El evangelismo político ¿Fenómeno electoral o nueva corriente de la oposición venezolana?

28/05/2018
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Retomo en esta oportunidad el análisis sobre los resultados de los pasados comicios del pasado domingo 20 de mayo de 2018, y es importante señalar algunos elementos inéditos, porque además de que expresé en el artículo anterior sobre una nueva etapa de la Revolución Bolivariana. A nivel político y de correlación de las diferentes fuerzas políticas, hay un fenómeno que habrá que estudiar con detenimiento y hacer seguimiento a sus posibles y eventuales consecuencias.

 

Me estoy refiriendo a una corriente que se ha definido a nivel internacional, y que en sus palabras ante la soberana Asamblea Nacional Constituyente mencionó el Presidente de la República Nicolás Maduro. Este se refirió al denominado evangelismo político, y paso de seguidas a tratar de explicar de qué se trata esto.

 

Ante el vacío legado por organizaciones partidistas como Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular Activistas, entre otras, que eran las que lograban mostrarse como estructuras políticas fuertes del antichavismo visceral y radical, la falta de expresión contra las reformas y la necesidad de un discurso de certezas en un mundo cambiante están empujando el avance de líderes evangélicos en la política de Américo Latina. Los casos más recientes tenemos a Fabricio Alvarado o a Javier Bertucci, quienes compitieron en los comicios presidenciales de Costa Rica y Venezuela, respectivamente.

 

“Evidentemente, el mundo evangélico ha recogido el descontento político- social de algunos sectores a los que les cuesta afrontar cambios en términos de moral social”, esto de acuerdo a la explicación dada a Sputnik News el sociólogo Néstor Da Costa, de la Universidad Católica del Uruguay, al analizar el ascenso de líderes de la línea protestante más conservadora en la escena política regional.

 

"Lo que está ocurriendo es que la izquierda y la derecha se agotaron, porque no han aportado las soluciones necesarias a su sociedad, y los pueblos están migrando hacia otra clase de liderazgo, como es el de los pastores cristianos de la línea evangélica, porque son liderazgos de mucha carga social", dijo a Sputnik el propio Bertucci.

 

El venezolano y Fabricio Alvarado parecen querer seguir el camino del presidente de Guatemala, Jimmy Morales, también de confesión evangélica y quien se manifestó contrario al casamiento entre personas de un mismo sexo, a la interrupción del embarazo y a la legalización de la marihuana, arguyendo que 97% de la población guatemalteca "tiene un pensamiento ético cristiano".

 

Para Da Costa, la ola de reformas progresistas en la región en los últimos años, sobre todo en materia social, generó descontento en grandes sectores de la población sin canales para expresarlo: son los "perdedores en términos de las nuevas políticas y nuevos derechos".

 

Ante ellos aparecieron iglesias o líderes evangélicos en sintonía con sus reclamos para llenar el vacío y ofrecerse como herramienta, ya que la Iglesia Católica, que ha venido perdiendo fieles en la región a pesar de seguir siendo mayoritaria, no se presenta en ningún país como opción política explícita.

 

En América Latina, 69% de los adultos se identifican como católicos, y 19% como protestantes, según la última evaluación de 2014 del Centro de Investigaciones Pew, con sede en Washington, titulada "Religión en América Latina: cambio generalizado en una región históricamente católica".

 

Pero el fenómeno es de ida y vuelta: los partidos políticos también se acercan a las iglesias para captar votantes y recobrar fuerza, sobre todo en países donde la estructura partidaria es endeble y las fuerzas políticas conservadoras se fraccionan, se enfrentan entre sí o pierden peso popular.

 

"Hay una ausencia de una estructura político-partidaria fuerte y de largo plazo; entonces, esa movilidad genera que quien se posiciona con un discurso de "no al cambio" en un mundo que cambia mucho, con un discurso de certezas, encuentre sintonía con ese grupo de la población y lo interprete y lo quiera expresar políticamente", explicó Da Costa, especializado en sociología de la religión.

 

En varios países de la región, los evangélicos ganan terreno en los parlamentos y en cargos locales: el Partido Republicano de Brasil (PRB), nacido de la Iglesia Universal del Reino de Dios (pentecostal), tiene 106 alcaldes, 1.618 concejales, 37 diputados estaduales y 22 diputados federales.

 

Pero también hay líderes evangélicos en otros partidos, como en Demócratas y en el oficialista Partido del Movimiento Democrático Brasileño.

 

Los evangélicos en Brasil cuentan en total con 199 diputados y cuatro senadores, que junto con el lobby de la industria armamentística y el sector agropecuario han colocado pautas conservadoras en el centro de la agenda política: la izquierda los apoda como la bancada "BBB" (Biblia, Bala y Buey).

 

El evangélico que llegó más alto en política brasileña es el actual alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, del PRB, quien antes ya había sido senador y ministro, y fue obispo de la Iglesia Universal.

 

En Colombia, el Movimiento Independiente de Renovación Absoluta es considerado el brazo político de la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional (pentecostal), y cuenta con tres diputados y dos senadores, entre ellos el pastor Carlos Alberto Baena, con un discurso centrado en hacer "política con valores".

 

En México, el Partido Encuentro Social está integrado fundamentalmente por evangélicos de diferentes denominaciones; es una fuerza política conservadora que se opone a la legalización del aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo.

 

En Chile hay tres diputados que se confiesan evangélicos y han expresado fuerte rechazo a la ley promulgada el año pasado que despenaliza el aborto bajo tres causales, así como al proyecto de matrimonio igualitario y al de identidad de género, que busca regular la situación de las personas transgénero.

 

Las campañas contra las reformas sociales han unido en algunos países a católicos y evangélicos, como en Ecuador, con el movimiento "Con mis hijos no te metas", que incluyó varias marchas en contra de la educación de género en las escuelas y en favor de "los valores morales".

 

El evangelismo político latinoamericano se arraiga fundamentalmente en el movimiento pentecostal, término genérico para definir a iglesias que se caracterizan por sus reuniones masivas, su énfasis en la prosperidad económica, la realización de "milagros" y "sanaciones" y sus programas televisivos, incluyendo un componente conservador en su prédica.

 

En América Latina también existen iglesias protestantes "históricas" (luterana, metodista, anglicana, etcétera), originadas en la Reforma, con apertura a la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero), a las políticas de igualdad de género y a las de planificación familiar, pero son minoría.

 

"Lo que no podemos hacer es poner todo en un paquete: hay católicos conservadores y hay no conservadores, hay evangélicos conservadores y hay no conservadores (…), es bueno distinguir que el mundo católico y evangélico es un mundo plural", aseguró Da Costa.

 

Por otra parte, el experto señaló que las posturas de las jerarquías de las iglesias no siempre reflejan lo que creen los fieles.

 

"Cada vez más, la gente de a pie está muy lejos de lo que sus pastores les dicen que tienen que hacer en términos de doctrina o conducta moral social; la gente construye sus propias opciones religiosas, toma en cuenta lo que dicen las instituciones, pero después no lo acatan", afirmó.

 

De todas formas, las jerarquías siguen siendo las que tienen la voz cantante, y las fuerzas detrás de sus campañas políticas, en muchos casos, generan preocupación.

 

En Perú, por ejemplo, el pastor evangélico y congresista Julio Rosas, de Fuerza Popular (derecha) e impulsor en su país de la campaña "Con mis hijos no te metas", es investigado por supuestamente haber recibido apoyo financiero de Stephen Guschov, supremacista blanco de EEUU vinculado con organizaciones que promueven el odio racial y la discriminación de personas indocumentadas.

 

Pues bien, luego de estas consideraciones como introducción, debemos expresar, ubicándonos en el contexto venezolano, las siguientes consideraciones.

 

El principal partido opositor que pudiera tener Nicolás Maduro, y que se configura en la realidad política arrojada por los resultados de los comicios del 20MAY2018 sería Esperanza por el Cambio de Javier Bertucci, el cual obtuvo 994.925 de acuerdo a las cifras oficiales emitidas por el Consejo Nacional Electoral y siendo la segunda fuerza político electoral del país, detrás del PSUV, el cual obtuvo 5.277.955 votos, y por delante del partido socialcristiano COPEI, que dio su tarjeta al candidato Henri Falcòn, quien le aportó 897.811 del 1.927.387 votos obtenidos por éste. No obstante, no podemos obviar que dirigentes copeyanos de 9 estados de la geografía nacional, se adhirieron públicamente a la candidatura de Bertucci. Y me expresó de Esperanza por el Cambio como partido político, porque el mismo Javier Bertucci señaló que esa organización, que surgió para estos comicios bajo la figura de grupo de electores, de la boca de su propio líder y fundador en una rueda de prensa celebrada hace un par de días, señaló que ahora han decidido constituirse en partido. No en balde, tuvo en su haber el saldo de obtener un diputado por lista al Consejo Legislativo del estado Bolívar (Richard Erasmo Rodríguez Rojas).

 

Bertucci ha señalado, que pese al revés electoral, continuará en su labor social y política. No en balde, obtuvo el segundo lugar en estados como Carabobo y Bolívar y en municipios como San Fernando (Apure), Genaro de Boconoìto (Portuguesa), José V. Unda (Portuguesa) y Santa Rosalía (Portuguesa) por solo mencionar algunos municipios de la geografía nacional. Bertucci no solo señaló y expresó que logró obtener una importante votación, cosa que es cierta en municipios y zonas definidas como bastiones del chavismo, lo que confirmaba nuestras hipótesis sobre una candidatura que representaba un importante crecimiento, y que incluso podía haber desplazado a la de Falcón. El voto de Falcón fue el de aquellos sectores antichavistas “duros” que no se alinearon a la línea abstencionista y por ende, participaron en los comicios.

 

Bertucci supo construir una narrativa y un discurso, además de contar con apoyos logísticos y financieros y de una incipiente estructura que podría ganar espacios de poder en venideros comicios si mantienen estrategia y la organización hasta ahora presentada. Eso lo sabe Bertucci, y por eso fue que acudió al diálogo con el presidente Nicolás Maduro.

 

La postura de Bertucci, quien puede negarlo, es la de un hombre político que está desarrollando su estrategia con las neuronas y no con las hormonas. Tiene vocación de poder y no es tonto, y eso no lo entienden los extremistas de la oposición que lo insultan y creen que pueden vejarlo.

 

No obstante, las debilidades de Bertucci, producto de su inexperiencia política, lo cual no se puede equiparar a ingenuidad, es la ambigüedad de posiciones sobre ciertos y determinados temas que bien pueden ser aprovechados para desenmascararlo ante la población, de que bajo valores cristianos, promueve el capitalismo y el desmontaje del modelo político y social contenido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

 

Y hay que tener mucho cuidado con esto, porque ya lo advertíamos en el artículo anterior a propósito del 52% de abstención y la reaparición del fenómeno de la anti política en Venezuela. Mucha de la base del chavismo, y más la evangélica, se plegó a la de Bertucci, y eso aunado al resurgimiento de Copei, no es casualidad cuando Carlos Marx señaló que las religiones mal entendidas, serían el opio de los pueblos.

 

Asimismo habrá que extremas las precauciones con el surgimiento y de la utilización de las iglesias evangélicas como fachada de la restauración conservadora en América Latina. Hoy en día tienen representación parlamentaria, sus propios medios de comunicación y una capacidad de movilización de personas para tratar de consolidar un giro conservador en varios ámbitos de la vida social y política. Las iglesias neo pentecostales y sus millones de fieles están teniendo cada vez mayor influencia en el devenir de la región.

 

Juan Martorano

Abogado, activista por los Derechos Humanos, militante revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas

http://juanmartorano.blogspot.com

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jmartoranoster@gmail.com

 @juanmartorano

 

 

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