El desespero de los gringos no tiene paragón. Están en una terrible crisis y de manera desesperada necesitan acceder a los recursos que posee en demasía nuestra amada Patria, para poder sostener su modelo de desarrollo.

Es en ese sentido, que el presidente estadounidense Donald Trump, actuando en esta oportunidad como el operador político de las familias más poderosas del planeta, dictó una orden ejecutiva, cuyo fin es ahogar aún más económica y financieramente a nuestro país.

Ya el camarada Germán Saltrón, en su artículo “Un nuevo orden económico mundial es urgente”, publicado en el diario Correo del Orinoco del domingo 27 de agosto de 2017 nos señala: “La deuda estadounidense no podrá seguir creciendo y pagándose con su propia moneda, ningún país del mundo tiene esas condiciones especialísimas de pagar su deuda externa. La caída libre del dólar se producirá dentro de poco tiempo; nos espera una recesión mundial profunda que puede desembocar en una tercera guerra mundial”.

Con esta advertencia de Saltrón, nos hemos enterado que Jacob Rotschild, una de las familias más poderosas y con el manejo económico y financiero del planeta, que propugna un Nuevo Orden Mundial con el dominio del espectro global, ha realizado recientemente una venta masiva de activos en dólares. ¿Será que se avecina algo enorme? ¿Qué saben estas familias de lo que ocurrirá que la mayoría desconocemos?

De ahí, que las propuestas y advertencias realizadas por el economista y analista petrolero Fernando Travieso, no lucen tan descabelladas como algunos creen.

Y es por eso, que observando el panorama, lo ocurrido el pasado viernes 25 de agosto es sólo parte de unas primeras agresiones del gobierno estadounidense contra lo que ellos consideran “la joya de la corona”, que es Venezuela.

Y cómo me lo ha expresado un buen amigo, hemos empleado muy mal los términos. Porque lo que el gobierno estadounidense ha estado haciendo en contra de nuestro país no son sanciones, sino AGRESIONES, actos de guerra los cuales si pensamos y deseamos sobrevivir, estamos obligados a defendernos.

Y estas serían las primeras medidas de un intento de escalar el actual conflicto con el país. La gira del actual vicepresidente estadounidense, Mike Pence, no es fortuita ni casual.

Y creo que luego de la materialización de estas agresiones contra nuestra Patria, el siguiente paso que vendrá es que los gobiernos de derecha de Colombia, Argentina, Brasil, Paraguay, Perú y otros procedan al rompimiento de relaciones diplomáticas con Venezuela, además de adoptar medidas similares a las adoptadas por los Estados Unidos hace una semana.

Y lo más triste de todo esto es que haya un grupo de venezolanas y venezolanos que le soliciten armas y pertrechos a los Estados Unidos, para apoyar la invasión militar estadounidense.

Es importante advertir que la oposición fascista se está reagrupando para volver a tomar las calles, es decir, reanudar los actos terroristas de los tres meses que han pasado. En esta oportunidad, no se observa un dirigente en específico que los esté impulsando, pero están usando las redes virtuales con cuentas falsas para impulsar a la violencia. De hecho, están en el proceso de generación de esas condiciones. Alerta con esto.

Es por ello, que la Asamblea Nacional Constituyente debe apurar el paso en la aprobación de la Ley Constitucional que sancione estos crímenes de odio, porque lo ocurrido hace unos meses atrás no se puede volver a repetir.

Y como nos lo dijo el propio Comandante Inolvidable aquel 8 de diciembre de 2012 cuando se despidió de nosotros: “Ante estos escenarios de nuevas dificultades, del tamaño que fueren, la respuesta de todos y de todas las patriotas, los venezolanos, las venezolanas, los que sentimos la Patria desde las vísceras como diría Augusto Mijares es Unidad, Lucha, Batalla y Victoria”.

A prepararse pues pueblo de Venezuela, pues se avecinan duros y difíciles tiempos de combate, pero nos toca nuevamente escribir páginas gloriosas en la historia de la humanidad. Somos vanguardia de los procesos de liberación de nuestros pueblos, y somos vistos por la mayoría de ellos como una esperanza. No podemos defraudarlos.

Juan Martorano

Abogado, activista por los Derechos Humanos, militante revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas

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