Concentración de medios y de poder

23/01/2014
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¿Es el pulpo de la prensa nacional un poder en sí mismo? Al parecer no. El Comercio, ha tenido que recurrir al Grupo Graña y Montero para comprar EPENSA, después de haber despedido al 30% de sus trabajadores[1].
 
Su poder involucra otros espacios del quehacer económico nacional. Una de sus metas para el 2020 es diversificarse aún más[2]  y, por eso mismo,  no resulta falto de razón, entender que su condición de formador de opinión pública, está atravesada por los diversos intereses que debe defender: el de las empresas que son parte de sus afinidades económicas e intereses de poder (político). Algo así como un conflicto de intereses, pero peor.
 
Así las cosas, el Grupo El Comercio, al defender su posición de dominio en la prensa nacional está defendiendo su posición de poder en la administración del Estado y para recordar a Francisco Durand, su condición de “dueño peruano” del Perú[3].
 
Alguien decía que los medios de comunicación de hoy, son empresas que cuidan los intereses de otras empresas y no se equivocaba.
 
El debate sobre la concentración de medios
 
Siendo la situación peruana de los medios un asunto de poder, hay otros ingredientes que ayudarían a generar el añorado consenso para que haya algo de equilibrio y vuelva la “calma”.
 
Enfoque de derechos
 
Un enfoque de derechos no le vendría mal a este debate que está girando únicamente en el terreno económico. Un enfoque de derechos nos haría reconocer la esencia, la razón de ser de los medios de comunicación y nos acercaría a plantear una perspectiva legal diferente de la que existe respecto de la comunicación y la información. Es necesario incluir en el debate los olvidados derechos de libertad, igualdad, interculturalidad y de participación, garantizados por el Art. 2 de la Constitución Política Vigente.
 
Haciendo un examen más amplio de los grandes medios de comunicación que existen en el país, la radio y televisión, también tienen sus propios pulpos: el Grupo CRP Medios y Entretenimiento, es propietario de  Radio Ritmo Romántica, Radio La Inolvidable, Radio Moda, Radio Oasis, Radio Mar, Radio Nueva Q FM, Radio Planeta, Radio Inca AM, Radio Mágica y SONORAMA.PE.[4]. Por su parte el Grupo RPP, es propietaria de Rpp Noticias (en Radio y Televisión) Radio Capital, Radio Estudio 92, Radio Felicidad,  Radio Oxigeno[5] y sus correspondientes versiones web.
 
Existe sin lugar a dudas una concentración de las frecuencias de radio y televisión en el país. Estas tienen repetidoras en cada rincón del territorio nacional.
 
Un ausente, son las radios no comerciales: los medios públicos y comunitarios no tienen cabida, no tienen espacio radioeléctrico. Salvo algunos esfuerzos muy meritorios de personas e instituciones independientes, el Perú, a diferencia de nuestros vecinos, no tiene medios de comunicación ciudadanos, en gran medida por los enormes costos que su autorización, implementación y mantenimiento significan, pero también por la no existencia de una legislación que signifique apertura hacia este tipo de medios de comunicación.
 
Entonces, ¿Por qué los medios de comunicación de estos pulpos se sienten garantes de la democracia y la libertad de expresión?, ¿Acaso se expresan en sus programas y notas periodísticas los distintos puntos de vista de los diferentes actores nacionales?, ¿Acaso sus empresas expresan la diversidad cultural, étnica y social del país?, ¿Acaso el ciudadano de a pie construye las agendas de estos?
 
Este es un tema que toca la esencia misma del poder, del statu quo, que esté en agenda es extraño, saludable sin embargo para quienes no nos compramos el discurso monocorde de los pulpos y que buscamos un país más dialogante, con diferentes formas de pensamiento en el espacio de los medios de comunicación.
 
Notas
 
 
 
 
https://www.alainet.org/pt/node/82597
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