La Tv y los periódicos de estos días nos comunican la alegría inmensa que   hay en todo el mundo por el rescate ilesos de los  rehenes de la FARC y en especial de la liberación de Ingrid Betancourt. Y nosotros también nos alegramos con ese rescate y rechazamos toda captura o retención de rehenes como método de lucha o de negociación.

Pero además de alegría, encontramos que hay euforia al comunicar esta noticia o al analizarla en muchos medios de comunicación. La presentadora de CNN que a veces es tan dura en otras entrevistas, embelezada entrevistaba a Ingrid Betancourt. Y no se diga la alegría desbordante del Presidente colombiano, del Ministro de Defensa y de los militares colombianos. Y estos días por Internet y en nuestros periódicos se ve por todos lados la alegría por el rescate “impecable” y también por el aplastamiento de las FARC o el declive indetenible de las FARC.  Algunos artículos sí hablan de la paz y del diálogo, pero en el fondo hablan de la rendición de las Farc, y de que la salida al problema no será por el diálogo o negociación, sino por el poder de las armas y de la inteligencia colombiana-norteamericana.

Exultantes también están los funcionarios norteamericanos y su gobierno. Este golpe es parte muy exitosa del Plan Colombia. Y también están exultantes los aliados del gobierno norteamericano.

Obviamente yo también me alegro y mucho por la liberación de los rehenes, y rechazo, como decía antes, cualquier captura de rehenes. Pero al mismo tiempo tengo que reflexionar y se me vienen a la mente y al corazón estos pensamientos.

1.- ¿Se podrá negociar la liberación de los otros rehenes y también de los presos de las FARC?

2.- ¿Se podrá negociar o buscar la salida de los presos políticos que según afirman los entendidos hay en Colombia?

3.- ¿Es motivo de alegría para nuestros pueblos el Plan Colombia con todo el poder militar y de inteligencia norteamericano?  La ocasión o pretexto es la lucha contra el narcotráfico, pero obviamente su horizonte es mucho más amplio ¿No será Colombia-como escuché a un comentarista- un portaviones armado o de guerra para el control de toda esa zona de América Latina y en especial como amenaza y advertencia para Venezuela? Y ¿esto no sólo por las políticas de Chávez, sino también por el petróleo de Venezuela?

La incursión del ejército colombiano al territorio fronterizo de Ecuador para destruir el campamento de las FARC ¿No es una advertencia y una muestra clara de lo que pueden hacer en otros casos?

4.- Sin justificar la lucha armada de las FARC, uno puede preguntarse por la situación de Colombia que dio origen a la lucha guerrillera. Allí está la concentración de la riqueza, la tremenda pobreza de gran parte del pueblo, la violencia cotidiana en las ciudades y en el campo. ¿Esto ha cambiado sustancialmente en la situación actual de económica y social de Colombia? ¿Esto va a cambiar o se va a transformar por el declive o eventual aplastamiento de las FARC?

Y por otro lado está el narcotráfico, los paramilitares y lo que han denunciado los medios de su relación con algunos políticos etc.. Todos estos problemas ¿persisten o se van acabar con el triunfo del ejército colombiano y el apoyo del dinero, armas e Inteligencia norteamericana?

En fin creo que todos podemos tener otras dudas o inquietudes. Pienso que lo importante sí es alegrarnos por la liberación de los rehenes, pero no irnos en el tren de la euforia, sino reflexionar pensando en nuestros pueblos y en el hambre y sed de justicia que proclama el Evangelio. Y opinemos lo que opinemos en el caso concreto de los rehenes, ciertamente la solución de los graves problemas de América Latina no puede venir del poder de las armas ni de la “inteligencia militar”, sino de la Justicia, el Derecho, la concientización y organización popular y de la verdadera democracia y de la solidaridad de nuestros pueblos.