Entre el viejo prebendarismo y la tecnocracia neoliberal

12/09/2013
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Presidente Cartes inicia mandato con pugnas dentro de su partido y en medio de movilizaciones de trabajadores, campesinos e indígenas.
 
Desde el 15 de agosto, cuando fue ungido presidente de Paraguay para un mandato de cinco años, Horacio Cartes empezó a gobernar en una situación inmejorable para llevar a cabo su programa de gobierno, que propone un Nuevo Rumbo para el país con “oportunidades para todos”.
 
Cuenta con mayoría propia en la Cámara de Diputados y mayoría simple en la de Senadores, a cuatro votos de la mayoría absoluta para aprobar en forma automática sus proyectos. Además, tiene un pacto de gobernabilidad con la segunda fuerza política, el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), y otros sectores de la oposición como el Partido Democrático Progresista, Avanza País, Unión Nacional de Ciudadanos Éticos, Patria Querida y el Partido Encuentro Nacional. También ha recibido por parte del Frente Guasú, liderado por el expresidente (2008-2012) y actual senador, Fernando Lugo, un compromiso de apoyo a los programas sociales que impulse su gobierno.
 
Analistas políticos consultados por Noticias Aliadas, coindicen en que el mayor desafío de Cartes será evitar posibles grietas dentro del oficialismo ante la composición de su gabinete conformado por ministros tecnócratas y de visión empresarial, supuestamente eficiente y competitivo,  que no incluye a figuras fuertes del gobernante Partido Colorado, también llamado Asociación Nacional Republicana,  cuya práctica es clientelista y prebendaria.
 
En sus primeras acciones de gobierno, Cartes ha ensayado a distanciarse de sus predecesores del Partido Colorado para mostrar en la práctica que “el Nuevo Rumbo”, la retórica de campaña, significa el abandono de las viejas prácticas partidarias que motivaron su desalojo del poder en el 2008 tras seis décadas consecutivas de hegemonía absoluta.
 
Tras la decisión del novel gobierno de mostrar reglas de juego diferentes, algunos legisladores y dirigentes partidarios empezaron a reclamar con más insistencia por cargos públicos.
 
“Prepotente y malagradecido, gracias al Partido Colorado llegó a ser presidente, el llegó a mi partido”, se quejó Gustavo Centurión, vicepresidente de la Seccional Colorada del distrito capitalino de San Lorenzo, durante una entrevista radial, en referencia a que Cartes recién se afilió al partido en el 2009.
 
Ante esta presión, Cartes empezó a ceder lugares en algunas secretarías de segundo orden a militantes colorados.
 
“Los nombramientos son señales de que obviamente hubo una negociación entre el presidente Horacio Cartes y el Partido Colorado y que el mandatario perdió su primera pulseada. Las diferencias entre Cartes y su partido no responden sólo al tema de cargos en el Estado, sino que también está la confrontación por intentar ‘imponer’ sus proyectos a sus legisladores y, aún más de fondo, hay una diferencia de visión del modelo que quieren promover.
 
 
 
Mediante su gabinete de técnicos y el afán de optimizar el Estado quiere un modelo neoliberal, mientras la ANR insiste en un modelo prebendario”, sostiene Hugo Richer, senador del Frente Guasú, en declaraciones a la prensa.
 
Consultada por Noticias Aliadas, Mercedes Canese, activista por la soberanía energética y exviceministra de Minas y Energía, sostiene que la lista de invitados empresarios y tecnócratas a la asunción de Cartes demuestra que “quiere gobernar con los empresarios y profundizar el modelo neoliberal, achicamiento del Estado, privatización de las empresas públicas”. 
 
Analistas políticos y sindicalistas también señalan que la visión empresarial y tecnócrata de gran parte del gabinete que seleccionó hace vislumbrar un gobierno de privatizaciones y de concesiones al sector privado de ámbitos que son públicos.  
 
A fines de agosto trabajadores y técnicos del sector eléctrico paraguayo iniciaron movilizaciones contra la aprobación de un llamado marco regulatorio de la actividad del sector eléctrico  que consideran encubre una maniobra privatizadora.
 
 “Cartes quiere gobernar como un empresario y eso es difícil es un país donde la mayoría son campesinos, trabajadores informales y desocupados”, agrega Canese.
Los desafíos de la gestión 
 
El “Nuevo Rumbo” de Cartes sería entonces la acelerada profundización del modelo extractivista, más agronegocios y ganadería para la exportación. La agricultura familiar campesina es un problema para Cartes, y probablemente le hará el vacío desde las políticas públicas.
 
Mientras grupos de campesinos e indígenas organizados luchan por la preservación de semillas nativas, el gobierno ha seguido la misma línea de su predecesor, el expresidente interino Federico Franco (2012-2013), nombrando a un representante del gremio de los sojeros en el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE), ingeniero Regis Mereles, integrante de la Unión de Productores de Soja (APS) y de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), que está a favor de la liberación total de todos los tipos de transgénicos.
 
En julio último, antes de la asunción de Cartes, el Ministerio de Industria y Comercio dio trámite a la solicitud de la multinacional Monsanto para patentar en Paraguay la semilla de maíz transgénico MON 89034 y métodos para su detección y uso. Ante ello, campesinos e indígenas dedicados a la producción de maíces nativos y criollos para el consumo y renta, así como ciudadanos urbanos, empezaron una campaña de firmas en la que solicitan que se rechace la solicitud de la multinacional, debido a que transgrede el artículo 5 de la Ley 1630/00 de patentes de invención, que dispone que entre las materias excluidas de protección por patente se encuentran las plantas y los animales.
 
“No se debió dar trámite a la solicitud de Monsanto. El Ministerio de Industria y Comercio debe rechazar el pedido de patente de maíz solicitado por Monsanto, ya que eso está prohibido en Paraguay. El maíz es alimento fundamental de la cultura paraguaya”, señala la nota de la campaña de las organizaciones productoras de maíz nativas y criollas.
Manifestaciones ciudadanas
 
La Federación de Educadores del Paraguay (FEP) y la Organización de Trabajadores de la Educación del Paraguay-Sindicato Nacional (OTEP-SN), fueron los primeros en dar la “bienvenida” al nuevo gobierno, sitiando la capital el 14 y 15 de agosto, día de la toma de posesión de Cartes, con una movilización de más de 15,000 maestros exigiendo mejoras a las pensiones a través de la Ley de Jubilación Docente, y la exigencia de una educación gratuita y de calidad.
 
Igualmente, los gremios médicos afiliados en la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud realizaron movilizaciones los días siguientes y se avecinan más paros reclamando falta de pago de salarios, en protesta por la amenaza de despidos injustificados por parte del nuevo ministro de Salud Antonio Barrios, y contra las intenciones de recortar el presupuesto de salud.
 
Trabajadores de empresas públicas del sector eléctrico de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), agremiados en el Sindicato Nacional de Electricidad (SITRANDE), y de la Compañía Paraguaya de Comunicaciones (COPACO), afiliados en el Sindicato Nacional de Trabajadores de Telecomunicaciones (SINATEL), participaron en un congreso convocado por las principales centrales sindicales y en una posterior movilización hasta la plaza del Congreso Nacional, junto con organizaciones campesinas e indígenas, en contra de posibles privatizaciones el pasado 5 de setiembre. Ante dirigentes sindicales e indígenas, Cartes se comprometió a instalar de inmediato mesas de diálogos con el fin de estudiar por área y buscar solución a los problemas más graves que sufre el país.
 
 “Los trabajadores que estamos aglutinados dentro de la SITRANDE tenemos muy claro lo que pretende el gobierno de Cartes, que con mucho ímpetu está queriendo llevar una política económica neoliberal, que implica las privatizaciones de los entes públicos más importantes”, dice a Noticias Aliadas, José María Benítez, delegado de base de la hidroeléctrica Acaray, usina propiedad de la ANDE, situada en Hernandarias, Alto Paraná.
 
“No hay un sinceramiento del gobierno de cómo va a generar empleos”, agregó Benítez. “Si se pretende privatizar para luego generar empleo es muy contradictorio, porque en ese caso sería despedir gente para luego supuestamente crear condiciones para nuevos empleos, esa es la situación que nosotros vemos desde SITRANDE(…). La estrategia a seguir es la movilización permanente, tratar de ganar el apoyo popular y así defender uno de los intereses más preciados del pueblo que es su energía”. —Noticias Aliadas.
https://www.alainet.org/en/node/79284
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