Partido Colorado vuelve al poder

01/05/2013
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Potentado tabacalero y denunciado por narcotráfico electo presidente.
 
“No se puede calificar a las elecciones de ser totalmente limpias y transparentes, porque han sido profundamente distorsionadas por el poder del dinero”, afirma en un comunicado de prensa Hugo Richer, senador electo por el izquierdista Frente Guasú en las elecciones generales del 21 de abril que significaron el retorno del derechista Partido Colorado al poder después de cinco años.
 
Richer explica que el fraude se da desde compra de cédulas y la utilización escandalosa de recursos por parte de los partidos. Sólo estas dos cosas, dice, “generan una gran desigualdad en una competencia electoral, por lo que no se puede hablar de comicios transparentes y justos. El Frente Guasú ha asumido el compromiso de promover en el Parlamento cambios importantes en la legislación electoral”.
 
Precedidas por el golpe de Estado institucional del 22 de junio del 2012, que desplazó del poder al presidente Fernando Lugo (2008-2012), las elecciones generales del 21 de abril fueron tramadas en tiempo record por el bipartidismo conservador del Partido Colorado y del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), conocidos como los “eternos rivales”, y sus aliados Patria Querida y la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (UNACE).
 
La confabulación entre el PLRA y el Partido Colorado, también conocido como Asociación Nacional Republicana (ANR), permitió que el vicepresidente Federico Franco, del PLRA, cumpliera su sueño de ser presidente por 14 meses, y que finalmente el gobierno vuelva a las manos del Partido Colorado —que se mantuvo por más de seis décadas en el poder hasta su derrota electoral en el 2008—, convirtiendo al empresario tabacalero Horacio Cartes en el presidente número 49 de Paraguay, con 45.8% de los votos.
 
El retorno al poder del Partido Colorado, tras estar cinco años de estar en la llanura, ha demostrado a propios y extraños que su estructura partidaria está intacta. Tiene mayoría en el Senado (19 senadores de 45) y mayoría absoluta en Diputados (44 de 80), además de haber obtenido las gobernaciones en 12 de los 17 departamentos. El PLRA—que participó a través de la Alianza Paraguay Alegre— se queda con 13 senadores y 28 diputados. La izquierda, encabezada por el Frente Guasú,  suma 11 senadores, incluyendo al ex presidente Lugo, y conformará la tercera fuerza dentro del Parlamento.
 
¿Ruptura del bipartismo?
 
Consultado por Noticias Aliadas acerca de la derrota electoral del PLRA, el periodista, economista, analista internacional y exdirector de la hidroeléctrica Itaipú Binacional en la era Lugo, Gustavo Codas, vaticina que “el PLRA va a enfrentar una crisis profunda. Su representación en senadores cayó de 14 a 12 curules. Perdió algunos bastiones regionales. Se desmoralizó con el golpe, con su gobierno ilegítimo y corrupto y, con el resultado electoral, no se descarta que el bipartidismo se rompa por la decadencia del PLRA”.
 
Para el exgobernador del departamento Central y electo senador por el PLRA, Carlos Amarilla, los propios dirigentes han perjudicado al partido.
 
“Necesitamos abandonar la matriz del clientelismo y de la prebenda”, dijo Amarilla sobre la cúpula de su partido. Mientras que Domingo Laíno, dirigente histórico y fundador del PLRA, manifestó que “la derrota en las elecciones de la Alianza Paraguay Alegre se debió a los errores cometidos por el partido” y que “la cúpula corrupta debe abandonar el PLRA”.
 
“Decidieron entrar por la ventana por 10 meses de gobierno y renunciaron a entrar por la grande por cinco años, eso pasó”, manifestó Laíno a radio Ñandutí. Por su parte, el reelecto senador Luis Alberto Wagner, el único legislador liberal que votó en contra de la destitución de Lugo, señaló que “la derrota electoral sumió en una grave crisis al PLRA y debería llamarse a una convención partidaria para construir nuevos delineamientos con respecto a los próximos años y renovar la dirigencia”.
 
El ascenso de un “apolítico”
 
A pesar de las numerosas denuncias en su contra por lavado de dinero, narcotráfico y contrabando, Cartes, de 56 años, sorteó todas las adversidades mediáticas y las críticas de sus adversarios, que desde un principio jugaron en contra de sus aspiraciones políticas. De la mano del influyente senador Juan Carlos Galaverna, se afilió al Partido Colorado en el 2009 y un año después fundó el Movimiento Honor Colorado (HC), sigla que recoge las de su nombre. Logró la reforma del estatuto partidario, que exigía 10 años de afiliación, a sólo un año, lo cual le permitió participar en las elecciones internas y ganar la candidatura presidencial colorada.
 
Antes de activar en política, Cartes fue dirigente y accionista del club de fútbol Libertad, además de tener participación accionaria en una veintena de empresas relacionadas a los sectores financiero, tabacalero y ganadero, lo cual le creó una imagen de buen “emprendedor y administrador”. Sin embargo, nunca pudo opacar algunas versiones acerca de su vinculación con el narcotráfico y el lavado de dinero, por lo que los orígenes de su fortuna se mantienen bajo sospecha.
 
En la década de 1980 fue acusado por la justicia paraguaya de estafar al Estado y estuvo preso 60 días. En marzo del 2000, autoridades de la Dirección de Narcóticos encontraron en una avioneta que había aterrizado en la estancia La Esperanza, propiedad de Cartes, más de 340 kg de marihuana y 20 kg de cocaína. Un cable diplomático de la Embajada de EEUU en Buenos Aires del 5 de enero del 2010, filtrado por WikiLeaks, asegura que fue investigado en el 2009 por la agencia antidrogas de EEUU (DEA) como narcotraficante y dueño de un gran esquema de lavado de dinero internacional en la triple frontera que comparten Argentina, Brasil y Paraguay.
 
A primera vista se refleja que el gobierno de Cartes seguirá la misma senda de gestión que Franco respecto a la defensa de los intereses de la oligarquía paraguaya, privilegiando a los agronegocios y reforzando este monopolio en el campo empresarial, en detrimento de las necesidades de vastos sectores de la población, de los programas sociales y de las iniciativas de inclusión socioeconómica.
 
El analista político Víctor Barone, consultado por Noticias Aliadas, asevera que “la disputa interna del poder económico se desarrollará en el interior de la ANR”, a la que se sumarán “las disputas mafiosas por segmentos de los negocios de tráficos varios; por ahí quizás se desgaste esta hegemonía legitimada en esta elección”.
 
Para Barone, “el peso ideológico de tantos años de anticomunismo sigue siendo dominante, el sentido común de este grupo económico dominante es totalmente reaccionario y antipopular, incluso los derechos más básicos son puestos en duda en momentos de su hegemonía total”.
 
“La izquierda, de la mano del Frente Guasú, tendrá la enorme responsabilidad con sus senadores de frenar los proyectos conservadores y reaccionarios” del gobierno cartista, dijo.
 
Por su parte, el periodista y analista político Adolfo Giménez afirma a Noticias Aliadas que “el gobierno de Cartes no será un ejemplo democrático, no incentivará políticas sociales importantes para aliviar los graves problemas que afectan a la mayoría de la población, incluso podría aumentar la violencia a los reclamos populares para proteger a los grupos poderosos. Además, la maquinaria del Partido Colorado está dominada por atracadores de todo tipo, oportunistas, saqueadores, traficantes, malversadores de bienes públicos, cuyo desempeño podremos observar en los próximos meses y constituirá uno de los problemas principales del nuevo gobierno”. —Noticias Aliadas.
 
https://www.alainet.org/en/node/75882
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