En Ecuador no se trata simplemente de elegir a una persona, “lo que está en disputa es un proyecto.  Si el banquero gana las elecciones, no solo es una derrota para el pueblo del Ecuador, es una derrota para el pueblo latinoamericano”, señaló João Pedro Stedile, principal referente del Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST) de Brasil, en el diálogo que sostuvo el jueves pasado con comunicadores populares del Foro de Comunicación para la Integración de NuestrAmérica (FCINA)[1].

Este diálogo, transmitido por ALER[2], giró en torno a dos temas centrales: Asamblea Internacional de Movimientos y Organizaciones Populares[3], que se desarrollará el próximo mes de noviembre en la ciudad de Caracas (Venezuela), y la coyuntura regional que en estos días tiene como epicentro las elecciones en Ecuador; y es este último tema que abordaremos en esta nota.

Para Stedile, lo que está pasando en Ecuador es solo un capítulo de lo que ahora acontece en Latinoamérica y el mundo, con el trasfondo de una crisis económica profunda, “donde las fuerzas del capital necesitan el control del gobierno central y la hegemonía de los instrumentos de política económica para que ellos instalen sus empresas y descarguen todo el peso de la crisis económica sobre las espaldas de la clase obrera y trabajadora”.

Para el dirigente del MST de Brasil, ahora que “los capitalistas ante la crisis necesitan tener el control absoluto de los medios y del poder, la burguesía de Latinoamérica intenta agarrar el poder del gobierno como la forma de salvarse.  Lograron hacer eso con el poder mediático argentino y por vía electoral.  Aquí en Brasil perdieron las elecciones y empezaron con las conspiraciones, vinieron los golpes del poder judicial, del mediático y del parlamentario y con esa articulación tumbaron el gobierno de Dilma”.

En este escenario, sostiene Stedile, “no podemos cometer el error de pensar que nuestros gobiernos progresistas, por más errores que comentan, puedan ser comparados con los gobiernos que la burguesía nos impone.  El cambio no puede ser para la derecha, tiene que ser para la izquierda.  Hay que mantener los gobiernos progresistas y la fuerza popular debe presionar para hacer los cambios.  Sé que hubo muchos límites en el gobierno de Rafael Correa, con una economía dominada por el dólar, una economía basada en la explotación de recursos naturales, pero de ahí a poner por la vía electoral a un personaje de la derecha y que va a impulsar un programa del capital... Espero que los ecuatorianos no cometan ese error”.

“La burguesía brasileña ya está anunciando la victoria desde Ecuador.  Los medios ya están diciendo que van a hacer en Ecuador lo que hicieron aquí.  Y como la lucha de clases se internacionalizó, no tengan duda ninguna, si yo fuera ecuatoriano presionaría para hacer un gobierno más popular y más democrático porque es así como avanza la humanidad”.  Y, por lo mismo: “votaría por Lenin”, afirmó.

Y en tal sentido, también alertó, compas “no caigan con esa tontería de elegir a un banquero, estarán cavando su propia tumba.  Nosotros estamos aquí a pan y agua por el golpe (de estado) que sufrimos, y esperamos que ustedes el 2 de abril no cometan ese error y que sigan adelante y que sigan construyendo un gobierno más progresista y popular”.