La peste de la libertad, confinada
Como todos los desastres, inducidos o no, a lo largo del tiempo, la pandemia sirve a manera de limpieza o depuración social.
- Opinión
(301 días de confinamiento)
“Lo importante no es lo que ocurre,
sino cómo lo afrontas”.
Joan Manuel Serrat
1
Brincamos de año, y aunque las cosas no han cambiado, lo comenzamos con un espíritu renovado, que se quiere fraterno, oculto un año atrás y redescubierto.
2
El 1 de enero es fecha emblemática de malos ejemplos.
Es el aniversario, reconocido, de la independencia de la República Popular de China (1949) y de la Revolución Cubana (1959).
Hoy, en medio de una pandemia, vale rescatar lo que Cuba ha logrado, entre el boicot y el acoso, en materia de educación y salud. Como un ejemplo, entre muchos, Marcos Roitman recuerda: “La brigada de médicos Henry Reeve ha desarrollado labores humanitarias en casi todos los países de la región. Sus miembros han combatido las enfermedades en los lugares más insospechados, donde nunca había llegado un galeno. Barrios populares, poblaciones marginales, comunidades campesinas” (La Jornada, 4/1/2021).
También, un 1 de enero, fue la irrupción del EZLN (1994), que de ser un movimiento local de la selva chiapaneca, ser volvió intergaláctico, reivindicando autonomía y justicia con dignidad, asignaturas escamoteadas y siempre pendientes.
Frente a un capitalismo depredador, otro mundo es posible, resuena cual eco (neo) zapatista.
En este 2021, que es, oficialmente, el Año de la Independencia, en celebración de los 200 años de la Consumación, el 27 de septiembre de 1821, luego de 11 años de lucha por la independencia. Una independencia más formal, representada por los símbolos patrios, que una independencia real.
Para ilustrar lo anterior reproduzco un breve diálogo entre Mafalda y su mamá:
“¡Mafalda, levantá la triceta que dejaste tirada!
“¡No tengo porqué obedecer a nadie, si soy un presidente!
“¡Y yo soy el Banco Mundial, el Club de París y el Fondo Monetario Internacional!”
Sigo:
También, se recuerda este año la caída de Tenochtitlan, el 13 de agosto de 1521. Y una delegación zapatista –en representación de indígenas, campesinos, jodidos, los de mero abajo, los del color de la tierra— arribará a Madrid el próximo 13 de agosto, 500 años después: “Hablaremos al pueblo español para decirle que no nos conquistaron, seguimos en resistencia y rebeldía y que no tienen que pedir perdón”.
Todavía hay un aniversario más:
“Nadie ayudó a la república negra, todos la boicotearon, como si prolongase el escarmiento a los esclavos por haber osado liberarse. Ese mal ejemplo se lo hicieron pagar”, dice Ignacio Ramonet de la independencia de Haití, el 1 de enero de 1804; que retomó el nombre dado por los araucanos a la región montañosa occidental de la isla La Española (TeleSUR, 2/1/2021).
Fue precursora de los movimientos encabezados por Miguel Hidalgo en la Nueva España y por Simón Bolívar en la Nueva Granada, de los resultarían México, Colombia, Bolivia y Venezuela…
Sobre todas las cosas, Haití –que comparte, con República Dominicana, la mitad de la isla—, que administraba la Francia napoleónica, fue el primer país americano, por encima de Estados Unidos (1861) y México (1810), que decretó la abolición de la esclavitud.
Por donde quiera que se le vea, desde arriba o, peor aún, desde abajo, Haití era un ejemplo. Un mal ejemplo.
Ciento noventa años después –de 1804 a 1994—, lo constataba el subcomandante Marcos:
“¿Por qué nos temen? ¿Por qué tanta muerte para tan pobres y pequeños? Porque los hemos desafiado y lo peor del desafío es que se convierte en ejemplo”.
Y sobre Haití cayó la maldición blanca, al decir de Eduardo Galeano:
“Los esclavos negros de Haití propinaron tremenda paliza al ejército de Napoleón Bonaparte; y en 1804 la bandera de los libres se alzó sobre las ruinas.
“Pero Haití fue, desde el pique, un país arrasado. En las plantaciones francesas de azúcar se habían inmolado tierras y brazos, y las calamidades de la guerra habían exterminado a la tercera parte de la población.
“El nacimiento de la independencia y la muerte de la esclavitud, hazañas negras, fueron humillaciones imperdonables para los blancos dueños del mundo.
“Nadie más la reconoció. Tampoco la Gran Colombia de Simón Bolívar, aunque él le debía todo. Barcos, armas y soldados le había dado Haití, con la sola condición de que liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido. Después, cuando Bolívar triunfó en su guerra de independencia, se negó a invitar a Haití al congreso de las nuevas naciones americanas.
“Haití siguió siendo la leprosa de las Américas.
“Thomas Jefferson había advertido, desde el principio, que había que confinar la peste en esa isla, porque de allí provenía el mal ejemplo.
“La peste, el mal ejemplo: desobediencia, caos, violencia. En Carolina del Sur, la ley permitía encarcelar a cualquier marinero negro, mientras su barco estuviera en puerto, y por el riesgo de que pudiera contagiar la fiebre antiesclavista que amenazaba a todas las Américas. En Brasil, esa fiebre se llamaba haitianismo.”
Gesta para recordar y celebrar.
3
Por si no fueran suficientes, se abre otro espacio de confrontación entre la administración de Andrés Manuel López Obrador, que enarbola la 4T, y la oposición neoliberal/neoporfirista, es decir, entre los pro LO y los anti LO.
Tenía que ser, naturalmente, en el ámbito electoral donde salieran nuevamente a relucir las macanas.
El 30 de diciembre, la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó una medida cautelar en su dimensión inhibitoria, por la cual se prohíbe al presidente hablar del proceso electoral, que incluye emitir opiniones o críticas, tanto de los partidos políticos como de sus plataformas electorales.
Aún más, cuando cuenta diariamente con una tribuna privilegiada y única: sus conferencias mañaneras desde Palacio Nacional.
En ellas, no sólo se defiende de sus críticos, encorsetados bajo la denominación de conservadores, miembros de la (antigua) mafia del poder, que todavía da gritos y coletazos, sino que puede seguir promocionando sus programas de gobierno, sin que se consideren actos de campaña y, por lo tanto, que sean considerados parte de una competencia desleal.
También el INE retiró el spot del PRI-AN-RD en que se conmina a extirpar el TUMOR de México, que pasa de Alianza por México a Todos Unidos contra Morena, es decir, contra López Obrador. Sin embargo, queda el spot contra Morena/AMLO: Una desgracia para México.
“A partir de la queja presentada por el Partido de la Revolución Democrática en contra del Presidente Andrés Manuel López Obrador, la Comisión de Quejas y Denuncias consideró que no se trata de un hecho aislado, sino de una secuencia de actos dentro de una estrategia del Presidente de la República para perjudicar a distintos contendientes del proceso electoral en curso, apartándose así del deber de neutralidad a que está obligado como servidor público. Ello pone en riesgo los derechos y principios constitucionales que deben garantizarse y observarse y, con mayor razón, durante los procesos electorales” (Aristegui Noticias, 31/12/2020).
La campaña electoral, con todo lo virtual que se quiera, no deja de ser previsible: espacio en el que aflora la podredumbre partidista. Allí está el caso de Félix Salgado Macedonio, postulado como candidato por Morena a la gubernatura de Guerrero, involucrado en un presunto acto de violación, y que el presidente señala que es producto de la temporada electoral. O sea: producto de temporada.
4
López Obrador anuncia, el 8 de enero, que enviará una iniciativa de ley para una reforma administrativa, a fin de que las tareas que hacen algunos organismos autónomos pasen a ciertas secretarías de Estado con dos objetivos: ahorrar 20 mil millones de pesos, que es la mitad de lo cuestan las vacunas, y terminar con la opacidad. Se habían convertido, dijo, en tapaderas de actos ilícitos.
Al mismo tiempo, trasciende que la Secretaría de Salud habría reservado por cinco años la información sobre los contratos con las farmaceúticas Pzifer y AstraZeneca.
“Entre más aparatos burocráticos, mientras más lujos haya en el gobierno, mientras más sueldos elevadísimos se paguen en la burocracia, menos dinero le llega al pueblo”, en forma de medicamentos y becas.
Bajo este criterio de austeridad y eficiencia, “vamos a ajustar el gobierno a la nueva realidad". Hacer más con menos.
Ilustró con el caso del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel), cuyas funciones y personal pasarían a la Secretaría de Comunicaciones: “Yo recuerdo que de esa manera ya no iba a haber monopolios en la comunicación, ¿y hay o no hay? No le llaman monopolio, tienen un eufemismo, le llaman actores preponderantes”.
Es un tema por debatir:
“Los órganos autónomos se crearon como instrumentos para equilibrar el poder del gobierno o mediante el control de sus empresas, como los virtuales monopolios de energía. Al presidente López Obrador por eso no le gustan. Siente que no son parte de su gobierno y que se mueven con criterios propios” (Enrique Quintana, El Financiero, 8/1/2021).
“Se entiende entonces la desesperación del Presidente de la República y su llamado a desaparecer estos órganos creados durante el periodo neoliberal como simples parches o como burbujas tecnocráticas para aislar sectores claves de la rendición de cuentas democrática (John M. Ackerman, La Jornada, 11/1/2021).
Un momento no exento de contradicciones. Mientras se busca controlar al Ifetel, que es la que otorga las concesiones del espectro radioeléctrico y que debería normar a las redes sociales, López Obrador ataca a las redes que censuraron a Trump por incitar a la violencia en el Capitolio, el día 7.
Redes, cuyos creadores y propietarios son parte del uno por ciento que concentra no sólo el poder económico, sino el poder ideológico-político a través de GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft), que moldea consumos y comportamientos.
“No se vaya a estar creando un gobierno mundial con el poder del control de las redes sociales, un poder mediático mundial; además, un tribunal de censura, como la Santa Inquisición, pero para el manejo de la opinión pública”, critica el presidente. Pero, la opinión pública se proyecta desde el poder.
Diría la actriz Paty Navidad, suspendida su cuenta de Twitter, con mayúsculas: ¡LA MENTIRA NO SE CENSURA, SÓLO LA VERDAD SUFRE LA CENSURA Y NO SE DEBERÍA FESTEJAR! (Aristegui Noticias, 10/1/2021).
Es natural que López Obrador defienda el uso de las redes sociales, a las que él califica de benditas, ya que, frente a la cerrazón y crítica de la prensa tradicional, se haya apoyado en la tecnología digital, que le permitió que llegara y penetrara su mensaje, sencillo y directo, a mayor cantidad de gente.
No únicamente la reforma es asunto de ahorro público y evitar la corrupción, en consonancia con el discurso de la 4T de austeridad/honestidad, sino de acotar su autonomía, y con ello eliminar cuestionamientos e incomodidades.
Prohibido prohibir, según su libérrima concepción, pero que le molestan las críticas, y responde inmediatamente.
En términos boxísticos, le gusta al presidente, y es su estilo de fajador, intercambiar golpes, es decir, críticas y descalificaciones, con el resultado de uno que otro descontón, chipote con mole incluido. Y apenas entramos en el tercer round de una pelea a seis rounds.
En todo caso, la intención de la reforma administrativa, que es de lo estamos hablando, es la incorporar los órganos autónomos de regulación y fiscalización directamente al Ejecutivo federal, como el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) a la Secretaría a la Función Pública, de limarle los dientes y dejarlos sordos y mudos frente a una sociedad que reclama, critica y se moviliza.
Un paso más hacia la concentración del poder.
Como endenantes.
En la actual situación, revuelta y convulsa, de extravíos y desencuentros, me acuerdo de lo que dijo Carlos Fuentes: ¡Echeverría o el fascismo!
Frase exaltada, producto de un infantilismo político, tiempo al que parece que retornamos.
5
Cuando el elogio se convirtió en Eulogio.
Durante la mañanera del 6 de enero, el presidente López Obrador se deshizo en elogios para el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, de quien dijo: “No creo que haya un funcionario en el mundo con esas características, aunque se enojen”, y leyó su currículum. Agregó, para que no quedara duda: “Que se escuche bien y que se escuche lejos: nosotros lo consideramos un extraordinario servidor público”.
Desde el principio, el presidente delegó en las autoridades de Salud la responsabilidad de enfrentar a la epidemia, a partir del déficit en el rubro de salud que dejaron seis sexenios. El subsecretario se hizo el vocero autorizando, informando cada día a las 19 horas.
Al parecer la estrategia le funcionó al presidente, porque el subsecretario ha servido de parachoques ante el cuestionado manejo de la pandemia.
Así, sin usar cubrebocas, puede lavarse las manos…
Mientras en la Ciudad de México escalan el número de contagiados y muertes, los restauranteros claman: Abrimos o morimos.
La situación no es mejor en Estados Unidos: por el rebrote, en el sector restaurantero se han perdido 372 mil empleos, que junto con el hotelero y el recreativo, ha resultado ser altamente sensible durante la pandemia, según el Centro de Investigación Económica y Política (CEPR, por sus siglas en inglés).
Quiérase o no, la pandemia y su manejo se politizó. En el caso de México, entró de lleno en la campaña electoral.
En un spot o promocional, Morena anuncia que la mitad de su presupuesto se dedicará a la adquisición de vacunas anti Covid-19. En otro, después de que habla institucionalmente de la pandemia y la vacuna, se dice es tiempo cedido por Morena para la atención de la salud.
Es una jugada electoral de dos bandas, pues termina siendo una vacuna anti PRIANRD.
El día 7, el presidente López Obrador comentó una llamada que tuvo con Joe Biden, y éste le habría dicho, “para que lo escuchen mis adversarios”, que México ha manejado mejor la pandemia que Estados Unidos.
Este año, junto con la pandemia, el racismo de Trump (sigue hablando del China Virus) mató a uno de cada mil estadunidenses. La mayoría ha sido gente de la tercera edad, afroamericana y de origen latino (Independent Media Institute, IMI, 1/8/2021). Mejor dicho, el racismo mató más que el virus.
Informó López Obrador que no fue invitado a la toma de posesión…
… al fin, ni quería.
6
No estamos en guerra, pero…
Después de que unas horas después de que tomara posesión, en diciembre de 2006 –hace ya 15 años—, Felipe Calderón le declarara la guerra al narcotráfico, bajo la presión de Washington, como una forma de regular la oferta, que no desterrarla, la situación no ha cambiado mucho.
En todo el país, circulan más de 15 millones de armas, 85 por ciento que ingresaron de manera ilegal.
Primero, fue la decisión de lanzar a las calles a las fuerzas armadas, dada la ineficiencia de los cuerpos policiacos frente a la superioridad del narco, en un intento de rescatar rutas y territorios de manos del narco. Después de dos sexenios, el candidato López Obrador se comprometió a regresarlas a sus cuarteles, pero finalmente tuvo que rendirse ante una realidad que rebasa la sola buena voluntad.
Tan es así que, no sólo creó se la Guardia Nacional que, hasta ahora, únicamente ha servido para medio contener la migración desde Centroamérica, de nuevo a petición/bajo presión de la Casa Blanca, sino que se le han encomendado nuevas tareas al Ejército y la Marina, que nos hablan de un proceso de militarización, con lo que la táctica, en medio de la pandemia, de abrazos, no balazos, se encuentra en el limbo.
Pero, como dice el mismo presidente: “Así como nos admiramos de las obras de China, en poco tiempo y con muy buena tecnología, el aeropuerto Felipe Ángeles (en Santa Lucía), es una obra así”. Y me imagino que así, también, los otros megaproyectos.
Al mismo tiempo, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), reporta que, desde 2019, “hay una desaceleración pronunciada en el crecimiento de homicidios”. Es decir, son más poquitos.
Recuérdese el operativo Rápido y furioso, nombrado como la saga hollywoodense, que dizque para seguir el trasiego de las armas; operación armada por la misma DEA, la agencia antinarcóticos estadunidense.
“A México llegan, cada año más de 200 mil armas; 41 por ciento vienen de Texas. Al final de 2019, 70 por ciento de las 34 mil 582 víctimas de homicidio doloso fueron asesinadas con armas de fuego, más de la mitad de éstas producto del tráfico ilícito que llega de Estados Unidos. A la fecha, la tendencia sigue al alza”.
En esta no guerra, los muertos se quedan de este lado y, por la venta de armas y drogas, las ganancias se van para allá.
Allí queda la frase de Rosa Isela Rodríguez, titular de la SSPC –No soy nueva en esto—: “No se trata de ganar una guerra, se trata de ganar la paz” (La Jornada, 2/1/2021).
Deseo de Año Nuevo.
7
Si López Obrador fuera boxeador sería del tipo fajador, aquel que está encima del contrario y que le gusta la pelea en corto, cabeza con cabeza. En política es un provocador, que compra pleitos. Es su manera de hacer política.
En su tribuna diaria, como son las mañaneras, un día sí y otro también, da uno que otro descontón, muchas veces sin medir las consecuencias de sus palabras y actos. Como la de ofrecer asilo político a Julian Assange, el 4 de enero, dentro de una larga tradición mexicana de acoger a perseguidos políticos y darles refugio.
Al hacerlo hoy, México se confronta con Estados Unidos, que lo reclama para que enfrente acusaciones de poner en riesgo la seguridad nacional, al dar filtrar documentación oficial que compromete al gobierno de EU –no importa cuál sea de los anteriores— en actos violatorios a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad. Más, cuando se trata de un nuevo gobierno estadunidense, con el que afinar una nueva agenda bilateral, aunque los asuntos sean antiguos y tradicionales, como el migratorio.
Tal vez, México puede separar los asuntos –una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa—; una visión completamente diferente a la tiene Estados Unidos, posee una mirada global (no en balde es una potencia hegemónica), donde la cuestión política no se halla separada de la económica ni de la social.
Si México privilegia lo humanitario en su decisión de ofrecer el asilo, Estados Unidos es en lo último que piensa, si es que lo piensa, a la hora de actuar. Sus intereses hegemónicos son primero. No importa si el presidente es republicano o demócrata, como es caso de Joe Biden.
En caso de que, finalmente, Julian Assange viniera a México, llegaría a un país donde, desde el poder, se cuestionan la libertad de expresión y el derecho a la información.
Cada mañana, el presidente, haciendo uso de su derecho de réplica, responde, aclara y regaña a aquellos críticos e incómodos, a los que engloba bajo el epíteto de conservadores. No existen medias tintas: O están conmigo o contra mí. No hay espacio para más.
Su decisión de pasar las funciones del Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) a la Secretaría de la Función Pública, en aras de la austeridad, acabaría con la transparencia necesaria y haría más opaca la administración pública, que se dice regida por la honestidad. No basta con la palabra presidencial.
Por si fuera poco, Assange llegaría a un lugar con uno de los índices más altos de violencia contra periodistas, tanto por parte del crimen organizado como de funcionarios públicos, que o tienen la piel muy blandita o cuentan con cola que les pisen.
A ver qué sucede después del 20 de enero.
8
Son las últimas horas del presidente Donald Trump.
Da sus últimas patadas de ahogado, con medidas desesperadas, pero inútiles dentro del marco constitucional.
El día 6, el mismo presidente encabeza una manifestación frente a la Casa Blanca y convoca a su base social, anarco-capitalista, a marchar a la sede del Congreso (Casa de Representantes y Senado), adonde se llevaba al cabo la validación de la elección, al grito de Stop the Steal (Paren el Robo).
Prácticamente, Donald Trump azuzó a las hordas, a las felicita Ivanka Trump, calificándolas de patriotas.
Son los antiguos WASP, White Anglo Saxon Protestant, es decir, Blancos Anglo Sajones Protestantes, como lo fueron los primeros colonizadores venidos de Inglaterra y Europa en el siglo XVII. Hoy constituyen un grupo social más en Estados Unidos.
Por allí, ondeaban banderas de los Confederados, que pelearon durante la Guerra Civil (1861-1865) por el Sur esclavista.
A propósito, Carl Bernstein, quien reveló junto con Bob Woodward reveló el escándalo de Watergate, que culminara con la renuncia de Richard Nixon, comparó a Donald Trump con el presidente confederado Jefferson Davis, quien animó la sedición y secesión (Alter Net, 1/11/2021).
Fue una sesión violenta, la del Capitolio que, al decir de Steny Hoyer, representante de Maryland, estuvo bajo ataque de un enemigo interno, y no como en el 9/11 (11 de septiembre de 2001), que fue de origen externo.
Pero más que el Capitolio, como dijo Joe Biden, la que estuvo bajo asalto fue la democracia, obra de terroristas domésticos.
Momentos de tensión en los que la capital de Estados Unidos, Washington, D.C., quedó bajo un toque de queda.
Se visibilizó una profunda grieta en la república imperial.
Lo que afloró el 6 de enero es producto de una contradicción original: “Esta nación es un experimento democrático dentro de un imperio construido sobre la destrucción de los pueblos indígenas, la esclavitud de africanos, los inmigrantes y la explotación de los trabajadores”. De allí que “esta crisis es más antigua que Trump, con una profunda historia de fuerzas bárbaras en este país que siempre viven apenas debajo de su superficie” (Cornel West, citado por David Brooks, La Jornada, 11/1/2021).
Esa misma noche, The Washington Post afirmó que fue un intento de golpe de Estado.
Trump fue la chispa de ese asalto, aseguró al día siguiente The New York Times.
Peoples Dispatch concluye que en los motines en DC se conjugaron negligencia y colusión.
Un espectáculo digno de una república bananera, según el ex presidente George W. Bush.
A partir de este comentario, Daniel Semán observa: “Los fascistas del Capitolio sí representan a Estados Unidos y América Latina lo sabe” (The Washington Post, 1/9/2021). Lo sabemos, desde México hasta Chile.
The Nation se pregunta qué hubiera sucedido si, en lugar de los WASP, los manifestantes hubieran sido negros.
El asalto confirmó que, aun cuando Trump abandone la Casa Blanca, el trumpismo seguirá entre nosotros, afirma Truthout, que agrega que los republicanos crearon este monstruo.
Recuerden este día para siempre, les dijo Trump a sus bases sociales.
En esta tesitura, el día 11 The Atlantic emparenta el terrorismo alienígena del ataque a las Torres Gemelas, en el distrito financiero de Wall Street –el corazón del Gran Capital— en 2011, el terrorismo interno representado por el asalto al Capitolio, y hace una arenga pública mediante una breve frase: Debemos recordar el ataque del 1/6 como recordamos el 9/11.
Fue casi unánime que se aplicara, por primera vez, la Enmienda 25, declarando al Presidente incompetente, y que fuera sustituido por el vicepresidente Mike Pence, quien, al presidir el Senado, tuvo un comportamiento ejemplar: sobrio y constitucional.
Nancy Pelosi, quien preside a la Casa de Representantes, buscaría que, bajo los cargos de instigar a la violencia y la insurrección, el presidente Donald Trump sea llevado a juicio político, y de paso impedirle que vuelva en el 2024.
Las repercusiones en el círculo del poder han sido inmediatas: algunos republicanos se han unido a los demócratas en la condena de los hechos, y suman más de una decena de renuncias, incluyendo las de las secretarias del Trabajo y de Educación.
Facebook e Instagram decidieron suspender las cuentas de Donald Trump, por incitar al desorden y la violencia, hasta el 20 de enero, cuando termina su periodo, en lo que se considera una violación a la libertad de expresión y a los derechos humanos.
Con cinco muertos, lo que presenciamos no fue más que la culminación de un proceso: cuatro años de desgobierno, con una base social resentida y un presidente que niega su derrota, que es negar la realidad.
Finalmente, Donald Trump, encerrado en una burbuja, se creó su propia realidad. Situación que le viene desde niño, como documenta Mary L. Trump, en la biografía familiar: Too much and never enough, Demasiado y nunca suficiente… Fuimos testigos de ello el martes 6.
Con los resultados de la elección extraordinaria del 5 de enero en Georgia, los demócratas recuperan el control del Senado, tomando en cuenta que la demócrata vicepresidenta Kamala Harris, quien por ley preside el Senado, en caso necesario, rompería el empate de 50/50 en la cámara alta.
En la madrugada del 7, se declaró la victoria de Biden- Harris.
Poco después, Trump, sin admitir que perdió, se comprometió a que habrá una transición ordenada el 20 de enero. Pero, quién sabe…
Tal vez, conociéndose, por eso Trump anunció, el día 8, que no asistirá a la investidura de Joe Biden como presidente 46 de Estados Unidos, el 20 de enero.
Ese mismo día, a 12 de que finalice su gestión, la demócrata Nancy Pelosi, quien encabeza la Casa de Representantes, piensa retirarle al presidente Trump el control del botón nuclear.
Habría hablado con el general Mark Milley, jefe del Estado Mayor, a fin de “prevenir que un presidente inestable inicie hostilidades militares”.
No vaya a suceder que antes de abandonar la Casa Blanca, Trump diga: ¡Después de mí, el diluvio!
Con un pie casi afuera, inspecciona el muro fronterizo y acusa a Cuba de patrocinador del terrorismo, mientras el senador demócrata Patrick Leahy afirma que es más amenazante para Estados Unidos el terrorismo doméstico.
9
La ceremonia de investidura de Joe Biden se efectuará, nada menos, en las escalinatas del mancillado Capitolio.
“Desde el 3 de noviembre no ha habido ningún impulso real de cambio del hombre elegido para el cargo más alto como el 46 presidente, que sólo ha prometido a los electores no ser Donald Trump. El polvo se ha asentado entre la gente bailando en la calle porque el fascista Trump perdió y el menos malvado Joe Biden ganó. Sin embargo, no habido evidencia de que Biden esté dispuesto a cambiar a la izquierda o hacia algo parecido a la progresividad en estos 30 días posteriores a las elecciones” (Monthly Review, 1/6/2021).
El reto de la administración demócrata tiene dos componentes: 1) satisfacer las necesidades inmediatas del país, en materia sanitaria y económica, y 2) qué tan lejos irá en su agenda social, lo que implica si dejará de favorecer al exclusivo y excluyente 1%, que han tenido ganancias extraordinarias en el río revuelto de la pandemia.
Con su arribo a la Casa Blanca, Joe Biden tendrá control total del Congreso para instrumentar, sin tantas presiones, su programa de gobierno.
“La enfermiza realidad que subyace a la situación actual de las personas pobres, la clase trabajadora, afroamericanas y colonizadas de todo el mundo es que las personas que actualmente tienen más poder para abordar nuestras circunstancias –the one percent— también resultan ser las menos interesadas en nuestra supervivencia a largo plazo. En la primavera se tomó la decisión de que los intereses del capital deben remplazar toda consideración durante la pandemia de Covid-19, que no se debe permitir que la máquina se detenga. Que los trenes debían funcionar, los aviones debían volar, los estantes debían abastecerse y la gente debía trabajar” (MR). La máquina de exprimir plusvalía y generar ganancias.
Aun cuando Estados Unidos, en estos primeros meses se concentre en sus problemas internos a fin de restañar las heridas dejadas por el proceso (post) electoral y la polarización económica y social, hay un elemento que trasciende sus fronteras y que involucra directamente a México: el asunto migratorio.
Frente a los hechos violentos en Estados Unidos, como anteriormente lo hizo al dilatar el saludo/reconocimiento a Biden, el presidente López Obrador se abstuvo de pronunciarse –sólo lamentó las muertes—, escudándose en la doctrina de la No intervención.
Es como ver la casa de tu vecino incendiarse, y no decir ni hacer nada. Lejos de la actitud del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
La moraleja de esta postura comodina del presidente mexicano es clara y evidente: No criticar para que no nos critiquen a nosotros.
Para entretenernos, ya tenemos –tiene— con los pleitos en casa.
10
Se reconoce como uno de los sectores de la economía más afectados por la pandemia, a la industria automotriz. No sólo por la restricción en la movilidad, que si bien ha contribuido a la caída del precio de las gasolinas, también ha afectado a las cadenas de producción/valor que son esencialmente globales.
En el caso de México, disminuyeron la producción, el empleo y las exportaciones.
Además de los efectos de la pandemia, se encuentran los cambios que dentro del T-MEC se dieron en el aspecto laboral, que en el antiguo TLCAN se dejó fuera y se incluyó, junto a la cuestión ambiental, de manera paralela.
Esto dio origen a que los sindicatos estadunidenses se quejaran de competencia desleal, y que presionaran por un cambio.
El cinturón industrial, donde se asienta la industria automotriz fue una de las bases sociales que permitió que Trump llegara a la presidencia con una retórica proteccionista y nacionalista.
Un documento de IndustriALL Global Union, de diciembre de 2020, presenta un análisis del sector movilidad/automotriz:
“A diferencia del TLCAN (1994), el T-MEC (2020) presenta el proteccionismo como hilo conductor. Sus objetivos fundamentales y su razón de ser (al menos en la industria automotriz) son exactamente lo opuesto al libre comercio, ya que busca proteger al mercado estadunidense, de la competencia externa y promover la producción del país”.
Dos acotaciones: el proteccionismo, de acuerdo con la ideología de Trump, es contra la competencia externa, principalmente del capital europeo y asiático.
“Tales enfoques muestran que las reglas de los requisitos de contenido de valor laboral fueron diseñadas para permitir que las empresas trasnacionales, especialmente de los Estados Unidos, sigan teniendo un margen de maniobra considerable, ya que podrán seguir pagando salarios bajos en determinadas fases productivas en México y cumplir con el requisito de contenido de valor laboral.
“Además, se beneficiarán de aumentar el valor de contenido regional hasta el 75%. En otras palabras, los requisitos de contenidos de valor laboral son una mera formulación y no realmente un requisito para que las empresas paguen mejores salarios”.
En este sentido, a igual capacitación y productividad, los salarios de los trabajadores mexicanos son más bajos a los de los trabajadores de Estados Unidos y Canadá.
11
Mientras la gran mayoría sufre y llora, unos cuantos se frotan las manos de alegría y también lloran, pero de felicidad.
Gobiernos invierten en vacunas y la IP se embolsa ganancias. Es la principal noticia de portada de La Jornada, el domingo 10 de enero, en base a un estudio de Airfinity. Estados aportan ocho mil 600 millones de dólares y las firmas sólo cuatro mil 400 millones de dólares. La utilidad, igual a 27 por ciento de los ingresos que se prevé que tenga México en todo 2021.
Que nadie se sorprenda. Así funciona el sistema. Por eso, son inútiles los llamados a la buena voluntad y la solidaridad: es como querer humanizar a un monstruo, aunque sea una creación nuestra, social. Que se alimenta, como su primera y única necesidad, no únicamente de lo que le damos, sino que, insaciable, devora todo lo que lo rodea: los recursos finitos del planeta, la naturaleza misma, viva y muerta, pasada, presente y futura, incluyendo la naturaleza humana, el trabajo, vivo y muerto, triturando cuerpos y mentes, haciendo añicos y volatilizando espíritus, a los que transforma en guiñapos y zombis (¿zoombis?).
Como todos los desastres, inducidos o no, a lo largo del tiempo, la pandemia sirve a manera de limpieza o depuración social.
El pandémico año pasado, las empresas del ramo farmaceútico aumentaron su valor de mercado casi 90 mil de dólares, o sea, 1.7 billones de pesos; cantidad que es casi tres veces el presupuesto de salud.
Algunas empresas se reconvirtieron para satisfacer las necesidades de mercado, digo, de la pandemia. Por ejemplo, el Grupo Modelo, aparte de cerveza incursionó en la producción de gel desinfectante. Otras, a cubrebocas, caretas y trajes desechables.
Siete de las farmacéuticas más grandes del mundo (Johnson & Jonhson, Pfizer, AstraZeneca, Moderna, Novavax, Biotech y CanSino) actualmente tienen un valor de mercado de 776 mil 380 millones de dólares más respecto a los 686 mil 908 millones de dólares de hace un año; resultado de las expectativas de desarrollo, producción y distribución de la vacuna anti Covid-19.
La empresa más beneficiada ha sido la estadunidense Johnson & Johnson, la más grande pues su valor bursátil aumentó diez por ciento. Pero, curiosamente, de las tres vacunas probadas a escala global, ninguna pertenece a J & J, sino a Pfizer-BioNTech, Moderna y AstraZeneca; de las cuales, Pfizer y AstraZeneca disminuyeron su valor de mercado.
¡Salud! por la salud.
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Según The New York Times, del 1 de enero, Israel es el campeón de la vacuna anti Covid-19. Hasta la fecha, tenía vacunada a 14 por ciento de su población (62 dólares por dosis) contra el 1.3 por ciento de la población de Estados Unidos (19.50 dólares por dosis).
Sin embargo, no sucede lo mismo con la población de Palestina, bajo la ocupación y el control de Israel. En Gaza, “gracias al bloqueo aéreo, terrestre y marítimo impuesto por Israel, así como a los múltiples ataques militares sobre ese enclave superpoblado, hay una grave escasez de medicamentos y equipamiento médico, junto con una pobreza y un desempleo considerables” (Viento Sur, 10/1/2021).
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“Al mantener la política de austeridad fiscal, el gobierno se ha visto obligado a seguir con la creciente privatización de la infraestructura (a través de otorgar concesiones a 15 años o más, como con las asociaciones público-privadas) y ha permitido inversiones en el sector energético, a fin de evitar cuellos de botella en tales sectores, que frenan más la actividad económica.
“Para que sea efectivo el rescate para la nación de los sectores estratégicos, el gobierno debe trabajar con gasto deficitario para así frenar la inversión privada en éstos, y asegurar el desarrollo de tales sectores y de la economía. El problema es que el gobierno se preocupa por los niveles crediticios de las calificadoras internacionales, por lo que ha privilegiado la austeridad fiscal, a costa de sacrificar el crecimiento económico y seguir permitiendo la participación de la cúpula empresarial en los sectores estratégicos.
“La alternativa sería dejar de lado las calificadoras internacionales y proceder a trabajar con gasto público deficitario y que el banco central le compre la deuda a tasa de interés cercana a cero, para favorecer a los sectores estratégicos, como para la generación de empleo y apoyo a las empresas para evitar su quiebre, para impulsar la dinámica económica” (Arturo Huerta. La Jornada de Oriente, 5/1/2021).
A la luz de este panorama de austeridad, emergen tres realidades, cual sendos baldes de agua fría, que nos presentan el Banco Mundial (BM), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tres realidades: crisis, pobreza y desigualdad.
El año pasado, como efecto colateral de la pandemia, cuyos “efectos serán (aún) colosales”, 100 millones de personas se sumaron a las filas de pobreza. Al mismo tiempo, por cada pobre, los más ricos del planeta sumaron 18 mil dólares a su riqueza, reporta el BM en su informa: Un cambio de suerte. Con ello, se revirtió la tendencia de alivio de la pobreza, en el contexto global que nos regresó a 90 años atrás.
Al mismo tiempo, las 500 personas más ricas, que representan el 0.001 por ciento de la población mundial vieron aumentar casi en una tercera parte (31 por ciento) su riqueza, al sumar un billón 800 mil millones de dólares.
Este es el contexto global. Vayamos a la situación concreta de México:
Por un lado, José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, habla sobre los efectos devastadores de la pandemia: destruyó todos los empleos creados después de la crisis financiera de 2008-2009 y devastó el avance de 20 años en cuanto a la pobreza.
De por sí, antes de la pandemia, la situación en México era delicada, pues siete de cada diez personas se encontraban en situación de pobreza o vulnerabilidad (con al menos una carencia social), y que se agravará.
El país tiene el reto de mejorar la tributación, pues sólo recauda 16 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), apenas una tercera parte de lo que recaudan el resto de la treintena de países que forman la OCDE.
Al respecto, el mexicano Gurría precisó: “El problema que tenemos en México es que tenemos una recaudación chiquita, el gobierno es chiquito, porque además tenemos un gobierno que está muy cuidadoso de no incurrir en mayores deudas, entonces qué sucede, que finalmente lo que nos vemos obligados a tener es un gobierno que no tiene capacidad de estar dando los servicios necesarios” (La Jornada, 9/1/2021).
Dos apuntes: 1) el endeudamiento es el fetiche de la 4T. Más que la deuda per se, depende hacia dónde se canaliza: en qué se gasta y en qué se invierte, y 2) una reforma fiscal progresiva es la encrucijada de la 4T.
Por otro lado, tenemos las declaraciones de Alejandro Werner, director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI, que afirmó que México difícilmente regresará a los niveles del PIB por habitante que tenía hace dos años antes de 2026 o 2027.
Si esto es así, estaríamos de cara a un sexenio perdido, no sólo contra las expectativas de la 4T, sino contra las esperanzas de millones de personas.
Werner dijo que la situación puede mejor, en función de un efecto de arrastre de la economía de Estados Unidos y la campaña de vacunación contra el Covid-19 (que permitiría una mayor movilidad en condiciones de seguridad sanitaria).
Se pronunció por un nuevo contrato social junto un cambio de reglas del juego a fin de estimular la inversión privada y apuntalar las finanzas públicas, que tendrán que encarar tanto el reto de la redistribución como de la salud y la educación.
Sin embargo, el funcionario mexicano del FMI consideró que el rebote de la economía que significaría la recuperación, no necesariamente es una señal de una mejora estructural, pues seguirá “un entorno de inversión bastante mediocre y una difícil situación de creación de empleos de mediano plazo” (LJ, 9/1/2021). Cuidarnos del rebrote para alcanzar el rebote.
Como quien dice: Sí, pero quién sabe.
Con el tiempo electoral encima: no sólo el inminente 2021, sino el 2024.
Sobre todo, la 4T a marchas forzadas.
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En un comunicado, un grupo de ambientalistas informan, entre otras cosas, lo que sigue:
“Los últimos días del 2020 han sido de tensión para los vecinos y ambientalistas que defienden el área natural protegida de los humedales de la montaña de María Eugenia en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. En esta ocasión, el motivo que desató el conflicto fue la construcción ilegal de un inmueble en el sitio Ramsar de conservación de humedales.
“Los vecinos y ambientalistas de las colonias del sur de San Cristóbal de las Casas han denunciado estos hechos y realizado acciones para proteger los humedales, como la construcción de zanjas de infiltración en el camino que comunica a la colonia FSTSE 2001.
“Sin embargo, el 29 de diciembre de 2020, grupos de choque han llegado al sitio para amedrentar a vecinos, amenazándolos para que puedan continuar con la construcción ilegal que afecta al humedal.
“Las autoridades municipales se mantienen pasivas ante las afectaciones al área de humedales, que como el sitio Ramsar está protegido por acuerdos internacionales, una situación que parece motivada por oscuros intereses inmobiliarios, que tienen puestos sus objetivos en apropiarse de esta área”.
En otro contexto, el de la termoeléctrica de Huesca y el Proyecto Integral Morelos, pero con la misma problemática de despojo, la comunidad, en resistencia y lucha, le pregunta a Manuel Bartlett Díaz: “¿Por qué no intenta vivir un mes en Huesca el director de la CFE con la planta funcionando, consumiendo los cultivos que serán regados con agua contaminada por la planta y bebiendo ese mismo líquido?” (Gilberto López y Rivas, La Jornada, 8/1/2021).
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“Mineras que dejan secas a comunidades; empresarios que acaparan volúmenes de agua que serían suficientes para atender las necesidades de una comarca entera; políticos que riegan sus ranchos sin problema, mientras sus vecinos resienten la sequía; campesinos orillados a vender sus concesiones de agua a grandes compañías agrícolas; proliferación impune de pozos ilegales; inmobiliarias y complejos industriales que obtienen concesiones de agua para uso agrícola y, por lo tanto, mediante ese engaño evitan pagar por ese recurso; un lucrativo mercado negro de títulos de concesiones de agua; particulares que, como si fuera el Porfiriato, se apropian de ríos; falsificación masiva y venta de documentos apócrifos para obtener concesiones.
“Las historias que se presentan en esta investigación muestran cómo el agua, un recurso de la nación, se compra, vende y explota como si fuera un bien privado abundante, mientras el Estado no pone ninguna traba. Esto ocurre más que por fallas en el sistema de concesiones vigente en México desde 1992, por el diseño mismo de ese entramado legal y la debilidad de sucesivos gobiernos para aplicar las normas”.
Esta manera comienza el amplio reportaje, coordinado por Thelma Gómez Durán, del Equipo de Periodismo de Investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), que es uno de 40 trabajos nominados al Premio Gabo 2020 que concede, precisamente, la Fundación Gabo (creada en 1995 por el periodista y Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez); anuncio que hizo el 7 de enero.
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Más sobre el caso Assange.
“Poco después de que WikiLeaks publicara los Registros de la guerra de Iraq en octubre de 2010, que documentaban numerosos crímenes de guerra estadunidenses, incluidas imágenes de video del asesinato a tiros de dos periodistas de Reuters y otros 10 civiles desarmados en el video: Asesinato colateral, la tortura ordinaria de prisioneros iraquíes, la cobertura de miles de muertes de civiles y el asesinato de casi 700 civiles que se habían acercado mucho a los puestos de control de Estados Unidos, los abogados de derechos civiles Michael Ratner y Len Weinglass, que habían defendido a Daniel Ellsberg en el caso de los Papeles del Pentágono, se reunieron con Julian Assange en un estudio apartamento en el centro de Londres, según las memorias recién publicadas de Ratner: Sacudiendo la Barra”, en relación a la barra de abogados.
Weinglass le dijo a Assange: “Como aprendimos en el caso de los Papeles del Pentágono, al gobierno de Estados Unidos no le gusta que la verdad salga a la luz. Y no le gusta ser humillado. No importa si es Nixon o es Bush u Obama, republicano o demócrata en la Casa Blanca.
“En el fallo de 132 páginas emitido hoy, 6 de enero, emitido en Londres por la juez Vanessa Baraltser del Tribunal de Magistrados de Westminster, el tribunal se negó a conceder una solicitud de extradición sólo debido a las condiciones de barbarie en las que Assange sería detenido mientras esté encarcelado en Estados Unidos”, dice Chris Hedges, periodista ganador del Premio Pulitzer, actual presentador del programa On Contact de RT America (Monthly Review, 1/7/2021).
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Monthly Review informa que su editor, John Bellamy Foster, se hizo acreedor al Deutscher Memorial Prize 2020 por su libro: The Return of Nature. Socialism and Ecology (Regreso de la Naturaleza. Socialismo y Ecología). El premio es en memoria de Isaac Deutscher, filósofo marxista de origen alemán.
La premisa del texto parte de una tesis que el autor ha venido desarrollando desde hace tiempo: que la concepción materialista de la historia de Marx estaba inseparablemente ligada a su concepción materialista de la naturaleza.
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