando promover sus políticas”.
En Washington, Jonathan D. Ostry, Prakash Loungani y Davide Furceri, del Departamento de Investigación del Fondo Monetario Internacional (FMI) causan revuelo. Se trata de su artículo “Neoliberalism: Oversold?”, publicado en la revista Finance & Development de junio (el artículo puede ser visto aquí, en inglés): http://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/2016/06/ostry.htm)
La agenda neoliberal, basada en dos grandes medidas –la desregulación y la liberalización del mercado; y las privatizaciones y limitaciones del papel del Estado para gestionar el déficit y el endeudamiento– han contribuido a aumentar la desigualdad y puesto en duda una crecimiento duradero que decían perseguir.
¡Escándalo entre el público! ¿Cómo? ¿Los promotores de las políticas neoliberales durante las últimas tres décadas ahora critican sus límites?
Los Cunha se mueven, inquietos. ¿Con qué programa van a gobernar, si el suyo no funciona?
La nueva obra, que comienza, ¡podría tener patas cortas! ¿A quiénes van a entusiasmar? ¿Con qué legitimidad la van a aplicar? La obra se ha ensayado ya en otros lugares del mundo, con graves turbulencias, en todos los casos.
En Europa, Grecia se tambalea; Hollande enfrenta una verdadera rebelión contra sus reformas laborales; Inglaterra discute su salida de la Unión Europea, que será decidida en elecciones que se prevén reñidas; España vive su propia crisis económica y política; mientras el Mediterráneo, la frontera sur europea, se va transformando en una gigantesca tumba donde naufragan los condenados de la Tierra.
Se cierran las cortinas.
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