Estados Unidos, enemigo de la paz mundial
19/03/2003
- Opinión
La guerra de los Estados Unidos contra Irak ha comenzado.
Tras saltarse todos los mecanismos de la legalidad internacional
(los pocos que aun no se habían saltado en situaciones
anteriores) los genocidas que dirigen la política estadounidense
han empezado a masacrar gracias a su aplastante superioridad
tecnológica y militar a todo un pueblo en nombre de una "lucha
contra el terrorismo" que no es sino la endeble máscara con que
tratan de encubrir sus intereses, dirigidos al dominio imperial y
al control progresivo y acelerado de las fuentes petroleras del
planeta a fin de garantizar su absoluta hegemonía sobre el mundo
en el siglo que acaba de empezar y al que los ideólogos
guerreristas gringos califican ya sin empachos de "siglo imperial
americano".
No intento hacer un análisis, que han hecho ya diversos autores,
escritores y periodistas, del carácter injustificado y criminal
de esta guerra. Pero hay ciertas cosas que sí quiero señalar,
aunque sea en pocas palabras.
1. El poder estadounidense no ha sido nunca realmente
democrático, siempre ha estado en manos de minorías ricas y de
agentes de grandes corporaciones con una mínima participación
popular. Pero hoy no sólo es menos democrático que nunca sino
que empieza a adquirir rasgos totalitarios que lo acercan al
fascismo. Gracias a la complicidad del poder económico,
militar, petrolero y mediático, creando y administrando una
psicosis terrorista y manipulando una opinión pública tan
manipulable e ignorante como es la norteamericana, el
fraudulento grupo de cinco locos genocidas que controlan el
poder político en los Estados Unidos hoy (Bush, Cheney,
Rumsfeld, Powell y la Rice), han logrado montar un aparato
policial-militar que está convirtiendo 1984 de Orwell en una
inocente historieta para niños. En esa labor los apoya un
poderoso grupo de líderes judíos sinistas y fascistas ligados
al Likud israelita (los Wolfowitz, Perle, Abrams, Cohen y
otros), que por supuesto, cada vez que sus maniobras a favor
del gobierno criminal de Sharon y en contra de los palestinos
son denunciadas se rasgan las vestiduras hablando de
"antisemitismo", como si los árabes y palestinos fueran arios,
y como si su apelación manipuladora al holocausto pudiera
tapar el genocidio que los gobiernos del Estado de Israel
realizan a diario, desde hace décadas, contra la población
palestina, a la que tienen sometida a un régimen colonial y
racista de apartheid y bantustanes.
2. La celebración y promoción de esta guerra criminal contra Irak
que hacen los medios de comunicación estadounidense y sus
corifeos en América Latina es realmente vergonzosa y revela un
cinismo sólo comparable al que vemos a diario, y en pequeña
escala, en ese albañal tapado que son los medios de
manipulación venezolanos. Mentiras suceden a mentiras sin que
las primeras sean nunca rectificadas. La invasión de un país
hambriento y debilitado y la muerte de millares de inocentes
es celebrada como si de tratase de un espectáculo festivo.
Militares y políticos desfilan por los canales televisivos
describiendo la forma en que van a acabar con Saldan Hussein y
con Irak. Hablan de que en las primeras 48 horas van a dejar
caer sobre Bagdad tres mil misiles inteligentes, cantidad
superior a todas las bombas lanzadas en la pasada Guerra del
Golfo, todo ello con la finalidad de llenar a los irakíes (es
decir, a los que sobrevivan) de "pavor y sobrecogimiento".
Hablan de los miles de irakíes que van a matar, de los
millones que van a ser víctimas de la guerra. Describen con
toda normalidad las armas que van a usar (incluyendo el uranio
y plutonio), los misiles que les esperan a los irakíes, la
destrucción total del país que tienen programada, cómo lo van
hacer regresar a la Edad de Piedra, dejándolos sin carreteras,
sin hospitales, sin alimentos, sin agua, sin luz. (De hecho
tienen doce años en eso, bloqueando y matando de hambre y de
enfermedades al país; y las cifras de enfermos y muertos
irakíes, sobre todo niños muertos de carencia de medicinas, de
hambre o de cáncer causado por el uranio y el plutonio, son
espeluznantes. Pero eso no importa, esos son niños árabes,
carecen de identidad, son meras cifras. Además, hace unos
años le preguntaron a Madeleine Albright, Secretaria de Estado
de Clinton, que qué pensaba ella sobre el hecho de que medio
millón de niños irakíes morían al año a consecuencia del
bloqueo contra Irak y con la mayor tranquilidad ella respondió
que eso era lamentable pero que era el precio para mantener la
paz en la región).
3. Los Estados Unidos se han limpiado el trasero con el orden
internacional, un orden internacional que es para los otros,
no para un país superior, elegido por Dios, como son ellos (y
como es su protegido, el Estado de Israel, que posee armas de
destrucción masiva y que viola las resoluciones de la ONU sin
que le pase nada, pues Estados Unidos lo apoya en todo). De
paso, acaban de destruir la ONU. Los Estados Unidos rechazan
todo tratado internacional que no les guste, y han logrado que
el Tribunal Internacional Penal de La Haya se declare
incompetente para juzgar a ciudadanos (es decir, militares)
estadounidenses que sean acusados de crímenes contra la
humanidad. Los Estados Unidos, y sobre todo el equipo de
criminales de guerra que lo gobiernan actualmente, compran
conciencias, chantajean y amenazan países, irrespetan el
derecho internacional, imponen su voluntad al mundo no importa
si el mundo todo se opone a ellos. La democracia no es para
auscultar y respetar la opinión de las poblaciones, es para
que las gentes voten como borregos cada cuatro años (mientras
menos lo hagan, mejor); y, como Jalisco, cuando se pierde se
arrebata, como hizo Bush en el pasado proceso electoral
norteamericano. Pero, colmo del cinismo, esos mismos Estados
Unidos que no reconocen la competencia del Tribunal de La
Haya, hoy amenazan a los militares irakíes con llevarlos a ese
Tribunal para que los juzgue como "criminales de guerra" en el
caso de que se atrevan a sabotear los pozos petroleros de
Irak, es decir, de su propio país, al producirse la
intervención gringa para aplastarlo y como defensa contra
ella. Insólito, ¿verdad?
4. El gobierno de los Estados Unidos, el gobierno de los cinco
genocidas, aunque rechazado por la ONU y por la mayoría
aplastante de los países del mundo en su guerra ilegal contra
Irak, dice hallarse a la cabeza de una coalición de treinta
países que lo apoyan en su política militar. Publicitada hoy
por los medios de comunicación, la lista no deja de producir
cierto asco mezclado con tristeza, con eso que llaman
vergüenza ajena. En un reciente artículo, Hans Dieterich
Stephan, para referirse a los tres miembros principales de la
coalición de servidores y apéndices de los Estados Unidos,
hablaba de "fauna de acompañamiento" diciendo de sus
integrantes que son como rémoras que se creen tiburones. Se
refería por supuesto a Gran Bretaña, España e Italia, esto es,
al gobierno conservador disfrazado de laborista de Tony Blair,
esa suerte de Thatcher rejuvenecida que usa pantalones y a los
gobiernos neofascistas de Asnar y de Berlusconi, aunque hay
que reconocerle a este último que después de la gigantesca
marcha que se hizo en Roma el 15 e febrero pasado contra la
guerra, ha guardado un perfil más bien bajo. La expresión de
"fauna de acompañamiento" me parece demasiado fina, viendo
como vemos el servilismo rastacueros de Blair y del pobre
Asnar, y sobre todo una vez examinada la lista completa de
"coaligados" con los Estados Unidos, en la que aparecen
gobiernos como los de Albania, República Checa, Hungría,
Rumania y Polonia, y sobre todo gobiernos como los de
Uzbeskistán, Eritrea y Etiopía, o como los de Colombia, El
Salvador o Nicaragua. Lamento usar una expresión menos
refinada, pero no me parece que esto sea una "fauna de
acompañamiento", esto es una vulgar colección de lameculos.
Si, una corte de lameculos, que abarca desde los grandes, los
que lamen primero, como Blair, hasta los más pobres y
miserables, a los que les toca lamer de último, y que ya ni
siquiera saben lo que lamen, si es el culo de Bush o la saliva
de los otros.
5. Con la valentía que los caracteriza, los Estados Unidos no
acostumbran enfrentar adversarios de su talla, Siempre eligen
países pequeños a los que puedan aplastar con facilidad:
República Dominicana, Grenada, Nicaragua, Panamá. Y aun en
esos casos no siempre las cosas les han salido bien, como en
Cuba o Somalia; o en Vietnam. Pero estos eran otros tiempos;
y hay que reconocerles que, aun peleando contra adversarios y
más débiles, al menos entonces corrían riesgos: invadían,
peleaban en tierra, sus soldados y sus marines entraban a
pelear. Y algunos de ellos morían. Ahora ya no se trata ni
siquiera de guerras desiguales, de luchas con ventaja. Ahora
se trata de auténticos genocidas programados, de operaciones
de exterminio masivo de poblaciones. Y lo que es peor, de
genocidios que son como juegos de computadora y que se dirigen
mediante computadoras, de genocidios que parecen limpios, que
se hacen a distancia, desde el mar, desde el aire, desde
países cómplices cercanos al atacado, de genocidios que se
llevan a cabo gracias a la aplastante superioridad tecnológica
y militar de los Estados Unidos sobre el resto del mundo, un
mundo al que abiertamente tratan ya como vasallo.
6. Si, nuevas guerras nos esperan; y los genocidas del equipo de
Bush vienen proclamando con orgullo que Estados Unidos está
hoy en capacidad de hacer la guerra al mismo tiempo en dos y
hasta tres diferentes y separados frentes de combate. Por lo
tanto es el turno de Irak, dentro de poco le tocará a otros,
como Irán; y Venezuela, con su gobierno incómodo para el poder
de los belicistas y fundamentalistas gringos, no está excluida
de una posible lista. No olvidemos que su petróleo, que ya
estuvo tras el golpe de abril del año pasado en el que
estuvieron involucrados los Estados Unidos, es esencial para
éstos. Y volviendo a la guerra que acaba de empezar, es
cierto que Irak fue un país en cierta medida poderoso y bien
armado (armado por los Estados Unidos y la Gran Bretaña) y que
en 1991 disponía de un ejército grande y bien provisto y hasta
de algunas armas de destrucción masiva, (las que les habían
proporcionado los estadounidenses), pero no es menos verdad
que es hoy un país débil, aplastado por el hambre y la
miseria, con un ejército en descomposición incapaz de amenazar
a nadie. Saldan Hussein es sin duda un dictador de negra
historia, como lo son hoy los autócratas de Arabia Saudita,
Kuwait o los Emiratos, como lo es el sórdido personaje que
gobierna Pakistan, todos ellos amigos y aliados del gobierno
estadounidense, pero no está en capacidad de amenazar a nadie
y mucho menos a los Estados Unidos, por más que Bush y su
combo de belicistas petroleros, apoyados por los medios de
comunicación gringos, hayan creado una auténtica psicosis
acerca del peligro de ataques terroristas de origen irakí
entre el manipulable pueblo de su país.
Saldan Hussein es sin duda un personaje repugnante (como lo es
también Bush), pero decir que es un peligro para el mundo es tan
absurdo que resultaría francamente risible si no fuera por la
masacre que espera a los irakíes de parte de los estadounidenses
y sus lameculos ingleses. Definitivamente, si hay hoy un peligro
para la paz mundial no es Saldan Hussein ni es Iral; es Bush, son
los Estados Unidos.
Caracas, 19 de marzo de 2003
* Vladimir Acosta. Historiador y Sociólogo Profesor de la
Universidad Central de Venezuela
https://www.alainet.org/de/node/107223?language=es
Del mismo autor
- Eh, George W.! ¿cuántos niños has mutilado y matado hoy? 06/04/2003
- La sordidez de esta guerra genocida 31/03/2003
- Estados Unidos, enemigo de la paz mundial 19/03/2003
Clasificado en
Clasificado en:
Guerra y Paz
- Prabir Purkayastha 08/04/2022
- Prabir Purkayastha 08/04/2022
- Adolfo Pérez Esquivel 06/04/2022
- Adolfo Pérez Esquivel 05/04/2022
- Vijay Prashad 04/04/2022