El uso vilipendioso del indio

El indigenismo de la derecha

28/04/2013
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Hace unos días atrás (el 25 de abril) en la casa de Savina Cuellar, ex Prefecta de Chuquisaca, la derecha más reacia contra el indio o el indígena acaba de hacer un juego con el fuego de la verdad histórica. Según Correo del Sur ofrecieron una “nueva alternativa al país”[1]. Rubén Costas (gobernador de Santa Cruz), Ernesto Suarez (ex gobernador de Beni) y Ninoska Lazarte (Concejala de la Asamblea departamental de Cochabamba) y otros se han dado un baño de humildad en la casa de una humilde mujer quechua para dejar denotar que ellos también son pro-indígenas.  Aquí no está en debate si la señora Cuellar tiene derecho o no a tener una u otra opción política sino es el uso vilipendioso de indio por esta derecha reaccionaria anti-qulla.
 
Esto según uno de los intelectuales aymara es un “indigenismo de derecha”.  La misma significa hacer uso y abuso del nombre indígena o del qulla de modo particular como la que hizo la izquierda colonial en Bolivia.  Ahora es notable este sainete porque es la misma gente que pateo a mujeres de polleras y qullas en general en la Plaza 24 de Septiembre de Santa Cruz y no hace más de cuatro años atrás.  ¿Será que en tan poco tiempo alguien cambie de pensamiento político?  Pues esa posibilidad es imposible en una persona normal tratándose incluso de su enemigo histórico.  Por esto es un uso vilipendioso de lo indio para fines absolutamente sectarios del grupo más reaccionario de la derecha boliviana.  Y claro aprovechando la torpeza absurda del gobierno del MAS (Movimiento al Socialismo) de enjuiciar y meter a la cárcel a los indígenas.
 
En el acto mencionado Rubén Costas dijo sin ningún cuidado lingüístico: “Hemos decidido pasar de la resistencia democrática, a darle una alternativa al país.  Eso es este Movimiento Demócrata.  La verdadera oposición”.  Si hiciéramos un recuento de las violentas jornadas de 2007 y 2008, pues aquello, no fue ninguna resistencia democrática como el que ocurrió con la toma de las oficinas del Estado en Santa Cruz y la violencia anti-qulla.  Tampoco fue demócrata la violencia verbal propulsada en dicha ciudad de “matar un qulla es hacer patria”.  Es decir, el cinismo es tal que tiene el mismo parangón con la izquierda cuando se trata de los pueblos preexistentes a la colonia como son los indígenas.  Entonces a falta de consistencia se recurre a uno pocas arengas que es un hecho absolutamente coherente con una mentalidad reaccionaria y colonial.
 
En esto es interesante además analizar que ésta derecha ahora también necesita tener “su” indígena como lo tiene “su” indígena la izquierda.  Esto es un juego chistoso.  Cada uno con su indio al lado.  Y ¿Por qué ocurre esto?  Ocurre porque sin él o ella no serían estos nada.  Pero indio al lado no significa en absoluto que allí el indio tenga los necesarios espacios de actor decisorio de las decisiones centrales, sino éste es un adorno más, incluso como una especie de amuleto, un símbolo sin decisión.  En esa relación esta oligarquía no quiere en absoluto indios pensantes.  A lo sumo quieren indios símbolos e incluso sumisos a sus interés corporativos.  En esto está el fuego de quemar lo indio como algo no pensante sino como caterva que les sirva como simple voto o con algún pequeño acto de decisión.  Esto no es más que el juego de las apariencias y de cinismos porque ni uno ni el otro son capaces de mostrase a sí mismo.  Y si se muestran por sí mismo aparecen tal como son: racistas y colonialistas.  Entonces recuren al indio y ahora a su imagen como una opción para el país.  También el criollo hoy se siente un nadie por eso recurre a la imagen india para ser todavía un alguien.  Su pesimismo es tal que entonces necesitan de una gran sombra para ser alguien todavía.  Y hoy eso es el indio y particularmente el qulla.
 
Lo cual en otro contexto histórico es la misma lógica de la hacienda donde el patrón no es nadie sin el pongo.  Porque éste no comería, no tendría quien se lo laven ropa, ni quien siembre y coseche los frutos de la tierra, sino es el indio.  No estoy diciendo aquí que esto es una realidad antropológica sino me refiero a la lógica de esa realidad.  Claro los tiempos han cambiado.  Pero estos cambios tienen virajes paradójicos.  El indio hoy y como siempre ha sido el que se vale por sí mismo.  No necesita del criollo menos de sus conocimientos pero al verse cercado por un “poder amigo” hay ratos recurre a los refractarios detractores históricos como la señora Cuellar.
 
En ese sentido estamos asistiendo a un indigenismo absolutamente neo-colonial.  Esto es el nuevo uso del indio o indígena para fines contrarios a los propios intereses indígenas.  Es decir esto es el uso contrario de lo indígena porque no les resuelve los problemas estructurales a los indígenas de carne y hueso sino se lo agudiza en ciertos espacios de sus grandes necesidades.  A esto en otro artículo lo he llamado el “nuevo racismo”.  Esto es alabar al indio para sin embargo no hacer nada por él o ella. Además no solo es no hacer nada por él o ella sino atacarlo como si fuera el verdadero enemigo interno.  Ese es el neo-indigenismo de la derecha y de la izquierda que además es un uso gratuito en tanto también un neo-colonialismo.  Es un neo que denigra la lucha aymara o guaraní porque se lo hace ver como incompetente en ciertos funciones públicas y sociales.  Aquí está de su parte la lógica de sacar todo lo que tiene el indio como ocurría en el pasado aún lo poco que le queda de su vida y de sus bienes.  Esto no tiene otro nombre sino es el de parasito social.  Vivir del otro.  No de lo propio.
 
Así éste es el común denominador tanto de los oligarcas de la derecha y de la izquierda.  De hecho ambos son “parientes culturales” de un mismo origen histórico y ontológico.  Incluso se puede decir que en Bolivia ningún criollo ha muerto por la causa del indio pero si el indio ha muerto por causa del oligarca.  En base a ese juego el Movimiento Demócrata Social (MDS) augura ahora ser la “opción” para el país porque como sostienen esperan sumar más agrupaciones políticas que terminara si ocurre el hecho en el burdo uso y abuso del indio y esto como una nueva forma de vivir de lo Otro.
 
Otro grupo que hace este juego es el Movimiento Sin Miedo (MSM) del exalcalde de La Paz, Juan del Granado.  Nótese en esto un gran apellido señorial: Del Granado.  Sin duda su lugar de nacimiento es Sucre y entonces este su apellido le descubre o le delata su profundo señorialismo ya vivido mucho tiempo en la ciudad de La Paz.  Después de ser aliado del MAS (mucho más antes de MNR y otros) ahora supuestamente es opositora y una nueva “opción” al país.  El MSM en el último tiempo ha estado “defendiendo” a los indígenas del TIPNIS (Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure) pero sus intenciones como se los observa no son verdaderas ni honestas, sino es el uso lucrativo del indígena para sus fines corporativos.  Incluso su presencia en esta lucha ha sido más perjudicial para el movimiento indígena de la Amazonia que ventajosa.  Ha perjudicado porque le puso sombra indecorosa para que el gobierno que reprimió en Chaparina diga que este movimiento no es autónomo sino impulsado por este partido.  Y eso en cierto modo ha tenido efecto en la opinión pública para que no se vaya sumando más apoyos a la causa indígena del TIPNIS.  Es como alguien que quiere defender pero más hacer esto lo daña.  Aunque en la realidad lo dañado sin duda siempre termina dañando a los otros.
 
Así mediante la abogada Aida Camacho que también es ex abogada de Juan del Granado funge como querellante por el caso Chaparina a nombre de MSM.  Para darse un aire de humanidad y sentido de sensibilidad social la abogada Camacho dice: Lo del TIPNIS es “El menoscabo a los derechos humanos, la cruel represión, el pisoteo de la dignidad de los bolivianos ha sido tan flagrante, ha ofendido a la dignidad colectiva de los bolivianos, ha ofendido al orgullo colectivo de los bolivianos y ha herido fuertemente la vocación democrática de los bolivianos que creemos en las libertades democráticas”[2].  Efectivamente la brutal represión del MAS ofendió a los bolivianos y a la comunidad internacional pero esto no es suficiente para hacer uso político y partidario de la lucha india o indígena.
 
En la historia casos parecidos como éste siempre han existido.  Uno de estos es la del abogado Bautista Saavedra que en 1902 defendía a los aymara enjuiciados por el trillado caso de Mohosa.  En esa oportunidad el abogado Saavedra brillaba en los tribunales para argumentar que el indio es menor de edad y no debe ser juzgado por “nuestro sistema jurídico civilizado”.  Con ello se hizo famoso Saavedra para luego obtener la presidencia de la república de Bolivia en 1920.  Pero después de este nombre ganado y la presidencia inmediatamente en 1921 comete una violenta masacre en Jesús de Machaca con un escuadrón del batallón Guaqui ubicada en las cercanías de dicho lugar.
 
Allí perecieron fusilados más de 100 aymaras y quemado sus productos alimenticios tanto humano y del ganado y robado una gran cantidad de ganado para su distribución entre los abusivos vecinos de Jesús de Machaca a la cabeza del cura y de los soldados del cuartel de Guaqui. Ese hecho es uno de los actos genocidas de la historia republicana ampliamente documentado por el trabajo de Roberto Choque y Esteban Ticona (1996) en el libro: Jesús de Machaqa: la Marka rebelde. Sublevación y masacre. Es decir en la historiografía boliviana hechos como estos siempre han ocurrido como es el reciente caso aún no esclarecido jurídicamente pero muy claro para la opinión pública la del Álvaro García Linera que después de ser parte de EGTK (Ejército Guerrillero Tupaj Katari) es actor de la brutal represión en Chaparina de la IX marcha indígena. Y hoy se hace a García Mesa: “no sabía…se rompió la cadena de mando”.
 
En ese sentido el criollaje en su versión de izquierda y en su versión de derecha es parte de una larga historia negativa y anti-qulla o anti-india.
 
En este sentido pues es menester dejar en claro el uso vilipendioso de la lucha india en sus diferentes magnitudes.  Lo cual anima a decir que la fuerza de los movimientos y levantamientos sociales si no recupera su propio camino o su devenir en el tiempo terminará en manos de las viejas y nuevas oligarquías.  Tal es el desafío nuevo porque no deja dudas sobre el descaro y la rapiña señorial que estos tienen; por lo que se convierte en un hecho ciertamente amenazante.  Esto es amenazante porque tal hechura colonial está de pie y de buen ánimo para caminar por los caminos de la venganza. ¿Por qué de este último? Porque el criollo o el mestizo aunque no por sí mismo es siempre vengativo.  Y hoy ni de eso se da cuenta el propio Presidente y sus acólitos campesinos que están enceguecidos de que lo que hacen está bien aunque están criando sus propios cuervos.  En el refrán popular se dice: “cría cuervos que te sacaran los ojos”.  Ese criadero es el criollaje señorial que esta tan cerca y adentro del palacio quemado de la ciudad de La Paz.  O si se quiere también a dos o tres cuadras del palacio.
 
Desgraciadamente esto hay dejar notar porque la historia nos muestra que es lapidario como el que hoy ocurre y ha ocurrido en el pasado siempre.  Los detractores de un día en el otro día aparecen como los salvadores.  Y es lo que hoy está ocurriendo tanto con la oligarquía cruceña y boliviana en general y la nueva oligarquía de izquierda.  Esto a su vez connota que salvar al país es de la desgracia india para unos y salvar al país de la desgracia qulla para otros.  Entre uno y otro la diferencia es mínima.  Es el uso y en lo posible luego del rebajamiento de la lucha aymara o indígena hasta aplastarla.  Por eso se animan a idealizar al indio ideal y criminalizar al indio real.  Aunque esto es parte de un viejo indigenismo.  En esa relación el indio ideal es amigo y el indio real es el enemigo.
 
Savina es usada como lo es Evo.  Aunque se puede pensar que al principio Evo usó al criollo para quedar bien con sus pares criollos.  Eso también es parte de la lucha, pero después de esto quedó y queda claro de lo que estamos tratando de mostrar aquí.  Hay un viraje hacia el indígena como uso y abuso de su imagen para fines anti-indígenas.  Entonces este anti es un anti-Nosotros.  Esa es la congruencia de la mentalidad colonial y neocolonial de hoy.  Ahora al parecer no sólo está en disputa de cómo apropiarse del poder sino también de cómo apropiarse del indio para sus propios fines arriba dichas.  Esto es otra congruencia histórica pero en tiempos cambiados. Así es.  Y ahí está el desafío de lo “propio”.  La tesis indianista de que el “blanco, blanco no mas es” es tan real nuevamente hoy.  En aymara esto es.  “Q’araj q’arakipuniwa”.  Nunca cambia ni cambiara a favor del indio.  Esto porque cuanto más cerca te tiene más miedo le da, particularmente el indio real.  Por eso tratan de adorar al indio ideal.  Y allí Evo ya no es un indio real sino justamente es el indio ideal.  Se ha adaptado a lo suyo.  Y es lo suyo como quiso al principio la oligarquía paceña o boliviana.  Quería vestirlo de saco y corbata pero no pudo.  Y hoy lo logró vistiendo su mente de su linaje.  Aunque no puede con su rosto y su mirar.  Tal vez en esto hay lago de su derrota. Eso es.
 
 
Notas:
 
 
[2]“La represión tuvo lugar a partir del momento que partió la marcha”http://www.prensaescrita.com/adiario.php?codigo=AME&pagina=http://www.pa... (28/04/13).
 
Pablo Mamani R. es responsable de Revista Willka
Estudios Latinoamericanos, UNAM-México
 
https://www.alainet.org/pt/node/75690
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