Sentir bolivariano

4F: Por ahora y para siempre

Hoy, la contrarrevolución arremete con fuerza, valiéndose de la compleja coyuntura económica que atraviesa el país, producto de dichas sanciones.

11/02/2021
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I

 

Acabamos de conmemorar en días recientes el 29° aniversario de la rebelión cívico-militar del 4 de febrero del año 1992; gesta heroica de gran trascendencia para las venezolanas y los venezolanos, y para otros Pueblos del planeta, en torno a la cual nos hemos propuesto reflexionar en este Sentir Bolivariano, como parte de la permanente batalla de las ideas a la que nos sigue convocando el Comandante Hugo Chávez.

 

El 4F es consecuencia de un largo y complejo proceso histórico, que tuvo como desencadenante los desmanes cometidos por los gobiernos del puntofijismo, y de manera muy particular, la masacre perpetrada por el gobierno de Carlos Andrés Pérez aquel 27 de febrero de 1989; sucesos, conocidos con el nombre del Caracazo y que hicieron posible, como lo señalara el propio Comandante Eterno, luego de años de organización y acumulación de fuerzas, el parto histórico de la Revolución Bolivariana. El Caracazo fue el detonante del 4F; y este a su vez significó el despertar del Pueblo, que permitió una vez obtenido el triunfo electoral del 6 de diciembre de 1998, cuando la inmensa mayoría de las venezolanas y los venezolanos refrendamos con el voto el proyecto presentado por el Comandante Chávez; dar inicio al proceso de amplias transformaciones que tiene lugar en el país desde hace más de dos décadas: la transición hacia el Socialismo Bolivariano.

 

II

 

Chávez siempre nos decía, y así lo compartimos todas las revolucionarias y todos los revolucionarios, que el 4 de febrero de 1992 partió la historia venezolana en dos; constituyéndose en un punto de inflexión en el devenir de la Patria hacia nuevos derroteros, los de nuestra construcción socialista, inspirada en el ideario del Padre Libertador Simón Bolívar y orientada a procurar la “mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”.

 

Pero además, justo es señalarlo, la rebelión bolivariana del 4F también dividió la historia de otros Pueblos de Nuestra América Latinocaribeña y el mundo en dos; convirtiéndose en ejemplo para las batallas que éstos libran contra el neoliberalismo, despertando al mismo tiempo una mayor consciencia acerca de la necesaria unidad popular, la defensa de la soberanía de la Patria y el empuje de genuinos procesos de liberación nacional.

 

Al hacer mención a la realidad nacional, debemos referir que la historia contemporánea tiene un antes y un después del 4 de febrero, por lo que repetimos con Chávez, a 29 años de aquella gesta heroica, sobre todo para las y los más jóvenes, para las futuras generaciones; que aquel movimiento cívico-militar adelantó la llegada del siglo XXI al país.

 

El 4F es una enorme referencia, es un compromiso histórico que no terminará jamás. El Comandante Chávez lo caracterizó como la continuación de la gloriosa Batalla de Carabobo, de la cual se cumple este año su bicentenario. Es, un por ahora que se convirtió en un para siempre, expresión cotidiana de la voluntad de seguir firmes en la defensa del legado del Comandante Eterno, de continuar batallando por consolidar la independencia definitiva de Venezuela y de seguir haciendo todo lo que tengamos que hacer, en un trabajo muy integrador, muy creativo, por la liberación definitiva de la América Latinocaribeña y otros Pueblos del mundo del yugo imperial.

 

III

 

En estos 22 años de Revolución Bolivariana, hemos enfrentado complejos escenarios. Desde aquel por ahora del 4 de febrero de 1992, pasando por el huracán bolivariano que se esparció por toda la Patria y más allá haciendo frente con determinación, dignidad y valor a todo tipo de eventualidades, incluyendo la desaparición física de nuestro líder histórico; las venezolanas y los venezolanos hemos sido capaces de continuar transitando la senda por él definida.

 

El Pueblo de Bolívar y de Chávez continúa haciendo historia, y con férrea voluntad viene enfrentando los planes de los enemigos de Venezuela, que en su empeño por tratar de acabar con la Revolución Bolivariana promueven, bajo la conducción del imperialismo norteamericano y europeo, la imposición de criminales sanciones económicas, financieras y comerciales a la nación; y el despojo de sus activos en el extranjero. Todo ello, soportado en una narrativa antibolivariana, para cuyo desarrollo cuentan con la complicidad de los grandes medios de comunicación del planeta.

 

Hoy, la contrarrevolución arremete con fuerza, valiéndose de la compleja coyuntura económica que atraviesa el país, producto de dichas sanciones. Pero se siguen equivocando en sus nefastas intenciones, porque este Pueblo, teniendo claridad de cuál es su verdadero enemigo, organizado y consciente; está dispuesto a defender, en unión cívico-militar e inspirado en el ideario libertario del 4 de febrero de 1992, su derecho a ser libre y a desarrollar un modelo de justicia social que fue aprobado por la inmensa mayoría de las venezolanas y los venezolanos, plasmado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

 

El 27 de febrero de 1989, el Pueblo salió sin la Fuerza Armada, que por el contrario fue empleada por el gobierno adeco de Carlos Andrés Pérez para reprimirlo; y el 4 de febrero de 1992, los soldados patriotas salieron cuando todavía faltaba avanzar en la unión con el Poder Popular. Hoy, 29 años después de la rebelión bolivariana del 4F, estamos seguros de que esto no volverá a suceder nunca más, ya que contamos con un sólido movimiento cívico-militar legado por el Comandante Chávez, dispuesto a defender la Patria en el terreno que sea necesario.

 

¡Que Viva el 4F, Día de la Dignidad Nacional!

 

@Adan_Coromoto

 

 

 

 

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