En la tierra de Francisco, el neoliberalismo es PRO
- Opinión
La caída del comunismo soviético, acompañada por el discurso del fin de la historia, alentó al neoliberalismo. Supo cabalgar la oportunidad, promover la globalización financiera y potenciar la especulación usuraria, de manera tal que generó la más abusiva transferencia de riqueza de los países pobres en beneficio del primer mundo desarrollado.
Transferencia de recursos que continúa siendo tan fenomenal, que países del “primer mundo” se trasformaron en periferia en su propio continente, como es el caso de Portugal y Grecia. En un puñado de años se convirtieron en el patio trasero de la Europa germanófila.
Las crisis económicas y de los refugiados, el resurgimiento de los nacionalismos independentistas y de los partidos de extrema derecha neonazis, la indigencia y el empobrecimiento de las clases medias y la pobreza son las consecuencias directas de este modelo económico expulsivo.
Desde la caída del muro de Berlín en solo una oportunidad los principales países del mundo decidieron ponerle un límite a la usura internacional, proceso que fue guiado por nuestro país luego del default más grande conocido hasta ese momento, y que permitió que se comprendiera la irracionalidad del desbocado sistema financiero usurero y lo justo de nuestro reclamo.
En este litigio, recibimos el respaldo de la ONU y 136 países. Solo cinco acompañaron con su voto negativo a los Estados Unidos.
Con la misma sintonía, Argentina vuelve a ocupar un casillero importante en el tablero de la disputa internacional contra el descontrolado movimiento de capitales especulativo. Ya no por su decisión. Podrá atribuírselo a un capricho de la historia, a una casualidad, pero lo cierto es que un hombre de nuestra tierra se transforma en la palabra más influyente del mundo contra este sistema, con una prédica cargada de gestos y actitudes que muestran los peligros a los que la humanidad está siendo sometida por el neoliberalismo. Sin dudas, la voz de Francisco es la más potente y prestigiosa que confronta a la usura internacional desde la finalización de la guerra fría.
Es en este contexto internacional que Macri resulta electo presidente, y es en este escenario en que le toca actuar. Sin resignar su base ideológica, podría haber asumido la defensa de los intereses nacionales de muchas maneras. Pero decidió concretar una alianza con los poderes más concentrados que sostienen lo peor del neoliberalismo a nivel global.
De repente, esos poderes con los que nos enfrentamos en defensa propia, se encontraron con un doble regalo. Por un lado, reciben la rendición del mismo país que les había doblado el brazo acompañado por la solidaridad internacional de la ONU, OEA, G77 + China, la totalidad de los países de África y de América Latina, incluidos los anglófonos del Caribe, India, Rusia. Y por el otro, además, el gobierno del país del Papa les obsequia el mismo discurso con que la usura internacional está llevando adelante en el mundo su intento de deslegitimar la predica de Francisco.
El Presidente Macri, sectores importantes del PRO y una parte de sus aliados, han decidido convertirse en el emergente de la ofensiva que a nivel global estos sectores instrumentan contra el Papa. Resulta para ellos una inestimable colaboración que su discurso y fundamentos germinen en las tierras de Jorge Bergoglio.
Eduardo Di Cola
Ex Diputado Nación
Presidente de Perspectiva Sur
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