Cambia la discusión sobre Puerto Rico

09/09/2016
  • Español
  • English
  • Français
  • Deutsch
  • Português
  • Opinión
 eeuu cuba
-A +A

San Juan, 9 de septiembre de 2016 (NCM) – Pensadores vinculados a centros de análisis, publicaciones influyentes y figuras de renombre en la discusión de temas internacionales han estado proponiendo este año que Estados Unidos se retire de Puerto Rico y le convierta en una nación independiente como solución a la crisis económica y política del territorio.

 

En algunos casos se trata de incluir la independencia como opción a negociarse, pero en otras se llega al extremo de plantear que Washington debe hacerlo unilateralmente, sin dar espacio a las preferencias de los puertorriqueños.

 

La idea, sin embargo, no aparenta ser rechazada de plano por el sector empresarial de Puerto Rico y una importante publicación de negocios afirmó editorialmente que debía considerarse, si es que EEUU quiere ayudar de verdad a este territorio del noreste del Caribe. Pero lo que provocó la reacción editorial desafiante no fue la discusión pública de los analistas estadounidenses, sino el evento inesperado de la aparición en Washington de un borrador de incierto origen que trata el tema.

 

Todo el cambio en la discusión del tema de Puerto Rico ha comenzado a cobrar forma como efecto colateral de la retirada del apoyo de Washington –Ejecutivo, Legislativo y Judicial- al régimen autonómico establecido a mediados del siglo veinte y la designación de una junta de tipo corporativo y dictatorial para que rija los destinos de la colonia y la estabilice. La situación es tal que en un reciente debate de los candidatos a la gobernación, si bien sólo la candidata independentista María de Lourdes Santiago planteó la posición de rebeldía ante la junta, todos los aspirantes coincidieron en repudiar la condición colonial de Puerto Rico.

 

El principal contraste con la discusión que comienza a cobrar forma en EEUU sobre la opción de la independencia la presenta el opositor Partido Nuevo Progresista y su candidato a la gobernación, Ricardo Rosselló, que en estos días celebra su convención y aprueba un plan de gobierno que incluye un reclamo radical para que Puerto Rico se convierta en estado de la Unión. “No pretendemos que los partidos nacionales (de EEUU) nos vengan a aplaudir”, explicó William Villafañe, secretario de la formación política, que hasta ahora se perfila como favorita para un triunfo electoral amplio.

 

Por su parte, el presidente del oficialista Partido Popular Democrático, David Bernier –que sustituye en la candidatura al actual gobernador Alejandro García Padilla, quien se retira bajo asedio por la crisis y los escándalos- insiste en buscar alguna alternativa autonómica que no esté sujeta a los poderes plenipotenciarios del Congreso de EEUU. Los candidatos Rafael Bernabe, del Partido del Pueblo Trabajador, así como los independientes Alexandra Lúgaro y Manuel Cidre, prometen atender el tema pero sin defender de antemano una alternativa.

 

“No se debe permitir que Puerto Rico decida su destino”, advirtió el conservador Howard Foster, quien planteó que hay el peligro de que “la mayoría de su población parece favorecer la anexión”. Foster explicó, en un análisis publicado por Illinois Review, que el tema deberá estar en la agenda de Donald Trump cuando gane la presidencia y que hasta ahora “no he visto un solo miembro del Congreso que favorezca salir de Puerto Rico”, pero que la colonia tiene daños estructurales y que ha llegado el momento de “cortar el vínculo”.

 

“Para que la isla de Puerto Rico logre su recuperación económica, EEUU debe salir de ese territorio”, opinó Aaron Fronda, de la publicación del mercado financiero World Finance. “Muchos pueden ponerse nerviosos con un paso tan grande, pero la situación económica sólo se pondrá peor si no se toma una acción decisiva”, dijo Fronda y planteó que si el liderato político estadounidense “no actúa rápido, el colapso económico podría forzarlo pronto”.

 

En un análisis reproducido por USA Today, Veronique de Rugy y Tad DeHaven, del Centro Mercatus y que han trabajado también para el Cato Institute, hicieron un llamado a que el tema de la condición política de Puerto Rico se incluya en la discusión de la política pública y económica a adoptarse y que se establezca “un calendario para conceder ordenadamente la independencia”.

 

El periódico The New York Times publicó el mes pasado un extenso reportaje sobre cómo la crisis económica había desembocado en prestigiar la casi olvidada opción de la independencia, ante el cual se produjo, en menos de 24 horas, la respuesta de The American Interest, publicación que une a neoconservadores y pragmáticos bajo el liderato de figuras como Francis Fukuyama, Zbigniew Brzesinski, Eliot Cohen y Josef Joffe. La revista indica que si el nuevo gobierno de EEUU y el pueblo de Puerto Rico no logran “una visión común” sobre la anexión como estado o reformas autonómicas, “será en interés de EEUU un Puerto Rico independiente estable y próspero”, por lo que tienen que producirse negociaciones que sean “generosas” por parte de Washington.

 

Mientras tanto, apareció en el Congreso un borrador de un proyecto para disponer que EEUU otorgue ayudas y garantías significativas para que Puerto Rico se convierta en independiente en un plazo no mayor de siete años. Pero el documento, difundido en una cadena propagandística con precisión casi quirúrgica, tiene tachado el autor y los que participaron en su propagación aseguran no conocer de dónde salió.

 

Ante eso, el periódico Caribbean Business reaccionó con un editorial en el que reta al Presidente Obama y su gobierno que si quieren “ayudar a Puerto Rico a crear empleos y ponerse de nuevo sobre sus pies, podrían considerar la independencia”, pero lamenta que “lo único que quieren es cobrar la deuda”.

 

Complican el panorama, grupos en coalición que han mostrado un alto nivel de preparación táctica y lanzan una ofensiva de protestas civiles en las que han logrado obstruir entidades que apoyan la dictadura, como un periódico, una megatienda y un cuartel del Departamento de Seguridad de la Patria (Homeland Security). Además, enfrentaron con éxito a la fuerza antimotines de la Policía Nacional y descarrilaron una actividad empresarial sobre la junta de control.

 

 

 

 

https://www.alainet.org/pt/node/180144
Subscrever America Latina en Movimiento - RSS