Haciendo las Américas: la aventura de Iberdrola en el Nuevo Continente
- Opinión
Hacer las Américas. Esa era la expresión que se utilizaba para describir las hazañas de los antiguos aventureros vascos que emigraban a buscar fortuna en el Nuevo Continente acuciados por la falta de plata o por el hambre. Algunos, no se sabe cómo, volvían ricos; lo que hizo que con el tiempo la expresión tomase un halo de, digamos, empresarialidad; los jóvenes emprendedores se iban sin nada, lo arriesgaban todo y volvían con los bolsillos llenos. Con el tiempo éste espíritu aventurero se ha ido decantando por otros destinos. Hoy los jóvenes vascos que aspiran a una carrera brillante tienden a renunciar a las Américas y se decantan más por Londres, Madrid o Nueva York.
La expresión sin embargo no es descartable. Quizás sí el matiz de aventura. Ya no quedan indianos; pero sí que quedan grandes capitales que invierten en América Latina y que, como los indianos, vuelven con los bolsillos llenos. También, como los indianos, reciben el apoyo de la corona y del gobierno y, como los indianos, obtienen ganancias a costa de los nativos americanos. Los indianos desaparecieron de Bilbao y a cambio dejaron un gran edificio que alberga la sede de la primera eléctrica vasca que se fue a América a demostrarle al mundo que los americanos no saben hacer dinero.
1. EN BUSCA DE EL DORADO:
Iberdrola, según pronunciamientos de la propia empresa, ha pasado de ser una empresa eléctrica líder a nivel nacional a serlo a nivel mundial. Del puesto 19 entre las eléctricas en
Visión iberdroliana de América Latina: “con poco gano mucho”
El año 2007 parece haber sido un buen año para Iberdrola. La empresa presume de haber incrementado su beneficio bruto de explotación en un 42,4%, y afirma que la adquisición de la compañía ScottishPower es el principal motor de este crecimiento. Sin quitarle importancia a esta reciente inversión, veremos que la aportación de la filial escocesa es cosa menor comparada con los beneficios provenientes de suelo latinoamericano.
Según datos de la propia empresa , en 2007 un 18,5% del beneficio bruto de explotación provenía de Latinoamérica. El porcentaje del beneficio proveniente de ScottishPower, por su parte, era del 23,6%; 5 puntos mayor en términos absolutos. Sin embargo, si tenemos en cuenta la inversión realizada en Latinoamérica y la realizada en Escocia, esos mismos datos tienen una significación considerablemente distinta. Mientras que Iberdrola tiene un 6.94% de sus activos en Latinoamérica, de los cuales obtiene, como hemos dicho antes, un 18,5% de su beneficio; la filial escocesa absorbe un 34,6% de los activos y solamente aporta un 23,6% del beneficio. Estas cifras de beneficio son, además, las correspondientes al resultado de explotación, antes de la aplicación de impuestos y del descuento de los gastos financieros. Si tenemos en cuenta que la adquisición de ScottishPower ha supuesto un gran esfuerzo financiero para Iberdrola, originándole un aumento de los gastos financieros del 88,3% , los beneficios aportados por la filial escocesa se deberían relativizar aún más.
Si comparamos cifras de inversiones y rentabilidad de las mismas por área geográfica nos encontramos con que las inversiones en Latinoamérica son las más rentables con diferencia de la empresa por ámbito geográfico, concentrando un 18,5% del beneficio y solo un 6,94% de la inversión. Tenemos, pues, que Latinoamérica es para Iberdrola el maná que permite ganar mucho invirtiendo poco.
Sobre térmicas, concentración y marcos regulatorios
Si tuviésemos que definir la inversión energética de Iberdrola en América Latina en tres palabras no serían una mala elección las siguientes: sucia, concentrada e hiper-lucrativa. Hemos visto que la inversión latinoamericana de la compañía es muy lucrativa; pero debemos saber además que es también sucia, porque se basa en las centrales térmicas para la generación y que está concentrada en unos pocos países, los denominados de “marco regulatorio estable”.
Iberdrola opera en cinco países Latinoamericanos (México, Brasil, Bolivia, Guatemala y Chile) y tiene presencia en diferentes negocios relacionados con el sector eléctrico (generación, distribución, comercialización y, recientemente, también ingeniería). Como veremos, el grueso del negocio proviene de la generación a través de centrales térmicas, la mayoría de las cuales se encuentran en México, y la distribución, en la que Brasil destaca sobre el resto de estados.
La estrategia de inversiones ha seguido una lógica de concentración en unos pocos países, sobre todo México y Brasil. Esto le proporciona a la empresa una mayor capacidad de influencia en lo que ellos denominan “marco regulatorio”, que no es otra cosa que influencia en la elaboración de la legislación y en las decisiones políticas. Cuanto mayores son las inversiones que una empresa tiene en un país, mayor es la capacidad para influir sobre la legislación; además, el estar presente en diferentes países supone tener diferentes equipos que negocien con las diferentes administraciones los diferentes marcos regulatorios, lo que supone un desperdicio de recursos. Por lo tanto, la concentración de las inversiones en territorios que tengan una administración común facilita una mayor influencia sobre las políticas de los gobiernos y las legislaciones.
En Bolivia y Guatemala, a pesar de que el volumen de producción no es equiparable al de México o Brasil, las actividades de la empresa son, en términos relativos al tamaño de las economías boliviana y guatemalteca, muy importantes; por lo que la capacidad de influencia en el “marco regulatorio” tampoco podría considerarse desdeñable.
Por otro lado, si atendemos al origen de la energía que Iberdrola produce en América Latina, el rasgo que más destaca es que es una energía, desde el punto de vista ambiental, sucia. La casi totalidad de la energía que produce la compañía -el 93%- proviene de centrales térmicas de ciclo combinado que, a pesar de tener una eficiencia mayor que las de ciclo abierto, contribuyen al incremento del cambio climático y emiten contaminantes nocivos a la atmósfera. Vemos que cuando el “marco regulatorio” no aprieta, Iberdrola olvida su retórica verde y se decanta por lo más rentable frente a lo más limpio.
Resumen de los negocios de Iberdrola en América Latina
En el negocio de la generación eléctrica, el grueso de la capacidad instalada de Iberdrola se concentra en México, donde la empresa posee una capacidad instalada de 5000MW de un total de 5554 MW en Latinoamérica. El segundo país en importancia en cuanto a capacidad instalada es Brasil con 479 MW, seguidas de Chile y Guatemala con una aportación marginal al total .
La mayoría de las instalaciones de generación de la transnacional, tanto en México como en el conjunto del continente, corresponden a térmicas de ciclo combinado. Incluso en Brasil, país con un sistema de generación eléctrica basado en un grado altísimo en la energía hidráulica, la planta que concentra la mayor parte de la producción de Iberdrola en el país es una térmica. Así, de la capacidad total instalada en Latinoamérica en 2007 (5554 MW), el 93% (5153MW) corresponde a ciclos combinados de gas, el 5.5% (307 MW) a centrales hidráulicas y el resto (93MW) a centrales de cogeneración . Como puede apreciarse la presencia de las renovables es, a día de hoy, nula.
Respecto a la distribución, Brasil se muestra como el país que concentra la mayoría de los casi nueve millones de usuarios que Iberdrola tiene en Latinoamérica. En este país la empresa opera a través de su filial Neonergia que, a través de sus participadas CELPE, COSERN y COELBA, controla el 58% del mercado regional del nordeste de Brasil y el 7% del mercado nacional. En Guatemala, por su parte, Iberdrola controla el 58% de la distribución a través de su filial EEGSA y participa también en el negocio de la comercialización a través de COMEGSA y en el transporte a través de TRELEC. Por último, en Bolivia, a través de Electropaz y de Elfeo, la transnacional controla el 37% del mercado nacional de la distribución.
Además de los dos negocios principales de Iberdrola en Latinoamérica, generación y distribución de electricidad, la empresa posee en Chile una filial que se encarga de la distribución de aguas ESSAL y ha participado a través de su sección de Ingeniería en proyectos como el parque eólico
Vemos que Iberdrola está presente en diferentes negocios y en diferentes países pero que concentra su inversión en dos países México y Brasil, y en dos negocios la generación térmica y la distribución.
Un futuro al acecho
En su Plan Estratégico 2008-2010 Iberdrola se fija como objetivo convertirse en un líder mundial, amplía de forma considerable su horizonte y define América Latina como uno de sus mercados estratégicos. La empresa reafirma su intención de aumentar notablemente las inversiones en el exterior del 25% al 70%. América Latina, sin embargo, pierde peso en estas futuras inversiones. Del 20% de las inversiones en el periodo 2001-2006, se espera que en el periodo 2008-2010 este porcentaje se reducirá al 4%.
Pero es complicado renunciar a un mercado que actualmente aporta a Iberdrola más del doble de beneficios que sus inversiones en renovables. Por ello, la empresa advierte de que no descarta aumentar el monto de inversiones previsto si se presenta la oportunidad de hacer alguna inversión interesante. Parecía que a principios de este año esa oportunidad iba a producirse cuando el consorcio Neoenergia, filial de Iberdrola en Brasil, se presentó como uno de los principales candidatos a adjudicarse
2. PARTICIPANDO EN EL SAQUEO:
Los grandes beneficios no surgen del vacío. En América Latina, Iberdrola obtiene más beneficios que en Europa o Estados Unidos porque opera en unas condiciones más favorables; tiene la capacidad de apropiarse de los beneficios y de transferir los costes; bien a la administración, bien a los usuarios, bien a los trabajadores. Los procesos de privatización, orquestados desde las grandes transnacionales y las instituciones financieras multilaterales, abrieron el camino para que empresas como Iberdrola consiguiesen un gran poder y unos enormes beneficios en América Latina.
El neoliberalismo como excusa
La privatización del sector eléctrico y de otros servicios es un fenómeno que se ha dado en numerosos países desde mediados de la década de los noventa, como una de las recetas propuestas por la ortodoxia neoliberal. Dependiendo de los países, la reforma ha adquirido diferentes formas y ha generado diferentes grados de oposición. En América Latina, las privatizaciones se han llevado a cabo bajo el patrocinio de las instituciones de la globalización neoliberal (FMI, Banco Mundial y Bancos regionales de desarrollo), que aprovecharon la situación de endeudamiento de los países latinoamericanos para imponerles como condición de renegociación de su deuda toda una serie de políticas de corte neoliberal. Estas políticas han tenido y siguen teniendo unos impactos desastrosos para el ciudadano, sin embargo, las empresas transnacionales europeas y estadounidenses suelen encontrar brillantes oportunidades de hacer negocio en las privatizaciones de empresas públicas a precio de ganga y en la apertura a la lógica del beneficio de sectores que antes eran considerados servicios públicos básicos y que muchas constituciones siguen reconociendo como patrimonio exclusivo de la nación o del Estado.
La privatización del sector eléctrico latinoamericano es importante para las empresas energéticas transnacionales -muchas de ellas surgidas también de procesos de privatización- por dos motivos. Primero, es una apertura al beneficio de un sector que era ajeno al lucro por considerarse un servicio público básico y un derecho; supone, por lo tanto, un aumento de la posibilidades de hacer negocio. Y, segundo, es un cambio de propiedad, de manos públicas a privadas, que genera importantes oportunidades de inversión, ya que lo normal es que las empresas se vendan a un valor menor del que tendrían en un mercado libre.
Para poder justificar las privatizaciones como reformas que beneficiarían el interés general, se ha recurrido a diferentes argumentos. Los más repetidos son una supuesta ineficiencia de las empresas públicas y, relacionados con ella, un deterioro de la calidad del servicio, una falta de competencia que lleva a precios más altos y un endeudamiento crónico del Estado por la necesidad de financiar las pérdidas de las empresas eléctricas de propiedad pública. Estos argumentos se siguen repitiendo a pesar de que, en la práctica, se viene demostrando que son radicalmente falsos y de que la privatización ha conducido en realidad a un empeoramiento del servicio, un deterioro de la planificación, un aumento de las tarifas derivada de una nula competencia y una asunción de muchos de los costes de las empresas privatizadas por parte de la administración pública. Los ganadores han sido, una vez más, las grandes empresas eléctricas, compradoras a precios de ganga de las empresas privatizadas y los grandes consumidores industriales de energía que ven que las reducciones en sus tarifas se ven compensadas con el aumento de las tarifas de los más desfavorecidos. Los perdedores; los hogares que ven cómo se incrementa el precio de la energía, que sufren cortes de luz y abusos en los cobros; las pequeñas empresas; la administración pública que tiene que correr con las partes no rentables del negocio, que han seguido siendo públicas; y el interés público en general, que ve cómo los sistemas eléctricos integrados dan paso a sistemas eléctricos parcelados que ya no tienen como objetivo suministrar un bien de primera necesidad sino ganar más dinero .
Las bondades de un servicio público privatizado...
Los beneficios de la privatización del sector eléctrico son obvios para las empresas eléctricas. En este sentido no conviene olvidar que el negocio americano de Iberdrola es consecuencia de los procesos de privatización acontecidos y aún en marcha en los países en los que opera. Hemos visto cómo los beneficios de Iberdrola en América Latina eran muy elevados en proporción a la inversión que se había hecho en ese territorio. Esto se debe a que, por un lado, las empresas que Iberdrola ha adquirido en los procesos de privatización le han salido baratas; y por otro que debido a su capacidad de influencia sobre las administraciones de los países en los que opera puede obtener contratos en condiciones ventajosas. Además muchas de las inversiones de Iberdrola en América Latina son financiadas por los bancos regionales de desarrollo o por el Banco Mundial, que son los agentes que han impuesto a los países latinoamericanos las políticas neoliberales como condición a la concesión de préstamos.
a) Privatizaciones eléctricas: ¿quién da más?
Para ilustrar el descaro con el que las transnacionales, en este caso Iberdrola, adquieren empresas privatizadas veamos el caso del reciente intento frustrado de privatización de la brasileña CESP. Esta empresa, que es la principal generadora y distribuidora del estado de Sao Paolo y una de las mayores de Brasil, se encontraba hasta marzo de este año inmersa en un proceso de privatización. El gobierno del estado ya le había puesto precio a este patrimonio público, a pesar de que existía una gran oposición a la privatización, debido a que se ha percibido que anteriores privatizaciones han tenido unos efectos adversos, tanto en la calidad del servicio, como en los precios. La privatización se suspendió porque las posibles adjudicatarias, entre las que se encontraba Iberdrola, no respondieron a la oferta del gobierno . Si tenemos en cuenta que la empresa tiene un valor de mercado de 11.500 millones de dólares y que el gobierno había rebajado el precio hasta los 3815 millones de dólares -menos de una tercera parte-, nos podemos hacer una idea de los precios de miseria a los que se liquidan las empresas públicas en los procesos de privatización.
Otro caso de privatización a precios de saldo es el de la compañía CELPE, también en Brasil. Iberdrola adquirió en 200 esta planta en un proceso de privatización por 1100 millones de dólares aproximadamente. Sólo en 2007 la planta generó unas ganancias netas de 800 millones de dólares .
b) Contratos de Productor Externo de Energía
Por otro lado, además de adquirir empresas privatizadas, Iberdrola también tiene firmados diferentes contratos con la administración pública mexicana bajo una modalidad conocida como Productor Externo de Energía. A través de la firma de este tipo de contratos en México la compañía obtiene la garantía de que la energía generada durante 25 años será adquirida por parte de
Esta fórmula bajo la que Iberdrola opera en México, la de Productor Externo de Energía, supone un coste importante para
Vemos cómo los procesos de privatización se van realizando progresivamente, mediante una serie de maniobras en las que los beneficios se privatizan y el sector público sigue asumiendo los costes más importantes -en este caso en la distribución-. De esta manera se llega a la situación en la que las pérdidas generadas en los tramos públicos del sector, que asume una parte importante de los costes de los tramos privados, hacen que se cree una situación propicia para continuar con el proceso de privatización, argumentando que las pérdidas provienen de supuestas ineficiencias. Una vez que toda la cadena de producción-distribución- comercialización se halla en manos privadas, los costes se transfieren a los pequeños usuarios finales. Este es el caso de Guatemala, Brasil y Bolivia, donde veremos que la privatización de las distribuidoras ha llevado a un incremento importante de las tarifas de los pequeños consumidores.
El caso de Guatemala ilustra este proceso. En este país, Iberdrola se hizo con la principal distribuidora,
Este ejemplo ilustra la capacidad de las transnacionales eléctricas para transferir los costes del negocio a terceros; en el caso de México al Estado y en el de Guatemala -también en Brasil y Bolivia- a los consumidores finales.
c) Organismos multilaterales: financiación y condicionalidad
La privatización y la creación de un marco regulatorio propicio para las empresas no hubiera sido posible sin la colaboración de los bancos multilaterales de desarrollo. Estos bancos prestan a los países a cambio de que realicen una serie de reformas de corte neoliberal, entre las que se incluye la privatización; esto es lo que se llama condicionalidad. El dinero prestado va, en ocasiones, destinado al pago de la deuda y, en otras, a la financiación de diferentes inversiones. Otra de las ventajas que proporcionan los bancos multilaterales a las empresas transnacionales, además de ayudarlas a elaborar un marco regulatorio favorable a través de la condicionalidad, es que parte del dinero de los préstamos lo reciben ellas mismas para hacer sus inversiones.
Por poner un ejemplo, para construir el parque eólico Rio Fogo en Brasil, Iberdrola recibió financiación de Corporación Financiera Internacional, dependiente del BM y del Banco de Desarrollo de Brasil . Estos bancos se encuentran entre los promotores de la privatización del sistema eléctrico brasileño que tantos beneficios ha proporcionado a Iberdrola y parte de sus fondos provienen de dinero público. Este proyecto se enmarca en el programa de promoción de las energías renovables del gobierno brasileño PROINFA y ha servido a Iberdrola para obtener créditos de carbono bajo la figura Mecanismo de Desarrollo Limpio. Sin embargo, la explotación directa de la planta parecía no contemplarse entre los objetivos de Iberdrola que subcontrató la construcción, explotación y el mantenimiento a la empresa Wobben Windpower. Todo ello después de haber recibido la financiación pública y los créditos de carbono.
...y los perdedores
La otra cara de la moneda son los ciudadanos usuarios del sistema eléctrico y los trabajadores de las empresas privatizadas. Ellos son los que sufren las consecuencias negativas del gran negocio eléctrico que algún día pasó de ser un derecho básico de los ciudadanos a ser una de las herramientas para que el gran capital tuviese el derecho a multiplicar sus beneficios. Los consumidores sufren incrementos en las tarifas, sobre-cobros ilegales y cortes de luz. Los trabajadores pierden por recortes de plantilla o ven empeoradas sus condiciones laborales como consecuencia de la terciarización, la imposición de regímenes tayloristas de vigilancia y las prácticas anti-sindicales.
Por otro lado, la privatización en pos de la entrada de las transnacionales conduce a una descomposición del sistema eléctrico, fraccionado en diferentes unidades inconexas y, por lo tanto, en realización de proyectos que más que al interés general responden al interés de las empresas, como es el caso de la presa de Baguarí que Iberdrola pretende construir en Brasil.
a) Los usuarios: manipulación de precios y cortes de luz
Una de las consecuencias de la privatización para los consumidores es el aumento de tarifas. En Brasil, donde Iberdrola opera en el negocio de la distribución a través de las filiales CELPE, COSERN y COELBA , las tarifas eran febrero de este año un 60% más altas que en los Estados Unidos . Según el Movimiento de afectados por las Represas MAB, la tarifa eléctrica brasileña era en 2007 la quinta más alta del mundo . Si tenemos en cuenta que Brasil, gracias a su gran potencial hidroeléctrico, tiene unos costes de generación de la energía eléctrica muy bajos se puede empezar a intuir el origen de los enormes beneficios que las eléctricas obtienen en este país.
En Brasil las tarifas eléctricas del negocio regulado deben ser supervisadas y aprobadas por
Veamos, primero, un caso en el que queda demostrado cómo una negociación efectiva con el organismo regulador,
Este es un caso de sobre-tarificación lograda a través de la capacidad de influencia de la compañía sobre el organismo regulador. En Guatemala, donde Iberdrola también opera como distribuidora, sucedió algo parecido en 2004. La denuncia de
La otra manera de cobrar más a los usuarios es incrementar las tarifas sin que el organismo regulador lo autorice, lo que se denominan cobros indebidos. Estos pueden provenir de una doble tarificación o del cobro de diferentes conceptos: multas, reenganches, infraestructura, etc. Las filiales de Iberdrola en Latinoamérica utilizan habitualmente esta estrategia, lo que ha conducido a que la justicia obligue a las empresas en diferentes ocasiones a devolver sobre-cobros o a pagar multas. Todas las filiales de distribución de Iberdrola llevan a cabo este tipo de prácticas; han sido condenadas por ello: EEGSA en Guatemala, Electropaz y Elfeo en Bolivia y las filiales del grupo Neoenergia en Brasil.
Las subidas de tarifas son una de las consecuencias evidentes del proceso de conversión de un servicio público básico, garantizado generalmente como un derecho constitucional, en un negocio muy lucrativo para las empresas transnacionales. En unos contextos sociales con una enorme desigualdad y unos niveles de pobreza elevados, esta conversión en negocio del suministro eléctrico tiene como consecuencia que los menos favorecidos se quedan fuera del sistema. Las filiales de Iberdrola siguen una política de cortes de luz a aquellos usuarios que no pueden pagar los recibos. Esta política, además de ser injusta, se aplica a menudo contraviniendo la ley y es origen de multitud de denuncias.
Para cerciorarnos de que tanto los cobros indebidos como los cortes de luz son políticas activas de las empresas y no hechos aislados fruto del error, vayamos a Pernanbuco. En este estado brasileño la filial de Iberdrola CELPE es la compañía que más denuncias recibe y más procesos judiciales tiene abiertos. En el periodo 2004-2006 le fueron abiertos a la compañía 17.500 procesos nuevos por cobros indebidos y cortes de luz injustificados. La administración de justicia tuvo que tomar medidas especiales para que los juzgados civiles no se viesen colapsados por semejante número de causas abiertas .
Este tipo de prácticas por parte de la filiales de Iberdrola ha provocado, además de la interposición de numerosas denuncias, un importante descontento social y protestas directas contra las compañías. En Bolivia, las actividades de Electropaz y ELFEO han generado un rechazo tal que las poblaciones afectadas se han organizado para pedir la nacionalización de estas empresas. En el caso de ELFEO la situación de descontento y rechazo llegó a tal punto que el gobierno ha anunciado ya su intención de nacionalizar la empresa mediante la compra de acciones .
b) Los trabajadores: despidos, terciarización y políticas anti-sindicales
Otra de las vías que tienen las empresas eléctricas para aumentar el beneficio, además de aumentar los ingresos a base de prácticas poco éticas, es la reducción de gastos. Los gastos se pueden reducir de diferentes maneras; pero una muy común y muy acorde con las políticas neoliberales de flexibilización del mercado laboral, es reducir los gastos de personal. Esto se consigue de dos maneras: por un lado despidiendo trabajadores, y, por otro, empeorando las condiciones laborales de los que se quedan. Las filiales de Iberdrola, fieles a su compromiso con la implantación del orden neoliberal en América Latina, no han renunciado a poner en práctica estas reducciones de costes laborales.
El caso de las empresas Electropaz y ELFEO en Bolivia está bien documentado por la existencia de un estudio reciente que analiza las consecuencias para los trabajadores de la adquisición de ambas empresas por Iberdrola . Una vez adquiridas estas empresas, Iberdrola procedió a dividirlas en sociedades diferentes, descentralizando los servicios asociados a la distribución de electricidad. Así mismo, la plantilla de la compañía se redujo hasta en un 50% sin que por ello se redujese la carga de trabajo. La dirección impuso así mismo un régimen laboral de tipo taylorista, con una fuerte supervisión ejercida por una minoría de los trabajadores. Además se eliminó la posibilidad de promoción, salvo en el caso de aquellos trabajadores que se comprometiesen a no sindicarse. Según Rojas Callejas, la política de la empresa consistió en reducir el número de trabajadores con contrato indefinido y sustituirlos por trabajadores eventuales, terciarizados en peores condiciones laborales y sin derecho a sindicación. La reducción de personal ha llevado a que la jornada laboral aumente notablemente, superando las 48 horas semanales y llegando incluso hasta las 60 en algunos casos. Sin embargo, el derecho que más restricciones ha sufrido con la llegada de Iberdrola al aparato de gestión de estas empresas es el derecho a sindicación, con la implantación de una política de amedrentamiento de los obreros sindicados.
La actitud anti-sindical de Iberdrola no se reduce a Bolivia. En Brasil, los sindicatos vienen denunciando que las empresas del holding Neoenergia siguen desde la privatización una estrategia de reducciones de plantilla, terciarización y políticas anti-sindicales como los chantajes o la filmación de las asambleas entre otros .
c) El debilitamiento del sistema eléctrico y el impacto de nuevas infraestructuras
La privatización conduce a una pérdida de la visión de sistema de la electricidad. Al parcelarse el sistema eléctrico y dividirse en diferentes compañías, se pierde gran parte de la capacidad de coordinación que requiere el buen funcionamiento de la infraestructura eléctrica. El caso de Brasil ilustra perfectamente este problema. Brasil poseía un sistema eléctrico basado en la hidroelectricidad altamente integrado que tenía la capacidad de compensar las insuficiencias en el suministro debidos el régimen de lluvias en unos puntos con los superávits en otros puntos. Tras el inicio de la privatización, esta integración del sistema desapareció y se produjeron varias crisis de suministro. Lejos de verse como un motivo de marcha atrás en el proceso privatizador, los partidarios de la privatización utilizaron la crisis para arremeter contra la propiedad pública del sistema al que acusaron de ser incapaz de hacer frente a la demanda con garantías .
Esto nos lleva al sistema actual, un sistema profundamente desintegrado por los efectos de la privatización y la propiedad múltiple derivada del mismo. En este contexto, para garantizar el suministro se requieren más infraestructuras por la duplicidad de las mismas, lo que ha llevado a las empresas y al gobierno a promover la construcción de nuevas represas que han generado un importante rechazo de la población de las zonas afectadas que ven que su entorno se destruye para que empresas extranjeras puedan ganar más dinero.
Es el caso de la presa de Baguarí que Iberdrola construye en el estado de Minas Gerais en Brasil. La presa ha generado la oposición de numerosos movimientos sociales, entre los que se encuentran Vía Campesina, Movimiento de los Sin Tierra o el Movimiento de afectados por las represas MAB . La construcción de la represa ha estado rodeada de irregularidades. El Ministerio Publico Federal ha denunciado que en la zona donde se va a construir la presa existen especies vegetales y animales protegidas y que esa zona del río está sobrecargada de represas -tres en 150 km-. Por otro lado, al parecer, el órgano que concedió la licencia, una institución del estado de Minas Gerais, no era competente para ello pues la concesión de esta licencia está sujeta al control de los órganos de
Otro proyecto con participación de Iberdrola, en este caso como constructora, con fuerte oposición fue el del parque eólico de
3. PIRATAS DEL CARBONO: CÓMO IBERDROLA BURLA KYOTO EN AMÉRICA LATINA
Iberdrola presume de ser una empresas verde, centra su publicidad y la venta de su imagen en el recurso a una supuesta sensibilidad ecológica. Se jacta de ser una empresa líder a nivel mundial en energías renovables; sin embargo, no dice que en el último año ha invertido más en generación por carbón que en energías limpias. Tampoco nos cuenta que sus emisiones han aumentado en 2007, tanto en términos absolutos como por KW de energía producido.
Toda esa propaganda, a pesar de ser falsa e hipócrita, refleja lo bien que se adapta la empresa al nuevo contexto de una mayor sensibilidad medioambiental, una nueva regulación en materia de emisiones y una creciente escasez de energía. En los cálculos de la empresa no se contempla una reducción de las emisiones de CO2, en su plan estratégico se trabaja con una previsión de aumento del consumo de energía eléctrica de un 126% para 2000-2030. Sin embargo, sí que se tienen en cuenta las consecuencias de la aplicación de Kyoto: “Pese a la sensibilidad social , las estimaciones muestran un fuerte incremento de las emisiones a nivel global, lo que provocará que los precios del CO2 se incrementen para revertir la tendencia”. Como veremos, además de para ganar mucho dinero, Iberdrola utiliza América Latina para poder cumplir con Kyoto, es decir, para poder emitir en España por encima de sus asignaciones.
La firma del Protocolo de Kyoto y la puesta en marcha en España de un programa de asignaciones de emisiones obliga a las empresas a adaptarse a esta nueva situación. Si bien es cierto que Iberdrola se encontraba en una situación más favorable que otras eléctricas españolas para hacer frente al desafío de Kyoto, debido principalmente a su gran potencial en fuentes de energía “limpias” como la nuclear o las grandes presas, esto no ha sido suficiente para cumplir sus compromisos de reducción y se ve abocada a recurrir a los mecanismo de flexibilidad contemplados en Kyoto. Entre estos se incluyen la participación en el fondo de carbono español patrocinado por el Banco Mundial y la puesta en marcha de proyectos para registrarlos como Mecanismo de Desarrollo Limpio. Ambos mecanismo permiten obtener créditos de carbono para poder emitir por encima de lo que correspondería a la empresa en ausencia de los mismos.
La poca limpieza de los Mecanismo de Desarrollo Limpio: el caso de
El polémico Mecanismo de Desarrollo Limpio se contempla en Kyoto como una forma de facilitar el cumplimiento de los límites de emisión por parte de las empresas de los países más desarrollados. Consiste en que estas empresas inviertan en infraestructuras que contribuyan a reducir las emisiones de carbono en los países en desarrollo y, a cambio, reciben créditos que les permitan emitir por encima de sus asignaciones. El mecanismo pretende también fomentar la transferencia de tecnologías limpias de los países desarrollados a los países en desarrollo.
La cuantía de los créditos se calcula en base a las emisiones que reduce la infraestructura construida; por ejemplo, si se construye un parque eólico que produce 30 MW se calcularía la diferencia de emisiones respecto a producir esos 30MW mediante un tecnología habitual en el entorno, por ejemplo una térmica. Es requisito para poder registrar un proyecto como MDL que éste sea adicional, es decir, que no hubiese sido construido en ausencia de esos créditos de carbono. Esto pretende evitar que se registren como MDL proyectos que hubiesen sido construidos igualmente. Por ello los proyectos deben ser valorados por un organismo evaluador que se cerciore de que se cumplen los requisitos.
Pero, en la práctica, el requisito de adicionalidad se está mostrando difícil de controlar. Se han detectado malas prácticas en las auditoras encargadas de validar los proyectos MDL. Estas auditoras son contratadas directamente por los promotores de los proyectos, por lo que su imparcialidad es cuestionable. La mayoría de las veces se validan proyectos cuya adicionalidad es más que dudosa . El proceso de certificación de los MDLs se ha convertido en una importante fuente de corrupción . Además de eso, los países en desarrollo tienden a cargar con los gastos del proceso de certificación.
El caso de
Para empezar es cuestionable siquiera que Iberdrola estuviese en condiciones de presentar este proyecto ante el Autoridad Nacional Designada en España, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente , por cuanto no es propietaria de
Respecto a la adicionalidad , Patrick McCully, de International Rivers Network, ha elaborado unos comentarios al proyecto en los que llega a la conclusión de que el proyecto no es adicional. El informe que se presentó para el registro como MDL objetaba que existían barreras técnicas y de inversión al proyecto. Sin embargo, la generación hidroeléctrica es común en Guatemala llegando hasta el 30% de la producción nacional. Iberdrola y sus socios consideraron en su informe que el 30% no era una práctica común. Por otro lado, en el 2001, dos años después de comenzada la construcción del proyecto se incluyo en los contratos PPA una referencia a los bonos de carbono que antes no existía, es decir, al iniciarse la construcción en 1999 la idea de registrar el proyecto como MDL no aparecía en los contratos PPA de la empresa.
Parece lógico que la decisión de registrar la hidroeléctrica como MDL no fue fundamental para su puesta en marcha; más cuando existen indicios de que ni siquiera se consideraba la posibilidad cuando se inició la construcción en 1999. Sin embargo, la empresa AENOR; encargada de la auditoría decidió que
El fondo español de carbono y el parque eólico
Otra forma de obtener créditos de carbono es la participación en los diferentes fondos de carbono creados por el Banco Mundial . Mediante la participación en estos fondos las empresas invierten en el desarrollo de energías renovables en los países en desarrollo y a cambio reciben créditos de carbono. La diferencia con los MDLs es que las empresas colocan su inversión en un fondo del BM que es el que se encarga de hacer las inversiones. En estos fondos, además de participar empresas, participan organismos públicos, de manera que el dinero disponible para los proyectos es parte de origen privado y parte de origen público.
En el Fondo Español del Carbono participan en Ministerio de Medio Ambiente y el de economía y diferentes empresas, entre las que está Iberdrola. Entre los proyectos financiados por este organismo está el parque eólico
De esta manera, el fondo del carbono, además de servir para que las empresas obtengan créditos de carbono para emitir por encima de sus asignaciones, también sirve para canalizar dinero público hacia inversiones privadas; todo ello con la excusa de proteger el medio ambiente.
Conclusiones
América Latina es para las transnacionales españolas un mercado para estar al acecho. Es el mercado donde los mega-negocios muestran su cara menos amable; donde más se contamina, donde menos se invierte en renovables y, si se hace, es para obtener créditos de carbono; donde más se gana aportando menos; donde los grandes negocios viven de los beneficios de la privatización a costa del bienestar de las persona de a pie; donde las legislaciones laxas ponen en evidencia la hipocresía de la responsabilidad social corporativa;.. en fin; donde la lógica del beneficio aparece sin disfraz ni maquillaje. A lo largo de algunos párrafos hemos visto ejemplos de las actividades que una empresa concreta, Iberdrola, desarrolla en América Latina. Ha llegado el momento de concluir con una recopilación breve de todo lo dicho y escrito hasta ahora. Es interesante que cada cual saque sus propias conclusiones de lo leído en estas páginas; yo me permito sacar las siguientes:
La inversión de Iberdrola en Latinoamérica es altamente rentable, tiene una rentabilidad muy superior a la de otras áreas geográficas.
El grueso de la inversión se centra en térmicas ciclos combinados contribuyendo al aumento del cambio climático; las inversiones en renovables se utilizan para obtener créditos de carbono a través de MDL para poder superar las emisiones asignadas en los países europeos.
Los procesos de privatización han beneficiado a las multinacionales en perjuicio de los usuarios y de los trabajadores. Iberdrola ha obtenido contratos con los gobiernos latinoamericanos tras las privatizaciones que le son extremadamente beneficiosos y que suponen una carga para las arcas públicas de estos países.
Iberdrola vulnera el derecho al suministro eléctrico de los usuarios recurriendo a los cortes de luz como medida de presión ante impagos, también ha sido condenada en numerosas ocasiones por sobre-cobros. Iberdrola cobra tarifas altas que dejan fuera del servicio a los usuarios más desfavorecidos.
Iberdrola vulnera derechos de los trabajadores, especialmente el derecho a la sindicación.
Iberdrola da un uso indebido a los mecanismo de flexibilidad de Kyoto; el registro de la hidroeléctrica Las Vacas como Mecanismo de Desarrollo Limpio podría ser calificado como fraudulento.
Iberdrola participa en proyectos energéticos que han generado un amplio rechazo de las poblaciones afectadas y que en ocasiones se han producido en escenarios en los que los derechos políticos y sociales sufrían restricciones, como son los casos de
Mikel Barba
Observatorio de Multinacionales en América Latina
Este artículo ha sido publicado en el Boletín OMAL nº 29 (septiembre de 2008).