Una razón instrumental con capacidad infinita de matar

05/09/2017
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 violencia criminal
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“La exclusión de la población, la subversión de las relaciones sociales y la destrucción de la naturaleza, todo esto no es producto de una maldad, sino de una racionalidad perversa. Un malvado es capaz de matar a mil personas, pero termina fastidiado, y muchas veces se suicida. Pero alguien que opera con una razón instrumental, mata a millones y no tiene problemas. Tiene capacidad infinita de matar. Es la racionalidad de nuestra sociedad la que produce las irracionalidades “.  (Hinkelammert: libro “Teología profana y pensamiento crítico”, Clacso 2012 página 146). 

 

Citamos solo tres realidades, amenazadas de muerte que la humanidad acepta “con indiferencia y buena conciencia”.

 

Primero: la pobreza extrema y el abismo creciente entre pobres y ricos.

 

Nuestras ciudades se llenan de indigentes y los tugurios pueblan zonas importantes de nuestras ciudades. Los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.  Todo esto es exclusión e iniquidad que se busca ocultar.

 

No puedo dejar de citar una parábola de Jesús:

 

"Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino, celebrando cada día fiestas con esplendidez. Y un pobre llamado Lázaro que se tiraba en el suelo a su puerta cubierto de llagas, ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; además, hasta los perros venían y le lamían las llagas: (Lucas 16, 19-21. Sería necesario leer el texto completo: vv. 22-31)

 

Segundo: realidad trágica de los migrantes y refugiados. Hasta julio del 2017 salieron hacia el mediterráneo alrededor de 200 mil migrantes y murieron unos 2.400.  Hace poco 300 migrantes fueron tirados al mar y se suprimieron 3 buques de rescate. En el movimiento migratorio han desaparecido 10 mil niños no acompañados. Que posiblemente son víctimas de la trata, del comercio de órganos y víctimas del abuso sexual. No damos más información, porque es abundante en las publicaciones de la OIM (Organización Internacional de las Migraciones) y en cantidad de otros documentos. Lo importante es afirmar que sobrevivir no es un delito.

 

Tercero: la destrucción extrema y casi final de la tierra. Aquí me remito a las publicaciones últimas de nuestro hermano Leonardo Boff. Uno de sus últimos artículos: “La tierra en números rojos, el ser humano, Satán de la Tierra” (2017 agosto 15). En Koinonía página Boff.

 

Carta de Pablo a los Efesios (6.12)

 

“Nuestra lucha no es contra la sangre y la carne, sino contra los principados, potestades y poderes de este mundo de tinieblas, y contra las fuerzas espirituales de la maldad, que están por encima de todo”.

 

Pablo en esta carta distingue en la violencia tres dimensiones:

 

Los sujetos directamente responsables de la violencia,

 

Las estructuras que organizan y multiplican la violencia, y

 

Las fuerzas espirituales perversas que las legitima.

 

Los que han sufrido la violencia, conocen bien a los sujetos y a las estructuras de la violencia que han sufrido, pero esa racionalidad perversa que las legitima, no se hace visible, queda en la oscuridad.  

 

Esto significa que la lucha contra la violencia y la iniquidad no es tanto contra los sujetos y las estructuras de la violencia, sino contra las fuerzas espirituales, trascendentes y sobrenaturales de la violencia y la iniquidad.

 

Una fuerza es el fetichismo del dinero, del mercado y de la economía en general. El fetichismo o idolatría nace cuando las cosas se transforman en dios, y dios se transforma cosa. Cuando Dios muere y vive transformado en dinero. El fetichismo del dinero y del mercado es lo que domina al ser humano, y determina como y que se puede comprar o vender. El fetichismo del dinero tiene capacidad infinita de matar, cuando es la racionalidad absoluta del crimen.

 

Otro dios muy peligroso es el neoliberalismo. La Iglesia mucho tiempo pensó que satanás era el “comunismo”, hasta que se convenció que satanás es el neoliberalismo, transformado en un dios todopoderoso.

 

El neoliberalismo tiene como un absoluto el dinero. Lo que distingue a las personas es la suma de dinero que dispone cada uno. Se mide el éxito de una empresa o de un empresario por el dinero que maneja. Para acumular dinero, todo es legítimo: necesidad de pagar sueldos bajos, y no darle mucha importancia al cuidado de la naturaleza. El dinero está sobre todo: esta sobre la ley y la propiedad. El dinero es más importante que la vida de los pobres y de la naturaleza. El dinero incluso está sobre los “Derechos Humanos”. Un presidente de los Estados Unidos dijo: “perdimos la guerra de Vietnam por respetar demasiado los Derechos Humanos”. También un empresario fracasa si paga salarios altos y cuida demasiado a la naturaleza.      

 

Lo que interesa al neoliberalismo no es la humanización, sino la comercialización y la ganancia. También considera la naturaleza (agua, tierra, vida natural) y la misma vida humana como capital negociable.

 

Resumiendo: el fetichismo del dinero, del mercado y del capital, y esos poderes espirituales y trascendentes de la maldad, es lo que permite matar a millones sin problemas, y que tiene capacidad infinita de matar. Diferente es un malvado o una estructura perversa, que tiene un poder muy limitado de matar, pues matando se destruye a sí mismo.

 

Algunas citas de la “Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium” del papa Francisco, que clarifica lo que decimos.

 

Citamos solo algunos textos dentro de los números 52-60

 

 “Así como el mandamiento de «no matar» pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir «no a una economía de la exclusión y la inequidad». Esa economía mata. Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil”.

 

“No a la nueva idolatría del dinero, el fetichismo del dinero, la dictadura de la economía sin un rostro y sin un objetivo”.

 

“Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera.  A todo ello se añade una corrupción ramificada y una evasión fiscal egoísta, que han asumido dimensiones mundiales. Intereses del mercado divinizado”.

 

“No a la inequidad que genera violencia”

 

“Hoy en muchas partes se reclama mayor seguridad. Pero hasta que no se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad y entre los distintos pueblos será imposible erradicar la violencia”.

 

Para terminar (número 202)

 

 “Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema. La inequidad es raíz de los males sociales”.

 

San José, Costa Rica, agosto 2017

pablorichardg@yahoo.com

 

 

https://www.alainet.org/pt/node/187851
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