1.- Los Diputados aprobaron la penalización del aborto - de todo aborto, aun del terapéutico-, cambiando una ley que tenía vigencia hace más de 80 años. Lo hicieron electoreramente para quedar bien con la jerarquía católica y con sectores evangélicos que hicieron una gran marcha contra el aborto. Los diputados no querían que les cayera encima la propaganda: no votes por candidatos abortistas. Todo esto lo hicieron en unas cuantas semanas y a 10 días de las elecciones, sin amplia consulta médica, sin consulta con asociaciones de mujeres, sin estudio científico sobre el inicio de la vida humana, sin consideraciones éticas y sin diferenciar los distintos tipos de aborto, por ejemplo el terapéutico estricto, el de los de feto con anomalías, los casos de violación, los abortos por embarazo no deseado etc. Todo esto habría que analizarlo, investigar, reflexionar. Nada de eso hicieron. Simplemente fue un acto electorero y muy precipitado. Aprobaron esta ley los dos partidos liberales y el Frente sandinista. Solamente se opuso el Movimiento de Renovación Sandinista.

2.- Todo este tiempo ha habido una descarada injerencia yanqui por medio del embajador y de otros funcionarios y hasta de Oliver Nort- el del caso Irán-contras. Su postura es bien simple: no podemos aceptar que los sandinistas vuelvan al poder. Y hasta amenazan que si ganan los sandinistas, la AID repensará su ayuda a Nicaragua. Todo este tiempo electoral, el embajador yanqui, hizo lo imposible para que se unieran los dos partidos liberales (el del expresidente alemán, y el disidente Montealegre). Pues solo unidos podrán derrotar al Frente, pero fracasó en su intento.

3.- Según las encuestas, Daniel Ortega ganará en la primera vuelta con más del 35 %-por eso está más que nunca la campaña del miedo... Pero si con los votos de los indecisos, Ortega no alcanzara el 35 % y con 5% de diferencia del segundo lugar, se iría a segunda vuelta, y allí lo más probable es que perdiera Ortega

4.- La campaña electoral tiene gastos inmensos-ojalá supiéramos todo lo que se ha gastado en muchísimos rótulos gigantes en calles y carreteras, en cartelones de colores, en los incontables y carísimos spots por radio y Tv, en los infinitos rótulos en las paredes y postes y todo esto en medio del hambre del Pueblo, y en zonas afectadas por la sequía... Ha habido muchos insultos. Solamente el Frente ha evitado hacerlo y tampoco ha ido a debates públicos. Pero no ha hablado de Carlos Fonseca y muy poco de Sandino, y el color electoral es el chicha rozado, no el rojinegro.

¿Qué pasará el 5 de noviembre?