Sin pensamiento crítico no hay transformaciones
- Opinión
Estamos acostumbrados al cortoplacismo. Es decir: queremos respuestas inmediatas en todo. En educación, en políticas públicas y en general para las transformaciones de fondo que el país necesita. Necesitamos miras largas.
Las transformaciones se logran en periodos de larga duración. No se logran solas, sino con el concierto del pueblo que toma conciencia de sus necesidades. El pensamiento crítico entreteje la idea de transformación con las prácticas acometidas con ese horizonte, dando paso así, a una praxis transformadora en el sentido gramsciano. Se tienen que jalonar todas las experiencias para enriquecer nuestro devenir.
Las transformaciones que necesita un país son tareas colectivas. Y se requiere de todas las creatividades encubadas en la cultura popular que no afloran por la mezquindad de lo políticamente correcto. La cual busca mantenerlas al margen, pero estas implosionan por su fuerza intrínseca.
Por eso, el pensamiento crítico no puede dar la espalda a todas estas manifestaciones en las que están encubadas las transformaciones. Debe hacerse eco de ellas. La cultura popular es emancipadora cuando emerge desde abajo, desde las mismas entrañas.
Las desigualdades y el deterioro ambiental como resultado del modo de producción capitalista son el problema de fondo. A nivel mundial se vive en riesgo. Las desigualdades están allí y el ambiente deteriorado también, la ilusión del mainstream neoliberal las encubre, no las deja ver y en otros casos las naturaliza. Todo lo convierte en mercancía, en valor de cambio. Es tarea del pensamiento crítico debelar esas contradicciones.
Una nueva conciencia para un nuevo tiempo se nos impone como un objetivo ineludible si queremos subsistir como especie en un medio cada vez más espinoso tanto local como globalmente.
Por bien intencionadas que sean las iniciativas, tanto desde la potestas de arriba, como desde la potencia de abajo, si no tienen un contenido crítico sólo servirán de parche ante la insostenible situación económica y ecológica.
La forja de la conciencia mediante el pensamiento crítico se trabaja como el topo, sin hacer mucho ruido. Para cuando vea la luz tenga la consistencia de una verdadera transformación.
Abdiel Rodríguez Reyes
Profesor universitario
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